Capítulo 1.

El aire de ojos.

Levi.

Quería olvidar todo, llegar a dormir a su apartamento y desconectarse de la realidad, su vida era como una pintura surrealista, no le hallaba sentido y llena de varios colores y matices, admitía que no era una "buena" persona pues desde chico nunca había sido muy abierto a expresarse ni andar repartiendo sonrisas como miss universo, no era de los que te iban dando palmaditas en la espalda cuando algo no salía bien y daba palabras de afecto, pero era bueno escuchando o intentaba si era Hanji quien estaba al frente, observador nato y con unos nervios de acero los cuales siempre demostraba con su inmutable cara o como decía la Dra. Zoe, la "cara de culo", pero antes había sido menos huraño en su actitud, había reído algunas veces con ganas, supo lo que era recibir y dar un abrazo sincero, entendió el por qué el ser humano no nacía para vivir solo, o bueno eso lo pensaba antes de que la persona que le enseño eso desapareciera de su vida de manera abrupta y cruel…

Y ahí estaba en medio de un lugar lleno de humo, ruido, donde el alcohol circulaba como si fuera aire, con mujeres casi desnudas prodigando miradas coquetas o lascivas complaciendo a desconocidos por dinero, se llenaba su mente de imágenes que le daban asco, música estridente y de conversaciones que él consideraba impropias y eso que no era un tipo de mente cerrada al sexo, pero todo se había ido dejando amargura, si de vez en cuando buscaba alguna mujer con la cual pasar el rato, algunas veces pagó, pero después se sentía estúpido, pero es que después de haber probado las mieles del amor con Petra y después perderla, ya incluso su necesidad biológica había mermado, pero ahí estaba él, con la panda de idiotas que conformaban sus compañeros de oficina y su mejor amigo Erwing Smith, el cual aunque estaba algo tomado no perdía la compostura, era la despedida de soltero de este, aunque vivía desde hace tiempo con la "respetada" Dra. Hanji Zoe, al fin se había atrevido a pedirle matrimonio, se sentía bien por ellos, fueron su salvavidas cuando todo pintaba a negro en su vida y más de una vez quiso terminar su existencia, ellos no lo dejaron solo por casi 2 años, le habían instalado una habitación en su casa porque no querían dejarlo sólo en su anterior hogar, sabían que al estar él solo ante los recuerdos de quien era el amor de su vida le darían la determinación necesaria para alcanzar a Petra, por eso lo llevaron consigo a regañadientes y en estado de coma, Hanji podía golpear muy duro si se lo proponía, era la única mujer que podía ponerlo en su lugar o callarlo, así como poseer la habilidad innata de sacarle de quicio y sacar sus instintos homicidas, pero es que esa mujer no conocía el sentido común o el miedo cuando este se enojaba, en la oficina le temían y respetaban, imponía su presencia, era inteligente, apuesto y con una habilidad para los negocios, un líder solitario y vaya que lo era, le duro poco la compañía y a veces se sentía mal de que pudo haber sacado más provecho, pero él hubiera no existe y ahora recordaba que estaba ahí por su amigo, le había suplicado, SI SEÑORAS Y SEÑORES, el dueño de la más prometedora compañía farmacéutica de Japón pidiéndole a su mejor amigo y CEO que lo acompañara a su despedida de soltero porque sabía de lo pervertidos que eran sus compañeros de oficina y no quería darle motivo a su mujer de que le dijera que no o que le diera por ser viuda a las pocas horas de casarse y enterarse de lo que esos hombres eran capaces de hacer. (Connie Springer era un viejo rabo verde de mente pero con el cuerpo de un niño, y era mucho decir, Levi le sacaba unos centímetros y eso que era apodado desde la secundaria al inicio de cursos como el "enano", pero ese mismo enano podía prodigar tremendas golpizas donde la brutalidad y sangre demostraba que no debías meterte con "Heichou" como el llamarían después).

Estaba tomando un whiskey el cual le sabia horrible, estaba por prender un cigarro, pero una de esas golfas que estaban con sus compañeros le ofreció prenderlo de manera coqueta, quería en ese momento ser un cretino, pero la buena educación e imagen pesaba, así que tuvo que aguantarse a solo ignorarla, la tipa siguió insistiendo pero al ver que no obtendría respuesta cambio de objetivo para con el rubio de su amigo, pero sonrió de manera ladina, Smith no le había hecho caso, no entendía porque aquellos hombres querían hacerle ver a su rubio amigo que despedirse de la soltería era un desperdicio, un sacrificio que no llevaba a nada bueno, pero cuando amas a la persona en cuestión no te duele no irte de juerga con los amigos ni coquetear con la sexy secretaria, no, simplemente quieres llegar a casa temprano y saber que la otra persona también te espera y añora, que te recibe con calidez acogedora, que te escuchen y te demuestren al final de día en la alcoba que tanto ella te pertenece, así se sentía en el pasado cuando se había casado con Petra. Ya no traía la argolla, parte de la terapia requería que dejara atrás todo, pero no se deshizo de ella en su totalidad, había mandado forjar otro anillo, una argolla de oro blanco y una piedra de obsidiana plateada, esa combinación no entendía por qué la pidió al joyero, pero es que al llegar al local del artesano en cuestión para que lo fundiera y hacer cualquier adorno vio una pequeña piedra de obsidiana plateada, eso le había dicho el hombre y no lo pensó mucho, en un arrebato pidió una argolla con la piedra incrustada, algo "metrosexual" para sus compañeros, pero para Erwing era "metropuñal": veía que su amigo ya se estaba impacientando por irse y él no era tan tonto para no aprovechar esa oportunidad de irse del congal, sólo tendría que decir que acompañaría a Erwing de manera seria, ninguno de los otros "caballeros" tendría objeción, primero por la "compañía" que tenían y el "estado" en que estaban, pero si alguno le fallaban las neuronas, simplemente tendría que verlos y se orinarían en los pantalones, y se estaba poniendo de pie para levantar a Erwing de sofá cuando una canción algo extraña para ese lugar se escucho.

El local se puso totalmente a oscuras y en el lugar donde antes mujeres exuberantes se trepaban a un tubo para bailar "sugerente" y quitarse la ropa, ahora estaba una mujer vestida solamente con un pantalón, top y un collar ajustado al cuello negro de cuero con un pequeño moño plateado, su piel era increíblemente blanca y contrastaba con su cabello negro noche corto, no podía verle la cara al estar de espalda, pero podía ver un cuerpo impresionante, uno del cual no podía despegar la vista, no era como las demás operadas que abundaban en aquel bar, era un cuerpo natural al ver como empezaba a moverse y estaba firme del ejercicio, al darse la vuelta lo termino de comprobar al ver el tamaño de sus pechos, unos senos normales que no estaban tiesos por los implantes y al subir al ver su rostro todo perdió sentido, no se creía capaz de volver a desear a una mujer después de la muerte de Petra hace 5 años, pero ahora frente a él veía una mujer joven hermosa en un lugar tan asqueroso con unos ojos que jamás espero ver, llenos de tristeza y nostalgia y de un enigmático gris oscuro, y no entendía, menos por el tipo de baile que ella estaba interpretando, usaba el tubo pero no de manera corriente, este le ayudaba a hacer su rutina, pero la música, la letra de la misma y el sentimiento que embargaba el rostro de la chica era irreal, era sensualidad pura y elegante, todos los hombres habían callado y miraban solo al centro, alcanzo a escuchar los quejidos o reclamos de las demás mujeres, pero nada importaba, Erwing estaba también con la boca abierta, no creían lo que veían sus ojos, y la pieza seguía, era Uninvited de Alanis Morissette y todo su ser se centro en ella hasta aun después de que la canción termino y la chica se fue, ELLA NO SE HABIA QUITADO LA ROPA y contrario a esperar una ola de abucheos era silencio y aplauso, quería ir a preguntar quién era la chica, pero al ver que su rubio amigo iba vomitar aborto la misión y fue directo al baño con este, y esperaba que estuviera limpio, sino los demandaría por el mal servicio, pero después de pensar que no volvería a ver a esa mujer la idea la desecho.

Había dejado a Erwing dormido en su habitación al ser mañana la boda, como la costumbre indicaba debía dormir lejos de la novia, había manejado por obra de Dios bien, porque su mente seguía en esa mujer, no podía sacarla de su cabeza y se sentía culpable, debería de aprender la lección de que la gente buena no dura mucho en el mundo, para muestra su esposa, y que esa mujer estuviera ahí no decía nada bueno, y aun así la imagen del movimiento de ese cuerpo no abandonaba su mente, no recordaba cuando le había pasado algo si después de la muerte de Petra… Ni antes… ni durante que estuvo con ella y eso lo turbo, a Petra la amó y se entregó por completo a ella, y no recordaba una sensación parecida y terminó sintiéndose mal al recordar lo que era desear, pero no un deseo normal, sino de un arrebato carnal tan fuerte, había sentido su entrepierna palpitar, era el instinto primitivo de la conservación de la especie lo que lo asalto, algo irónico y que lo regresó a su aura de depresión, recordaba cuando todo todavía estaba bien y una lágrima corrió por su mejilla, si tan sólo ese día la suerte no lo hubiera odiado estaría con su mujer, compartiendo la boda de su mejor amigo y a lo mejor después de la boda, Erwing y a su pesar Hanji serian los padrinos del que sería su hijo…

Se recostó en el sillón preferido de piel desabrochando su corbata con una mano y poniendo la otra frente a sus ojos, quería hacer presión sobre ellos para no llorar, para no lamentarse de lo que no tendría jamás…

Mikasa.

Había sido agotador estar en ese lugar, estar expuesta ante tanta gente y ser el centro de atención no era su fuerte, se sentía desnuda ante toda esa bola de imbéciles que pagaban por ver mujeres denigrarse, pero no era quién para pensar en ello en ese preciso instante primero porque conocía a una que lo hacía pero que no se acostaba con nadie y demás porque ella se había "rebajado", aunque fuera por una buena causa, sino quisiera tanto a esa estúpida de Annie no lo hubiera hecho jamás en vida, ellas habían sufrido demasiado en esta vida, y podrían no estar juntas en ese instante si no pesaran más los años de amistad y confidencia, de soledad, sonrisas y llantos, lo que les había pasado no era culpa de ninguna de las dos de manera deliberada, habían sido víctimas de muchas situaciones malas estando juntas y la tuvieron muy difícil: por poco no lo pudieron haber superado, pero prefirió valorar a la persona que ahorita tenía a su lado o que esperaba en casa que a aquella que se metió entre ellas dos, lo había amado demasiado y se equivocó, jamás debió de haberle confiando su corazón a quién sólo miraba como un trofeo, jamás debió de pensar que una persona seria su mundo, era joven y sabía que podía ser ingenua a veces aunque la hayan traicionado incontables veces pero no esperaba tanta saña reunida en un ser humano, pero Jeager se lo demostró, si, EREN HABIA JUGADO CON AMBAS, ella había salido mejor parada de esa guerra, pero Annie no, ella no pudo seguir con su vida como antes, en ella el juego de Eren había tenido unas graves y grandes consecuencias, que aunque jamás Lionhearth se quejará de ello, venia que a veces añora el ayer, pero que al ver esa cabecita rubia despeinada por la mañana y diciéndoles con cariño mamá y tía respectivamente les hacia olvidar lo difícil que tenían a veces las cosas sólo por verla sonreír, Christa Historia era el ángel para ellas dos que las salvaba de la oscuridad y las mantenía juntas como hermanas, pero pronto todo ese pesar y adversidad acabaría, ella había ido a ese lugar por una sola vez para no regresar jamás ni ella ni Annie, no porque las trataran mal, tenían suerte de conocer a la esposa del dueño de ese local la cual adoraba con locura a Christa, Ymir se deshacía en atenciones que hasta Christa se ponía malcriada y Reiner no ayudada, ellos querían tener hijos pero Ymir por una enfermedad venérea de juventud no podía lograr ese anhelo, así que al reencontrarse con Annie y saber su situación la apoyaron a lo mejor no con el mejor trabajo, pero lo adaptaron a sus necesidades y hasta con protección y trato especial además de que jamás la metían a las demás "actividades lucrativas" que en ese lugar se desarrollaban (además notaba que Bertholt el jefe de seguridad miraba intensamente a Annie y jamás permitía que un tío se le acercara, daba terror verlo enojado o eso decían algunos, ella solo miraba a un hombre en defensa de lo que creía suyo y le molestaba esa acción cosa que a Annie no, decía que era improbable que se interesada en ella, pero no fue así, al conocer a la hija de su amiga también quedo prendado de ella y tenia intensiones de invitarla a salir de manera romántica, Annie contrario a lo que Mikasa pensaba, quería darse una oportunidad de ser feliz y de confiar, ella era más abierta, ser madre le había abierto la mirada a una más amplia y no tan negra como la que ella tenía, Lionhearth tenía fe en el mundo, el amor y la humanidad porque quería darle un ambiente sano a su hija para que creciera como ellas lo hubieran deseado sea con o sin figura paterna), había terminado hace poco su tesis para terminar su carrera de Ing. Química con especialidad en procesos alimenticios y había conseguido donde hacer las residencias y que le pagaran, no era un sueldo exorbitante, pero comparado con lo que percibían sus compañeros le era suficiente para la renta, comida y demás gastos de las 3, ella al ser alumna que se graduaría con honores tenia beca por parte de la escuela y le cubría todos los gastos, quería que Annie se diera tiempo para cuidar a su hija y que después retomada los estudios que dejó por ser madre y así salir adelante juntas, ella no creería en el amor, la había herido demasiado Jeager para que pudiera creer en algún hombre en su vida, pero ahora sus prioridades era conservar ese trabajo no solo mientras hacia sus residencias, sino quedarse permanentemente ahí, la nueva división de la Cía. Farmacéutica Smith era sobre alimentos infantiles, la cual era dirigida por su sempai o ahora Dra. Hanji Zoe, era alumna de ultimo grado cuando ella entro en la universidad, era una tipa algo "especial" por así decirlo pero inteligente como el diablo, después de la carrera ya estaba en la maestría y doctorado, era un prodigio con "hábitos especiales" como de bromear con todos y hacer experimentos que más de una vez comprometieron su integridad física y te daban a pensar antes de pasarle un tubo de ensayo, tuvo suerte que la Dra. Zoe leyera su carta para pedir hacer las residencias, si hubiera ido a parar a Depto. De recursos humanos jamás lo hubiera logrado, pero Hanji la había recordado y la quería de inmediato en su equipo pues se entero de su boca que había estado al pendiente de su desarrollo académico y estaba complacida de tenerla bajo su mando, además que el director había hablado maravillas de ella como de cuando ayudaba como asesora de alumnos de cursos inferiores.

Pero no podía creer lo que acababa de hacer, HABIA BAILADO ENFRENTE DE UN MONTON DE CAVERNICOLAS HORMONALES EN POCA ROPA, SE SENTIA CASI DESNUDA, pero lo que no creía es que sin desnudarse y hacer una coreografía aprendida en 3 horas la gente al irse primero estuvo en silencio y después aplaudiera, pensaba que la querían matar o pedir el dinero en reembolso a Reiner y eso no era bueno, pero paso lo contrario; no se le hacía difícil hacer una rutina de ejercicio en un tubo, tener a una amiga que trabaja por convicción en un table tenia sus ventajas, le obligaba a ejercitarse en el tubo que tenía en su casa para practicar, no lo hubiera hecho jamás, pero primero una apuesta que perdió en la cual si Annie ganaba aceptaría que le diera clases y si un día era necesario la supliría, pero que si ella ganaba Annie dejaría ese trabajo y se encargaría de hacer la colada del hogar, por cosas del destino, ella terminó perdiendo y tuvo que tomar las clases, pero también las siguió porque notó que era un excelente ejercicio, se mantenía en forma y no tenía que pagar un gimnasio o salir todavía de noche o de madrugada de la casa para mantenerse en forma al salir a correr, en la escuela estaba en el club de karate, pero sólo entrenaba 2 veces a la semana y no era mucho, ella necesitaba sacar el stress de la escuela y de a veces pensar que no llegaría a fin de mes, pero todo quedaría atrás y este día lo podría olvidar o recordarlo cuando fuera una vieja decrepita de las locuras que hizo por su juventud y necesidad, Ymir y Reiner se ponían tristes de que no contarían mas con Annie en el trabajo, era buena, cuando estuvieron en preparatoria después que lograron independencia del lugar donde antes vivían consiguió una beca por estar en el club de baile y quedar en los primeros lugares a nivel nacional, tenia elegancia y aptitudes para bailar además de que tenía un físico despampanante, tenia clientela que venía a verla regularmente, pero esos dos podrían seguir viendo y mimando a su adorada Historia, como le gustaba decirle Ymir a la niña, ellos las estimaban, Ymir conocía los orígenes de ellas dos porque venían del mismo orfanato.

Pero era hora de ponerse en marcha, regresar a casa y dormir, aunque todavía sentía la adrenalina y un poco de nervios, siendo sincera le daba risa, ella no hubiera hecho eso si Annie no se hubiera enfermado de una gripa horrible que la tenía en cama, hoy era el día de pago y necesitaba ir por el dinero, y aunque Ymir le dijo que podría llevarle el dinero Annie quería ir, era su último día ahí pues tenía que encontrar un trabajo decente para que no le negaran la entrada al parvulario a Christa y ellos lo habían comprendido, por seguridad no dirían nada hasta que Annie se hubiera ido del local para evitar que algún loco la persiguiera, Annie iría a trabajar a una oficina de una abogada llamada Sasha Browse, esa mujer se encargaba de casos de mujeres que sufrían maltrato y necesitaba asistente, Annie dominaba bien las funciones de oficina y hablaba excelente inglés, mataría dos pájaros de un tiro pues además Annie quería estudiar leyes desde niña para evitar que padres abusivos golpearan a sus hijos o que casas de asistencia solo vieran a niños abandonados como un negocio como ellas lo vivieron en carne propia, pero bueno, para que aquella rubia estuviera en reposo tuvo que decirle que ella la cubriría y la puso a entrenar por 3 tortuosas horas pero no solo físicamente, la preparo mentalmente diciéndole piropos que eran peor que de albañiles, la hizo sentir como carne en aparador, toda roja y Annie lo disfrutaba, no siempre podías tener a Mikasa Ackerman sonrojada y pidiéndole fervientemente que parada de decir ese tipo de cosas que la escandalizaban tanto que 2 veces se cayó del tubo por la impresión, Annie era quién a veces la sacaba de su "aura" deprimente muchas veces y se lo agradecía de verdad.

Mientras se desvestía y miraba las cosas que hacía por su amiga, se puso a pensar en algo que estaba muy por debajo de su mente, era la imagen que tuvo al iniciar la voz de Alanis en la canción, volteo para dar la cara al público y vio a un hombre de pie, demasiado apuesto debía de aceptar, de piel blanca y cabello negro, algo bajo de estatura pero que su complexión atlética lo hacía ver guapo, la miraba a ella como si no hubiera nada más, con una mezcla de deseo y no sería nada raro después de la primera impresión y desarrollar el baile todos la miraban así pero en esa mirada negra había visto culpa, dolor y ¿añoranza?. Ya se había cambiado y estaba lista para irse cuando Reiner toca para entregarle el dinero a de Annie, ella le dice "adelante" y este entra con una sonrisa y abrazándola como sólo él puede, casi rompiéndole las costillas, Mikasa no odiaba a los hombres, o no aquellos que no tenían intensiones románticas hacia ella y Reiner y Bertholt eran uno de esos pocos, Reiner le intentaba convencer de que trabajara con ellos, sólo con Annie habían visto una reacción igual y ya que Annie no estaría ahí decía que ella podría suplirla, pero una mirada que decía "vete a la mierda, estas jodido" hizo a Reiner entender, sabia de buena mano lo fuerte y rápida que era Mikasa para la pelea y no quería ganarse una buena golpiza por parte de ella y de Ymir por haber alterado a sus hermanas, el había conocido a su "hermana mayor o benefactora" en las peores condiciones que podría suscitarse un romance, pero ni sabiendo su origen ni su oficio él la despreció, luchó por ella aun con las negativas de esta, y formo un negocio, algo loco, pero que se acoplaba a lo que ellos vivían, era un burdel y a la vez no, era un bar para caballeros, pero la prostitución no la ejercían ellos, las chicas decidían que hacían con los clientes, si algunas solo querían bailar o servir mesas estas eran cuidadas por Bertholt para evitar incidentes que las dañaran, ahí llego Ymir antes de decirle que si a Reiner y casarse, y este no la dejó actuar más que para él, el lugar era de categoría dentro de los de su clase, y después se reencontraron las 3 hermanas casi de inmediato cuando sucedió de lo de Eren y Annie resultó embarazada de este, e inmediatamente Ymir había puesto cartas en el asunto, no dejaría al desamparo a sus "pequeñas" y menos con Christa en camino, así que cambio su actitud hacia el esposo de Ymir y le dijo "hasta el sábado grandulón, recuerda llevarle galletas de chocolate a Christa y de fresa a Annie o te mataran" y Reiner sonrió de buena gana, esas chicas merecían algo de buena suerte en la vida.

Y Mikasa salió a la noche, para luego llegar a su casa, el aire le daba una sensación de libertad y de nostalgia que no entendía ni querría investigar pues el color del cielo le recordaron una cabellera y unos ojos nada comunes, había llegado a su casa demasiado rápido pensó y al abrir la puerta con cuidado se quedó viendo a sus dos rubias dormidas hechas un ovillo en la sala y un plato en la mesa, definitivo, su única prioridad seria mantener esa familia que para algunos era disfuncional pero que para ella era perfecta.