Buenos dias, Aqui yo con una nueva historia y una nueva locura, mientras termino otro fanfic. Quizas esta historia no sea de agrado para muchos, por eso necesito dar la advertencia de que apesar de que a mis ojos va a ser una linda historia, esto trae YAOI.

Como no puedo poner los personajes porque soy nueva y apenas entiendo les comento que esto es un Zamasu x Shin del Este.

desde ya muchas gracias por leer. Saludos

Capitulo 1

Misión, Objetivo, Orden

El joven de cabello blanco y azulada piel caminaba por los pasillos del amplio templo sagrado, este templo pertenecía al planeta Kai- shin, lugar de donde provenían todos los shin – Jin. El árbol gigante de aquel planeta solía dar sus frutos en épocas primaverales hasta fines de otoño, pero solo cuando era necesario, pues la naturaleza es sabía.

Sin embargo el invierno era bastante visible en el planeta Kai – shin y lo que aún era más visible era la visita de un ser que no frecuentaba dicho planeta, aun así no se veía como un ser amenazante por lo cual los habitantes del planeta no huyeron despavoridos.

Hizo unos cuantos pasos más hasta dar con uno de los grandes supremos kaiosamas sonriendo levemente.

-Lamento mi inoportuna visita, no pude avisar antes – se disculpo ante el supremo Kaio.

En tanto este continuaba asombrado por la presencia de Whis ya que jamás lo había visto en el planeta Kai – shin. Por lo general los Kaioshin estaban allí, con excepción de algunos seres que ofrecían ayuda a los kaioshines.

-No se preocupe…- Hizo una pausa dando una veloz mirada a la vestimenta del muchacho azulado.- ¿Hay algo en lo que pueda ayudar?

-De Hecho, si- Respondió haciendo una pausa. -El árbol Kaiju acaba de dar su fruto y me es de suma importancia verlo-

El hombre supremo abrió sus ojos asombrado al escuchar el nombre del árbol y más aún el escuchar que había dado frutos ya que todos sabían allí que el árbol solo daba frutos en épocas de primavera, pero lo más extraño es que hacía tiempo, quizás 500 años que no daba frutos.

Esto se debía a que no era necesario que más seres de raza Shin-jin nacieran.

-Lo…lo siento – Respondió algo confundido.-El árbol no da frutos en esta época y mucho menos si no es necesario, hace años que no lo hace.

-¡Ho Ho! – sonrió. -Entonces hoy es un día especial porque si dio un fruto y esta esperando a ser recogido-

El hombre negó con su cabeza al tiempo que cerraba sus ojos, convenciéndose de sus propias palabras y no de aquellas que salían de la boca del joven Whis.

-Eso es imposible joven, pero si gusta podemos ir a ver juntos el árbol y así comprobar que no ha dado frutos – Respondió mientras indicaba la dirección hacia donde se encontraba el árbol.

En silencio se dirigieron al gigantesco árbol Kaiju, el cual se encontraba en otro de los templos del planeta, y sin duda tanto el planeta con el templo donde habitaba el árbol eran una perfecta maravilla y un agradable lugar como para quedarse allí a vivir.

Mientras tanto el joven Whis observaba el lugar embelesado, el agua cristalina, la suave brisa refrescante de aquel lugar, los pétalos de las pequeñas flores de aquel gigantesco árbol, todo era sumamente agradable y no pudo evitar sentir un poco de culpa al recordar lo que venía a hacer. Rápidamente el Gran supremo lo saco de sus pensamientos…

-Allí adentro es… allí – .Señalo -Los Frutos caen en las hojas que el árbol despide, algunas manzanas son rojas y otras son de oro…- El hombre fue interrumpido.

-Mmm lo se – dijo mirando firmemente al árbol. -La manzana es de oro…

-¿Y como es que sabe eso? – pregunto extrañado.

-Bueno pues…- Medito unos segundos tocando su barbilla. -¡Oh! Eso es un secreto -Sonrió.

El hombre se extraño nuevamente antes las palabras del joven de cabello blanco y estirado, ya que a decir verdad no le agradaban mucho los misterios, sobre todo si se trataba de los seres de su planeta.

-Vaya…- Suspiro. -Tendré que morir con esa insertidumbre- Finalizó en forma de burla.

Al llegar a la entrada de la morada circular, hicieron unos cuantos pasos más hasta dar justo en frente del macizo tronco marrón y allí en el suelo se encontraba un pequeño niño, con los pedazos de cascarones de manzana dorada en el suelo y otros en su pequeño cuerpo.

-No puede ser…- Susurro el Supremo Kaio con su mirada asombrada posada en el pequeño. -No es cierto…-

Termino por acortar la distancia entre el pequeño, y acto seguido se agachó para recogerlo, aun se encontraba sorprendido mientras lo arropaba con la túnica que llevaba alrededor su cintura y que se había quitado casi de forma inconciente para cubrir al niño.

Podía escuchar el canto casi celestial que solo los innatos podían escuchar, la vibración que aquel árbol emanaba en forma de canto solo para los oídos que estuvieran dispuestos a escuchar. El anciano escuchaba atento posando su mirada en el árbol, comprendiendo así que el milagro de la creación estaba marcando un suceso importante en la historia.

Whis sonrió ante aquel canto que susurraba el árbol, a diferencia del gran Kaio, este sabia que eso solo significaba la llegada de alguien que tomaría el cuerpo de un shin- Jin para vivir en esa forma de vida y así cumplir su objetivo.

-Bienvenido al mundo terrenal – dijo observando al pequeño.

La presencia de estos individuos frente al árbol y el melodioso canto hicieron que algunos shin- Jin se acercarán a ver lo que sucedía, otros ya enterados del acontecimientos solo daban la bienvenida al nuevo Shin- Jin.

Cuando el alboroto acabo y finalmente todo estaba más calmado el gran supremo se dispuso a vestir al pequeño Kaioshin, como había brotado de una manzana de Oro este se convertiría por ley en un supremo Kaiosama, así que debía decidir quién seria su maestro en los próximos 1000 años y a que universo pertenecería y que galaxia le correspondía, ya que aun no había recibido señales de a donde tendría que ser enviado. Mientras tanto Whis continuaba allí parado frente al hombre y al pequeño, del cual no se había separado.

-Bueno… por el momento me quedare a cargo de él- Comento a Whis mientras terminaba de vestir al niño. -Supongo que… este tipo de acontecimientos tan repentinos traen una señal especial y aun no se hace ver – Finalizo.

-Nada de eso-. Cerró sus ojos meditando- Escuche con atención… - finalizó alzando su dedo índice al aire

El supremo hizo silencio por un momento intentando escuchar aquello desconocido a lo que se refería Whis, pero solo podía escuchar los leves gorgoritos del pequeño quien al parecer se lo notaba con hambre ya que tenía la mitad de su puño en la boca.

-Lo siento… pero no escucho nada – Respondió.

-Usted Oye, pero no escucha. Vuelva a intentarlo – sonrió levemente.

Quizás el Joven de cabello blanquecino tenia razón, hay una diferencia entre oír y escuchar, aunque parecieran ser sinónimos estaba claro que no eran lo mismo. No obstante a pesar de hacer un esfuerzo por querer escuchar, este no podía oír más que los gorgoritos del niño, y finalmente negó con su cabeza.

-Lo siento… No escucho nada y ¿sabe que? – . Desvío su mirada hacia el joven -Tampoco se quien es usted y a que viene, si solo vino a decirme que Kaiju iba a dar un fruto entonces le agradecería que se retirará ya que el pequeño esta a salvo-

-¿Acaso no puede escucharlo? – Negó con su cabeza mientras hacía oídos sordos a la petición del supremo con respecto a su retiro. - Es el viento del Éste resoplando con fuerza hasta aquí, ¿Y a caso no me ve a mí? Estaba necesitando que pregunte a que vengo porque desde que llegue no me lo había preguntado. Soy la segunda señal y vengo del universo 7 para explicarle lo que será de este pequeño de ahora en más-.

-Oh… - dejo escapar sorprendido mirando al joven. -Yo… estaba muy distraído porque no creí que hoy podía suceder algo como esto… -fue interrumpido.

-Mmm suele suceder, sobre todo cuando un árbol deja frutos fuera de época – Al finalizar esa frase intento tomar al pequeño que aún continuaba succionando la mitad de su puño.

Sin embargo, no pudo lograr su objetivo ya que el supremo Kaio al ver ese amague por parte de Whis, tomo al niño entre sus brazos con la intención de negarle el contacto. Sin duda el gran Kaio comenzaba a sentirse bastante incomodo con la presencia del muchacho.

-Lo hablaremos luego… -Dijo dándole la espalda y dejando escapar un tono algo inseguro.

Por su parte Whis habían notado perfectamente las intenciones del supremo y su afán de deshacerse de él a como diera lugar, era visible que no estaba interesado en escucharlo y mucho menos aceptar las supuestas señales. Camino varios pasos siguiendo al hombre y finalmente se detuvo.

-No puedo hablar luego Gran Kaio, mi amo, el Dios Destructor me necesita a su lado- Finalizó

-¿Qué? - Dijo el hombre sorprendido al tiempo que volteaba a mirar a Whis. – ¿Usted es el asistente de un dios destructor? ¿Y porque no me dijo esto antes? – reprochó.

-¡Ohoho! Porque usted nunca me pregunto nada- Finalizó sonriente mientras cubría su boca.

Luego de esa confesión el hombre camino hasta el joven Whis tendiéndole al pequeño para que así pueda tomarlo. Se sentía un poco avergonzado por su comportamiento, pero por otro lado sabía que todo lo hacía por proteger al niño.

-Me disculpo por la forma grosera en la que le quite al pequeño y en mi descortesía para comunicarme con usted-. Concluyó junto con la acción de entregar al pequeño quien ahora yacía en los brazos de Whis. -Solo intento protegerlo y...- Fue interrumpido rápidamente.

-Descuide-. Respondió, mientras miraba al bebé Kaio y le dedicaba una sonrisa. – Esta en todo su derecho de protegerlo, ahora… -Hizo una pequeña pausa- Le buscaremos a alguien que esté capacitado para cuidarlo-.

Continuará…