NGX – PRÓLOGO – COMO CAÍDA DEL CIELO
Por Laura Langley

Shinji Ikari estaba tendido sobre el suelo de la azotea del instituto de secundaria de Tokyo-3. Era costumbre suya recluirse en aquel lugar a la hora del almuerzo cuando no quería hablar con nadie. Miraba el cielo despejado con el brazo derecho sobre su frente protegiéndose del asfixiante sol que parecía que todos los días visitaba la ciudad en un verano sin fin tan solo interrumpido por días de lluvia tropical.

La vida del joven había cambiado en tan solo unos meses, había pasado de ser un anodino estudiante a ser el piloto de un gigante llamado Evangelion cuando su padre le llamó para un reencuentro que era solo deseado por interés de este.
Aunque dolido, aquello ya había pasado para él, ahora vivía con Misato, la joven capitana aunque excéntrica y desorganizada no era mala compañía y dejaba gustosa que el chico se dedicase a las tareas cotidianas del hogar, cosa que a él le relajaba.
También tenía la compañía de Asuka en casa. La alemana era muy diferente tanto a Misato como a Shinji, orgullosa y de carácter volátil a diferencia del joven ella si disfrutaba pilotando su EVA.
El trío de pilotos era completado por Rei Ayanami, o como Asuka la llamaba de manera sarcástica la niña modelo. La figura de la peli azul interesaba mucho a Shinji, hasta tal punto que a veces se preguntaba a si mismo si era un interés romántico, pero no sabía responderse. Rei era enigmática y lo que era más extraño parecía llevarse muy bien con el comandante Gendo Ikari, padre de Shinji.

Había conocido a mucha más gente que también acudía a su mente pero el joven cerró los ojos y no a causa del sol, sabía que si pensaba demasiado de nuevo le dolería la cabeza y aún quedaban horas para acabar las clases. Después tendría que ir a la base de NERV y en casa hacer los deberes para el día siguiente además de tender la ropa, recoger las habitaciones y hacer la cena. Todos los días se metía en cama exhausto.

Se estaba relajando tanto que a punto estuvo de quedarse dormido de no ser por una voz. Era una voz que parecía estar lejos y se iba acercando poco a poco hacia donde estaba el chico y aunque pareciese una locura parecía venir desde arriba.
Pestañeando Shinji abrió los ojos y fue deslumbrado por el brillo del sol. Cuando sus retinas se acostumbraron a la iluminación pudo ver una sombra que se cortaba en el cielo sujeta a unos finos hilos a otra más grande. Alarmado el joven piloto se incorporó frotando sus ojos para ver más de cerca lo que, literalmente, se le venía encima.

Intentó gritar algo pero fue demasiado tarde, un cuerpo cayó encima de él haciéndole quedar de nuevo sobre el suelo, estaba inmovilizado por el peso y una sensación de agobio al sentir sobre su cara algo blando y caliente que le dificultaba el respirar.

-"Mis gafas… ¿Dónde están? Sin ellas no veo nada."

La voz que se escuchaba era femenina con fuerte acento. Cuando el cuerpo se movió de encima de él Shinji dio una gran bocanada de aire fresco tranquilizándose y volviéndose a incorporar para ver qué demonios había pasado.

En frente de él había una chica tanteando el suelo a cuatro patas y no muy lejos una especie de mochila de la que salía una especie de tela, él lo reconoció como un paracaídas, cosa bastante extraña.
Con curiosidad volvió a mirar a la joven que seguía buscando sus gafas y las mejillas del piloto se encendieron al comprobar que la falda escolar de colores rojizos y ocres a cuadros de la recién llegada estaba levantada y podía ver su culo cubierto por unas sencillas bragas blancas.

-"Tus… Tus gafas…"

Buscando apartar su atención del culo de aquella chica fue fácil para Shinji encontrar los anteojos perdidos de montura roja.

-"¿Eh?"

Al escuchar la voz la joven de pelo castaño rojizo recogido en dos coletas entrecerró sus ojos viendo borroso como una figura se inclinaba ofreciéndole algo.
Estirando la suya propia palpó las gafas y se las puso descubriendo la imagen de Shinji mirándola ruborizado, ella sonrió de manera encantadora.

-"¡Gracias!" –Con entusiasmo se puso en pie y sacudió el polvo y la suciedad de su falda. –"Me llamo Mari Makinami." – Se presentó ella ofreciéndole la mano a Shinji.

El chico iba a estrechársela respetuosamente pero de repente ella se lanzó hacia él. Por reflejo el piloto se echó hacia atrás chocando contra la pared de la azotea.
Mari apoyó las manos en los hombros del chico y acercó tanto su rostro a la cara de Shinji que este se puso rojo como un tomate.

-"Hueles muy bien… a LCL… Eres Shinji Ikari, ¿verdad? El cachorrito de NERV."

Ella habló de manera muy suave y el Tercer Elegido podía escuchar las aspiraciones de aquella misteriosa chica que se tomó su tiempo para olisquear por el cuello de Shinji. Casi sin pensarlo él la rodeó con sus brazos acercándola a su cuerpo, aplastando sus senos que anteriormente habían caído sobre su cara contra su pecho.

-"Todavía no me has dicho si eres tú…"

Susurró Mari sobre los labios del chico que entonces al ver la sonrisa de la chica se dio cuenta de lo que había hecho y la soltó bastante avergonzado. Shinji confirmó su teoría en unos murmullos casi inaudibles.

-"Lo sabía, lo sabía."

Dijo ella con una risita y se separó del chico para recoger el paracaídas tendido en el suelo con el que había hecho su entrada tan dramática. Al agacharse Shinji pudo verle de nuevo las bragas, solo que esta vez el chico no apartó su mirada del redondo culo de la inglesa tragando saliva sonrojado y abriendo y cerrando los puños. Parecía como si Mari estuviera haciendo su tarea lentamente, sabedora de que los ojos del cachorrito de NERV, como lo había llamado, estaban puestos en ella.

-"¿Te gusta mi culo?"

Sin que se diera cuenta Shinji la chica de gafas aún inclinada le miró con una sonrisa traviesa y colocándose bien las gafas con un dedo, un gesto normal pero que en ella tenía un tono juguetón. Mari tuvo que repetir la pregunta para que el chico saliese de su ensimismado estado.

-"Mucho…" –Las palabras del joven parecieron salir sin que las hubiera pronunciado realmente.

Ella, juguetona, se acarició el muslo izquierdo de abajo a arriba y cuando llegó a la nalga se dio un pequeño azote que hizo temblar su trasero.
Aquello encendió a Shinji como nunca nada antes lo había hecho.

Había visto a Rei y Asuka desnudas cierto, pero habían sido accidentes. La peli azul había reaccionado de manera fría y su compañera de piso le había echado la bronca y golpeado. También Misato solía pasearse por casa con escasa ropa y provocativa pero era fruto de su carácter alegre y desenfadado no por que estuviera buscando seducir a su joven tutelado.
En cambio lo que había hecho esa chica de gafas y coletas estaba cargado de sensualidad. Pocas veces Shinji podía disfrutar de una fémina como ahora lo estaba haciendo y de hecho sentía un cosquilleo en su entrepierna.

-"Bueno cachorrito, tengo que marcharme pero seguro que nos vemos pronto, búscame en la base." – La joven despeinó divertida los cabellos del joven todavía aturdido y de manera improvista saltó del balcón.

-"¡Mari!" –Con el corazón en la garganta Shinji se precipitó al borde de la azotea solo para ver a la inglesa descendiendo por la fachada del instituto de manera ágil.
Shinji suspiró, aquella chica era un misterio que quería resolver.