Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima.

Amistad

Juvia caminó por los pasillos, buscando a una persona. Normalmente, todos piensan en Gray, su Gray-sama. Pero no estaba buscándolo a él. Oh no.

La mujer de la lluvia estaba buscando a su Rival de amor.

―¿Lucy-san? ―le llamó sin escuchar respuesta.

Todos los alumnos la veían desde hace horas buscándola, y pensando en las posibilidades de porqué está buscando a la Heartfilia les recorría un escalofrío por todo el cuerpo, porque siempre llegan a solo una conclusión: Celos. Muy equivocados eran sus pensamientos. Pero, si alguien le dijera la razón, se reirían en la cara de la persona y repetirían "¡Imposible!" más de 20 veces.

En la mente de Juvia, todo lo había hecho Lucy por ella, se reproducía. Una inevitable sonrisa se asomó entre sus labios y los ojos se le cristalizaron.

"Lucy–san fue la que sacó a Juvia de su inseguridad. Del agujero profundo y oscuro que estaba Juvia." Pensó. Realmente, ella apreciaba mucho a Lucy, cosa que pocos sabían. Y se les hacía muy tierna la demostración de aprecio que ponía muchas veces Juvia a Lucy. La abrazaba, contaba cosas que a otros no, siempre la elegía como compañera, volvía a casa con ella en vez de seguir acosando a Gray, entre otras.

Juvia apretó la cajita que tenía entre sus manos y trató de ocultar el visible sonrojo que quemaba sus mejillas.

―Espero que a Lucy le guste… ―susurró moviéndose como gusano entre su molestoso uniforme. ―Juvia quiere agradecerle todo y celebrar su aniversario de amistad. ―concluyó, agrandando más su sonrisa.

Eran increíblemente ciegos las personas que siempre pensaban; "Juvia odia a Lucy", siendo que es al revés.

Idiotas.


Tuve ganas de escribir algo así, porque como siempre, estaba (o estoy) escuchando los álbumes de Kuroko no Basket, siendo más específicos: Time Machine ga nakutte de Kuroko y Kise. Esos dos son un amor, y amo esa canción, es tan alegre y graciosa. Que por cierto falta poco para llorar a mares con el Arco de Teiko ―llora, saca un pañuelo y se suena la nariz con el y llora de nuevo―.

Bien, os dejo de aburrir. Nos leemos luego.

De pie, reverencia, ¡AYE SIR!