Nota de autor:

Este es mi nuevo Fanfic, el cual me dio flojera escribir en inglés porque ya estaba en español ._. Espero que les guste.

El título del Fanfic y el del capítulo, pertenecen a la canción de McFly, Lies del álbum Radio Active. No es mía.

Glee, no me pertenece, esto sólo es producto de mi imaginación.


Lies

(Lies)
Living in a fantasy
(Lies)
Don't even know reality
(Lies)
When you start talking I start walking
(Lies)
Lies
Lies
Lies

Beth corría por los pasillos de su nueva escuela con los ojos llenos de lágrimas. "Sta. Puckerman, ¿Por qué tiene que ser como su padre?" dijo una vez su profesora de geografía, la Sta. Doosembury. ¿Quién demonios era ese tal "Puckerman"? ¿Quién era su padre, al cual jamás conoció? ¿Por qué siempre que hacía algo le decían Puckerman y no Corcoran? Su nombre era Beth, Beth Corcoran. No Beth Puckerman o como sea que la llamaran.

Cuando llegó a su casa, aburrida de que la trataran de "Puckerman", decidió preguntarle a su madre lo que ocurría.

-¿Te puedo preguntar algo? –preguntó la muchacha mirando a su madre.

-¿Qué pasa, Beth? –le respondió Shelby, su mamá.

-¿Me dices por qué me dicen "Beth Puckerman" en la escuela? –le preguntó rápidamente y sin hacer pausa.

Shelby suspiró sabía que este día algún día llegaría. Pero nunca pensó que ese día sería este. Dejó el plato que secaba en el mueble de la cocina y la miró directamente a los ojos. Era perfecta, era la perfecta combinación de sus dos padres, cabello rubio con grandes ondas y forma de cara propios de su madre, ojos avellana, grandes y hermosos, iguales a los de su padre. Tenía su sonrisa y su nariz. Beth tenía cierto talento para meterse en problemas como su él. Pero aún así era la mejor en su clase y porrista principal, como su mamá. Era sin duda como ellos.

Beth la miró confundida. Obviamente sabía que le ocultaba algo.

Una lágrima corrió por una mejilla de Shelby, la cual limpió rápidamente.

-¿Te sientes bien? –preguntó la niña de quince años preocupada.

Para sorpresa de la chica, Shelby la abrazó con fuerza. Su madre comenzó a llorar descontroladamente.

-Prométeme, por favor que no me odiarás por esto, hija –le susurró en el oído.

-Lo prometo… -le dijo Beth.

-Verás, tú no eres mi hija –dijo Shelby con el mayor tacto posible para no herir a su amada hija.

Beth la miró confundida rompiendo el abrazo automáticamente.

-N-No comprendo… -le dijo negando con la cabeza. Realmente no entendía lo que su madre quería decir, ¿A qué se refería con que no era su hija?

-Eres adoptada, Beth –le explicó Shelby.

Beth la miró sin poder creer lo que su mamá decía. Ahora todas sus dudas se aclaraban. Por fin entendía porque era tan diferente a ella, no se parecían en nada. Ella era rubia y su piel era completamente pálida. Shelby era morena. Nunca vio fotos de su madre embarazada. Nunca conoció a su papá, y ella nunca hablaba de él. Ni siquiera tenía un padre de vez en cuando como muchos de sus amigos. Shelby no era atlética, ella sí. Era obstinada, de vez en cuando era muy fría, también le gustaba hacer cosas de las que si Shelby se enteraba la mataría literalmente. Era buena estudiante, pero cuando olvidaba algo no se molestaba en tomar el examen de otro estudiante para copiar. También le gustaba abusar de otros, odiaba a los perdedores. Generalmente le pedía a sus amigos que los tiraran al basurero o que les lanzaran slushies. Amaba verlos con ese hielo con colorante en la cara.

-¿Quiénes son mis padres? –preguntó- ¿Los conozco?

-No, pero son amigos cercanos de Rachel –dijo Shelby mirándola.

-¿Quién es Rachel? –preguntó la chica confundida. Su mamá jamás en su vida había nombrado a una tal "Rachel".

-Mi hija.

-¿La actriz?

-Ella.

-Oh, tengo una hermana adoptiva que es actriz, maravilloso –dijo Beth con sarcasmo. Algo común en ella, lo había heredado de su padre- ¿Hay algo más que me hayas ocultado estos últimos quince años de toda mi vida? –se estaba comenzando a enojar. Toda su vida fue una mentira, ¡Una completa mentira! Y todo el mundo le ha estado mintiendo desde que era niña. En ese momento, todo el amor que Beth le tenía a Shelby se convirtió en odio. Ese odio que no puedes describir porque es muy profundo.

La chica salió de su casa y se dirigió al registro civil. Quería investigar toda su vida. No le importaba lo que Shelby pensara sobre ello. Estaba harta de que todos le estuvieran mintiendo. Preguntó por sus papeles de adopción. Dio su nombre y todo lo necesario para que le dieran esos papeles. Le dijeron que al otro día los tendría.

Volvió a su casa. No le dirigió la palabra a Shelby en todo ese rato que estuvo afuera de su habitación. Al estar en su dormitorio se quitó ese "horrible" uniforme de porristas que siempre adoró. Pero ya que nada más le importaba prefirió dejar el equipo. Mañana a primera hora se lo diría a la entrenadora Sylvester.

El día siguiente una Beth completamente diferente salió de su habitación. Jeans oscuros, una camiseta negra, una chaqueta de cuero igualmente negra, sus botas igual eran negras. Sin duda era alguien diferente de la noche a la mañana. Gracias a Dios conservó su hermosa cabellera rubia, sino se vería igual a Quinn en la peor etapa de su vida.

-Me voy a clases –dijo la chica sacando la caja de leche del refrigerador. No se molestó en servirla en un vaso, sino que sólo bebió del embace. Cosa que sabía que Shelby odiaba. Le daba igual-. No te preocupes en ir por mí, voy a ir a otra parte.

Dicho eso salió de la casa en un skateboard, el cual tenía de niña, y no sabía de dónde salió.

Llegó pasada la media noche, no en un estado mental no presentable, de hecho estaba completamente normal. Sólo no había comido en horas y estaba congelada. Preparó algo para comer intentando que Shelby no "despertara". No contaba con que su mamá estuviera despierta a esa hora.

-¿Dónde estabas? –dijo Shelby de brazos cruzados.

-¿Realmente te importa? –contestó Beth con frialdad e indiferencia.

-Pues sí.

-No, no te importa –dijo Beth enojada. Se encerró en el baño y sacó una navaja del estante que se encontraba detrás del espejo. La pasó lentamente por su muñeca. La chica veía como la sangre corría por el lavamanos. Soltó la navaja y miró su muñeca…

¿Qué se estaba haciendo? Ella no era así.

Cubrió el corte con papel y limpió el lavamanos para no dejar evidencia de nada. No quería que Shelby se enterase de lo que pasó, y para eso debía borrar la evidencia. ¿Qué pensarían sus padres biológicos por esto?

La chica salió del baño y entró directamente en su habitación cerrándola con llave para que nadie entrara. Quería estar sola. No quería la compañía de nadie porque no la necesitaba.

Don't even wanna know the truth
(Lies)
The devil has his eye on you girl
(Lies)
When you start talking I start walking
(Lies)
Lies
Lies
Lies