Capitulo I:

"Vacaciones completamente GRATIS!"

El teléfono cayó al suelo y Rin llena de nervios lo levantó para volver a pegar el auricular a su oído.

-¿Está segura?

-Si Señorita Ishikawa, le repito. ¿Es usted el número 098? –La mujer al lado del teléfono hablaba llena de fastidio pero Rin la ignoró, necesitaba seguridad. Aún no podía creerlo.

-Si, señorita. Solo quería asegurarme, ¿me puede repetir que debo hacer?

-Si tiene sus papeles listos, tiene que venir mañana mismo a nuestras oficinas, la dirección está en la esquina baja del ticket –Rin asentía entusiasmada ante lo que la mujer le decía, aunque está era la cuarta vez que se lo repetía – Va a la administración entrega el ticket y le dan su boleto para que se vaya mañana mismo en la tarde, aunque si quiere puede hacer los preparativos de venir a buscar su boleto hoy mismo

-Sí, hoy mismo estaré allá y muchas gracias –Rin no pudo continuar hablando porque la mujer le trancó pero decidió ignorarlo. Estaba muy feliz como para destruir su nidito de alegría por que una mujer desconocida al teléfono le trancaba –Le tengo que avisar a las muchachas – Rin tenía estrellitas en los ojos – pero antes arreglo mi equipaje – Rin corrió hasta su habitación y dentro comenzó a llenar sus dos maletas inmensas con toda su ropa.

Hacía solo media hora, la pelinegra estaba segura de que pasaría sus vacaciones aburrida dentro de su casa pero, por suerte, esa llamada telefónica le avisaba que había ganado un mes con todos los gastos pagos a "Tomaki's Island" con hospedaje a un hotel cinco estrellas, ¿Cuál? No le interesaba, con el hecho de saber que todos los gastos estaban pagos se afloraba una sonrisa en el rostro de Rin.

Ella nunca hubiese comprado ese ticket, si no fuese porque el señor que se lo vendió le insistió tanto.

Rin Ishikawa era una chica que jamás hubiese pensado en comprar un boleto de lotería o algo parecido, simplemente porque no creía en eso además, de que su suerte en ese tipo de cosas era bastante mala y, considerándolo bien ella nunca había ganado nada a la suerte.

La pelinegra tenía veintidós años y se encontraba de vacaciones de la universidad, estudiaba medicina e iba en el último semestre. Era una grandiosa estudiante, que vivía para adelantar materias y terminar antes que los demás.

Rin no era tan alta sin llegar a ser tampoco baja, tenía una masa de brillante cabello azabache que cubría su espalda (tres dedos sobre la cintura exactamente), sus ojos eran color chocolate, llenos de expresión. Su padre era inglés pero, al ser su madre de origen japonés tenía sus ojos alargados y sus atributos no eran lo más grandes pero, poseía una pequeñísima cintura y unas largas y torneadas piernas. Las facciones de su rostro, además de tener un toque japonés eran infantiles. Lo que la hacía aparentar dieciocho o diecinueve.

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Rin llegó sudando hasta un local grande y algo descuidado, no dudó en entrar. Dentro habían montones de cubículos con personas trabajando dentro, decidió ir a uno vacío, en cualquiera le podrían dar lo que necesitaba ¿no?

-Disculpe, soy Rin Ishikawa, gané… -pero se vio interrumpida por un hombre barbudo.

-Sí, sí. Ganaste los tickets, no te imaginas cuantas personas estuvieron deseando ese premio – decía el anciano y barbudo hombre mientras le entregaba dos tickets.

-¿Dos?

-¿preferirías irte tu sola? –el hombre hablaba con cierta ironía, lo que molestó algo a la chica que se los arrancó de las manos y caminó de vuelta a la salida susurrando nada más que un "hasta luego" de mala gana.

La pelinegra sacó su celular y marcó el número de su mejor amiga, bueno, su prima.

-Alo, ¿Kagome?

-¿Qué pasa Rin?

-Estas de vacaciones ¿cierto?

-

-Bueno, como estoy segura que no tienes nada que hacer este mes, te vienes conmigo a la isla Tomaki mañana mismo

-¿Quee?- Rin escuchó un chillido al otro lado del teléfono lo que la hizo sonreír.

-Paso por ti a las nueve, estás lista – Sin decir más nada trancó.

Su prima tenía la misma edad que ella, pero era mayor por unos meses. Ambas no tenían novio, ni salidas para ese mes por lo que se encargaría de disfrutar al máximo sus vacaciones. Tampoco tenía intenciones de encontrarse con algún chico, para Rin, los chicos que no fueran amigos solo daban problemas, y los problemas no iban con ella.

La pelinegra volvió a su apartamento con una sonrisa que le iluminaba el rostro, puso su alarma a las siete y media y cerró sus ojos, tenía todas sus maletas listas. Se iría de viaje y la pasaría de lo mejor.

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Rin se levantó a causa de los rayos solares que se filtraban a través de su ventana, demostró su cansancio con un bostezo y miro la hora en su mesita de noche. Faltaban dos minutos para que su alarma sonara, ladeó su cabeza.

Rin apagó la alarma, ya se había levantado, no la necesitaba.

"Hoy iba a hacer algo… ¿Qué era?" La pelinegra miró a su mesita de noche y se encontró con dos boletos, que se encargaron de iluminar su mirada. "El viaje! ¿Cómo se me pudo olvidar?" La pelinegra caminó hasta el baño con su sonrisa más grande, se dio una ducha y cumplió con todas sus necesidades para volver a salir.

La chica se miró en el espejo e hizo una mueca de asco.

-Tengo una apariencia fatal – dijo mientras iba a su armario, curiosamente notó que solo había una blusa de tirantes blanca que decía en medio "Love Sucks" con un pequeño corazón en rojo al lado, y un short de jean -¡claro! Ya empaqué todo – la pelinegra sonrió recordando, no tenía buena memoria las cosas se le olvidaban con sencillez extraordinaria.

La chica salió en un poco más de media hora de la habitación vistiendo la ropa de hace un instante, junto a unas cholas negras que le encantaban. Su cabello lo dejó suelto, era brillante y lacio, no necesitaba arreglarlo.

Ni una gota de maquillaje aparte de un transparente gloss sabor a durazno tocó sus labios, nunca se colocaba más maquillaje aparte de eso, pero su gloss nunca faltaba.

Con una sonrisa fue hasta la cocina y se hizo un sándwich y un café. El café se lo terminó pero su sándwich quedó hasta la mitad, los nervios del viaje le quitaban el hambre.

Finalmente la castaña terminó de apagar todo en su apartamento y de sacar sus maletas. Paró a un auto amarillo con un letrerito de taxi que iba pasando y sacó su celular para marcar a su prima.

-Kagome, vamos retrasadas

-¿Rin? Ya estoy lista, te espero…

-Estoy afuera – Rin emitió una risita que fue devuelta por su prima, para luego trancar.

Kagome vivía en un apartamento junto a unas amigas, ella por el contrario vivía sola, no es que no fuera sociable pero, prefería su espacio.

-¡Prima! – Kagome se abalanzó a su prima después de dejar las maletas en el taxi y cerró la puerta tras ella.

-Nunca me dijiste a donde vamos… ¡habla!

-Vamos a la isla Tomaki!! – Rin brillaba de felicidad, que le contagió a Kagome que no dejaba de emitir pequeños grititos de alegría –Acá están los boletos, guárdalos tú, sabes lo descuidada que soy – Rin le entregó ambos boletos a su prima, que de inmediato los comenzó a leer.

-¿Nos vamos a quedar en el hotel Taisho?

-Sí, eso dice ¿Por qué?

-¡Es una de las cadenas de hoteles más reconocidas del mundo! Y Dios, el dueño está como le da la gana! –Rin comenzó a reír ante las ocurrencias de su prima – Se llama Sesshomaru Taisho y según las fotos tiene un trasero! Dios, se puede dormir en él! Espeor que esté allá – Rin comenzó a reír con mayor volumen "¿se puede dormir en él?" que ocurrencias decía su prima. Aparte ella no estaba para chicos, solo traían problemas, montones de ellos.

-No estoy interesada primita, quiero un mes de deliciosas vacaciones sin molestias

-Bueno pero podrías acostarte con el sin compromisos ¿no? – Rin se sonrojó al escuchar eso, ¿Cómo lo podía decir con esa normalidad? Kagome comenzó a reír- Eres tan inocente…

-Llegamos – la voz del taxista las sacó de su plática, Rin pagó la carrera y luego se bajó del carro junto a su prima y a sus maletas.

Kagome Higurashi era bastante parecida a Rin, tenía el cabello azabache hasta la cintura, y unos ojos cafés bastante parecidos, si no fuera por la pizca de picardía que no había en los de Rin. Kagome tenía facciones más japonesas y una fina y curva línea como labios. Kagome tenía atributos más desarrollados que los de su prima y era, de la misma estatura.

Kagome estudiaba derecho y pues, al contrario de Rin era algo más liberal.

-Kagome subamos al ferrie – indicó Rin, su prima asintió y le entregó las maletas a un lindo uniformado que se encargaba del equipaje.

-Espero encontrarme a un lindo chico en ese lugar…

Y así terminaron por divertirse mientras llegaban, hablando sobre cosas triviales, anteriores viajes que habían hecho juntas y pues, lo que deseaban para este, y así hasta que por fin se quedaron dormidas, esperando a la llegada.

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-Señor Tashio – Sesshomaru escuchó una voz chillona a la puerta y, sabiendo a quien le pertenecía indicó que pasara –Las chicas llegan dentro de veinte minutos más o menos, ¿bajará? Le recuerdo que en la entrevista deben hablar del hotel.

-Silencio, sé lo que debo hacer. Y no tengo intenciones de bajar – dijo el hombre con voz fría que por un momento llegó a asustar al bajo moreno que estaba en la puerta –Cierra al salir Jaken – "Jaken" era la mano derecha de Sesshomaru, algo como su secretario. Era un hombre moreno y bajito, se poseía algo de calva y unos bigotes color café como el resto del poco cabello que le quedaba.

Cuando el pequeño hombre salió, Sesshomaru ladeó la cabeza, necesitaba descansar. Por más que adorara su trabajo, necesitaba dormir, algo de descanso y estaba seguro que no lo conseguiría si conocía a esas personas que habían ganado el viaje, si eran mujeres seguramente estarían detrás de él y si eran hombres quizás hasta la mismo.

No es que no le gustara pasar tiempo con las mujeres como lo hacía su hermano pero, Sesshomaru prefería el trabajo, claro que si tenía algo de tiempo libre buscaba alguna sensual chica que le agradara, sin importar que fuera seria o no, al final eran todas iguales y terminaban accediendo a él sin mucho esfuerzo.

Sesshomaru Tashio era un hombre reconocido no solo por su lujosa cadena hotelera, sino también por la "misteriosa" belleza que poseía.

Tenía el cabello rubio que gracias al sol podría llegar a parecer plateado, sus ojos eran color ámbar, capaces de parecer un frío mar de cerveza. Incapaces de expresar sus emociones, sus labios eran una perfecta línea recta merecedora de atención, su cuerpo era el de un adonis, hermoso, simplemente hermoso. No llegaba a ser exageradamente musculoso pero se notaba su dureza, su abdomen era plano y duro y como las fotos mostraban "un trasero perfecto".

Sesshomaru tenía treinta y tres años recién cumplidos, la verdad es que no los aparentaba, cualquiera le llegaba a calcular menos de veintiocho, no más.

Era el encargado de la cadena hotelera, su pare ya era viejo y el al ser el hijo mayor quedó a cargo de toda la responsabilidad, su hermano menor aún estudiaba y no tenía que soportar las molestias causadas por el trabajo, el poco tiempo que le dejaba.

-Ridículas molestias – dijo refiriéndose a las chicas en general, prefería una vida libre de problemas y para él, ellas lo eran.

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Hola a todos! Bueno, es mi primer fic RinxSessho! amo a esta pareja!... jejeje. Espero que les guste el primer capitulo, me gustaria saber su opinión, espero que me dejen algunos reviews ¿sip?
Me gustaria aclarar que voy a hacer un poco de KagXInu! pero sin dejar de ser RxS la pareja principal!...
Bueeeno, no tengo mas nada que decir. Ojala les guste!

Saluditos, besos!.

CarlaM.