Me sorprende el escribir de nuevo, esta historia fue escrita entre la 1:00 a.m. y 2:30 a.m. centro de México del 15 de diciembre. Demasiado tarde pero entré a mi momento emo.

Anyway˜ de alguna forma se transformó en drama, por no decir que el Angst/Hurt-comfort es mi especialidad. Y esta vez tengo beta, desde que no tengo cabeza para nada siento que ha pasado una eternidad y mis errores son enormes.

De nuevo el titulo es de la canción de OLDCODEX de su álbum A Silent, within The Roar.

La imagen no me pertenece tan solo la encontré en Google durante una búsqueda random.

Enjoy!

Advertencias: Ooc, insinuación de suicidio, infidelidad.

Pareja: Tachibana Makoto/Nanase Haruka. Leve –por no decir casi nada- Insinuación de Matsuoka Rin/Haruka Nanase.

Género: Drama, Hurt-comfort, Angst.

Resumen: Le mira por última vez, nunca necesitaron de palabras pero esta vez las pronuncia suavemente, pero con un tono tan firme que se sorprende a sí mismo. Sólo así puede sentir que la herida ha sanado un poco.

Disclaimer: Free! Es propiedad de Kyoto Animation, la novela High Speed! Es propiedad de Kōji Ōji. La historia es completamente mía.

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optimistic negative thing

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Escucha la risa de Haru detrás de la puerta, su taza de té está en la mesita frente a él, la toma con delicadeza justo en el preciso momento en el que el delfín entra a casa y su sonrisa se desvanece por completo.

El mayor se sorprende, él apenas si puede mantener lo que cree es una sonrisa, lo sabe, en realidad lo sabía desde que todo había empezado pero se negó ante el amor tan profundo que profesaba a su contrario, semejante estupidez.

Sorbe profundamente; el trago se siente tan frío, helado pero sobretodo amargo, sin embargo…no se inmuta en lo absoluto.

Sus miradas se cruzan, no hablan, sus ojos ya no se reconocen como antes. Haruka aparta la mirada y con prisa sube hasta la segunda planta. La taza cae al suelo y no se molesta en recoger los pedazos que atraviesan su piel al desnudo mientras se pone de pie, ni siquiera se inmuta cuándo pequeñas manchas de sangre ensucian el suelo de madera, mucho menos le importa sentir un ligero ardor en su piel provocado por el líquido caliente.

Sube las escaleras con total parsimonia, está decidido a abrir la puerta de su habitación y enfrentarle pero, al final, cambia de opinión y entra a la de invitados, con las palabras estancadas y el doloroso e insoportable ardor en su garganta.

Camina hasta el baño mientras se afloja la corbata, abre el grifo de la tina y deja que está se llene, sólo hasta cuando ésta está casi a su límite lo cierra y se introduce en ella sin importarle el que su traje de Armani se empape por completo, sin importar que grandes cantidades de agua se derramen de ella al introducir su cuerpo.

Sin que el pequeño caos que el mismo ha provocado le importe en lo más mínimo.

Es invierno y el agua está por demás helada, pero poco le importa.

— Es mejor así. — se repite a sí mismo.

Puede ver un hilito de sangre proveniente de la planta de su pie izquierdo, sonríe y se pierde entre tonos rojizos que se disuelven entre el líquido transparente.

Cierra los ojos mientras se hunde aún más en el agua, se pierde por completo en ella. El terror está en el pasado, ahora ésta parece ser su aliada, sus músculos se entumecen y sus labios se ensanchan aún más, sus brazos bajan voluntariamente hasta el fondo y es entonces cuándo puede estar en paz.

Los problemas parecen desaparecer uno a uno.

Rin.

Haru.

Todo desaparece y su mente se queda en blanco; por fin puede entender a Haruka y su obsesión con tan cristalino elemento, se sentía tan bien y tan libre que este último pensamiento le hizo reír.

No siente dolor, no siente absolutamente nada, no siente su vida irse entre él agua helada de su casa. No sabe cuánto tiempo lleva bajo esta pero sus pupilas se abren débilmente, justo en el momento en el que la puerta del baño se hace pedazos.

Su alrededor es un caos o eso puede imaginar, es sacado de la tina por alguien que no llega a reconocer, el ruido es insoportable y decide perderse una vez más en sus pensamientos.

No debería ser así. — es lo último que escucha, no sabe con certeza si aquella voz es producto de su imaginación o es de alguien a quien conoce.

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Sus ojos se abren nuevamente y estos se cierran por reflejo al chocar con la brillante luz del techo, intenta mover su mano derecha para cubrirse pero esta no se mueve en lo absoluto, sólo entonces cuando se acostumbra al brillo del lugar se da cuenta del motivo por el cual no puede moverse con libertad, le hecha un pequeño vistazo al cuerpo que descansa de manera incómoda sobre su extremidad derecha, retira la mirada momentáneamente para darse en cuenta en donde está, no necesita ser un genio para saberlo.

No sonríe, ni siquiera puede reaccionar, instintivamente lleva su mano libre hasta el cabello de Haru pero se detiene abruptamente antes de siquiera rozar sus dedos con su sedoso cabello, se queda estático.

Le cuesta trabajo respirar.

Con todas sus fuerzas intenta inhalar cuanto oxígeno puede. Está tenso y el pánico comienza a inundarlo lentamente, el aire entra con dificultad pero su cuerpo se relaja poco a poco y después de varios minutos siente que vuelve a la normalidad.

Percibe la mirada azulina sobre él, no está preparado pero aun así toma el suficiente coraje como para enfrentar a tan opacos cristales azules. Nunca había visto esa expresión en él.

Tenía ojeras de un color oscuro, casi del tono de su cabello, sus labios estaban resecos y agrietados, su rostro era completamente diferente al que estaba acostumbrado a mirar.

Ese no era el Haru que creía conocer.

Se observan por un pequeño lapso de tiempo y es entonces cuando él por decisión propia aparta la mirada y su mano de Haruka.

Sabe por qué ha tomado esa decisión, así como cuándo se preguntó si sería necesitado por el mayor alguna vez.

Le mira por última vez, nunca necesitaron de palabras pero esta vez las pronuncia suavemente, pero con un tono tan firme que se sorprende a sí mismo.

—Esto se acabó, Haru.

El vacío no se llena en cambió se hace más grande, aun así no piensa arrepentirse de nada.

El dolor no desaparece pero quiere sentirlo dentro de él.

No sabe qué hacer, sin embargo, las lágrimas ya se han secado y la herida ha sanado un poco.

Quiere ser fuerte y olvidarse de aquellos sentimientos que tiene por Haru aunque sea por un momento.

Desea que todo vuelva a cómo lo era antes, pero eso es algo imposible de imaginar.

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Haruka se sorprende ante sus palabras, el herir, el ser herido; por primera vez piensa en sus actos y se lamenta haberlo lastimado tanto, de haberse dejado llevar por alguien como Rin, pero comprende que es lo mejor para ambos.

No debería de doler.

Pero en esas circunstancias duele más de lo que debería. Duele más allá de cualquier dolor físico que pudo alguna vez llegar a sentir.

—Comprendo.

Sufrimiento.

Culpa.

Son las palabras que mejor definen toda la situación.

Encontrarle en la bañera a medio morir. Ser dejado por el menor a quien alguna vez le prometió cuidado y sobretodo amor eterno.

Tuvo miedo.

Había sido tan idiota. Un completo estúpido, pero sus acciones tenían consecuencias y el pagaría demasiado por ellas.

Perdió todo y a la vez ganó nada.

Notas finales:

El plan era hacer sufrir a Haru pero todo se salió de control :v

Agradezco a mi quería beta del día de hoy(?: Ren porque sus tan acertados comentarios me hicieron darme cuenta de que no había escrito en un tiempo y estoy oxidada :'D además que desató ideas que no me dejaron dormir. En fin.

¡Muchas gracias por leer!