DISCLAIMER: Nier Automata no es mio, ni Zelda Ocarina of Time tampoco, ya que sus dueños son Square Enix y Nintendo respectivamente.

La historia en si será la misma como la conocemos, solo que habrán pequeños cambios y unos ciertos personajes que tendrán un rol importante en la trama.

Esta es una adaptación de los juegos de Nier: Automata en este prologo con la perspectiva de A2, y The Legend of Zelda: Ocarina of Time.

Prologo – Resurrección

Una chica de cabellos plateados llamada A2 habia llegado hacia la parte mas alta con la intencion de hacer entrar a un chico cuyo nombre era 9S en razon pero este estaba tan enfermo de la cabeza que no lograba escuchar nada de lo que se le estaba diciendo.

—Esta torre es un cañón gigante apuntando al servidor humano de la luna, si no hacemos algo, los datos que quedan de la humanidad serán destruidos. —advirtió A2 tratando de razonar con el chico, pero ese ya estaba muy mal de las facultades mentales.

— ¿Y que? Ya nada de eso importa ahora, ¿o no lo sabias? Ya no nos necesita es este mundo, la humanidad esta extinta. Ese servidor que tanto te preocupa se lo inventaron para darnos a los androides algo por el que luchar. —argumentó 9S ya muy lleno de odio en su voz mostrando rencor hacia la androide.

Fue entonces cuando el chico le reveló una terrible verdad, YoRHa se creo para perpetuar la mentira, para asegurarse de que nadie descubriera la verdad, cosa que él si hizo, nadie mas, diseñaron los androides para que se murieran, crearon una puerta trasera en el bunker programándola para que se activara pasado un tiempo.

— ¿La comandante? ¿Yo? ¿2B? Chivos expiatorios, todos nosotros. —continuó 9S mirándola con frialdad, para luego reir como un maniaco. —¡¿No es hilarante?! ¡¿No te dan ganas de reir?!

—9S… Nosotros… —le intentó decir algo A2 cuando el tipo la interrumpio de forma muy prepotente.

— ¡Cierra la boca, maldita zorra! ¡Mataste a 2B! ¡No hace falta mas para que nos matemos mutuamente, hija de puta! —espetó el mencionado poniéndose muy furioso.

— Mira, 2B odiaba matarte una y otra vez, le causaba un dolor terrible. —le confesó A2 lo que no sabia sobre la mencionada, a lo que el tipo se quedó callado, no queriendo escucharla mas porque su gran odio lo consumia y le habia nublado la mente por completo.

La androide le reveló que el tipo 9S era un modelo de alto nivel, por lo que todo el mundo sabia que él acabaría descubriendo la verdad, y entonces, A2 soltó la sopa con respecto a 2B, cuyo nombre solo era un apodo, su nombre real era 2E, Numero 2, tipo E, eran una clase especial de miembros diseñados para ejecutar a unidades YoRHa, en pocas palabras, esas unidades estaban hechas para matar a los propios androides.

— Pero eso ya lo sabias, ¿verdad, 9S? —inquirió A2 tras decirle toda la verdad sobre 2B.

— ¡Callate…! ¡Callate el hocico, maldita! —gritó enfurecido 9S apuntando a la chica con su espada, dispuesto a pelear. — ¡¿Tu que sabes?! ¡No sabes nada sobre nosotros!

En eso, el robot flotante Pod 153 le pedia que no peleara, pero 9s estaba de necio y le pidió que guardara silencio hasta que uno de los dos cayera muerto en combate, lo único que quería era pelear y matar a la desertora, tan solo eso. Estaba tan cegado por el odio como para escuchar las palabras de alguien como A2.

— Bueno… Queria ayudarte pero no me dejas opción…. —dijo la mencionada preparándose para pelear.

Y fue asi como los dos chocaron fuertemente las espadas, 9S intentaba golpear a la androide con todas su fuerzas, pero esta era mas rápida por lo que leia muy bien los movimientos y de inmediato bloqueaba cada ataque, con el propósito de hacerlo entrar en razón, pero ya era demasiado tarde, el chico ya estaba muy mal de sus facultades mentales.

9S intentó embestirla pero A2 reaccionó rápido chocando las espadas y de un movimiento derribó al chico y se disponía a acabar con él cuando de pronto…

— Cuida de 9S… —se escuchó de 2B en la mente.

— 2B… —dijo A2 parandose en seco justo antes de recibir un espadazo de 9S, quien a su vez por accidente también lo recibe y asi los dos caen al suelo, perdiendo los fluidos rojos que parecían desangrarse hasta morir…

— Supongo… que este es… mi fin… —habló A2 en tono muy débil mientras poco a poco sus fuerzas la abandonaban.

9S por su parte, se quejaba muchísimo tratando de quitarse la espada del torso y tambien a el le pasaba lo mismo, finalmente habia apuñalado a A2 pero el tambien corrió la misma suerte.

— Ya llegó tu hora, A2… Resucitarás… —se oyó la misma voz angelical hablándole a la androide quien casi dejaba de respirar.

— Si claro… —dijo la mencionada justo antes de finalmente fallecer sonriendo.

Y asi fue como ambos murieron dándose con todo y el arca blanca empezaba subir hacia el espacio.

No quedaba nadie de los YoRHa, cuando de pronto, el cuerpo de A2 comenzó a brillar en color dorado y comenzaba a desaparecer dejando particulas brillantes por todo el lugar, tomó unos minutos hasta que finalmente se eliminó el rastro de ella, o eso es lo que se pensaba…

LUGAR DESCONOCIDO – EN ALGUNA PARTE DE LOS CIELOS.

En los cielos de alguna parte del mundo, un mundo paralelo a la tierra desolada, sin la humanidad.

Un grupo de diosas traían cargando a A2 muerta en sus brazos, aunque ellas estaban conscientes de que ella era una androide, tenían una manera de resucitarla, y por ende, hacerla humana quitándole las partes roboticas, y poniéndole carne y hueso.

— Vamos, póngala en la mesa. —comandó una de las diosas mientras la ponían en el dicho.

— ¿Esta segura de eso, mi señora? —cuestionó la otra diosa.

— Ya hemos revivido a unas mujeres androides antes, y ella no será la excepción. —sentenció la mandamas en lo que se preparaban para realizar alguna clase de hechizo. —¿Estan listas?

— ¡Si! —afirmaron las demás.

— ¡Manos a la obra! —declaró la diosa mayor en lo que todas realizaban un conjuro en particular.

El cuerpo inerte de A2 empezó a flotar alrededor de la mesa y unos hermosos destellos blancos y una aura arcoíris rodeó su cuerpo, se escuchó como las partes metalicas se destruían pieza por pieza y la piel comenzaba a restaurarse, despues, se formaban los huesos, y finalmente, los órganos en su sistema.

Tras mucho tiempo, A2 habia sido transformada permanentemente en una humana, incluso mucho mas que humana por asi decirlo.

— Nos costó mucho trabajo, chicas… Pero fue un éxito… —suspiró la diosa limpiándose el sudor.

— Bien, tan solo queda esperar a que despierte, me imagino que tendrá muchas preguntas al respecto… —finalizó la diosa líder en lo que entre todas cargaban a la ahora 'humana' a la cama para que descansara cómodamente.

No se daba cuenta, que le deparaba el futuro, y ya no se trataba exterminar maquinas, era mucho mas que eso…

Durante ese tiempo que descansaba, A2 soñó que estaba caminando en el espacio exterior cuando de la nada se encontró con su otra yo, su versión androide, se veía muy inexpresiva, pero habia maldad en sus ojos rojizos, y poseía la misma espada que 2B le habia dado.

— Tu… Eres yo… —dijo la mujer desenvainando su espada.

Pero su otra yo no hablaba nada, tan solo se limitaba a hacer sonidos de combate, y fue asi como empezaron a luchar a espadas.

— Carajo… ¿Acaso tu tambien fuiste afectada? —espetó A2 al ver el color de sus ojos de la otra.

— Pues claro, chiquilla… Estoy muy celosa de que no te haya pasado eso… —siseó la clona riendo como loca.

La verdadera A2 llevaba una rara túnica verde acompañada de una gorra las armas que traía consigo eran un escudo con una insignia rara de un ave roja y un raro conjunto de tres triangulos juntados en cada esquina, dándole forma a la trifuerza, y la misma espada que utlilizó en su vida anterior como androide, la espada Type-40.

Las dos se golpeaban mutuamente a espadazos, solo que A2 sangraba por el hombro izquierdo, en verdad fue la primera vez que sintió dolor en esa zona y su otro yo tambien salio lastimada pero no sintió nada a diferencia de la otra.

— Ouch… Me duele… —masculló A2 tocandose el hombro lastimado.

Volvieron a chocar sus espadas con suma brutalidad apenas pudiendo rozar sus hojas filosas en el rostro, y de un momento a otro, A2 finalmente dio un gran espadazo que mandó a volar a su otro yo hacia el suelo, derrotándola…

— No esta mal... Peleas muy bien… Pero cuídate de los peligros que te esperan en tu nuevo mundo… —le advirtió su otro yo riendo malvadamente mientras desaparecia de su vista.

— ¿Que quiso decir con eso? Pod. —dijo A2 consternada por las palabras de la chica, solo para darse cuenta de que el robot flotante ya no estaba con ella. — Ah, claro… ya no esta conmigo esa cosa robotica…

A2 abrió lentamente los ojos, lo primero que notó es que no sentía lo metalico en su cuerpo, se sentía muy rara.

— ¿Dónde estoy? Me siento muy… Muy rara… —articuló la peliblanca mientras bostezaba alzando las manos hacia arriba, cosa que jamas hizo antes.

— Estas en los cielos de Hyrule, A2. — respondió la diosa de cabellos azules.

— ¿Hyrule? —cuestionó la mencionada en tono de sorpresa frunciendo el ceño. — ¿Cómo saben mi nombre?

— Hemos estado observándote durante todo este tiempo, lamentamos todo lo que ha pasado con tus compañeras, y tu rival llamada 2B. —respondió la peliazul dándole sus condolencias.

— ¿Todo este tiempo? Mis compañeras murieron protegiéndome, yo debería estar con ellas… Despues de todo ya he hecho lo que tenia que hacer. —expresó A2 lamentandose.

— ¿tu crees que tus compañeras les darían gusto de que desperdiciaras la segunda oportunidad que te hemos dado? — inquirió una diosa de cabellos rojos apareciéndose detrás de la peliazul.

— ¿Quiénes son ustedes? —preguntó A2 al ver a las diosas juntas, quería respuestas, quería la verdad.

— Soy Naryu, la diosa de la sabiduría. —se presentó la peliazul en tono amable.

— Farore, diosa del valor. —secundó la peliverde, que venia siendo la lider

— Din, la diosa del poder. —finalizó la pelirroja.

— Din… Farore… Naryu… Mucho gusto… —se presentó A2 por primera vez en tono timido, estaba comenzando a experimentar lo que un ser humano sentía.

—Bien, A2, seguramente tienes muchas preguntas que quieres hacernos, seguramente debes haber notado que no tienes las partes metalicas, ¿no es asi? —dijo la peliverde.

— ¿Partes metalicas? Un momento… siento unos golpecitos en el pecho, ¿Qué significa esto? —argumentó A2 tocandose el dicho lugar.

— Es tu corazón, querida. Has resucitado. —declaró Naryu haciendo que la ex androide se quedara boquiabierta.

— ¡¿Qué dice?! ¿Qué he resucitado? ¡Explíquenme! —demandó A2 ante la revelación.

— Que te hemos revivido, resucitaste como una humana, una Hyliana, A2. —explicó Din en tono tranquilo.

— Una humana… La humanidad se habia extinguido deade hace tiempo… —replicó la peliblanca intentando ser fría con ellas, pero le era imposible.

— Quizas del mundo de donde vienes si, pero no ya estas ahí, estas en Hyrule, la tierra de donde nacen los guerreros mas fuertes, y se que puedes ser parte de ello. — argumentó Farore en tono calmado.

—Que extraño, todavía recuerdo cada momento asesinando maquinas y todo eso, y que casualidad una voz angelical me habia estado llamando cada cierto tiempo. —confesó A2 ya tranquila.

— Es porque lo hemos estado haciendo, ya que se vienen los tiempos oscuros para nuestras tierras. —explicó Din la gravedad de la situación.

— ¿Tiempos oscuros? ¿Acaso una maquina esta invadiendo el lugar? —preguntó A2 atenta.

— No se trata de las maquinas, A2, se trata de algo mucho mas siniestro de lo que te hayas imaginado jamas. —le corrigió Naryu preocupada.

— De algo mucho mas siniestro… —murmuró A2 mientras comenzaba a entender el mensaje de las diosas, fue entonces cuando se le vino a la mente la pesadilla en donde esa niña salía huyendo con la mujer peliblanca y despues viera al niño rubio a punto de ser atacado por ese hombre de piel verde. —Ese hombre… Ese hombre de piel verde estaba a punto de asesinar a ese niño…

— Exacto, ese hombre de la raza Gerudo planea conquistar nuestras tierras, y ese niño es la única esperanza para que eso no ocurra, por lo que tarde o temprano saldrá del lugar que fue su hogar a emprender un viaje peligroso, y tu debes brindarle seguridad y apoyo. —anuncio la peliazul.

— Me estan diciendo… ¿Qué lo proteja? —preguntó A2 al oir la terrible noticia.

— Te lo pedimos porque hemos visto como protegías a esa forma de vida mecánica llamada Pascal, y la forma como te abriste a las demás maquinas de la aldea, y tu admirable esfuerzo de defenderlos de cualquier peligro. —aclaró la peliverde.

— Es verdad, pero era porque necesitaban mi ayuda, y yo creo que ese niño… tambien, asi que acepto su propuesta. —accedió A2 decidida mientras se levantaba de la cama.

— Asi se habla, A2, bueno, deja vuelvo un momento con la ropa que te pondrás. —dijo Naryu mientras desaparecia de la vista.

Despues de unos minutos, la peliazul regreso al lugar con el atuendo que la ex androide se pondría, con tan solo verlo, le recordó al niño pero no solo eso, sino el combate que tuvo en sus sueños contra su otra yo.

— Esta ropa… —expresó A2 sorprendida por el vestuario.

— Si, esta es la vestimenta que te vas a poner, para que puedas mezclarte con la gente del bosque Kokiri. —respondió Naryu mostrándole la túnica verde y la gorra, pero lo que le llamó la atencion es que tambien habian mallas blancas, una camiseta interior de manga larga del mismo color y unos guantes marrones acompañados de unas botas de cuero.

— ¿Kokiri? —preguntó A2 estupefacta ante la declaración.

— Los Kokiri son una raza que viven eternamente con el cuerpo de un niño, y en lo general llevan ese atuendo que ves al frente, ¿Ya te has visto tus orejas? —aclaró Naryu en tono casual.

La peliazul le prestó el espejo y fue asi como la ex androide dio una expresión de sorpresa, sus orejas se habian vuelto puntiagudas.

— Mis orejas, ¡mis orejas se ven extrañas…!

— Pues claro, es para que te mezcles con la raza de los Kokiris, y sobretodo los Hylianos, A2. —mencionó Din.

— Me gustaria que mis orejas tuvieran la forma humana…

— Lo siento pero es la única manera para que no te discriminen, para que andes libremente por la tierras de Hyrule. —explicó Farore.

— No hay remedio mas que mejor quedar asi, esta bien. —suspiró A2 derrotada.

Fue entonces cuando A2 se comenzó a vestir poneindose la ropa que le habia traido, la verdad, es que se miraba muy atrayente a comparación con su vieja ropa de la organización que tanto aborrecía, se miraba como toda una guerrera de Hyrule, y muy guapetona.

— ¿Cómo me veo? —preguntó A2 haciendo una pose sexy, muy raro en ella.

— Como toda una kokiri. —elogiaron las diosas. —Ah, es verdad, necesitas un nombre por el que te llamarán.

— ¿Un nombre? —cuestionó la ahora Hyliana, dado a que nunca fue nombrada cuando recién fue deplorada en su vida anterior como androide.

— Si, ya que les resultará raro que te llamen de esa manera, y pues necesitamos que te llamemos de manera que los ciudadanos, incluyendo ese niño, puedan recordar fácilmente. —mencionó Naryu pensativa.

Las diosas se pusieron a pensar un momento hasta que ya tomaron la decisión…

— ¿Qué tal si te llamamos Andrea? —sugirió Din.

— ¿Andrea? —dijo A2 enterandose de su nuevo nombre.

— Si, ese va ser tu nombre por el que serás conocida de ahora en adelante, ya no eres mas una androide de YoRHa, ahora eres una Hyliana que ayudará a ese niño a cumplir su destino con tu apoyo. —declaró Farore en tono serio.

De un momento a otro, una luz azul rodeó a A2, ahora conocida como Andrea, le despertaba la curiosidad, nada de eso le ocurria en la tierra desolada.

— Esa luz te llevará directamente a la pradera de Hyrule, al sureste del campo conecta al bosque Kokiri, ahí es donde vive ese niño que empezará su viaje. —explicó Din mientras se despedia.

— ¿La pradera?

— Lo sabrás pronto, adiós. —se despidió Naryu. —hay una casa de madera que fue construida especialmente para ti.

— ¡esperen! —A2 les iba a decir algo cuando fue transportada desapareciendo de la vista de las diosas.

— Estara bien… —dijo Farore esperanzada.

— Si, puedo sentir su voluntad corriendo por sus venas. —secundó Naryu.

— Ese niño y Andrea superaran juntos la dificultad que se les presente. —finalizó Din antes de separarse.

ESA NOCHE EN LA PRADERA DE HYRULE

Bajo la luz azul rodeándola, A2 bajó hacia el campo abierto de Hyrule, estaba en un nuevo mundo, no habia ninguna maquina por ninguna parte, parecía que habia entrado en tiempos medievales, sin tecnología de por medio.

En eso se le vino a la mente el momento de la huida de la niña, el hombre verde, y sobre todo, el niño rubio de las tunicas verdes.

— Me parece familiar este lugar… ¿Esto es Hyrule? —articuló A2 mirando alrededor de la pradera, a decir verdad, de alguna manera se sentía agradable a comparación de su otro mundo plagado de maquinas.

En eso avistó una misteriosa cueva que estaba rodeada de arboles, parecía que era tal y como las diosas se lo habian dicho, ese era el acceso al lugar donde vivía ese niño de la profecia.

— Vere si lo que dijeron esas diosas es verdad. —finalizó A2 justo antes de entrar.

BOSQUE KOKIRI

Tras pasar por la cueva y cruzar el puente, finalmente entró al bosque de los Kokiris, por primera vez en su vida se dio cuenta de que habia un gran rastro de humanidad al ver que habian unas personas rondando por los lares acompañadas por unas cosas brillantes que resultaban ser unas hadas, y no faltaban las miradas de algunos celosos por su aspecto físico, A2 era alta y los kokiris en lo general eran bajitos de estatura.

Sin importarle las miradas, procedio a entrar a la dicha casa que las diosas le habian construido, tenia algunos dibujos en color blanco, y no se percataba, de que estaba al lado de esa persona a la que tendría que brindarle apoyo por el resto de su vida…

FIN DEL PROLOGO

NOTAS:

Terminé el juego de Nier Automata hace unos días y pues me encantó la forma de que A2 intentara cambiar el destino de la tierra infestada de maquinas, y sentí que ella no tuvo tanta participación en la trama original del juego sino hasta la ultima parte de la Ruta C, y pues se me ocurrió escribir este fic con ella como la protectora de Link, espero que les guste.