¡Andy!
Uno...
Dos...
El serrucho cortaba el hielo donde los recolectores de hielo lo pasaban, cantando una canción.
Por el aire invernal
Y lluvia de montaña
Tomaban sus instrumentos para seguir sacando hielo.
Tan fuerte y suave la frialdad
Perforamos sus entrañas.
Cantaron algunos mientras picaban el hielo.
Es un corazón, que tocar
A excavar sin descansar
Se pasaban los cubos de hielo por el agua.
Este hielo hay que romper
Una niña rubia de 8 años junto a un reno salieron a recolectar hielo, mientras compartían una zanahoria.
Fino y puro es
Helado corazón
Sacaban los cubos del agua y los subían al trineo.
¡Precaución! ¡Atención!
La niña y el reno siguieron a los recolectores.
¡Precaución! ¡Atención!
Los recolectores sacaron más cubos del agua mientras la niña lo intentaba.
Bello es, con poder
Gélido, cruel
Cargaban los cubos en su espalda.
El hielo es mágico y su poder
Cantaron mientras picaban unos picos de hielo que salían del agua.
Puede vender a uno y diez
¡A cien hombres a la vez!
Sus animales cargaban el hielo. Mientras la niña seguía intentando sacar su cubo de hielo.
Por el aire invernal y lluvia de montaña
Seguían cargando el trineo con hielo.
Tan fuerte y suave la frialdad
Perforamos sus entrañas
Prendieron linternas mientras seguían picando el hielo, ya era de noche.
Un corazón, que tocar
A excavar sin descansar
Mientras más hielo ponían en el trineo, la niña logró sacar su cubo de hielo del agua, pero perdió el equilibrio y su reno se lo recompuso.
Peligro y hermosura harán
Frío y puro es
Helado corazón
Terminaron de cargar el trineo y los recolectores se subían a él mientras se iban de aquella montaña. La niña subió su cubierta de hielo a un pequeño trineo atado a su reno.
-Stella, corre- le dijo la niña a su reno que corría para alcanzar a los recolectores.
Sobre el cielo había una bella aurora boreal, la misma aurora que se proyectaba sobre el castillo de Arendelle.
En una habitación de aquel castillo, un niño pelirrojo se encontraba despierto.
-Erik- susurro el niño asomándose en una cama tratando de llamar la atención del otro niño recostado en ella.
El niño seguía dormido.
-¡Erik!- exclamó el otro niño escalando la cama para echarse sobre el otro niño- ¡Despierta, despierta!, ¡Ya no duermas!- seguía exclamando mientras sacudía a su hermano.
-Andy- murmuró la voz adormilada de Erik- duérmete ¿Sí?
El niño suspiro mientras se estiraba sobre su hermano- Ya no quiero, el cielo despertó- apoyo su cabeza en su brazo- y yo también- lo apoyo en el otro- ¡Y debemos jugar!- finalizó estirando las manos hacia los lados.
-Si, pues ve a jugar sólo- Erik empujó a su hermano de su cama, haciendo que el niño cayera sentado en el suelo.
El niño se puso a pensar sentado en el suelo, ¿Como haría que su hermano jugará con el?, unos segundo después se le ocurrió una idea.
Volvió a escalar en la cama de su hermano, esta vez con una mano le abrió su ojo.
-¿Y si hacemos un muñeco?- preguntó el niño pelirrojo, a sabiendas que su hermano aceptaría.
Al terminar esas palabras su hermano abrió los ojos, con una notoria sonrisa en su rostro.
-¡Rápido!, ¡Rápido!, ¡Rápido!, ¡Rápido!- el niño tomaba la mano de su hermano mayor mientras corrían escalera abajo y el mayor trataba de hacer callar al primero.
El pelirrojo reía al entrar al salón mientras el hermano cerraba la puerta.
-Haz la magia- le pidió Andy a su hermano- haz la magia.
El mayor movió las manos frente a Andy mientras hilos de magia las rodeaban haciendo aparecer una diminuta bola de nieve.
-¿Listo?- le pregunto Erik a su hermano.
Andy asintió. Erik tiro la bola de nueve hacia el techo, al llegar allí, el salón empezó a nevar y cubrirse de suave nieve.
-¡Esto es asombroso!- exclamó Andy alegre mientras la nieve le caía.
-Mira esto- le dijo Erik, al momento piso fuertemente en el suelo y una fina capa de hielo lo cubrió, Andy reía mientras se resbalaba por el hielo.
Pronto el suelo se cubrió de nieve y ambos hermanos hicieron un muñeco de nieve.
-Hola, me dicen Eli- dijo Erik detrás de la muñeca de nieve que había echo, con una falsa voz aguda- y adoro los abrazos.
Andy emocionado salto y abrazo a la muñeca de nieve.
-¡Te adoro Eli!
Erik se coloco detrás de Eli y hizo salir chorros de nieve propulsando sobre el hielo a Eli y Andy, mientras ambos reían.
Luego ambos se lanzaron sobre un montículo de nieve. Al llegar al final, Andy se lanzó sobre otro, hundiéndose en la nieve, se levantó para tirarse al aire.
Erik hizo un montículo para que el cayera, Andy repitió la acción.
-¡Atrapame!
Erik siguió haciendo montículos, cada uno más alto.
-¡Otro!- seguía gritando Andy, cada vez más rápido.
-¡Espera!- exclamó Erik al ver la velocidad de su hermano.
Andy no lo escucho y siguió saltando mientras reía.
Erik hacía más montículos con rapidez, los cuales segundos después eran pisados por Andy, pero concentrado evitando que Andy cayera tropezó con su propio hielo.
Soltó un quejido, y al levantar la cabeza vio como Andy, sin percatarse que su hermano cayó, saltó de un alto montículo.
-¡Andy!- Erik desesperado, lanzó un rayo de nieve con la esperanza de que amortiguara la caída de su hermano, en su lugar, el rayo dio directo en la cabeza de su hermano, dejándolo caer rodando por la ladera, inconsciente.
