Disclaimer: los personajes sobreentendidos en esta obra no me pertenecen a mí, sino a Alex Hirsch y a Disney.


Amigos, vecinos, familia. El humano nace, sale del vientre de su progenitora, y antes de que logre darse cuenta tiene una familia. Un padre, una madre y quizá un joven que emergió antes que él. O quizá dos, o tres. No lo sabes, tú solo tuviste uno y viniste al mundo en su compañía. Compartisteis seno materno y el amor de una familia. Has oído que los gemelos se comunican sin necesidad de palabras. Menudo fraude, que gran falacia. En el caso de que eso fuera verdad, sabrías el paradero del que una vez fue tu mayor confidente.

Las personas mayores rememoran su pasado más lejano con facilidad. Es una suerte o probablemente un infortunio que tú lo seas. Vuelve a ti la imagen de una persona conocida, una de las razones de que no te guste mirarte al espejo. Eres el reflejo de una persona que fue y ya no permanece. Esos niños de su descendencia te atizan con la imagen de un pasado juntos en el que todo estaba bien, en el que este sitio maldito no existía como tal y hacíais planes de futuro. Tú eras el hermano afable y él el joven discreto, pero teníais en común algo más que el aspecto. Miras a los niños que corren por el pueblo. Dos parejas de gemelos que se parecen demasiado. No quieres que corran el mismo destino. El niño ha de alejarse del libro, la niña ha de tener cuidado. Este sitio está maldito y los gemelos evocan la ira perdida.


Buenas a todos mis lectores, he decidido renovar un poco mi cuenta con este drabble, ya que no tengo demasiado aprecio por los anteriores fanfics que tengo colgados en fanfiction.

A pesar de que no se nombra explícitamente a ningún personaje, el "protagonista" de este drabble es Stan (Stanford) que recuerda a su hermano (Stanley) con nostalgia y se compara con Dipper y Mable. El fanfic está basado en la teoría de los gemelos Stan creada por un usuario de Tumblr.