YO, MUGGLE por May & Carol

PROLOGO

¿Cuanta gente puede decir que su mayor deseo, su sueño mas profundo es ser mago? Ese es mi deseo, no entiendo como unos libros pueden hacer que desee algo que es… tan imposible. Creo que me estoy volviendo loca, a lo mejor un cambio de aires me iría bien, y eso es lo que pienso hacer, bueno, eso es lo que querían mis padres así que hace un par de meses mis padres contrataron un viaje de estos en los que te mandan fuera a aprender otro idioma, personalmente creo que lo que querían era pasar una temporada solos. Por lo menos, tuvieron la delicadeza de mandarme con un par de amigas, Sol y Carol – mas conocida como K-.

"¿Preparada?" mi padre siempre decía lo mismo cuando algo emocionante iba a pasarnos, así que no me gusto nada esa pregunta.

"Claro, tengo 16 años, ¡creo que estoy preparada para lo que el mundo me eche!" dije entregando mi pasaporte en el mostrador de British Airways.

"Bueno llama cuando llegues ¿vale?" mi padre me abrazo mientras mi madre me retiraba un mechón de pelo negro de la cara.

El viaje no estuvo mal, nada del otro mundo, ni turbulencias ni nada parecido, como todos los viajes que había hecho hasta ahora, aunque un poco mas largo claro. Y después de recoger el equipaje, que admito no era poca cosa, me monte en el primer tren que paso hacia la estación de King's Cross allí me esperaban K y Sol, ellas ya llevaban un par de días en Londres.

Así que, allí estaba yo, en esa estación donde siempre empiezan las aventuras de mi trío favorito. Pero, me extrañaba que Sol y K no estuvieran allí esperándome, me prometieron que me vendrían a buscar, de repente me entraron unas ganas desesperadas de ir al baño…

"Hey, Hey! ¡Perdona! Tu, tu, si ¡tu!" Llame la atención de un chico rubio un poco más alto que yo. El se me quedo mirando desconcertado al ver que me dirigía a el. "¿Me podrías decir donde están los baños?"

"Ehh… por allí" me dijo señalando hacia la derecha, tal y como me dijo esto una mano se poso en su hombro, era una mujer alta, y guapísima, rubia como el, así que supuse que seria su madre, era muy bonita aunque tenia una expresión de asco que parecía tener ya permanentemente.

Pasando por alto la expresión de la mujer, les di las gracias y me dirigí al baño. De camino hacia allí escuche unas voces familiares, parecía que una le chillaba a la otra.

"Carol, Por el amor de dios, ¡ya es la décima foto que te haces con esa pared!"

"Pero... Sol, es que, mira, es la Plataforma nueve y tres cuartos" Carol se quejo.

"Si, muy bien, pero May debe de…"

"May ya os ha encontrado…" Chille dejando caer las cosas en el suelo "¡así que me habéis abandonado por una pared!" dije apoyándome en ella y mirando la pared con gran admiración.

"Mayyyyyyyyyyyyy" las dos chillaron mi nombre al unísono y corrieron a abrazarme.

"chicas, chicas, me encantaría abrazaros mas, pero… es que me meo!" y tal y como lo dije salí corriendo hacia el baño.

"Buenas noches chicas!"

"Buenas noches" contestamos Sol y yo, era una habitación triple de hotel en una calle central de Londres. Mis pensamientos pasaban de uno a otro desde que llegue a Londres, todas las tiendas en las que entramos y los sitios importantes que visitamos de la ciudad, pero había una que destacaba entre ellas, la cara de ese chico de King's Cross, y entre pensamiento y pensamiento… me dormí.