Disclaimer: Los personajes que aparecen aquí no me pertenecen, ellos son una perfecta creación de nuestra pelirroja escritora Stephenie Meyer, a mi solo pertenece la genial historia. xD.
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Bella POV:
Nunca me había detenido a pensar como iba a morir pero morir por alguien a quien amo era una buena forma de hacerlo- esas eran las palabras que recordé de aquella noche, la noche en la que morí en vida y la misma noche en la que el que creía yo amor de mi vida desapareció dejándome abandonada con una sed insaciable de él y de sangre.
Esa fue la noche en la que abrí mis ojos, luego de buscarlo por todo el bosque y por cualquier otro lugar sin descanso alguno (aunque no fuera necesario), con el dolor que inundaba mi pecho, mi corazón ahora congelado y el sufrimiento que sentía en el llanto escaso de lágrima alguna. Supe que me había simplemente utilizado y dejado con vida por simple lastima. Pero eso no quedaría así ahora pagaría por lo hecho, el transformarme me había hecho más ágil y mucho más fuerte, la boba Bella que una vez fui se esfumaría y con ello llegaría una con mucha e insaciable sed de venganza. Edward Cullen tu inmortalidad expirara pronto.
Yo Bella Swan me enamoré de Edward Cullen a los 18 años, lo había conocido mientras estudiaba, en el que en poco tiempo tuve sospechas las cuales fueron aclaradas con una respuesta poco esperada, él era un vampiro, solo consumía la sangre de animales pero aun así era uno, sabia que quería mi sangre y sabia que en ese entonces el era mi razón de vivir y por la cual morí. No duramos mucho tiempo saliendo ya que el me transformo una noche en la que nuestros besos se salieron de control.
Un delicioso aroma me saco de mis recuerdos, seguido por un ardor en mi garganta que subía hasta mi paladar causado por la ponzoña, llevaba mucho aguantando mi sed, el bosque era perfecto para no ser atraída por la sangre humana, pero no por completo.
-¿Hola?- una delicada voz. Un grito fue lo único que me hizo detenerme. Había mordido a una chica, al parecer de mi misma edad y de cabellos negros y cortos y fracciones ahora demostrando dolor.
-¿Que me sucede?, tengo mucha sed- despertó.
-¿Quién eres?- dije con voz seca.
-Me llamo Alice.
