Drabbe: Revista
* Tennis no Ouji-sama no me pertenece, le pertenece a Konomi Takeshi.
* Esta historia está hecha sin ánimo de lucro.
* Finalmente solo espero que disfrutéis de la historia.
Era una tarde de invierno, el instituto ya había acabado y los alumnos se diriguían a sus casas.
De repente mientras pasaban por delante de un escaparate de libros algo le llamó la atención a una chica de pelo castaño y recogido en dos coletas. Imperactiva y tirando del hombro de su amiga apuntó hacia el cristal.
-¡Sakuno, Sakuno mira eso!-
La susodicha giró el rostro para ver una revista de tenis que se encontraba expuesta en el escaparate.
-¿Qué pasa, Tomoka?-
-¡Ven, entremos y lo entenderás todo!-
-¡Wha-!-
Con un movimiento brusco Tomoka arrastró a su amiga dentro de la libreria.
-¡Con permisooo!-
-D-Disculpe-
Una mujer regordita les recibió con una sonrisa radiante.
-Adelante. ¿Buscabais algo en particular?-
-Esto... si le no le importa ¿Me permitiría echarle una ojeada a esa revista de tenis del escaparate, por favor?-
-Claro que sí, cielo.- La mujer tomó la revista y se la ofreció-Aquí tienes.-
-Muchas gracias-
"Me pregunto que tiene tan de especial este número..."
Pensó Sakuno mientras ojeaba las páginas una a una.
De repente se detuvo en un artículo específico.
Abrió los ojos sorprendida y no pudo evitar sonreír de felicidad. Un ligero rubor coloreó sus mejillas mientras una pequeña risa escapaba de sus labios.
Por la noche, en Estados Unidos un chico de pelo verdoso llegaba cansado a su casa.
-Hey, ¿No vas a saludar a tu padre, hijo malcriado?-
Ryoma, como casi siempre optó por ignorarle. Tras quitarse las deportivas se dispuso a subir a su cuarto de no ser porque su padre le detuvo zarandeando un paquete delante de sus narices.
-¡Hey, mocoso, te ha llegado algo de Japón!- Sonrió macabramente- Y por el nombre diría que es de parte de una chica.-
En ese momento Ryoma no pudo evitar sentir como su corazón daba un pequeño salto en su pecho, con algo de dificultad logró ocultarlo delante de su padre.
-¿Quién es esa "Sakuno", mocoso? Su nombre me suena... ¿No será la nieta de la vieja Sumire Ryuzaki, verdad?-
-Cállate, viejo.- Con un rápido movimiento le arrebató a su padre el paquete de las manos y se encerró en su habitación.
Mientras tanto, Nanjiro en el piso de abajo se llevó la mano a la barbilla en pose pensativa mirando de reojo la puerta del cuarto de su hijo.
"Parece que las hormonas han alcanzado al niño de una vez por todas. Aunque mira que ser la nieta de la entrenadora...
Buena suerte, Ryoma a la hora de lidiar con la futura cuñada Jehehehe"
En su cuarto, Ryoma sacaba del paquete una revista centrada en el deporte que le hacía sentirse vivo.
Confuso, tiró el envoltorio a la papelera y sentado en el borde de la cama comenzó a ojearla.
De repente notó que había una nota pegada en una parte específica de la revista.
Sorprendido sus ojos se abrieron más de lo normal al ver que el artículo era un top de los jugadores de tenis profesional, su ranking y al lado de algunas imágenes una entrevista.
Despegó la nota con cuidado y tras leerla sonrió arrogantemente.
Gambatte, Ryoma-kun, solo te falta dar un paso más y conseguirás ser el número uno del mundo.
¡Aunque para mí y los demás tu ya eres el número uno!
¡Porque sé que lo lograrás!
-Sakuno Ryuzaki-
"Thank you, Sakuno"
FIN
Espero de todo corazón que os haya gustado la historia y que sigáis apoyándome como siempre.
Muchas gracias a todos los que me leéis. Me hacéis muy felíz.
HASTA QUE SUBA OTRA HISTORIA...
SAYONARA!
