Embriagado de amor

Antes

Jamás imaginé que llegaría este día
donde apostaría yo toda mi vida,
por amarte y por hablarte otra vez.

Embriagado de amor, extasiado de anhelos y suspiros...

Pero que diablos, ya perdí todo mi tiempo
y por mis errores ahora estoy sufriendo,
quisiera regresar.

Embelesado en la belleza ajena, iluso compulsivo de un único sentimiento...

Pero antes de andar y salir de tu vida
y andar a solas,
quisiera llorar y sacarme de adentro tus besos,
tu cuerpo.

Llorar. Sí, ansiaba desahogar su despecho en una lágrima solitaria...

Antes, de olvidar
quisiera llorarte una vez más y soñarte.
Antes, del libro cerrar
quisiera contarte que no me gustó su final.

Antes...

El firmamento. Tesorero y velador de sus primogénitos. Manto de un azul marino, finamente decorado son sutiles borlas blancas. Abanderado y escoltado por un único astro, portador de un brillo sin igual. Blanca como la pureza de un manantial, latente como un corazón lleno de júbilo. Luna.

La calma reina en un silencio inaudito. Las sombras y susurros de las ramas crean un aspecto enigmático en el ambiente. Pero un grito penoso quebranta aquel misterio.

Un joven encolerizado, desparrama puñetazos por doquier en un Jacaranda, provocándose heridas que solo reflejan la mínima parte de su dolor. Observa sangre y eso no lo detiene. Hasta que el cansancio lo logra y se deja caer, apoyándose en el tronco del árbol. Ríe levemente, porque mañana dolerán y preguntarán el porque de aquello.

A su lado hay una rosa roja, majestuosa y orgullosa de su delicadeza. La toma con sumo cuidado, acariciando sus pétalos, relajándose ante aquel contacto por unos instantes.

Las nubes anuncian la llegada de un aguacero, ocultando el esplendor de la luna.

Las lágrimas son la sangre del alma

Rodando por su mejilla y muriendo en un pétalo, marchitándolo. Mira hacia el cielo, en el momento en que una estrella fugaz lo surca.

Levantándose repentinamente pide un deseo, el último, con cierto aire de esperanza... de acabar.

- Siendo tú mi principio y fin, entregándome aquel sentimiento dichoso que anhelaba con fervor y mandándome finalmente a la desdicha de mi ser, suplico y ruego ante ti que me arrebates aquello que me distes.

Deseo de una vez por todas olvidar mi amor por ti... Bombón

Deja caer la rosa, impactándose en el suelo estrepitosamente, deshojando sus rastros de vida.

Los pasos retumban en las calles y la figura cada vez se hace mas borrosa, hasta desaparecer. No volteó, anotando un punto a su favor.