Confesiones de una típica Gryffindor.
"¿En qué estabas pensando, Hermione? Cormac McLaggen ¿En serio, cerebro?" se reprendía mentalmente la castaña tratando de buscarle algún sentido a su comportamiento mientras camina de vuelta a su sala común. "¿Desde cuando te lías con chicos que te desagradan hasta la medula?", pero ella tenia muy clara la respuesta a eso. El único motivo por el que decidió insinuársele a McLaggen para que la llevara a la fiesta de Navidad de Slughorn era fastidiar a Ron tanto o más de lo que el pelirrojo la había fastidiado a ella, porque ya era hora de dejar de llorar por lo rincones por un chico, que decía ser su amigo, pero la trataba peor que al más odiado enemigo.
En su camino de subida por una de las tantas escaleras de Hogwarts se detuvo un momento en uno de los primero escalones, se cruzo de brazos, molesta consigo misma por lo que había hecho. Había caminado muy rápido del gran comedor hasta el punto donde se encontraba, porque no tenía la cara tan dura como para seguir en la mesa de Gryffindor pretendiendo estar fascinada de la vida por salir con "Mr. Cormac Lame-Suelas-McLaggen", es decir; no era como que el muchacho estuviera feo ni nada por estilo, era apuesto, además de chocantemente alto, y a Hermione no le costo mucho que le pidiera que salieran, porque una chica sabe cuando un chico esta interesando en ella y más cuando ese chico la mira siempre con si fueran un postre delicioso y él tuviera muchas ganas de comerse ese postre.
—Me volví loca —Se auto-diagnostico, lo cual llegaba a ser muy acertado dado que estaba hablando sola. —Tal vez lo estoy juzgando mal, a lo mejor bajo toda esa carne y ego, en un sitio muy recóndito de su ser haya algo por lo cual prendarse a Cormac —dijo tratando de convencerse de que no había sido una total perdida de tiempo aceptar salir con aquel personaje, que tal vez solo le hacia falta tratar un poco más al chico, pero luego pensó que tampoco era como si ella no supiera en lo que se estaba metiendo, porque lo único que hacía McLaggen en las reuniones del Club de las Eminencias, aparte de peinarle el bigote a Slughorn claro esta, era hablar y hablar sobre sí mismo. —Quizás… ¡Oh, por Merlín! ¿A quién engaño? Una no le echa un confundus a alguien que le agrade para que pierda algo que le importa, ¡Cormac es un cabeza hueca y lo se!
—¿Ya viéndole los defectos al novio? —habló la menor de los Weasley con tono bromista.
La pelirroja súper extrañada con el anuncio de noviazgo que había hecho su amiga en el comedor, fue a buscarla para hablar sobre eso y la encontró en pleno monologo dramático en las escaleras que iban a la Torre de Gryffindor, la había pillado y le parecía muy divertido aquello.
—Yo que pensaba que los primeros días de noviazgo eran los más cursis —comentó como quien da su opinión sobre el papel tapiz de la pared.
—Me asustaste, Ginny —Le confesó Hermione creyendo que alguien más la había oído hablando sola.
—No, la asustada aquí debería ser yo —comenzó a decir la chica fingiendo conmoción —Estoy almorzando tranquilamente cuando de repente una chismosa me viene a decir que sales con Cormac McLaggen, el chico más pedante que ha pisado la casa Gryffindor ¿Acaso perdiste el juicio, chica? ¿Les has estado sirviendo de catadora de pociones raras a Slughorm? —indagó Ginny confusa y mirando acusadoramente a su acompañante.
—¿Qué quieres que te diga? Cormac es encantador —respondió la de cabellos crespos titubeante y por ende quitándole toda validez y seriedad a su afirmación.
—¿De veras, Hermione? Déjame recordarte que estamos hablando del mismo tipo que llama viejo Sluggy al profesor de pociones —recalcó Ginny con un gesto de incredulidad sepulcral acompañado de una seña alzada.
Hermione la miro y suspiro, resignada.
—Ya entendí, ya entendí, él es un idiota, pero yo soy más idiota por aceptar que saliéramos —Se sincero la Prefecta, dejándose caer sobre el escalón donde estaba parada.
Ginny le sonrió comprensiva y fue a sentarse junto a ella en el escalón de piedra.
—Ahora sí nos estamos entendiendo —Le dijo —Porque andar por ahí diciendo que Cormac es encantador es como decir que sobre el cabello de Snape no se pueden freír fácilmente un par de huevos —bromeo para suavizar la situación. Hermione no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
—¿Tan mal se ve? —tanteó la acongojada.
—Para nada —La tranquilazo su amiga —Según la opinión publica estas saliendo con un partidazo, eres una suertuda, das envidia y bla bla bla… —declinó aquel montón de palabrería —Pero a mí juicio, el correcto por cierto, solo veo a una triste chica en una relación por despecho y en actitudes un tanto vengativas —dijo, hablando desde su humilde experiencia.
Hermione sintió que las palabras de Ginny no podían ser más acertadas, pero eso solo provoco que se acongojara más. "¡Oh, rayos! Salgo con un pelmazo por resentida, creo que este es uno de esos momentos en los cuales te das cuentas que tocaste fondo" pensó con la mandíbula hundida en sus manos, con gesto de preocupación.
—Y todo es culpa de Ron —declaró mirando a la pared sin cambiar de posición.
—Ya me lo imaginaba yo —concordó la Weasley asintiendo con la cabeza, como si le estuviera dando terapia a Hermione y acabara de dar con la raíz del problema —Sabes que siempre he tenido la teoría de que Ron fue criado por orangutanes hasta que mi madre lo encontró.
—¡Ginny! —exclamó Hermione a la defensa de Ron, un minuto, ¿Por qué lo estaba defendiendo? —Pensar que la verdadera madre de Ron es una mona no lo justifica, por lo tanto no me ayuda.
Ella simplemente no entendía el comportamiento de Ron y a Hermione Granger la frustraba totalmente no entender algo. Ese año había decidido que ya era hora de empezar a hacer algunos avances con el pelirrojo, dejado por fin de negarse a sí misma que le atraía bastante desde hace tiempo, pero Ronald simplemente había despreciado y mandado al diablo todos sus intentos de ser especial con él. Por más que le daba vueltas al asunto no veía que más quería Ron que hiciera.
—¿Qué le ve a Lavender? —Se preguntó en voz alta, pareciendo que hablaba más consigo misma que con Ginny.
—Puede ser, que la chica se abalanzo sobre él igual que las moscas al azúcar y no se le ha quitado de encima desde entonces —aventuró a decir la quintoañera, siempre con la burla por delante. —Ron es medio lento Hermione, con él hay que ser así, directo al grano —explicó.
—Debo darle crédito a Lavender, ella fue bastante directa —ironizó, pensando en el tonto exhibicionismo de su compañera de cuarto que la hacia parecer un animal en celo. —Ginny, tú sabes bien que yo no soy así, no puedo ir por ahí riéndome de cada cosa que dice Ron, pretendiendo que me parecen graciosas, o halagándolo para subirle la moral cada dos por tres, ni mucho menos besándolo y manoseándolo frente a todos en todo momento —recitó, pensando que eso era un comportamiento deplorable y que jamás se hubiera rebajado hasta eso punto solo para tener contento a Ron, si alguien la iba a querer mejor que fuera por lo que ella era.
—Debes admitir que a veces eres algo seca —insinuó Ginny rehuyendo la mirada matadora que le dedicaba Hermione.
—Trelawny tenía razón, envejeceré sola, seca y marchita —dijo Hermione al borde del llanto —Y viviré en un departamento con cuarenta gatos —termino echándose a llorar en el hombre de su amiga. Que suerte que a nadie se le ocurría pasar por ese lugar en aquel momento.
—Ya, ya, déjalo salir, no terminaras sola y probablemente el único gato que tengas en tu vida sea Crookshanks —Ante la mención de que Hermione ya tenia un gato, la pelirroja solo consiguió que llorara con más ganas. —Debes dejar de martirizarte.
—Le hare cuando Ron deje de tratarme como estiércol de dragón —sollozó.
—Él no dejara de tratarse así hasta que tú dejes de darle tanta importancia, vuelve a ser como siempre con él, evitándolo solo le dejas saber que te afecta y que te tiene aquí todavía —dijo dándose con el dedo índice en la palma de la mano. —Créeme amiga, los chicos no saben lo que tienen hasta que lo pierden, cuando Ron vea que vuelves a estar en la zona de amigos con él, recapacitara y empezara a tomar las riendas del asunto.
—¿Tú crees?
—Te lo aseguro —afirmó Ginny sonriéndole y haciendo una cruz sobre su corazón con un dedo.
Ella sabia muy bien de eso, porque una vez que empezó a hablarle a Harry con normalidad, dejándole claro que no la afectaba en nada, por fin podía ver en sus ojos verdes aquel brillo de interés por ella que tanto anhelaba, pero claro, nunca se lo admitiría a él, además ella y Dean se estaban divirtiendo mucho. Solo quería dejarle claro a su amiga que el método Ginny funcionaba.
—Me gustaría que pudiéramos volver a ser amigos al menos —admitió la chica de ojos café y acuosos —Lo extraño —agregó con un sonrisa melancólica.
—Solo has lo que te dije y todo saldrá bien, a Ron lo encanta la atención, una vez que pierda la tuya volverá rogando por ella de rodillas, créeme —Le aseguró Ginny guiñándole el ojo con complicidad. —Aunque debo darte algo de crédito, invitar a salir a McLaggen —pronunció con malicia —Fue un buen golpe, ¿Quién dijo que Hermione Granger no tenia garra? —La felicito provocando que la muchacha se sonrojara.
—Quien te entiende, me acabas de decir que fue una mala idea.
—Me parece mala idea, porque Cormac me cae mal, pero buena porque fastidiaste a Ron y ese es uno de mis deporte preferidos, luego del quidditch, obviamente —repuso con simpleza —Debo admitir que por alguna razón McLaggen les resulta muy atractivo a las chicas, y al tú salir con él causas aun más revuelo que si salieras con cualquier otro chico normalito, me imagino la cara de mi hermano en este momento.
—¿Pegada a la de Lavender?
—No, que asco, acabo de comer —se crispo Ginny con repulsión —Me refiero a su cara de conmoción, el cucurucho de cucaracha que tiene por cerebro debe estar esforzándose mucho por asimilar la situación.
Hermione ya no podía evitar reírse de su amiga. Se sentía mas animada.
—Era McLaggen o mandarle una carta a Viktor diciéndole que si podía venirse desde Bulgaria para llevarme a otro baile —bromeó, aunque no pudo evitar pensar que tal vez Viktor si habría venido, ya que en sus cartas aun parecía interesado en ella, no pudo evitar morderse el labio por imaginarse aquello.
Al escuchar el nombre del jugador de quidditch Ginny no pudo evitar sentirse culpable, así que decidió contarle algo a su amiga.
—Hermione —La castaña levanto la mirada hacia ella, dado que la pelirroja se había levantado de su lado —Yo creo que Ron también esta molesto, porque piensa que te besaste con Krum —dijo la chica algo nerviosa sin mirar a Hermione directamente.
—¿Y como podría saber Ron eso? Solo te lo dije a ti.
—Tal vez el otro día yo estaba molesta con él, porque se puso súper pesado conmigo, casi me insulta y como a veces no pienso las cosas que digo le solté que te besabas con Krum —confesó hablando demasiado rápido para que no le fuera tan difícil.
Hermione se quedo impactada en el sitio, pero casi de inmediato se levanto de un brinco totalmente enfadada.
—¡¿Cómo? —ella le había dicho eso a la pelirroja en confidencia, nadie más debía enterarse de lo que paso entre Krum y ella, no recordaba cuantas veces le dijo a todos los curiosos que solo eran amigos.
—Es que realmente no le vi lo malo, eso fue hace mucho tiempo.
—No importa —le peleo —Si hubiese querido que Harry y Ron se enteraran, se lo habría contado yo, con pelos y señales, nunca les dije que Viktor era algo más que un amigo por miedo a malos juicios, como el de Ron ahora, ¡Y después de dos años! —exclamó sin poder creer que luego de tanto tiempo, saber eso aun causara algún efecto.
—Hermione no es mi culpa que Ron se comporte como un niño malcriado y además debes admitir que es una actitud muy hipócrita de su parte dado como él se comporta en publico —replicó la pequeña Weasley a la defensiva. —Tú no hiciste nada malo, no tienes porque avergonzarte, ni tampoco debe interesarte lo que él opine.
—Da igual, es tan vergonzoso que él lo sepa, no quería que nadie lo supiera, nunca, yo tenia quince y Viktor dieciocho —dijo como si eso fuera la mayor de las calamidades.
—Ay sí, gran cosota —dijo Ginny dando a entender que no era la mayor de las calamidades.
—Para mí sí era una gran cosota, Ginny —Tal vez para Ginny la edad no tenia importancia, pero Hermione siempre tuvo el remordimiento de que su relación con Krum era totalmente indecorosa —Sabes que a Viktor le afectaron mucho en su carrera los comentarios que hacia la prensa sobre él y yo, las leyes veía con terribles ojos que estuviera saliendo con una menor.
—Estoy empezando a pensar que un requisito para entrar al ministerio es ser idiota, ¡¿Por qué mi padre no es ministro de magia aun? —vociferó, peleando con las fuerzas invisibles del destino con una expresión en su rostro que decía claramente "¿En serio, Dios? ¿Por qué?".
Increíble, Ginny había conseguido que aparte de sentirse mal por Ron, ahora removiera los recuerdos de un romance muerto con Viktor y que además lo añorara, a lo mejor las cosas hubieran sido diferentes entre ellos si hubiesen tenido la misma edad y él hubiera tenido otro estatus de vida, algo menos notoria. Porque en lo que a gustos se refería, probablemente Viktor Krum era lo más parecido que Hermione había encontrado a su gusto. La gente la conocía por su impecable seguimiento de las reglas, pero a Hermione se le subieron los colores a la cara al pensar que tal vez no debía vanagloriarse tanto de eso. Solo cada uno es sabedor de sus pecados.
—Esos remilgos tuyos van a acabar con tu vida, mujer —habló una exasperada Ginny Weasley agarrando por los hombros a Hermione y zarandeándola un poco. —Cálmate un poco y vive la vida, estas en sexto año, el año más genial en Hogwarts, eres una gran chica, bonita, lista y divertida, que ha trabajado mucho en sus notas como para negarse el privilegio de pasarlo bien, y no la estas pasando bien ¿Por qué? Por los insulsos chicos que no merecen tu tiempo.
Ginny volvía a tener razón, Ron no merecía su tiempo, Viktor estaba a cientos de kilómetros de ahí forjándose un nombre en la historia del quidditch, y Cormac no le robaba ni el sueño, muchos menos el tiempo. "¿Qué estoy haciendo? ¿Acaso quiero que todos en Hogwarts me recuerde como Myrtle, la llorona 2.0?" reflexiono Hermione, asustada, ella no quería eso.
—Ginny, yo puedo divertirme, es solo que, es solo… he estado muy sensible y nada me sale bien últimamente —dijo en tono más calmado, pero queriendo llorar nuevamente.
—Todos tenemos días malos —dijo y abrazo a su amiga. —¿Qué te parece si para levantarte el animo vienes conmigo y Luna a pasear por el lago mientras hablamos de tonterías? —La invito sonriéndole.
Hermione en vez de llorar, volvió a reír y acepto la invitación de su amiga, necesitaba despejarse un poco.
—Ahora repite después de mí —Le indico volviendo a tomarla de los hombros —¡Soy una chica! —gritó.
—¡Soy una chica! —gritó Hermione poco convencida del propósito de gritar lo obvio a los cuatro vientos.
—Con más sentimiento —Le indico Ginny y volvió a gritar —¡Soy alumna de sexto!
—¡Soy alumna de sexto! —repitió Hermione —Ginny, aun no entiendo el punto de…
—¡No replique, repita! —gritó la pelirroja —¡Este es el mejor año de todos y lo voy a pasar como nunca!
Hermione solo volvió a gritar sin poner objeciones.
—¡Por que quizás mañana pueda morir y mi espíritu se ira miserable de este mundo por no haber hecho las cosas que se me antojaron!
—¿Ah? —articulo Hermione anonadada.
—Tú sabes a lo que me refiero —La miro Ginny con dureza.
Claro que sabia a lo que se refería. Hogwarts era de los pocos lugares que quedaban seguros en medio de una Inglaterra asolada por terribles acontecimientos. Vivian en una burbuja que a Voldemort se le podía ocurrir reventar en cualquier momento, así que si había un momento para vivir ere ese. El ahora. "Vive como si fueras a morir mañana y aprende como si fueras a vivir para siempre" murmuró sonriendo.
—¡VAMOS A DIVERTIRNOS! —gritó la castaña.
—¡ASÍ SE HABLA! —gritó Ginny levantando los brazos.
Y repentinamente se escucharon aplausos a las espaldas de Hermione y se dio la vuelta para encontrarse con un grupo de niñitas de primero que sonreía, aplaudían y la miraba con embeleso y admiración. Hermione se sintió abochornada.
—Bien, se acabo el espectáculo, sigan su camino pequeñas y recuerden que no se grita en los pasillos —Les ordenó, aunque su noto autoritario de Prefecta flaqueo un poco por el bochorno.
Las niñas bajaron las escaleras, pasando junto a ella y Ginny mientras reían a carcajadas risueñas.
—Aww, míralas, te admiran, las futuras Hermione Granger del país —dijo Ginny usando el tonito risueño de la risa de las niñas.
—Cállate y vamos divertirnos antes de que me arrepienta —La amenazó Hermione colgándose fuertemente al brazo de Ginny, sonriendo rígidamente y empezando a bajar juntas rumbo al lago.
En el camino a encontrarse con Luna siguieron hablando de McLaggen. Hermione opino que lo mejor seria que lo terminara, pero Ginny le dijo que si bien, esa era la mejor decisión que tomaría en su vida, no podía hacerlo aun, debido a que daría mucho de que hablar el hecho de que comenzara y terminara una relación el mismo día, con dos hora de diferencia entre la declaración y la ruptura, y a Hermione no le gustaba ser le blanco de los cotilleos, así que tendría que aguantarse a sus ochenta kilos de ego hasta que se cumpliera un plazo razonable para el rompimiento. También empezaron a idear el plan "Hacer las paces con Ron, antes de que Hermione decidiera entrar por la noche al cuarto de los chicos y lo asfixiara con una almohada mientras dormía" titulo complicado, para una operación complicada, pero según Ginny, no imposible.
Ginny ideo unas cuantas formas para que su amiga aguantara a Cormac, mientras contaba los segundos para cortarlo, sutilmente si era posible y posteriormente continuaron hablando de él y criticándole hasta la manera de caminar. Donde quiera que estuviera McLaggen durante el tiempo que las chicas estuvieron hablando de él, debió tener un incesante subido y picor en las orejas.
—Si la idea era sacarte un diez en salir con presumidos, ególatras, fanfarrones, calculaste mal Herms —soltó su amiga a punto de llorar de tanto que se habían reído a costillas de la cabeza inflada del que casi consiguió la plaza de guardián de Gryffindor.
—¿Por qué lo dices? —preguntó también con la voz ronca de tanto reír.
—Porque, si en verdad querías sacarte un diez en parejos insulsos y narcisos tenias que invitar a… La fiesta de… Navidad —Ginny hablaba entrecortado por la gracia que le encontraba a lo que quería decir —Era a… Malfoy —Una vez que termino de decirlo estaba totalmente roja y ya su risa había llegado a ese punto en el que ríes, pero no sale ningún sonido de tu boca y quedas aplaudiendo como una foca amaestrada.
—¡Oh, Ginevra cuanta razón, tonta de mí! —exclamó Hermione con fingido dramatismo, ya muriendo de tanta jocosidad. —Sí te dieran meritos por salir con cretinos y yo anduviera con Malfoy, seguramente el año próximo me nombrarían Premio Anual —dijo y se abrazo aun más al brazo de Ginny, para que no fuera a parar al suelo ninguna de las dos.
Hermione saliendo con Malfoy, definitivamente el mejor disparate de la tarde.
—Tenemos que contarle esto a Luna —apuró Ginny para que encontraran a la rubia y contarle lo del premio anual al novio cretino.
Harry, que en ese momento las veía pasar, se sintió reconfortado al ver que Hermione, después de mucho tiempo, volvía a reírse, pero luego un pensamiento lúgubre cruzo su mente al ocurrírsele que la razón de aquella actitud fuera McLaggen, en verdad espero que el buen humor de su amiga no fuera por ese chico, porque, para Harry, Corman era un desagradable mastodonte y hubiera jurado por Sirius que Hermione solo salía con él por venganza hacia Ron.
Holiiis... ¿Qué tal? les presento mi primer fic del maravillo universo de Harry Potter, es un Dramione, como ya abran notado en la descripción xD, espero les agrade, espero no haber dañado la vista de nadie en este primer intento. Me gustaría saber su opinión sobre el fic, porque más que nada es un regalo para una amiga, así que por favor y gracias por los comentarios (Si es que queda algún sobreviviente y recibo alguno xD). Y por sía a las dudas, nos ubicamos en el sexto año en Hogwarts, con el contexto del misterio del príncipe, obviamente, con variedad de cambios xD para mi historia. Se vale preguntar si algo no les cuadra y acepto sugerencias. Y bueno el titulo de la historia es tentativo por ahora.
Besos, lean bonito.
