Naruto NO ME PERTENECE A MI, sino a Masashi Kishimoto. De manera que solo la trama de este fanfic es mio.

Esta es una idea que me vino de pronto un día común, si, he de decir que amo la época victoriana, toda su suntuosidad :3 arte, vestimenta todo. Espero que este fanfic sea de su agrado u.u insisto voy comenzando en este mundo de los fanfic así que por favor si me lanzan un tomate nada mas que no sea recio jaja no se crean u.u! lo aceptaré pero eso si tenganme paciencia ! Ahh si lo olvidaba es un aNejiHina! amo esa pareja!

Sin mas, mis dos lectores he aqui el fanfic

... DESTINADOS...

¿Regresar? Eso era lo último que ella hubiera podido pensar, pero era la decisión de su padre, la última voluntad del abuelo. Hinata había vivido la mayoría de su vida en Paris, ahora con 21 años tras haber finalizado sus estudios en medicina retornar al sitio que la vio nacer, si mas no recordaba, era la costumbre de su país de origen no dejar que las mujeres tuvieran acceso a muchas cosas y una carrera universitaria obviamente no sería la excepción. Hinata sentía un dejo de fastidio, que pretendía su abuelo al haber condicionado la herencia de su padre aunque que rayos a ella eso de las herencias era un tema que sinceramente le tenía sin cuidado después de todo por algo ella había luchado por forjarse un futuro y no tener que depender de un hombre, si, es verdad siempre ha sido tímida y recatada pero gracias a sus buenas amigas y compañeras de universidad su visión de la vida se había ampliado, continuaba creyendo en el amor y cosas románticas pero se rehusaba a contraer matrimonio por conveniencia "económica", si quería a alguien a su lado debía ser alguien que la respetara y le permitiera ser y crecer como mujer y profesionista.

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Estaba ensimismada en sus pensamientos que no escucho cuando su padre toco la puerta de su recamara. –Hora de irnos Hinata- Dijo Hiashi sacándola de sus pensamientos.

-Hai padre-atino a contestar la oji-perla.

Si bien era cierto que su padre era un hombre muy conservador, también era verdad que realmente quería a sus dos hijas, por lo cual acepto la petición de Hinata cuando le aviso que quería estudiar medicina, a regañadientes pero lo acepto. Sin embargo pese a lo que muchos podrían pensar, el día de su graduación no podía estar más orgulloso sobre todo cuando ella recibiera el máximo reconocimiento de parte del jurado que evaluaba su tesis y desempeño.

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Nada como estimular el cerebro pero también el cuerpo era importante esa era su filosofía y la de su padre y porque no también la suya. Hyashi Hyuuga provenía de una familia para la que las artes marciales eran muy importantes por lo que Hinata y su hermana Hanabi recibían instrucción de su padre a diario, en esa área la peli-azul no era la mejor exponente a comparación de su hermana Hanabi pero aun así lo hacía muy bien.

El viaje de Francia a Japón tardaría bastante por lo que la joven decidió armarse de paciencia, después de todo irían primero en tren y después en barco. Así fue su travesía lenta y hubiera sido aburrida si no fuera por sus libros, hasta que finalmente llegaron a la capital del país, uno de los empleados de confianza de Hizashi fue a recibirles. De manera que en un par de minutos llegaron a la mansión Hyuuga, tantos recuerdos para Hiashi.

Su padre había enviudado cuando Hiashi tenía 10 años por lo que para él fue sencillo llevar a su concubina y a su medio hermano a vivir a la casa, la mujer era una persona muy dulce, pero pese a ello no le hacía gracia tener que convivir con ella, como dato curioso a pesar de que él y su hermano se llevaban un año el parecido era increíble por lo que muchas personas llegaron a pensar que eran gemelos.

Cuando arribaron a la mansión Hizashi salió a recibirle con una sonrisa en los labios, el Hyuuga mayor había partido a Francia cuando su padre había necesitado a alguien que se encargara de administrar sus negocios en Europa, por lo que Hisashi se ofreció pensando que un cambio le vendría bien a sus hijas, sobre todo porque su esposa había muerto al dar a luz a Hanabi su hija menor, el necesitaba alejarse de todo lo que le recordara a ella y comenzar de nuevo, en todo eso pensaba cuando sus pensamientos fueron interrumpidos por su hermano, quien le coloco una mano en su hombro. –Bienvenido hermano- dijo el hermano menor decir mientras sentía su afectuoso abrazo. Hiashi solo asentó con la cabeza y respondió amablemente. –arigato, Hizashi-

Luego giro hacia el carruaje, e invito a salir a sus hijas, las cuales vestían muy al estilo francés siglo XIX. -Ellas son Hinata y Hanabi, hijas, saluden a su tío Hizashi- dijo el Hyuuga a sus hijas, quienes hicieron una breve reverencia para saludar su tío.

- Pero que grandes están, son todas unas señoritas, además son bellísimas!- expreso el menor de los hermanos, ruborizando a Hinata. –Arigato tío- respondieron las dos al unísono.

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–Bien, hijas mías, es un gusto enorme tenerlas aquí, Neji! Hijo acércate, ven a saludar tus primas- llamo Hizashi a su hijo, quien presto acudió a su llamado, Neji era el mayor orgullo se Hizashi, un chico temperamental, pero de nobles sentimientos, mismos que le eran difíciles de expresar, por lo que muy serio saludo a sus primas.-Hinata sama, Hanabi sama- dijo el chico, mientras hacia una reverencia al igual que ellas.

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Hinata recordaba vagamente a su primo, recordaba las ocasiones en que jugaban juntos, el era un chico muy dulce y tierno, sobre todo cuando había otros chicos que buscaban molestarle y Neji siempre estaba ahí para ella, Hinata conservaba aun el dije que Neji le había obsequiado, cuando eran niños decían que algún día se casarían, si, juegos de niños pensó la oji perla. Ahora el estaba frente a ella y vaya que había cambiado, era…era tan atractivo y su voz taaan grave y varonil que no pudo evitar sonrojarse, pero que rayos! Ella ya no era así, ya no era tan tímida se había vuelto una mujer segura de si misma, y ahora se encontraba embelecada con la visión frente a sus ojos, se obligó a si misma a sacudir la cabeza y poner los pies en la tierra.

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– Nee-chan, estas bien?- fue la voz de su hermana menor la que la termino de sacar de sus pensamientos.-

-Hai, Hanabi-chan.- respondió la mayor mientras sonreía a su hermana.

–Nee-chan apresúrate nos han dejado atrás- dijo la hyuuga mientras jalaba a su hermana de la mano.

-hai- atino a responder la peli azul mientras caminaba por la mansión.

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Una chica de escasos 14 años salió a su encuentro conduciéndolas a sus habitaciones, mientras que su padre y su tío entraban al estudio para finalmente leer el testamento, su abuelo había sido claro quería que los dos estuvieran presentes cuando se leyera.

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Queridos hijos, si están leyendo esto significa que obviamente he muerto, durante mi larga vida he visto que a pesar del cariño que se profesan siento cierto recelo entre uno de otro, sobre todo tu Hiashi, hijo mío créeme que ame mucho a tu madre, pero Hizashi eso no quiere decir que a ti no te amara, no ahondare más en ese asunto, como saben los diferentes cambios en el país han afectado un poco nuestra economía por lo que es mi deseo que nuestro patrimonio tanto económico como nuestro legado no se pierda, es decir no hare división de él, para que ello sea posible hare una petición. Mi nieto Neji deberá contraer matrimonio con Hinata, la hija mayor de Hiashi en tres mesesa partir de la lectura de este testamento, de no cumplirse mi petición entonces la fortuna Hyuuga pasara a manos de mi hermano Sato Hyuuga. Lamento tener que tomar medidas tan extremas, pero si mas no recuerdo ellos se llevaban bastante bien en su infancia por lo que supongo no habrá problema alguno con mi petición. Así que no lo olviden tres meses, el tiempo corre…

Postdata. Si, si, tampoco se las iba a poner tan fácil, Hinata y Neji deberán darme un bisnieto en un año después de su matrimonio de no ser así, lo que recibirán será solo la mitad, veremos que tan ambiciosos son mis dos queridos hijos, algo divertido que ver desde donde quiera que este.

Les quiere su padre.

-Pero que le pasa a nuestro padre! Obligar a nuestros hijos a casarse es lo mas bajo que pudiera haber oído- Dijo Hizashi golpeando el escritorio, sabía que su hijo no lo aceptaría era un chico muy orgulloso, jamás se rebajaría a casarse por dinero, si era verdad en su infancia se llevaba bastante bien con Hinata pero de ahí a casarse con ella, eso le parecía imposible, estaba furioso.

Hiashi no dijo nada, solo estaba meditabundo. –Tranquilo, hermano, creo que debemos hablar con ellos primero no te precipites- solo atino a expresar el mayor de los Hyuugas.

-Pero es que yo conozco a Neji, jamás va a aceptar, y yo no puedo obligarlo, tampoco se me hace justo para Hinata- respondió el menor, con una mueca de frustración, por lo que el mayor, solo le respondió, -Bien pues te parece si planeamos bien nuestra estrategia para que el acercamiento entre ellos se dé, de manera natural?, no quiero sonar soberbio ni mucho menos pero mi hija es una mujer muy valiosa además de hermosa y talentosa, no creo que tu hijo pudiera no caer rendido ante sus cualidades. Dijo el mayor con un timbre calmado.

-je, tu no conoces a Neji, jamás le he conocido novia alguna, no, no pienses mal, obviamente "ha salido con chicas, ya sabes" pero parece que nunca ha tenido una relación seria- exteriorizo el menor ya con un tono desesperado.-

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-Tendremos que planear bien lo que haremos Hizashi pero por lo pronto deja de angustiarte antes de tiempo. "C'est la vie" así que necesitamos tomar este reto como debe ser con la cabeza bien fría, no podemos morir de angustia antes de los tres meses, te parece si este mes intentamos acercarlos? si no vemos avance alguno entonces hablamos con ellos al respecto.

-Está bien- respondió el menor con un timbre de decepción e incredulidad.

Mientras tanto Hinata terminaba de acomodar sus cosas, había traído tantas maletas de madera llenas de medicamentos, morteros para preparar soluciones, así como un pequeño microscopio, entre otras cosas que le eran útiles para su carrera. Hinata había aprendido bien su oficio como médico, aunado a sus conocimientos de medicina tradicional que se habían heredado a ella por parte de su abuela materna, quien había partido con ellos tras marcharse a Europa, desafortunadamente hacia un año que ella había fallecido pero su legado seguía presente en Hinata.

Seguía acomodando sus cosas cuando escucho que alguien llamaba a su puerta.- hai, adelante-

- Señorita Hinata, le aviso que estamos por servir la cena-

- Arigato kasumi chan- respondió la Hyuuga con una sonrisa, situación que sonrojo a la chica quien generalmente no estaba habituada a recibir una muestra de amabilidad por parte de los señores.

- Hai, con permiso- respondió la chica con una breve reverencia.

Tan rápido había pasado el tiempo que no se había dado cuenta que ya era hora de cenar? Tendría que bajar y la verdad no tenía muchas ganas pero tenía que hacerlo, no podía ser grosera con su tío y su primo…. su primo, lo volvería a ver, le daba la impresión que el no se veía muy contento con su presencia en la casa, pero quizás fuera solo su impresión, tal vez solo estuviera exagerando como siempre le decía Hanabi, que exageraba por todo. Así que se vio en el espejo acomodando dos mechones rebeldes tras sus orejas, la oji perla realmente amaba la vestimenta europea, no era que no le gustara la de su país, simplemente había pasado demasiado tiempo en Paris como para no acostumbrarse a la ropa del sitio. –hai, perfecto- dijo para si y bajo al comedor.

-Bon nuit- saludo la ojiperla, mientras todos se giraban para verla

-haa, Hinata chan vamos siéntate- le contesto su tío Hizashi con una gran sonrisa. Misma que la hyuuga respondió con una leve inclinación de cabeza y una sonrisa también. Tomo asiento, le pareció extraño que su primo no estuviera en la mesa y sin querer sintió un poco de decepción, estaba nerviosa pero por alguna razón no pudo evitar sentirse así.

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En eso estaba cuando escucho una voz detrás suyo. –Buenas noches, padre, tío, primas- dijo el castaño mientras tomaba lugar a un lado de Hinata-

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–Buenas noches- respondieron todos. La hyuuga mayor no pudo evitar un leve sonrojo al sentir la cercanía de su primo, rayos también olia taaan bien, sentía que el corazón escaparía por su boca. Que incomodidad, no debí bajar, ey un momento pero no querías verlo Hinata tonta? Bua, no se, no se, le decía la otra voz en su cabeza, contrólate, contrólate no vayas a tartamudear tu ya no eres así, pensó.

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-Y dígame Hinata sama, me ha dicho mi padre que usted estudio medicina, es eso cierto?

-ha-ai, así e-es Neji Nii-san- respondió tartamudeando la pobre más roja que un tomate

-Qué bueno por usted, pero creo que aquí en Japón dudo que pueda tener un consultorio medico- dijo el castaño con un tono de voz indiferente y hasta cierto punto despreciativo.

-Pero..pero como? No comprendo a que se refiere Neji kun- contesto la oji perla con un timbre ya un tanto molesto- no me diga que es usted un machista?-

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-No, no, no es eso Hinata, no me mal interprete, es solo que las tradiciones en este país distan mucho de las del país donde ha vivido- dijo el hyuuga tratando de hacer entender a Hinata que sus intenciones no eran ofenderla pero era tarde, Hinata se sentía profundamente molesta.

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-Creo que he perdido el apetito, será mejor que me retire- dijo la peli azul mientras dejaba su sitio en la mesa para dirigirse a su cuarto furiosa. Que se habrá creído este idiota? Nunca pensé que Neji nii-san fuera un machista!

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Mientras tanto en la mesa, Neji se había quedado con un mal sabor de boca, tanto que decidió tampoco comer. – Será mejor que me retire a mi recamara, buenas noches, padre, tío, prima-

Hiashi e Hizashi voltearon a verse uno a otro.-Hermano temo que esta misión será mas difícil de lo que pensé-dijo el Hyuuga mayor. –Te dije que mi hijo era temperamental y hasta ideático, pero creo que Hinata chan tampoco se queda atrás, recordaba que era mas tranquila, por lo que veo cambio mucho.-

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-ahhh! Que te digo, cada día se parece mas a su madre, me la recuerda tanto, pero puedo asegurarte que es una excelente mujer, y no lo digo como su padre, en Paris tuvo algunos pretendientes a los que terminaba rechazando debido a que les consideraba machistas. Solo hay uno del que si la vi enamorada quizás, Naruto Uzumaki, de hecho días antes de venirnos el había ido a visitarla para declarársele pero no alcanzo a darle respuesta.

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- Bueno, pues esperemos que ese tal Uzumaki no venga aquí a fastidiar nuestro plan- dijo el menor, cuando recordó que aun quedaba una tercera persona en el comedor.

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-etto… de que están hablando- interrumpió Hanabi, que no entendía una sola palabra de lo que estaban hablando.

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-OH de nada Hanabi chan algún proyecto de tu padre y mío- atino a responder Hizashi mientras volteaba a ver a su hermano con cara de rayos por poco nos echamos de cabeza.

Mientras tanto Hinata en su recamara intentaba cambiarse de ropa, cuando recordó que para retirarse el corset necesitaba ayuda y Hanabi no estaba ahí. Por lo que decidió asomarse al pasillo a buscar a kasumi. –etto kasumi chan, será que podría ayudarme por favor? Podría venir a mi recamara?

- Hai Hinata sama- respondió la jovencita

Sus vestidos son lindos señorita Hyuuga aunque no se si yo podría usar uno como esos, creo que no resistiría estar apretada todo el día.

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-jajaja hay kasumi, créeme que te acostumbras yo lo he hecho y ahora no creo que podría estar sin usarlos- respondió La Hyuuga riendo, y en eso estaban cuando escucharon que alguien tocaba la puerta.

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-Hinata, soy Neji, podría hablar con usted?-

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Al final después de estar un buen rato de iré, no, no voy, ella es la que lo tomo a mal, pero está molesta le debes una disculpa o mínimo una aclaración, pero para qué? Es una egocéntrica…pensaba el castaño

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- Nii-san es decir Neji Kun, permíteme un momento. Rápido Kasumi pásame el camisón que esta sobre la comoda.

- -hai Hinata sama

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Salió Hinata al pasillo- dime Neji kun, que es lo que querías decirme?-

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Neji se encontraba boquiabierto, si bien es cierto que un camisón de aquella época no era muy revelador la tela si tenía un poco de trasparencia por lo que logro notar los atributos de Hinata.

-Y-yo, emm- carraspeo el castaño tratando de desviar la vista de sus bien formados senos- Y-yo solo quería emm disculparme y aclararle que no fue mi intención ofenderla Hinata san. Solo trataba de explicarle que este país desafortunadamente aun la costumbre en general no..- y hubiera seguido diciendo más de no ser que su prima le interrumpió.

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-No hace falta que me des explicaciones, reconozco que me excedí un poco en mi reacción, algo más que quieras decirme- respondió la peli azul un poco más tranquila.

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Pero como es que aquella chica tan dulce se había convertido en una fierecilla y más que eso con ese cuerpo de infarto, esos senos, esa piel por Dios! Pensaba para si el Hyuuga. –Hinata san, me gustaría si no tiene inconveniente enmendar mi error, es que le gustaría salir a montar mañana conmigo, le parecería bien visitar el lago que tanto nos gustaba cuando éramos niños?- dijo sonriendo el Hyuuga.

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-Bueno, emm creo, esta bien, creo que si tengo ropa de montar, si acepto Neji san. A qué horas le veo?

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-A las 7 esta bien?- pregunto el hyuuga

-Esta bien esa hora- respondió la oji perla, con un ligero rubor.

-Bien la veo en las caballerizas mañana a las 7, buenas noches Hinata sama- respondió el castaño mientras se iba yendo a su recamara.

Cuando se hubo alejado el castaño, Hinata entro a su cuarto y en cuanto cerró la puerta dio un enorme suspiro totalmente sonrojada, se había disculpado, había ido a buscarla! Wow! Y lo mejor pasarían la mañana juntos! Estaba tan emocionada, tenía que preparar todo, donde era que estaba su saco y botas de montar? Ahh si ahí estaban en la maleta azul, y su sombrero por Dios su sombrero! Listo ya tenía todo listo.- etto Hinata sama, puedo retirarme ya?- dijo una voz tras ella.

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-Hay por Dios lo había olvidado Kasumi, perdóname, había olvidado por completo que estabas aquí, una disculpa- dijo la pobre hyuuga roja como un tomate- si puedes retirarte, perdona la distracción.

-No hay problema Hinata sama, sabe es la primera vez que veo al señor Neji disculpándose con alguien, generalmente es mas.. frio? Si frio.- termino por decir la menor, con un timbre de extrañeza.

- Comprendo- dijo la Ojiblanca.-Bien kasumi, buenas noches, gracias por todo.

- Hai, Hinata sama- dijo la chica mientras se retiraba de su recamara y se dirigía al ala de la servidumbre.

Hinata se acostó a dormir plácidamente toda la noche, aunque he de decir que en un principio le costó trabajo poder conciliar el sueño. A la mañana siguiente despertó temprano, se vistió dirigiéndose a las caballerizas donde ya le esperaba su primo, se veía taaan lindo.

-Bonjour Nii-san, espero no tengas mucho esperando por mí- dijo la Hyuuga

-No, no recién acabo de llegar, Hinata sama, ¿Está usted lista?, le he pedido al caballerango que prepare una yegua tranquila para usted, no quiero que pueda tener un accidente-

-Insinúa usted que no puedo o no se montar Neji nii-san?- La hyuuga volvía a sonar un poco molesta. Hinata había luchado durante mucho tiempo contra el machismo imperante en la época, ella sabía de cómo eran las costumbres en Japón por lo que siempre estaba a la defensiva.

-Pues sepa usted que puedo montar cualquier corcel y puedo ganarle!-Dijo la oji perla alzando un poco la voz.

Y Aquí vamos de nuevo- pensó Neji quien solo atino a dar un sonoro suspiro- Hinata sama, podría por favor dejar de pensar que pretendo estarla atacando? Mi intensiones siempre han sido buenas con respecto a usted, no se porque se empeña en pensar lo contrario- Ya con un dejo de fastidio en la voz.

-¿Qué? Temes que te gane una chica, Neji-Niisan?- soltó con ironía la peli azul.

-No, pero ya basta, he sido muy paciente contigo, y tú solo has sido de lo más insolente conmigo, te parece justo? Te mereces unas buenas nalgadas!- dijo el Hyuuga casi en un grito.

-Pues ven a dármelas! Dijo Hinata- eso, si me alcanzas!- respondió la Hyuuga con una sonrisa burlona en los labios y viéndolo directamente a los ojos, Neji no hizo sino sonreír sarcásticamente.

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-De verdad que te las mereces prima, pero tengo un trato para ti, si te gano en esta carrera al río te daré un par de nalgadas, dejaras de estar a la defensiva conmigo y harás lo que yo te diga por una semana, que te parece? Aceptas el reto?- dijo el castaño con autosuficiencia.

-Acepto! Pero si yo te gano tu harás lo que yo te diga y gritaras por las calles de la ciudad que Hinata sama es la mejor! Y que eres mi esclavo- rio la Hyuuga sin bajar la mirada.

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Así ambos Hyuugas subieron a sus monturas e iniciaron la carrera, Hinata susurro algo a la oreja de su caballo, la carrera era bastante pareja, Hinata solo le llevaba un par de metros a Neji, súbitamente el corcel de Hinata dio un reparo debido a una serpiente que le había asustado por lo que huyo desbocado llevando a una asustada Peli azul al borde del infarto. Neji que había visto todo - Hinata jala las riendas, jalalas!- gritaba el castaño bastante preocupado

-No puedo Niisan no obedece, ayuda!- Gritaba desesperada la Hyuuga intentando controlar a su montura.

Neji golpeo las costillas de su caballo con los talones para acelerar el paso, el corcel de Hinata se había desviado del camino y ahora se dirigía a un pequeño acantilado que había en la propiedad, cosa que no podía poner más preocupados a ambos. Al final Neji logro emparejarse con Hinata y logro frenar su caballo, Hinata estaba aterrada aferrada a su caballo con la mirada perdida.

-Hinata, Hinata! Reacciona- dijo el Hyuuga mientras la sacudía suavemente.

-Yo, yo Niisan- atino a decir la peli azul mientras derramaba unas lágrimas y se aferraba a su primo. Hacía mucho tiempo que no dejaba ver su debilidad frente a un chico.

-Creo que es un empate no? Dijo el Hyuga sonriendo -¿o quieres la revancha?- dijo el Hyuuga mientras limpiaba las lágrimas del rostro de su prima con ternura. Entonces ambos comenzaron a reír.

- Quizás en otra ocasión, un trato en un trato Neji Niisan, he perdido, si no hubiera sido por ti habría muerto. ¿Cuál es tu primera orden?- dijo la oji perla mientras veía a su primo a los ojos, esos ojos idénticos a los suyos que parecían indagar dentro de su alma, haa que bien se sentía estar en brazos de su nii-san, habría que admitirlo el chico la ponía bastante nerviosa, no sabía porque pero desde que lo había visto tenía esa sensación en su pecho que creía solo sentía por Naruto al que debía darle una respuesta días atrás, le había dejado una carta de despedida explicando porque partía, ella hubiera querido decirle si Naruto kun, acepto tu propuesta de noviazgo pero sabía que la lejanía era mala para las relaciones y desconocía si permanecerían en Japón mucho tiempo o no.

Lo que Hinata no sabía era que dos semanas después de su partida Naruto había ido por su respuesta y tras leer su carta decidió que iría a Japón por su respuesta, no estaba dispuesto a rendirse, por Dios tenía 2 años pretendiéndola y la estuvo esperando a terminar su carrera, cosa que no cualquiera hubiera hecho, así que esperar un mes más para el no significaba nada, iría por ella y escucharía su respuesta.

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Le parece si nos sentamos en un momento bajo ese árbol Hinata?- Dijo el castaño interrumpiendo sus pensamientos

-Hai- atino a responder la oji perla aun con cierto rubor en sus labios intentando controlar los temblores que la atacaban.

Y ahí permanecieron un par de horas viendo el horizonte recargados uno y otro bajo un frondoso árbol, el mismo árbol bajo en que cientos de veces habían jugado de niños.

-Nunca pensé que Hinata podría llegar a ser más hermosa de lo que la recuerdo-, pensaba el castaño, la verdad es que Neji siempre había estado enamorado de Hinata, algo extraño podrían pensar muchos, pero la realidad es que hay amores que son, y son desde siempre, desde que la conoció en su cumpleaños número 3 él sabía que quería estar con ella toda la vida, si se lo preguntan, el no sabría cómo responder pero tenía la sensación de que había esperado mucho tiempo por ella, algo quizás tonto si tomas en cuenta que el castaño solo tenía 4 años, pero el sentía conocerla de mucho tiempo atrás. Y ahí estaban los dos juntos, en silencio pero contentos de estar uno al lado del otro, Neji ignoraba que pensaba Hinata, parecía ser que al fin había logrado derribar la barrera que ella ponía cada que platicaban, no comprendía porque estaba tan a la defensiva, de lo que si estaba seguro era que se esforzaría más por estrechar más nuestros lazos.

Hinata por su parte pensaba Parece ser que Neji niisan no es tan machista como pensé, no se porque tengo esta sensación de nerviosismo cuando lo veo, me siento tan estúpida, me pregunto que pensara el de mi, ¿le gustare? Pero que tonterías piensas Hinata es tu primo obviamente solo es amable porque es tu familia, un momento porque habría de pensar en otra cosa, basta! Déjate de pavadas compórtate normal nada de tartamudear, esa etapa de la Hinata débil e insegura ya paso. La pobre no atinaba a continuar un pensamiento coherente, estaba tan confundida, la verdad es que su mundo se había volteado al revés con su regreso a Japón, hasta hacia unos días estaba segura que Naruto Uzumaki era el amor de su vida pero ahora dudaba, una de las razones por las que se portaba tan altanera y a la defensiva con su primo era porque buscaba aferrarse a Naruto, alguien que siquiera sabía si la buscaría o no. –Ah- emitió un hondo suspiro la Oji perla.

Neji volteo a verla con cara de he?- ¿le sucede algo Hinata sama?- pregunto el Hyuuga

-No, no es nada primo es solo que recordaba mi vida en Paris, me comentaste ayer sobre la cultura aquí no es cierto? El papel que tiene la mujer en la sociedad Japonesa y eso me preocupa un poco, es todo.

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-ah, eso, perdona Hinata no quise herir tus sentimientos, solo, bueno no importa, si por alguna razón necesitas ayuda, si esta en mis manos poder hacerlo adelante lo hare con gusto- respondió el castaño con una sonrisa en sus labios y viendo a su prima a los ojos.

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Permanecieron así unos minutos tratando de indagar que pensaba uno y otro, cuando súbitamente Hinata rompió el encanto.- Bien niisan, no me has dicho que quieres que haga como castigo por haber perdido ante ti hoy-

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-mmm no lo sé habrá que pensarlo- dijo el castaño mientras soltaba una sonora carcajada, misma que contagio a la peli azul.- Por lo pronto será mejor marcharnos.- hai- asentó la Hyuuga, mientras se ponía de pie. Justo estaba por dar un paso cuando sintió que perdía el equilibrio sus piernas se habían adormecido por la posición en la que estaba, inevitablemente cayó sobre su primo, quedando a escasos dos centímetros de él, sentía la respiración de el tan cerca, y esos ojos que sentía podían ver a través suyo….