Disclaimer: No son míos, son de Kishi-baka.
It's in the Rain
Un frío viento atenazó la blanca piel, estremeciéndola.
Y pronto, unas fuertes manos la cubrieron con una cálida y pesada tela. Ella sabe que está allí, pero no se vuelve a verle. No se vuelve porque, honestamente, está demasiado cómoda recostada en su pecho y sabe que si se voltea a verle, todo el calor comenzará de nuevo.
Porque así eran las cosas desde que ella estaba con él. Porque así seguían siendo las cosas después de haber llorado todas las muertes que importaban. Porque así fue que ella encontró paz espiritual, dejando escapar todas sus frustraciones en el más básico de los actos.
Porque así era la chica que lo había perdido todo, porque así era el hombre que había alejado todo de sí.
Listen
to the rain
...The rain...
Here it comes
again...
...Again...
Hear it in the rain
...The rain...
La lluvia, ese estado meteorológico que en apariencia era tan deprimente, ellos lo encontraban liberador. Fríos, calculadores, así eran todos... menos ella.
Pero ella estaba rota por dentro. Y por más que quisiese, no podía recomponerse en un todo... no ella sola.
Por eso es que él estaba allí, cubriéndola con su manto que recién había cubierto su propio cuerpo, sosteniéndola como el más solícito y atento de los amantes, de los amigos, de los amores. Aunque él no sintiese nada, según su opinión.
Pero los dedos que la aprisionaban no buscaban otra sesión de sudor. Buscaban brindarle algo que él mismo no entendía, confort, seguridad... apoyo.
Más que todo, nada. Más que nada, ese insondable e impredecible carácter de ese hombre que lo había abandonado todo por decisión propia.
Even
when
This moment ends,
Can't let go this
feeling.
Everything
Will come again
In the sound,
Falling
down,
Of the sky as it cries.
Hear my name in the rain
Por eso es que cuando él regresaba, noche tras noche, por ella, por su calidez, por su alma, buscando hacerla un todo nuevamente, ella aceptaba, murmurando levemente su nombre, tan quedamente que podría decirse que lo había escuchado en la brisa lluviosa.
Pero él sabía. Lo sabía.
Y por eso es que Itachi se buscó otro abrigo, dejándole ese a ella. Sólo porque ella tenía frío, nada más.
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- Tenna' ento lye omenta -
