Un one-shot corto que se me ocurrió. Verán ayer fue el cumpleaños de mi hermano menor y volví a casa inspirada luego de la cena que hicimos por su cumpleaños. Escogí a Amu y Ami porque ellas se llevan casi los mismos años que mi hermano y yo (él es ocho años menor) y porque la relación entre ellas me recuerda mucho a como nos solíamos llevar con él cuando tenía mas o menos la edad de Ami.
Es bastante corto, pero espero que les guste.
Onee-chan
- Onee-chan- escuché a Ami llorar. Miré a la puerta y la vi allí, con pequeñas lagrimas en sus ojos. No me había equivocado, estaba llorando.
Me levanté al instante de mi cama y fui a recogerla, le acomodé los mechones de cabello que le caían en la cara mientras le brindaba pequeño arrullos para que deje de llorar.
- ¿Qué te pasó?- le pregunté, en vista de que no iba a parar de llorar fácilmente.
- Monstruos…sueño- pronunció entre hipidos- Ami…tenía miedo- escondió su rostro en mi cuello y yo le acaricié su pequeña cabeza.
- Ya, ya, no tengas más miedo- la consolé- Ya estas aquí y no hay ningún monstruo, estás a salvo- la abracé más fuerte que antes- No hay que tener miedo.
Comencé a dirigirme a su cuarto, con ella en brazos, cuando se apretó más fuerte a mí y se quejó.
- No. Ami tiene miedo- se quejó- Ami quiere dormir con onee-chan.
- Esta bien- volví a hacer mi camino a mi pieza. La coloqué sobre mi cama y ella sola se acomodó entre las sabanas- ¿Mejor?
- Onee-chan duerme junto a Ami- ordenó, y yo suspiré antes de meterme en la cama junto a ella.
- Ahora, duerme. Mañana es domingo y vamos a salir de paseo.
Ella se acomodó a mi lado y yo la abracé, no podía evitar que me causara ternura la expresión que tenía cuando estaba medio dormida.
- ¿Mejor?- pregunté.
- Si. Onee-chan protege a Ami de los monstruos. Onee-chan es genial- me respondió antes de quedarse completamente dormida.
Me río ligeramente ante la idea de Ami. Me suena tan descabellada.
Pero siempre fue así, Ami me ve como una especie de heroína. A pesar de que yo no soy nada parecido a una heroína. Estoy llena de defectos, como todos, e incluso tengo algunas dudas más que la mayoría de la gente.
Soy indecisa, tengo miedo a los fantasmas y no logro ser honesta incluso con aquellos que más me importan. Y a pesar de todo aquello, sigo siendo la heroína de Ami, de manera incondicional.
No confío en mi misma la mayoría del tiempo, lo que suele ser un problema cuando tengo que enfrentar adversidades. Pero luego recuerdo a Ami, recuerdo su confianza, que es tan grande que alcanza para las dos. Y decido seguir intentándolo, por Ami.
Porque, aunque falle, aunque decepcione a aquellos que tenían algo de confianza en mi, nunca decepciono a Ami. Lo que sea que yo haga, incluso fallar, es algo increíble para ella.
Por eso sigo luchando, por eso cada día me esfuerzo para superarme, para algún día llegar a ser esa heroína que ella cree que soy. Es un camino largo, lo sé, pero daré todo de mí para que Ami mantenga su confianza en mí, y que por una vez no sea mucha más de la que me merezco. Lo haré por aquella pequeña que gastó su primera palabra en llamarme, por Ami.
Por aquella que desea ser como yo. Aunque yo no quiera eso. No es que me moleste que ella quiera imitarme. Pero prefiero que Ami sea solo ella, solo Ami. Es mil veces mejor que ser Amu, y es lo que ella es. Ami es dulce, es fuerte, es decidida y Ami esta llena de confianza, en ella misma y en los que la rodean. Por eso deseo que crezca para seguir siendo Ami, no Amu.
Sonrío, ella tomó mi mano con fuerza, talvez por un mal sueño, pero ya la soltó y sonrió débilmente, aún dormida.
- Onee-chan no es genial. Onee-chan es solo onee-chan. Pero Ami-chan si es genial- le susurro antes de dejarme vencer por el sueño yo también.
