DGM no me pertenece.

Dulces sueños Allen

Allen se había quedado dormido en el comedor sin querer. Lenalee y Lavi lo observaban divertidos.

— ¿Qué es lo que está soñando?—preguntó Lavi curioso.

—No sé, pero se ve inquieto.

—Mucho.

Allen se movía mucho y murmuraba cosas mientras dormía.

—Mmmmmm…espera…mmm…no…sí…pero…no…ahí…ahí sí…ahí no…mmm…así…más…rápido…

—Oye Lavi—murmuró Lenalee luego de escucharlo—Allen-kun está diciendo cosas raras.

— ¿Raras?—rio Lavi— ¿acaso no te has dado cuenta de qué es lo que está soñando? Ese no es un sueño común y corriente Lenalee.

—En realidad me parece que sí sé lo que sueña, pero creo que debería de hacerlo en su habitación.

— ¿Y crees que él eligió quedarse dormido aquí y soñar precisamente algo así?

—Puede ser que el sueño fue influido por algo más.

— ¿Y qué cosas crees que influyen en ese tipo de sueños? Además, si fuera así, ¿quién fue la culpable de ello?

—Rico…dulce…Road…gracias…—murmuró Allen y sonrió aun estando dormido.

Los exorcistas se miraron sorprendidos.

— ¡¿Road?!

Mientras tanto en el arca…

—Road, ¿estás molestando en sueños al chico otra vez?

—Yo no lo molesto, al contrario.

— ¿Qué es lo que le estás mostrando?

—Simplemente le estoy dando el festín de su vida.

— ¿Festín? ¿Qué clase de festín?

—No te lo diré, Tyki…