Prologo.
Cuenta la historia que hace muchos años cuando los Daimyo (Señores feudales) gobernaban el Japón antiguo, existían los Samurái, los seres más leales y respetables de aquella época que estaban dispuestos a ofrecerse en cuerpo y alma a sus dueños los Daimyo. En ese entonces Japón atravesó múltiples guerras sangrientas las cuales trajeron la nueva era. Al ocurrir esto las guerras cesaron dejando a los Samurái sin propósito, por lo cual se procedió a su marginación y despido, esto fue considerado como una traición. De ser hombres respetables y honorables los samurái pasaron a ser Hatamo-Yakko (Saqueadores) no quedaba ni rastro de aquellos guerreros orgullosos ahora no eran mas que delincuentes, que a cambio de fortuna y comida ofrecían sus servicios de protección a pequeños pueblos. En ese entonces muchos Hatamo-Yakko eran conocidos como Ronin (Samurái sin señor) estos a diferencia de los simple saqueadores eran mercenarios sanguinarios que solo velaban por sus propios intereses, al ser marginados múltiples ronin deambulaban por el antiguo Japón lo que llevo a que se agruparan en clanes para más tarde formar la mafia de Japón los yakuza. Con un nuevo enfoque los yakuza se encargaron de restablecer el orden a su manera en las calles de Japón, en algún punto llegaron a superar al ejercito de Japonés. Los clanes aumentaron y los miembros cada vez eran más. Ser parte de un clan Yakuza era convertirte en miembro de la familia, se retomo en gran parte el código de los samurái para recuperar el honor perdido. En la ciudad de Karakura se posicionaron la gran mayoría de los clanes más poderosos, entre los cuales estaban: El clan Kuchiki, El clan Shiba y El clan Sihouin. Pero como en toda gran familia los problemas salieron a flote, las guerras entre clanes tuvieron lugar y una de las batallas mas sangrientas se dio entre los 3 clanes más poderosos. El detonante… El asesinato de la Anego (Mujer del jefe del clan) del clan Kuchiki, Hisana a manos de miembros del clan Shiba con ayuda del clan Shihouin. Para los yakuza la Anego al igual que el Oyaji (Buen padre) debe ser respetada y el asesinato de uno de estos es considerado una falta grave que conlleva expulsión. Como las reglas lo decían ambos clanes fueron expulsados del máximo clan La Soul Society. Mas tarde el heredero del clan Shiba seria expulsado por mezclar su sangre con la heredera del clan Quincy. Isshin Shiba y Masaki Kurosaki se vieron obligados a comenzar una nueva vida juntos, la cual dio como fruto al Próximo heredero del clan Shiba, Ichigo, y más tarde sus dos pequeñas hermanas Yuzu y Karin. Pero Isshin y Masaki olvidaron el dicho "Una vez miembro jamás dejaras de serlo" Masaki fue descubierta y asesinada por un miembro del clan opositor a la Soul Society. En su agonía Masaki le pidió a Isshin que en la medida de lo posible alejara a sus hijos de ese despiadado mundo y que no les revelara su origen.
Ichigo Kurosaki tiene una herencia peligrosa… Ichigo Kurosaki es un Ronin.
Encuentro.
Una mansión antigua casi en las afueras de la ciudad de Karakura, múltiples arboles de cerezo adornan aquel lugar, mientras un pequeño arrollo con agua clara como el cristal refleja un rostro frio y áspero. La pequeña chica escucha pasos que se acercan lentamente mientras da un suspiro y se prepara. Un joven pelirrojo la ve con una sonrisa cálida mientras amarra una pañueleta en su frente.
Renji: ¿Estas lista? Se nos hace tarde, Oyaji dijo que pasaras por su oficina antes de que nos marcháramos. –Dijo masticando un palillo.
Rukia: Compórtate. No estas hablando con tu igual así que hazte a un lado. –La joven se levanto estrepitosamente para luego empujar al pelirrojo con suma aspereza.
Renji: Te espero afuera de la casa.
El lugar era enorme, muchos hombres vestidos con trajes negros impecables caminaban por los pasillos y unos cuantos mas se encontraban en la puerta de la oficina de Oyaji. La joven era en verdad bella, y muchos de los hombres de aquel lugar lo habían notado, pero esta chica no era cualquiera, ella era la hermana de Oyaji prácticamente era la princesa del clan, cualquiera que osara acercarse a ella enfrentaría graves problemas, además de que ella no era cualquier chica débil.
Rukia: Oyaji me mando a llamar, háganse a un lado. –Dijo, enfadada.
Los hombres abrieron la puerta rápidamente mientras se inclinaban en señal de reverencia a la joven.
Byakuya: ¿Qué te demoro tanto Rukia? –Serenamente.
Rukia: Disculpa Oyaji no volverá a ocurrir. –Se puso de rodillas mientras, su hermano se encontraba de espaldas meditando.
Byakuya: Entiendes la seriedad del asunto ¿cierto?
Rukia: Lo comprendo perfectamente.
Byakuya: La razón por la que accedí a tu petición fue porque estos días debemos mantener un bajo perfil y no podemos permitir que nuestras acciones sean cuestionadas.
Rukia: Lo se.
Byakuya: Bien. ¿Quién eres tú? ¿De donde provienes?
Rukia: Soy Rukia Kuchiki, miembro del Clan Kuchiki hermana menor de el jefe Byakuya Kuchiki.
Byakuya: ¿Cuál es tu obligación?
Rukia: Ser fiel a mi clan…A mi familia ante cualquier cosa y velar por la protección de nuestro honor.
Byakuya: No tolerare ningún error cometido de tu parte, asistirás a la preparatoria de ciudad de Karakura y bajo ninguna circunstancia has de revelar nada acerca de nuestras actividades y mucho menos tu posición. ¿Te quedo claro?
Rukia: Si Oyaji.
Byakuya: Enviare a Renji contigo para que te vigile, al igual que tu será un alumno mas de la preparatoria, el esta obligado a contarme todo lo que suceda, así que se consiente que cualquier estupidez que cometas la sabré y la lamentaras.
Rukia: Pe-pero… Oyaji, si he de mantener mi perfil bajo, el mandar a Renji no es una buena idea.
Byakuya: ¿Acaso estas cuestionando mis decisiones? –Severo.
Rukia: Solo estoy diciendo que Renji no pasara desapercibido…
El jefe del clan se levanto estrepitosamente y se dirigió furioso hacia donde la joven se encontraba la tomo del brazo y la levanto con fuerza para luego darle una bofetada.
Byakuya: Conoce tu lugar…. Tú no representas nada en este clan, tú no eres nada. Tu opinión no es necesaria ni tampoco es tomada en cuenta. ¿Entendiste? –Mientras levantaba el rostro de la joven y la veía con furia.
Rukia: Mis más sinceras disculpas Oyaji, yo Rukia Kuchiki no soy más que un peón al servicio de mi clan. –Haciendo una reverencia.
Byakuya la soltó y se dio la vuelta.
Byakuya: Lárgate… y espero te quedara claro que sucederá al mas mínimo error que cometas.
Esta era la realidad que vivían las mujeres en los clanes Yakuza, a menos que fueras la Anego del clan tu existencia prácticamente era nula. Así es Rukia Kuchiki de 17 años era miembro de la familia Yakuza si bien prácticamente era la princesa del clan Kuchiki como cualquier otra mujer su actitud debía de ser de máxima sumisión y respeto. La joven salió de la oficina de su hermano conteniendo su ira, desquitándose con cualquiera que se atravesara en su camino.
Renji: Apresúrate, llegaremos tarde. –Enfadado.
La joven lo miro furiosa mientras se ponía frente a el.
Rukia: ¿Dónde esta el maldito auto?
Renji: Ahí tienes nuestro medio de transporte… -Señalando una motocicleta.
Rukia: ¿De que demonios estas hablando? Ni loca me subiré en esa cosa.
Renji: Te subes o te subo, me da igual pero no querrás llegar tarde a la ceremonia así que apresúrate. –Tomándola por el brazo.
Rukia: Suéltame imbécil. Que seas el maldito perro faldero de Oyaji me tiene despreocupada. –Dijo mientras escupía al pelirrojo, para luego subirse en la motocicleta.
Renji: Así me gusta, para ser una chica ruda en verdad eres una niña mimada. –Burlonamente.
Rukia: Ya cállate y date prisa.
El pelirrojo se puso una chaqueta de cuero negra que estaba en la motocicleta y luego se monto rápidamente, emprendiendo marcha hacia la preparatoria.
Área central de Karakura.
Una modesta clínica en un callejón es el hogar de Ichigo Kurosaki, un joven de 17 años que vive con su padre y sus 2 hermanas pequeñas. Su madre murió cuando el era pequeño.
Isshin: ¿Hijo estas listo? Se te hará tarde si no te apresuras. –Dijo mientras tocaba la puerta de la habitación del joven.
Ichigo: En un momento bajare.
El joven suspiro mientras vio por la ventana despreocupado, no se podía quejar de la vida que tenia, pero debía afrontar la realidad. La clínica si bien recibía múltiples pacientes tarde o temprano dejaría de sustentarlos, debía buscar un trabajo para poder ayudar a su padre y a sus hermanas. Se coloco la chaqueta de su uniforme y bajo las escaleras hacia el comedor, donde su hermana menor preparaba el desayuno como todas las mañanas, luego de desayunar apresuradamente, tomo su maleta y camino hacia la preparatoria que quedaba a algunas cuadras de su casa. De camino siempre se encontraba con sus amigos Keigo y mizuiro, la rutina comprendía de escuchar las estupideces de keigo y ver como Mizuiro las desmentía a veces se preguntaba porque se juntaba con ellos, y luego recordaba que aparentemente la mayoría de sus compañeros le temía excepto estos 2 y su mejor amiga Tatsuki.
Keigo: ¿Qué opinas tu Ichigo?
Ichigo: Disculpa, estaba distraído… ¿Qué era lo que preguntabas? –Despreocupado
Mizuiro: No tiene caso Keigo, Ichigo no apoyara tus estupideces…
Keigo: Mizuiro no te entrometas, tu no conoces bien a Ichigo.
De pronto algo llamo la atención de Ichigo, por uno de los callejones concurridos de la ciudad una motocicleta paso fugazmente con 2 pasajeros, un extraño sujeto pelirrojo y una joven. Ichigo quedo atónito ante aquella imagen, la chica tenia el pelo corto hasta la nuca, era delgada y de piel clara y dirán que tiene visión de águila pero alcanzo a ver unos hermosos ojos color violeta. Quizá estaba soñando o era su imaginación. Si bien aquella chica lo deslumbro con su belleza, la expresión en su rostro no cuadraba, una expresión vacía.
Luego de caminar un poco arribaron a su destino habían muchos alumnos este año, algunos conocidos otros nuevos, que mas da el no socializaba con prácticamente nadie, se dirigieron a la entrada y de pronto mientras caminaba, escucho un sonido como el acelerar de una moto, se dio la vuelta y al parecer el destino estaba jugando con el pero ahí estaba ella. Vio como todos guardaron silencio mientras el pelirrojo y la chica se bajaron de la moto. El pelirrojo tenía una apariencia de matón, mientras la chica era refinada y distinguida, ambos se dirigieron a la entrada mientras todos susurraban y parloteaban. Las chicas quedaron atónitas con el sujeto pelirrojo y los chicos no paraban de silbar y gritar vulgaridades a la chica, la cual parecía hacer caso omiso a lo que sucedía en su entorno.
Rukia caminaba como zombi… lograba escuchar lo que los pervertidos le decían pero no le importaba iba tan distraída, a penas y lograba ver como Renji guiñaba el ojo a una que otra chica y de repente sin darse cuenta choco contra algo o mejor dicho alguien, fue tan duro el golpe que cayo directo al suelo mientras avergonzada se frotaba la cabeza.
Ichigo: ¿Estas bien? –Preocupado mientras extendía su mano.
Rukia lo miro un poco sonrojada y luego agacho el rostro mientras tomaba la mano del chico para levantarse, nunca había visto a ningún otro chico como este, cabello largo naranja unos ojos avellana y alto, el simplemente era perfecto.
Rukia: Si-si, disculpa. –Tomo su maleta y siguió su camino.
Ichigo: Espera! –Dijo mientras la tomaba de la mano.
La chica se detuvo y lo volvió a ver apenada.
Rukia: ¿Qué sucede?
Ichigo: ¿Cuál es tu nombre? –Mientras la veía fijamente.
De repente, Ichigo sintió como el aire se le acababa y no precisamente porque estaba frente a aquella misteriosa chica, sino porque el pelirrojo le había dado un puñetazo en el estomago.
Renji: ¿Quién te has creído tomando de la mano a mi chica? Pedazo de imbécil. –Grito mientras tomaba a Rukia del brazo y se alejaban.
Rukia vio como Ichigo caía al suelo de rodillas, un sentimiento de impotencia la envolvió mientras quitaba la mano de Renji de su brazo con furia.
Rukia: Eso no era necesario…
Renji: Que todos conozcan cual es su lugar respecto a ti, a demás no creo que a Oyaji le guste que su hermanita tenga aventuras con ninguno de estos sujetos.
Rukia: Eso a ti no te concierne, deja de entrometerte en mis asuntos.
Renji: Tus asuntos son míos ahora. Así que tú también conoce tu lugar.
Mientras aquellas 2 figuras se alejaban en la multitud Ichigo se levantaba con dificultad con la ayuda de sus amigos.
Keigo: Vaya que te dio un buen golpe.
Mizuiro: ¿Estas bien? –Preocupado.
Ichigo: Físicamente estoy bien, pero mi orgullo quedo destrozado en estos momentos.
Tatsuki: ¿No crees que era obvio que esos 2 salían?
Ichigo: ¿De donde demonios saliste? –Sorprendido.
Tatsuki: Ahhh estaba entre la multitud que vio como eras humillado. –Burlonamente.
Ichigo: Ya cállate.
Mientras sus amigos se reían de la situación lo único que rondaba la mente de Ichigo en esos momentos era aquella chica.
