Hola! se que ha pasado bastante tiempo desde que actualice y les pido perdón, pero ¡he vuelto! y les prometo que no los dejare más, el próximo capitulo de "El amor de mi vida" lo publicaré el viernes pero mientras les dejo este pequeño One-Shot de mi pareja favorita Faberry y g!P Rachel, quisiera saber si quieren que la continúe o la deje así, ustedes mandan XD

Espero sus reviews, favoritos y follows... los quiero un montón y nos vemos el viernes :D

Los personajes de Glee no me pertenecen, pero la historia es de mi propiedad.


Tú eres mi hogar

Rachel regresaba de la guerra. Tres años atrás, luego de la muerte de sus padres, con tan solo 18 años, había decidido alistarse en las fuerzas armadas de Estados Unidos y así poder servir a su país. Su hermana mayor, Santana era una abogada exitosa, y estaba muy orgullosa de su hermana pequeña con la cual se llevaba por cuatro años de diferencia.

"Enana, como te he extrañado" decía Santana abrazando a su hermana quien vestía el uniforme militar y una gorra.

"Yo también Tana, pero ya no me digas enana, ya estoy grande" se quejaba haciendo un adorable puchero.

"Jajaja, oh es cierto, la Sargento Berry López ya no es una niña" la molestaba su hermana picándole los costados.

"Jajaja, no tienes remedio ¿y dónde está tu esposa?, ¿y los niños?" le preguntó buscando con la mirada a los pequeños hijos de su hermana.

Rachel no los conocía ya que los gemelos habían nacido un año después de que esta se había ido al ejército, a Brittany tampoco la conocía, solo la había visto en fotos que le mandaba su hermana junto a algunas cartas en donde le contaba sobre su vida.

"Britt se quedó con ellos en la casa, su hermana menor ha salido del instituto y se ha venido a estudiar a la universidad de Lima así que se quedará en nuestra casa, así que decidieron esperarnos allí" dijo dando leves palmadas a su hermana invitándola a avanzar "y… ¿Cuándo debes volver?" le preguntó con un poco de tristeza, ya que sabía que seguramente debería volver en poco tiempo.

"Me han dado un año de vacaciones, así que por el momento no te preocupes que pienso aprovechar al máximo el tiempo con mis sobrinos y mi hermana" la abrazó aunque era más baja que Santana.

Las chicas se encaminaron a la camioneta de la mayor, echaron el equipaje de la menor y se montaron en esta para emprender su camino.

Santana y Rachel Berry López, dos hermanas muy unidas, hijas de Hiram Berry y Marisol López, desde pequeñas siempre fueron niñas revoltosas y coquetas con las demás niñas. Las chicas nacieron con una extraña condición llamada intersexualidad, es decir, ambas tenían órganos reproductores masculinos, pero seguían siendo mujeres. Esta condición no las perjudicó para nada, en Lima la gente era muy abierta de mente y a las chicas parecía gustarle la condición de las hermanas ya que andaban detrás de ellas como las abejas a la miel.

Sus padres fallecieron en un accidente aéreo cuando ellas tenían 22 y 18 años, Santana estaba en su último año de derecho mientras que Rachel acababa de salir del instituto para luego decidir que quería enlistarse y defender a su país. Fue una decisión muy dura para ambas pero Santana aceptó la elección de su pequeña hermana, deseándole la mejor de las suertes.

Y aquí estaban tres años después, Santana convertida en una de las mejores abogadas de Lima y el país, casada con Brittany Pierce, a quien conoció una vez que había ido a un gimnasio en donde trabajaba la rubia, y con dos hermoso hijos, Sebastián y Melissa ambos de tan solo 2 añitos mientras que Rachel había ascendido de Cabo a Sargento I y estaba a cargo del "escuadrón lightning" el cual se ocupaba de la zona terrestre.

"Hemos llegado mi Sargento" dijo apagando el motor del auto y molestando a la menor.

"No es necesario que me llames así Santana, durante este año solo seré tu hermana" le dijo con una sonrisa.

"No sabes cómo te he extrañado Hobbit, pero aprovecharemos este año al máximo" se bajaron de la camioneta, la menor tomó sus cosas mientras Santana abría la puerta de su casa "Ya llegamos" avisó para que su esposa supiera.

"Qué bueno cariño" Brittany aparecía y le daba un tierno beso a su esposa.

"Mi amor, te presento a mi hermana, Rachel" le dijo a su esposa "Rachel, ellas es Brittany, mi esposa" las presentó.

"Mucho gusto Brittany" dijo tendiéndole la mano pero lo que hizo la rubia la sorprendió.

"Santy siempre me hablaba de ti, está muy orgullosa de lo que has logrado" dijo abrazándola "Bienvenida a tu casa" le dijo haciendo que la morena entrara en confianza.

"¿Quieres conocer a tus sobrinos?" le preguntó su hermana recibiendo una afirmación inmediata mientras las tres se adentraban a la casa llegando al living en donde una hermosa rubia, según Rachel, se encontraba jugando con dos pequeños morenos de hermoso ojos azules "Ellos son Sebastián y Melissa Berry Pierce, tus sobrinos" se los presentó la mayor haciendo que Quinn girara para quedar prendada de unos hermoso ojos marrones. Examinó atentamente el cuerpo de la morena más pequeña, la cual se veía totalmente sexy, con la uniforme el cual dejaba en claro el muy buen estado físico de esta.

"Son hermosos" se refería tanto a los gemelos como a los ojos de aquella rubia que se encontraba hincada a un lado de ellos.

"Rachel, ella es Quinn, mi hermana" la presentó Brittany mientras ella y su esposa observaban a ambas chicas con una sonrisa en sus labios.

"Mucho gusto señorita" Rachel tendiéndole la mano a la rubia quien la tomó enseguida sintiendo como una pequeña corriente pasaba por sus cuerpos.

"El gusto es mío" ambas se sonrieron.

"Bueno, será mejor que te enseñe cual será tu habitación, no creo que quieras seguir cargando ese bolso que está bastante pesado" le dijo cortando el momento de las chicas.

"Eh… en realidad no está pesado, pero me gustaría darme una ducha y cambiarme de ropa" dijo un poco avergonzada.

"¿Tienes ropa?" le preguntó la mayor.

"Bueno, no digamos que tengo mucha, pero para cambiarme hasta que salga a comprar algo más, es que en el "refugio" solo ocupábamos la ropa de combate o el uniforme" explicó mientras se rascaba la cabeza.

"Está bien, saldremos después del almuerzo a comprarte ropa" le dijo su hermana y ambas subieron hacia las habitaciones"

"Rachel es muy linda ¿no crees?" Brittany se había dado cuenta de las miradas entre las chicas y quería sacarle un poco de información.

"Uhm" asintió la rubia ocupándose de sus sobrinos.

"Y en ese traje se ve simplemente deliciosa" la seguía molestando mientras veía como su hermana fruncía su ceño pero no decía nada más, la mayor solo soltó una risilla traviesa y negó con su cabeza.

R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q

"¿Qué te pareció la hermana de Britt?" Santana se caracterizaba por siempre ir al grano.

"Creo que es un mujer muy hermosa" respondió mientras se sacaba la chaqueta de combate y se quedaba con una polera blanca.

"Creo que deberías invitarla a salir, ¿Cómo sabes si después formas tu propia familia?" eso es lo que quería la morena mayor, que su hermana encontrara al amor de su vida y formara su familia para que de una vez por todas dejara de arriesgar su vida en las guerras.

"Acabo de conocerla Santana, no creo que sea apropiado, además dentro de un año vuelvo al "refugio" y no creo que sea buena idea formalizar algo" le explicaba mientras se quitaba las botas y los pantalones.

"Pues yo creo que deberías pensártelo" dijo para luego salir de la habitación e ir hasta donde se encontraba su esposa.

Rachel se metió a la ducha para poder quitarse un poco del cansancio que le había producido el viajar 10 horas en los camiones blindados hasta su ciudad y además dejar de pensar en las palabras de su hermana, en verdad Quinn era muy hermosa, y estaba segura que sus hijos sería hermosos y más si salían con el color de sus ojos, ese hermoso verde con algunos tintes de dorado. Dio un suspiro y sacudió su cabeza, después de todo no estaría mal el que formara su propia familia como lo había hecho su hermana.

R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q

Cuatro meses después

Rachel y Quinn se habían acercado bastante en los últimos meses, cada vez que Santana y Brittany salían ellas se quedaban en casa con los niños mientras veían películas y se conocían cada vez más.

Ambas sentían cosas muy fuertes por la otra pero no se atrevían a confesarlo ya que no estaban seguras de que sus sentimientos fueran correspondidos. Santana y Brittany ya se habían dado cuenta de que sus hermanas estaban enamoradas, las sonrisas, las miradas, los celos de Rachel cuando algún chico se acercaba a la rubia en plan de coqueteo o cuando Quinn se pasaba horas sin dirigirle la palabra a la morena solo por el hecho de que esta fuera demasiado amable con alguna chica, que evidentemente estaba coqueteando con ella.

"Y bien, ¿Qué haremos hoy?" Santana llegaba al living con su hija en brazos mientras Britt la seguía desde atrás con su pequeño.

"Hmm, no lo sé, tenía pensado" le respondía su esposa.

"¿Y a ustedes que les pasa?" les preguntó a Rachel y Quinn quienes estaban sentadas viendo la televisión, una muy separada de la otra, cosa que no era normal a no ser de que estuvieran peleadas.

"Nada, pregúntale a Rachel si es que no tiene planes, quizás valla a salir con alguna de las mujerzuelas que están babosas" la rubia no era muy buena ocultando sus celos.

"Que las chicas me miren y me coqueteen no es mi culpa, yo no les correspondo" la morena menor ya estaba cansada de siempre repetir lo mismo.

"Si claro, por eso mismo es que les sonríes" Santana y Brittany solo veían con una pequeña sonrisa a sus hermanas, eran tan lentas que no se daban cuenta de que estaban perdidamente enamoradas de la otra.

"Pero yo no te digo nada cuando los tipejos se te pegan como chicle y tú solo le sonríes y no les dices nada" otra que no sabía ocultar sus celos.

"Solo soy cortés, además estoy soltera y puedo hacer lo que yo quiera" golpe bajo pensó la morena.

"Yo también estoy soltera y no tengo porque darte explicaciones a ti" le devolvía el golpe a la rubia.

"Bueno, será mejor que dejemos a la parejita con sus problemas pre-maritales mientras nosotras nos vamos a dar un paseo con estos hermosos" decía la morena mayor en voz alta haciendo sonrojar a su hermana y cuñada. Las chicas salieron dejando pensativa a las otras dos, Santana tenía razón, las peleas que tenían eran como si fueran una pareja, siempre hablaban los celos.

"Eh… ¿quieres ver una película?" la morena fue la primera en romper aquel silencio tan incómodo que se había originado.

"Claro, porque no" le respondió, Rachel fue por las palomitas mientras ella ponía la película, era una costumbre que habían adoptado hace dos meses.

Las chicas se acomodaron en el sillón y se dispusieron a ver la película pero la verdad es que ninguna de las dos podía concentrarse, Quinn no dejaba de pensar en sus sentimientos hacia la morena menor, cada vez que esta la hablaba o miraba sentía como todo su cuerpo se estremecía, cada vez que ambas rozaban sus manos o sus miradas se encontraban su corazón explotaba de felicidad y comenzaba a latir descontroladamente. Se sentía tan bien con ella, nunca antes había sentido algo así por alguien más, aunque tan solo tenía 18 años mientras que Rachel se encontraba maravillada con aquella hermosa rubia de llamativos ojos verdes, sentía su corazón desbocarse con tan solo pensarla y ni imaginar cuando esta la hablaba o sus miradas se encontraba por un milisegundo.

Quinn veía de reojo a la morena, repasaba con su mirada aquel contorno de su bello rostro, como amaba ese castaño cabello, largo y sedoso, esos ojos marrones tan profundos e intensos y esos labios, no eran gruesos pero se veían tan apetitosos. Se relamió los labios, como deseaba probarlos y perderse en su sabor. Se sonrojó ante ese pensamiento y vio como Rachel volteaba su cara y se quedaba mirándola, la morena se encontraba igual, deseaba tanto poder probar sus labios, enredar sus dedos en ese sedoso cabello rubio.

Sin darse cuenta se habían ido acercando a tal punto que podía sentir el suave aliento de la otra golpear sus labios "Eres tan hermosa" dijo Rachel para luego cerrar la distancia que las separaba y sus labios se fundían en un tierno beso con los labios de la rubia. Sintieron como un pequeño escalofrío les recorrió el cuerpo haciendo que Quinn pasara sus brazos por el cuello de la morena mientras esta se aferraba a su cintura sin despegar sus labios, pero como debían respirar tuvieron que separarse pero unieron sus frentes con una pequeña sonrisa en sus labios.

"Dios, es lo mejor que he probado en mi vida" dijo la morena sonriendo ampliamente.

"No sabes las ganas que tenía de probar tus labios" confesó la rubia.

"¿Y qué tal soy besando?" le preguntó con aires de grandeza.

"Hmm, digamos que no estás tan mal" dijo con ganas de molestarla.

"¿A sí?, ¿a cuántos más has besado?" le preguntó sintiendo un poco de celos.

"Solo a mi ex novio y un par de chicos más" dijo restándole importancia viendo la cara de pocos amigos que tenía la morena.

"Yo a tu edad ni siquiera había dado mi primer beso" dijo esta.

"No seas mentirosa, Santana me contó que a los 13 ya andabas de novia" dijo picándole las costillas haciendo que esta se riera.

"Está bien, tienes razón, además eso es pasado, ahora nosotras somos el presente y ¿Por qué no? el futuro" le volvió a dar un tierno beso para luego terminar de ver la película pero esta vez abrazadas y dándose uno que otro beso.

R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q/S&B/R&Q

Tres meses después.

Quinn y Rachel llevaban dos meses de novias, pero sus hermanas no sabían o eso era lo que ellas creían ya que Santana era tan astuta que ya sabía lo que le pasaba a su hermana quien andaba toda babosa por la rubia.

Era un día especial, ambas se quedarían solas en la casa ya que Santana y Brittany viajarían junto a sus hijos a New York ya que la rubia iría a ver su academia de baile, así que Rachel aprovechó de que Quinn tenía clases en su nueva universidad para preparar una cena para su novia.

Le tomó cerca de 1 hora preparar todo para luego subir a su habitación y darse una ducha mientras rogaba que la rubia aún no decidiera aparecerse. Se puso un jeans blanco, una camisa celeste y sus converses negras, se tomó el pelo en una cola y decidió que era hora de esperar a su amada en el living.

A eso de las 8 de la noche una rubia cansada de tantas horas de estudio llegaba a la casa encontrándose con una adorable morena parada al lado de una mesa perfectamente adornada, con algunas velas que le daban el toque romántico.

"Woow" fue lo único que pudo decir la rubia, no entendía como cada día que pasaba se enamoraba más de la morena.

Rachel se apresuró y tomó los cuadernos y mochila de la mano de su novia, dejó las cosas en uno de los sillones para luego guiarla hasta su asiento "Espero que te guste lo que he preparado, como sabes, no se me da muy bien con la cocina" dijo un poco apenada.

"El solo hecho de que tú lo hayas preparado me encanta" se dedicaron una hermosa sonrisa y comenzaron a cenar.

Mientras comían se contaban las cosas que habían hecho durante el día, se daban pequeños bocados la una a la otra, la morena le robaba pequeños besos a Quinn haciendo que esta se sonrojara. Fue una deliciosa cena, palabras textuales de la rubia mientras Rachel juntaba los platos y los dejaba en la cocina para comenzar a lavarlos, pero ex porrista tenía otros planes para su novia.

A lo largo de esos dos meses de noviazgo, ambas sentían deseos por la otra, Rachel se despertaba dura de tan solo haber soñado con su rubia, obligándolo a tomar largas y frías duchas para bajar su excitación mientras que Quinn se concentraba en sus estudios solo para dejar de pensarla y una que otra ducha también. Pero esa era la noche en que Quinn estaba segura de que quería que Rachel, el amor de su vida, fuera su primera vez.

La rubia abrazó a la militar por su cintura mientras repartía suaves besos por su cuello "Hoy estas muy guapa" le susurró en tono sexual haciendo que la morena tragara pesado.

"Tú siempre estas hermosa" le dijo Rachel continuando con lo que estaba haciendo.

"¿Por qué no dejas eso y vamos al dormitorio?, tengo una sorpresa para ti" le dijo con una sonrisa pícara en los labios.

"Así y ¿Qué sorpresa?" se volteó y encaró a la rubia.

"Sígueme y verás" la tomó de la mano y la guio hasta su dormitorio.

A penas entraron, Quinn se abalanzó a los labios de su morena quien respondió inmediatamente, poco a poco la ropa iba estorbando y por ende se iban librando de ella hasta que ambas quedaron solamente con la ropa interior de abajo, Quinn con unas bragas de encaje blanco y Rachel con una bóxer celeste con tres botones negros al frente, y para que decir que se notaba desde lejos su erección.

"¿Estas segura?" le preguntó la militar acercándose a su novia y depositándola suavemente en la cama.

"Nunca he estado más segura en mi vida" dijo mientras el acariciaba las mejillas y se fundían en un tierno beso. La morena comenzó a bajar por su cuello en donde lamió y dejó unas pequeñas marcas para luego seguir bajando hasta encontrarse con los pezones duros y erectos.

"Eres hermosa" le dijo para luego tomar un pezón en su boca mientras que con su mano libre masajeaba el otro ceno haciendo que la rubia soltara varios gemidos de placer, al cabo de un tiempo cambio de ceno dándole la misma atención que a su hermano.

"Amor, te necesito" decía jadeando, ya no aguantaba más, sentía como su clítoris palpitaba y sus jugos la mojaban. Esa fue la señal que la morena necesitó para levantarse y tomar un condón de la mesita de luz, lo ajustó en su pene asegurándose de que no se saliera y se ubicó en la entrada de la rubia.

"Cariño, te dolerá al principio pero luego sentirás solamente placer" le explicó recibiendo un asentimiento por parte de la rubia.

Poco a poco se fu introduciendo mientras veía como su novia hacia muecas de dolor "Me duele mucho" pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

"Tranquila, relájate y pasara" trataba de tranquilizarla mientras seguía penetrándola despacio hasta que sintió la barrera "Amor, esto te dolerá un poco más, pero verás que se pasará" la rubia se agarró de sus brazos y sintió como un intenso dolor le cruzaba en su intimidad, Rachel la había penetrado rompiendo su himen "¿Estas bien?" le preguntó un poco preocupada mientras repartía besos por todo su rostro.

"Uhm, muévete cariño" y eso fue todo, la morena comenzó a penetrarla lentamente, salía y entraba de la vagina de la rubia mientras que poco a poco iba adquiriendo más velocidad. Rachel se sentía tan feliz, ella era la única que había tocado a su princesa, había sido la primera vez de Quinn.

"Te amo pequeña" decía entre jadeos mientras la seguía penetrando.

"También…te amo" respondía esta quien se encontraba bajo los efectos del placer que le estaba brindando su novia.

Rachel salía y entraba dando golpes sordos, lo que indicaba que estaba cerca del clímax al igual que la rubia quien apretaba sus paredes vaginales alrededor del pene de la morena haciendo que esta se acercara cada vez más al éxtasis.

"Osita, estoy por correrme" decía la ex porrista mientras sentía como todo su cuerpo se adormecía preparándose para su primer orgasmo.

"Córrete para mi princesa" dijo Rachel mientras acariciaba el clítoris de la rubia con sus dedos llevándola así a la cima siguiéndola ella segundos después depositando su semen caliente en el condón.

"Te amo demasiado" le daba pequeños besos en el rostro a una cansada Quinn.

"Yo también te amo demasiado, eres el amor de mi vida" era el día más feliz de la rubia, nunca había imaginado que aquella morena, bajita pero fuerte se convertiría en el ser más importante de su vida, la amaba demasiado a pesar de solo conocerla de hace algunos meses atrás "No me imagino como sería mi vida si nunca te hubiera encontrado" confesó mientras se notaba el cansancio en su voz.

"Yo tampoco me lo imagino porque sé que junto a ti encontré mi hogar" y así se abrazaron y cayeron en los brazos de Morfeo.