Esta historia está inspirada en la novela "A Song of Ice and Fire" de George R. R. Martin y en la serie televisiva "Game of Thrones" de HBO. Dado lo anterior, los personajes no me pertenecen ya que son propiedad de los autores ya mencionados.

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Capítulo I: Cruce de Caminos

Caminaban a paso firme por el largo pasillo que llevaba a la sala principal. En ella lo esperaba Daenerys Targaryen, quien se auto proclamaba como la legítima hereda al trono. Jon se encontraba preocupado, por un lado, no conocía a Daenerys quien efectivamente tenía tres dragones, y era justo pensar que podría estar loca al igual que su padre, el Rey Loco. Pero lo que más le preocupaba era que no le creyera y que no quisiera ayudarlo para enfrentar al Rey de la Noche.

Entraron por la puerta principal de la sala guiados por Tyrion, mano derecha de la Reina Targaryen. Dentro de la sala los esperaban un par de Dothrakis armados, Missandei y la mismísima Daenerys. Su mirada se cruzó con la de Daenerys, se miraron fijamente tratando de descifrar al otro. 'Tiene una mirada hermosa y llena de determinación' pensó Jon.

Por su lado, Daenerys contemplaba a Jon. Sin duda había pensado que se encontraría con un tipo sin gracia, un norteño típico. No podía estar más equivocada. 'Es muy guapo' pensó.

– Están en presencia de Daenerys de la Tormeta de la Casa Targaryen – dijo de un momento a otro una voz femenina. –Heredera legítima al Trono de Hierro, Madre de Dragones, Khaleesi del Mar de Hierba, La que no Arde y Rompedora de Cadenas – finalizó Missandei.

– Este es Jon Snow…– comentó Ser Davos dubitativo – Rey del Norte – finalizó.

– Gracias por venir, Mi Lord – dijo Daenerys – Sé que el viaje ha sido largo. Espero que el mar haya estado amistoso – terminó la reina.

– Ha sido un viaje tranquilo, su majestad – respondió Jon.

– Discúlpeme su alteza, pero Jon no es un Lord, es el Rey del Norte – dijo Ser Davos.

– Perdóneme… – dudó Daenerys.

– Su alteza, él es Ser Davos de Seaworth – apuntó Tyrion.

– Perdóneme Ser Davos – dijó Daenerys – No he recibido una educación privilegiada, pero estoy segura de haber leído que el último Rey en el Norte fue Torrhen Stark que se prosternó ante mi antepasado Aegon Targaryen a cambio de su vida y de todos los norteños. Él juró lealtad a la Casa Targaryen a perpetuidad, ¿o me equivoco? – preguntó desafiante.

– Yo no estaba ahí, su majestad – le respondió Jon con un poco de ironía.

– No, claro que no. Pero un juramento es un juramento, y perpetuidad significa… ¿Qué significa perpetuidad Lord Tyrion? – preguntó irónicamente Daenerys

– Para siempre – respondió sin pestañar.

– Para siempre… – dijo Daenerys – Entonces, supongo que ha venido a hincar su rodilla, Mi Lord – finalizó.

Jon guardó silencio por un par de segundos negando con la cabeza.

– En lo absoluto – comentó mirándola a los ojos.

Daenerys lo miró sorprendido.

– Ohh que infortunio. ¿Ha venido desde tan lejos para retirar su lealtad hacia la Casa Targaryen? – preguntó la joven.

– ¿Lealtad? – cuestionó un poco molesto Jon – ¡Su padre quemó vivo a mi abuelo y a mi tío! – exclamó.

– Mi padre era una mala persona – interrumpió Daenerys – En nombre de la Casa Targaryen le pido que por favor perdone todos los crímenes que cometió en contra de su familia. Y le imploro que no juzgue a una hija por los errores de su padre – su respuesta fue honesta, pues no se sentía orgullosa por las horribles cosas que había hecho su padre, al contrario, no quería que Jon pudiera pensar eso de ella.

– Por favor, hinque su rodilla y lo nombraré Guardián del Norte. Juntos protegeremos el Reino como hace décadas, un Targaryen en el Trono y un Stark en el Norte – finalizó la rubia.

– Está en lo cierto – dijo Jon – Ni usted es culpable de los crímenes de su padre... – Daenerys sonrió – Ni yo estoy atado al juramento de mi antepasado – finalizó Jon borrando automáticamente la sonrisa de la cara de la Madre de los Dragones.

– Entonces, ¿Por qué has venido? – preguntó molesta por lo obstinado que estaba siendo Jon.

– Porque necesito su ayuda y usted necesita la mía – respondió.

– ¿Has visto los tres Dragones sobrevolando Rocadragón? – preguntó incrédula.

– Si, los he visto – le respondió.

– ¿Has visto a los Dothrakis? – volvió a preguntar.

– Como no verlos – respondió Jon un poco irónico.

– ¿Qué te hace pensar que necesito tu ayudara para tomar Desembarco del Rey? – preguntó tajantemente.

– No para luchar contra Cersei – respondió Jon – Si quisieras, ya lo habrías hecho, pero creo que tu única razón es que no quieres involucrar a gente inocente y creo que es por eso que no ha arrasado con Desembarco del Rey. Esto significa que eres mejor que Cersei – finalizó el joven Snow.

– Sigues sin explicarme – respondió Daenerys.

– Porque en este momento usted, Cersei, yo y todos, gritamos y jugamos como niños reclamando que las reglas son injustas – dijo Jon.

– Dijiste que era agradable – reprochó Daenerys muy molesta a Tyrion.

– Así es – respondió Tyrion.

– Desde que lo he visto, se ha rehusado a reconocerme como reina, se ha negado a hincar su rodilla y ahora me dice niña – reclamó furiosa.

– Dijo que todos éramos niños, es una figura retórica – respondió Tyrion tratando de zafar.

– Su majestad, todos los que conoce morirán antes de que acabe el invierno si no derrotamos al enemigo del Norte – respondió Jon.

– Usted parece mi enemigo del Norte – devolvió Daenerys.

– Yo no soy su enemigo, los muertos lo son – finalizó.

– ¿Los muertos? – preguntó – ¿Es otra figura retórica? – cuestionó la rubia mirando a Tyrion.

– El ejercito de los Muertos es real, los Caminantes Blancos son reales, el Rey de la Noche es real y lo sé porque los he visto, he luchado contra ellos. Ellos ya están en camino y cuando crucen el muro no habrá quien los detenga – dijo Jon muy seguro.

– Cuando nací en Rocadragón, Robert Baratheon me mandó a matar, afortunadamente alcanzamos a huir – se paró y comenzó a caminar hacia Jon – He tenido que pasar muchas cosas, me han tratado de matar tantos hombres que ni siquiera recuerdo sus nombres, me vendieron como si fuera una yegua, me encadenaron y traicionaron, me han violado y deshonrado, me han humillado y todo eso lo he podido soportar gracias a la fe – pausó mirando a Jon directamente a los ojos – pero no fe hacia los Dioses, no fe hacia mitos o leyendas, no. Fe en mi misma, en Daenerys Targaryen. Nací para reinar y lo haré. – finalizó encarando a Jon.

–Pues lo único que podrá reinar será un cementerio, porque estaremos todos muertos – respondió Jon sin titubear.

– Su alteza – intervino Ser Davos a lo que Daenerys lo miró – No le cree a Jon. Y la entiendo, suena totalmente descabellado. Pero si el destino trajo a Daenerys Targaryen a Poniente, también hizo a Jon Snow Rey del Norte. ¿Fuiste la primera en hacer que los Dothraki cruzaran el mar?, él fue el primero en lograr alianzas entre los salvajes y los norteños. Lo nombraron Lord Commander de la Guardia de la Noche, lo coronaron rey no por su linaje, porque no tiene, es solo un pobre bastardo, pero todos esos hijos de puta lo eligieron como líder porque tenían fe en él – pausó ante la mirada de Daenerys – Todas esas cosas en las que no crees, él las enfrentó, luchó contra ellas por el bien de su gente, arriesgó su vida por su gente, fue apuñalado en el corazón por su gente, dio su vi…–

– ¡Suficiente Ser Davos! – lo interrumpió Jon con vehemencia ante la mirada atónita de Daenerys.

– Su alteza – dijo Jon – No tengo tiempo para seguir intentado convencerla y mientras perdemos el tiempo discutiendo, el Rey de la Noche sigue avanzando con su ejército – pausó – Le agradecería devolver nuestras armas y nuestra nave, debo volver al Norte – finalizó con convicción.

Daenerys había perdido el control de la situación, su cara la delataba, pues no salía de su asombro. Afortunadamente, Tyrion intervino para ganar tiempo.

– Debes de estar cansado Jon, ¿por qué no se quedan hoy? Seríamos muy malos anfitriones si no les ofreciéramos la comida y el descanso que se merecen – finalizó Tyrion.

Jon sabía que Tyrion tenía razón, tras un viaje largo, necesitaban descansar y comer algo. Lo miró y asintió con la cabeza.

– Con su permiso – dijo Jon mientras abandonaba la sala ante la mirada de asombro de Daenerys.

'¿Qué habrá querido decir con que fue apuñalado en su corazón? ¿Acaso el murió? No, imposible.' pensó la joven Targaryen aún sorprendida por las palabras de Ser Davos.

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Salió hacia la escalera exterior, de ahí se podía apreciar toda la bahía. 'Es un lugar realmente hermoso' pensó Jon. No podía dejar de contemplar a los dragones, nunca imaginó que podría ver uno, el caso es que veía tres bestias magistrales sobrevolando los cielos y no podía hacer nada más que contemplarlos con una sonrisa en la cara.

Desde la ventana superior del castillo, el Rey del Norte era observado por la Madre de los Dragones. Si bien las cosas no habían salido como ella pensaba, de todas formas, admiraba la determinación de Jon por no defraudar a su gente y protegerla.

– La noto concentrada, Mi reina – comentó una voz familiar a Daenearys.

– ¡Missandei! – exclamo la joven.

– Definitivamente es guapo – comentó Missandei con una sonrisa.

– Pero es obstinado – respondió con molestia Daenerys.

– No me parece un mal hombre, su alteza. Se parece a usted – mencionó Missandei – ojalá le corresponda – le dijo en tono de gracia.

– ¿Qué quieres decir? – preguntó con sorpresa – ¿Estás insinuando que me gusta ese norteño terco? – preguntó con molestia.

Missandei no pudo evitar reír.

– No me ha negado cuando le he dicho que es guapo – comentó – además creo que harían una bonita pareja, los dos son obstinados a la hora de proteger a su gente – finalizó la morena.

– Creo que la ausencia de Gusano Gris te está afectando las neuronas – respondió fingiendo molestia mientras Missandei se sonrojaba a lo que ambas rieron. Missandei tenía un punto, ambos eran obstinados a la hora de proteger a su gente y eso llamó la atención de la Madre de los Dragones.

Con el tiempo, la relación entre Daenerys y Missandei se había transformado en una bonita amistad. Cuando estaban a solas, tenían la confianza de hablar de todo como si fueran hermanas.

– ¡Mi Reina! – exclamó atónita Missandei de un momento a otro sin dejar de ver la ventana.

Daenerys volteó a ver hacia la ventana. Con preocupación vio cómo Drogon aterrizaba donde estaba Jon y se acercaba peligrosamente a él. 'Lo va a quemar vivo' pensó con pánico y temor.

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Jon vio que la bestia descendía hacia donde él estaba. Vio cómo se acercaba a él, pero curiosamente no sintió miedo. Cualquiera retrocedería si una bestia gigante que escupe fuego se acercara de esa forma, pero él no, él no se sentía amenazado por la bestia. De alguna u otra forma, sentía que el dragón no lo iba a quemar vivo ni le haría daño. El problema es que no sabía que ese dragón era Drogon, el más agresivo de las tres bestias.

Sin pensarlo, se quitó su guante y acercó su mano lentamente hacia el dragón. Daenerys veía en shock la situación, 'Debe estar demente, ¡lo va a matar!' pensó al ver que Jon extendía su mano hacia el dragón. Quería gritarle que se alejara, que no hiciera lo que pensaba hacer, pero su voz no salía de su boca, no podía articular palabra alguna por el shock.

Finalmente, Jon extendió su mano hasta tocar al dragón. Ante el asombro de Daenerys y Missaidei, Drogon no lo quemó, al contrario, se dejaba acariciar como un pequeño niño mimado.

– Pareces un buen chico – le dijo Jon al dragón mientras lo acariciaba.

Drogon solo lo miraba y se dejaba acariciar.

De repente un rugido se escuchó por todo Rocadragón. Otro dragón descendía, esta vez era uno verde.

Jon quitó su mano al ver que el otro dragón parecía querer ahuyentar al que estaba acariciando. Finalmente, Drogon se marchó volando. Jon no podía quitar su mirada del dragón que había llegado tratando de entender lo que había pasado. Por su lado, el dragón verde no le quitaba los ojos de encima a Jon, como esperando algo de su parte. Sin estar seguro, Jon extendió su brazo y lo acarició tal como lo había hecho con Drogon, pero fue distinto, Jon sintió una especie de conexión con el animal, como la que había tenido con Fantasma, su lobo Huargo.

Daenerys llegó a donde estaba Jon y Rhaegal. Sin poder salir de su asombro pensaba en qué estaba pasando. 'Los dragones siempre habían sido agresivos con todos excepto conmigo. Solo los Targaryen podemos tener una conexión con un dragón' pensó la Khaleesi.

– Parece que les agradas a Drogon y a Rhaegal – comentó mientras caminaba hacia Jon mirándolo a los ojos.

– Lo siento, no quise faltarle el respeto por acariciarlos – se disculpó Jon pensando en que lo iba a recriminar.

– Tranquilo, no pasa nada – le sonrió a lo que Jon le sonrió de vuelta.

– Siento mucho que no nos hayamos podido entender en la reunión – lamentó Jon – si de alguna manera le hice sentir mal, le pido disculpas – mientras inclinaba la cabeza en señal de respeto.

– No, quien se debe disculpar soy yo – respondió Daenerys – por todo lo que he pasado me cuesta confiar en las personas al principio y tiendo a ser un poco dura. Lo siento, Mi Lord –

– Jon – respondió – me puede llamar por mi nombre – le dijo con una leve sonrisa.

Daenerys le sonrió de vuelta.

– De niño pensaba en lo asombroso que sería tener un dragón – le comentó.

Ella lo miraba dándole toda su atención – A veces tenía sueños en los cuales montaba un dragón y volaba desde Invernalia hasta Desembarco del Rey – sonrió mientras le ofrecía su brazo para caminar.
Le tomo su brazo aceptando su invitación. Le sonrió y comenzaron a bajar camino a la playa.

– Cuando nacieron me sentí tan feliz – comentó Daenerys – eran tan pequeños que se montaban en mi hombro – le dijo soltando una risita.

Jon sonrió – como Fantasma – le comentó.

Daenerys lo miro con cara de no entender de que hablaba.

– Fantasma era mi Lobo Huargo – le respondió con una sonrisa triste.

– ¿Qué le pasó a Fantasma? – le preguntó – te has puesto cabizbajo – finalizó Daenerys.

– Es una historia muy larga – le comentó Jon.

– No se preocupe por el tiempo, Jon – le dijo de vuelta sintiendo curiosidad. Jon sonrió.

– Sólo porque estamos empezando con el pie derecho le contaré – le respondió mostrándole confianza ante la atenta mirada de Daenerys.

– Todo comenzó porque una vez me enamoré y rompí mis votos de la Guardia de la Noche – le confesó.

– ¿Cómo se llamaba? – preguntó la joven reina.

– Ygritte – respondió Jon– era una salvaje de más allá del muro –

– ¿Qué le pasó? – preguntó con tono de duda.

– Me clavó tres flechas, yo… solo trataba de protegerla. Lamentablemente le clavaron una flecha mortal en el pecho – pausó – Murió en mis brazos y no pude hacer nada para salvarla – respondió.

– Lo siento mucho – le dijo con empatía.

– Luego de eso, mis hermanos me trataron de traidor – comentó – y me castigaron como se castiga a un traidor… con la muerte – finalizó.

Daenerys lo miraba asombrada, no podía creer lo que estaba escuchando. 'A eso se refería Ser Davos, pero ¿cómo es posible?' pensó la joven.

– Fantasma pagó mis pecados con su vida – dijo amargamente Jon.

– Lo siento mucho – le dijo tratando de consolarlo.

Quería preguntarle cómo había sobrevivido a eso, pero no quería vulnerar la confianza que estaba construyendo con el joven Snow. Jon notó que la incertidumbre de Daenerys, por lo que decidió hablar.

– Puede preguntarme lo que sea – dijo a lo que Daenerys sonrió levemente al ver que Jon se había percatado de su duda.

– ¿Cómo es posible que esté con vida? – se atrevió a preguntar

Jon sonrió.

– Sonará absurdo, pero una bruja de cabello rojo le pidió a su señor del Luz que me trajera de vuelta y funcionó – pausó – Su nombre era Melisandre – finalizó.

'Es la bruja que nos habló de Jon' pensó Daenerys.

– Es increíble – le comentó – parece que eres una persona diferente Jon Snow – le dijo sonriendo.

– Mi vida ha sido una locura, su alteza – le respondió.

– Daenerys – dijo – Me puedes llamar Daenerys – le dijo a lo que Jon le sonrió cortésmente.

– Yo también me enamoré una vez – le comentó con confianza ante la atenta mirada de Jon – Su nombre era Drogo, era el Khal de la tribu Dothraki. Mi hermano me vendió a cambio de un ejército para conquistar Poniente, plan que no resultó como él quería. Ahí me casé con Drogo – pausó su relato – Aprendí a amarlo en el camino – finalizó.

– ¿Qué le pasó a Drogo? – preguntó Jon con curiosidad.

– Tuvo una grave herida. Lamentablemente esta se infectó. Acudí a una bruja llamada Mirri Maz Duur. Ella lo dejó catatónico en venganza por arrasar su aldea y mató el hijo que llevaba en mi vientre – pausó para tomar aire – a cambio la quemé y junto con ella me adentré a las llamas con mis huevos dragones. Ahí nacieron mis tres hijos – finalizó.

– Lo siento mucho – le comentó Jon – Parece que ambos hemos tenido historias difíciles – le dijo.

– Así veo – le respondió con una sonrisa.

Habían llegado a la playa. Era una bahía de suave arena, angosta pues era poca la superficie de tierra plana entre el mar y el acantilado. El mar era de un azul claro brilloso con un oleaje a veces tranquilo, a veces intenso.

Se sentaron en la arena mirando mar. De vez en cuando, Jon lanzaba alguna que otra concha al oceáno. Parecía un niño, pero se sentía relajado y tranquilo. Daenerys a ratos lo miraba divertida, se sentía cómoda con él. Algo tenía Jon que la hacía sentir como si se conocieran de toda la vida. Aislando sus pensamientos, trató de buscar respuestas a ciertas cosas que quedaron dando vueltas en su cabeza. Sabía que Jon había venido por lo del Rey de la Noche, pero algo más había. No por nada se había dado la molestia de realizar tan largo viaje. Le faltaba una pieza al rompecabezas y quería encontrarla.

– Jon – habló la joven.

– Dígame, Daenerys – respondió.

– Quiero preguntarle algo y espero que sea honesto conmigo – le dijo la rubia.

– Se lo prometo, su alteza – le dijo de vuelta.

– ¿Por qué aceptó venir a Rocadragón? – preguntó – Siento que hay algo más además de lo del Rey de la Noche – finalizó.

– Es muy perspicaz, su alteza– le comentó – Si bien lo principal era lo del Rey de la Noche, sabía que estaba la posibilidad de que no me creyera o pensara que estoy loco – le respondió.

– No lo pienso Jon. Pero comprenderá que es difícil creer algo así de la nada – dijo Daenerys.

– Lo entiendo a la perfección, si yo no lo hubiese visto, tampoco lo creería – le confesó Jon – Pero lo vi, vi al Rey de la Noche, vi como levantaba a los muertos y transformaba a los vivos, vi como su ejército arrasaba a un ejército entero de salvajes como si nada – pausó – Pero dejando de lado eso, usted está en lo correcto. La otra razón por la que vine es porque mandé a mi amigo Sam a la Ciudadela. Allí descubrió que con Vidriagón podíamos matar a los caminantes blancos – comentó ante la mirada atenta de Daenerys.

– Como sabrá, Rocadragón tiene minas de Vidriagón, por lo que sería de gran ayuda si usted nos permitiera extraer el minar de la mina para forjar armas de acero valyrio y así poder derrotar al Rey de la Noche – finalizó.

Daenerys lo miró con curiosidad mientras pensaba.

– No quiero ser aprovechado – le comentó – si no fuera tan urgente e importante, no se lo estaría pidiendo. Pero la situación lo amerita. Ojalá pudiera creerme – le dijo Jon.

– Créame que no dudo de usted Jon – pausó – solo que a veces hay que ver para creer – finalizó Daenerys.

– Lo entiendo – respondió Jon amargamente esperando que ella se negase.

– Pero a pesar de eso, le permitiré sacar el mineral que necesita. Hemos iniciado una relación de confianza que podrá ser próspera para ambos y quiero contribuir de manera positiva a eso – finalizó Daenerys.

– Muchas gracias, su alteza – dijo Jon con una sonrisa.

Pasaron el resto de la tarde en la playa hablando de sus vivencias, sus recuerdos, sus familias, de sus vidas. La percepción que tenía el uno del otro había cambiado para bien, ambos veían en el otro un líder que se preocupaba por su gente, que no dudaba en dejar de lado el beneficio propio por las personas que le importaban. Ambos veían en el otro que tenían más cosas en común de lo que pensaban. Lo que ambos no sabían es que una atracción comenzaba a nacer entre ambos. Una pequeña chispa comenzaba a encender la llama de sus corazones ese día, el día en que los caminos de la Reina y Madre de los Dragones y del Rey del Norte, se habían cruzado.

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Notas del Autor [Rodrogon]: Antes que nada, quería agradecerles a quienes se han dado la molestia de leer este primer capítulo. Como me gustan los Fics extensos, mi idea principal es hacer, aproximadamente, alrededor de 15 a 18 capítulos de al menos 3000 palabras cada uno. Me gusta mucho esta pareja (Jon y Daenerys), de hecho, es la única pareja que me gusta de verdad. Como no hay muchos Fics de ellos juntos, me animé a escribir este Fic para que los fanáticos del Jonerys como yo, puedan tener otra historia más para leer.

Es el primer Fic que publico en esta página, Ojalá sea de su agrado.

Si les gusta, espero que me lo puedan comentar en sus reviews, ya que su opinión es muy importante para poder mejorar.