comentarios y en especial los positivos

Descripción: Noé esun Irken a quien que trabaja como cartero, y a quien se le oculto su destino real, un simple viaje a esa tal tierra lo ayudara a descubrir quién es y cuál es su destino. Advertencia: este fic abrirá un retorcido y escalofriante vórtice en este universo, un vórtice de amor, luz y compasión

Parejas: OC X OC, ZaGr, DaTr,

EL PRINCIPE DE IRK

CAPITULO 1: Sus orígenes

En alguna parte del universo, un planeta tan difícil de describir se asomaba entre las estrellas, aquel planeta se llama Irk

En los niveles subterráneos del planeta se hallaban unos cuarteles sofisticados en los cuales venían a la vida los Irkens

Los todopoderosos más altos se bajaron para ver a los nuevos miembros de su sociedad, tan analíticos miraban a los inocentes pequeños verdes, prontamente notaron a un pequeño que era más alto que los demás

Rojo: (apuntando) ¡tuven aquí!

El pequeño se acerco caminando a los más altos

Morado: ¿Cuál es tu nombre?

Noé: mi nombre es Noé

Rojo: (a su compañero)¿él es muy alto que haremos con él?

Morado: no lo sé, preguntemos a los cerebros

Ya con los cerebros los más altos debatían con ellos lo que debían de hacer con el pequeño Irken

Rojo: los resultados mostraron que el infante será demasiado alto, ¿Qué se supone que hagamos?

Cerebro: tienen a su futuro sucesor en manos, no se debe tomar de manera ligera

Rojo y Morado se voltearon y vieron al pequeño jugando, se veía tan adorable y que fácilmente podrían hacerlo a su manera, para que fuera un líder como ellos, manteniendo vivo el deseo de que la raza Irken sea quien gobierne el universo

Morado: gran cerebro de control, me preguntaba, ¿podríamos criarlo nosotros?

Cerebro: hace cientos de años que un Irken no criaba a un smeet, sería interesante ver qué pasa, pero tengan mucho cuidado tienen en sus manos a su futuro sucesor

Rojo cargo al pequeño infante verde mientras morado hacia caras graciosas para que riera y se apartaron del cerebro de control, pronto le hicieron un espacio en la inmensa con cosas que los demás Irkens bebes envidiarían. Ahí ya lo enseñaban a ser como ellos a como debía gobernar y las cosas que podía tener, que él era superior e incluso lo enseñaban a usar solo 2 dedos para cuando el momento llegara.

Noé tenía todo, pero había algo distinto en él, el tener contacto y cuidados con seres como él desde temprano en vez de recibirlos de fríos brazos mecánicos lo hizo diferente pero nadie noto la diferencia, todo parecía normal en el chiquillo. Hasta que un día todo eso cambio…

Unos cuantos años antes de que empezara su entrenamiento militar de la cabeza de Noé crecía algo muy distinto a sus antenas, algo que ningún Irken tenía, esto alarmo a sus tutores demasiado

Rojo: (pasando sus manos por la cabeza de Noé) ¿Qué cosa rara es esto?

Morado: ¿no es?... es…no puede ser… o si

Rojo: es…es…

Ambos: ¡es cabello!

Se apartan de el por un momento y hablan

Morado: ¿qué haremos con él? Es tan suave y extraño

Rojo: no lo sé pero no podemos dejar que una cosa tan suave y extraña sea el líder de nuestro imperio

Ambos bajan la cabeza, algo decepcionados e intentando pensar, después de unos segundos Rojo levanta su cabeza y abre sus ojos muy furioso…

Rojo: (enojando) ¡guardias! Llévenselo lejos, no quiero verlo hasta que tenga la edad para ser útil para el imperio

Morado: (igualmente enojado) ¡y desmantelen este lugar de inmediato! Y por nada debe de enterarse de esto

2 inmensos gigantescos guardias tomaron bruscamente al pequeño Irken que no podía comprender que sucedía

Noé: (en brazos de los guardias llorando)¿¡mis altos que sucede! ¿A dónde me llevan? ¿Por qué no me hablan?

El pequeño Noé fue alejado de quienes le habían dado todo y no lo podía entender, fue llevado a una de las lunas del planeta dejándolo solo sin nada y sin nadie, desde ese día nació un Irken aun más abajo en la jerarquía que los mas bajitos o incluso más que Zim.

No paso mucho para que él tuviera contacto nuevamente con otro Irken, en la academia militar nuevamente vio la cara de los suyos, el se sentía contento de estar ahí, pero sus compañeros no parecían tan contentos de que el estuviese ahí, siempre se burlaban de él, lo insultaban y agredían constantemente, mas Noé nunca hizo nada para defenderse creía que su lugar era bajo todos los demás

Fue un estudiante destacado, aprendió bien a usar las armas y a combatir cuerpo a cuerpo. El chico era obviamente fuerte y bravo, pero aun así la mayoría del tiempo era dulce y alegre, leal y obediente, mostraba una inteligencia extraordinaria con sus estrategias, pero aun así nadie veía más allá del cabello tan raro que crecía de su cabeza.

Después de graduarse y tener la edad suficiente para trabajar decidió hacer y formar parte del imperio, en su curiosa cabeza rondaba constantemente la idea de que podría ser, sus excelentes calificaciones y fuerza lo hubieran convertido en buen invasor, pero estaba tan abajo en la cadena que jamás se le permitiría, igual era muy alto para ser un zángano de mesa, quienes pusieran sus bebidas sobre el jamás las acensarían si se hallaban sentados, solo era cuestión de esperar a ver que decían los cerebros, filas de Irkens esperaban para que su PAK fuese programado para un empleo ya sea desde un cocinero a un invasor, cuando el turno de Noé llego por fin estaba ansioso, los cerebros tomaron mucho en decidir, a fin de cuentas decidieron darle un trabajo tan inútil, y tan innecesario que jamás tendría que salir de su casa y nadie tendría que lidiar con ese gran estorbo nunca, su trabajo fue ser un cartero, nadie necesitaba enviar cartas tenían videoteléfonos , nadie necesita enviar paquetes, para eso habían conquistado a los que tenían tornillos en la cabeza para que enviaran paquetes, ¿y el qué? El solo fue a su casa en la luna en aquella pequeña diminuta nave para los Irkens de servicios.

Y así ha sido hasta ahora si salía de casa lo humillaban inclusive los zánganos de mesa, ¿dineros? el solo conseguía dineros buscándolos tirados en la calle de eso vivía, si es que a eso se le puede llamar vida, las cosas para Noé siempre fueron así, siempre hasta que…