RESUMEN: Aunque esta historia es la inmediata continuación de G8 en Berlin (ambas partes), Mon lapin y La Vie en Rose, no es necesario haberlas leído para entenderla, solo tienes que recordar que Inglaterra estaba con América, luego se enamoró de Francia y lleva desde entonces intentando arreglar el desastre.
Aunque por un asunto que descubrirás a lo largo de este capítulo, tal vez apreciarías recordar un poco el final de All I Care About, pero tampoco es imprescindible.
Dicho esto, L'Himaruya en Rose y PARTY HARD!
Inglaterra llora por dos horas y cuando se le acaba la Ginebra, se va a por su capa buena, sus grimorios y velas, varitas plantas piedras mágicas, hadas y cuantas cosas mágicas pueda encontrar, toma las llaves del Rolls Royce y se dirige hasta Stonehenge. No choca con el coche de milagro y lleva un CD de queen a todo puñetero volumen cantando hasta que le duele la garganta. (Y la gente de Inglaterra debe de empezar a pensar que hay algo terrible que está a punto de pasar mientras en Francia llueve a cantaros y creo que hasta hay un huracán en el mediterráneo).
Francia entreabre los ojos y mira el techo cerrándolos otra vez porque aquí está calientito y agradable. Y no se quiere despertar. Intenta girarse un poco sobre sí mismo y se da cuenta que definitivamente no puede, tiene un bulto encima que se lo impide. Parpadea y se despierta un poco más porque el bulto no es moreno ni albino, que son los dos bultos con los que habitualmente sí se despierta. Levanta las cejas.
Antes que pensar en donde está y con quien, Inglaterra necesita que el cerebro deje de martillearle y de sentirse mareado como una sopa, más aun cuando el colchón sobre el que duerme se mueve.
Se acuerda de anoche... y se acuerda de lo que pasó anoche. Sonríe de lado porque ha estado bastante bastante bien y está seguro de que el inglés ha hecho el suficiente escándalo para no tener el que ir a confesarle a Austria absolutamente NADA. Bosteza estirándose.
—Nnnn —protesta el inglés porque sabe bien quien es quien está bajo él aun sin abrir los ojos
Francia hace los ojos en blanco y le sopla en un oído, despertando a la fiera aunque sabe que va a arrepentirse de ello en cuanto abra los ojos y le pegue y se largue y le insulte... como si no le conociera. Aun así, es incapaz de solo quedarse ahí con él tan tranquilito.
—Nnnn stop —protesta y siente que su boca no está pastosa... tal vez lo de Stonehenge fuera solo un sueño. Francia se ríe un poco, estira la mano y le da una palmada en el culo—. Ugh... debiste irte. Me duele un montón la cabeza.
—¿Irme yo? Mira qué cómodo... debiste irte tú si tanto te dolía.
—No me voy a ir yo de mi casa, git —suspira sin moverse ni soltarle de todos modos. Francia levanta una ceja porque esto es bastante raro.
—¿Ahora resulta que tienes amnesia también, rosbif? —pregunta levantando la cabeza igualmente para checar... ¿que no estaban en Berlín? Sí, esto no era Londres.
—No tengo amnesia, venga... muévete. Ya has dormido aquí, America podría venir —sigue con los ojos cerrados sin empujarle ni un poco. Francia levanta las cejas y se queda en silencio unos segundos.
—Que venga, puede que me lo tire a él también, si a estas vamos.
—¿Eh? —levanta la cabeza y parpadea un poco.
Se ríe y se estira otra vez como gato mirándole de reojo y bajando la mano a buscarle ahí de bajo... preguntándose por un momento si ya se le ha pasado del todo el efecto del vinagra o quizás tenga suerte y pueda repetir ahora en la mañana lo de anoche.
—No, no, please... tengo la cabeza que me va a estallar —pide cuando nota la mano, apartándosela, sonrojándose un poco.
Levanta las cejas... ¿le había dicho PLEASE? Parpadea incrédulo ante eso despertándose cada vez más.
—Pleaaase —se burla en automático.
Inglaterra ignora eso y se da la vuelta quedando con la espalda al colchón, al lado de Francia, pensando en América yendo a hacer quién sabe qué ayer con Rusia, tenía que llamarle y asegurarse que estaba bien, al menos, solloza un poco rebasado de nuevo al pensar en eso, con las manos sobre la cara. Francia parpadea dos veces y le mira como si fuera una araña extraña en su cama.
—¿Qué demonios te pasa?
—Tengo que llamarle —suspira muy profundamente.
—¿Llamarle a quién?
—A America —le mira de reojo con los ojos llorositos.
—Tienes que... —levanta una ceja, le mira a los ojos llorositos y se incorpora un poquito en la cama —. ¿Qué pasa? ¿Se murió alguien?
—Espero que no —vuelve a suspirar y nota que el cuarto no es su cuarto. Parpadea mirando alrededor y se incorpora un poco tratando de saber dónde están. Francia sigue mirándole a la cara fijamente.
—¿Estás... lloriqueando?
—¿Dónde estamos?
—¿Cómo que donde? Pues en la cama, ¿dónde más?
—¡Este cuarto! No estamos en London.
—El día de hoy sí que estás especialmente lento... no me digas que no estamos en London! DE verdad?! —falsa sorpresa.
—Pero volvimos ayer... —se pasa una mano por el pelo y se levanta agobiado, sin notar que aun va desnudo.
—¿Volvimos? ¿A dónde? Angleterre... deja de intentar hacerme pensar que estoy en una de tus locuras...
—A London! —exclama abriendo la puerta y mirando el pasillo. Cierra la puerta de golpe al reconocer el pasillo, llevándose las manos a la boca y da un par de pasos hasta caer de espaldas sobre la cama.
—¿Volver a London de dónde exactamente? ¿De Berlín? Cheri, creo que te estas adelantando un poco a los hechos...
—¡Estamos en Berlín! —exclama sin poder creerlo, mirándole con las manos en la boca, sin poder creer que esté ahí tan tranquilo y esté ahí los dos haciendo esto tan peligroso en la cara de Alemania y Austria.
—Qué listo, Sherlock...
—¡¿Y qué haces en mi cuarto?! Germany y Austria están ahí! ¡Todos están ahí!
—Y después de lo que has gritado anoche, toooooooooooodos se han enterado —asegura sonriendo con suficiencia.
—W-WHAT?
—¿Pues qué esperabas?
—¡No! ¡Esto es una estupidez! ¡Es la estupidez más grande y peligrosa que podíamos hacer! ¿Cómo hemos llegado aquí?
—¿Cómo que cómo? Pues... después de cenar ayer. Angleterre, ¿qué demonios?
—No! Nononono! HOW? WHY?
—Cómo que how, why? Autriche te invitó a cenar como parte de sus invitados "sorpresa".
—W-What? ¡Pero hace días de eso! Y no hicimos nada, ¡si sabíamos que nos habían invitado expresamente para ver si pasaba!
—Eh? Sabíamos... eh? —Francia parpadea descolocado
—France, espabila! ¿Quién es el lento ahora?
—Qué coño sabíamos, ¿desde cuándo Autriche está interesado en nuestra vida sexual? Si fuimos nosotros quienes la organizamos a ver si de una buena vez por todas se acostaba con Suisse.
—Desde que cree que... ¡No me vas a hacer explicarte esto otra vez! Y menos ahora. Tenemos que salir de aquí sin que nos vean. ¿Y qué importa si se acostaba o no con Switzerland? —busca sus pantalones empezando a vestirse.
—Pues importa tanto como que tú y yo nos acostemos… De hecho a él le importa más acostarse con Suisse. ¿A dónde vas? —pregunta a pesar de que... bueno, siempre se iba, sí, pero esta vez parece aún más raro que se vaya... así.
—No, claro que no importa lo mismo, ¡ellos creen estar en peligro y eres tú quien lo está!
—Moi? ¿En peligro de qué? ¿De que me mates y te escapes por la ventana?
—France, en serio... ¡tenemos que largarnos de aquí antes de que sepan que hemos dormido juntos! ¡Solo falta eso!
—Espérame... espérame, eeeespérame. Me estás diciendo que estás consciente de que hemos dormido juntos... toda la noche. Nos hemos revolcado en la cama como un par de adolescentes y te has venido no una, sino DOS veces...
Se sonroja con eso pensando que es una pena que no se acuerde porque suena súper sexy y peligroso... y están locos. Francia parpadea y parpadea otra vez porque... No está gritándolo como loco ni matándolo por decirlo, ni NEGÁNDOLO.
—Ehm... ese no es el asunto importante ahora. ¿¡Por qué no te estás vistiendo!? —protesta sin poder creerlo.
—¡Pero qué te pasa! ¿Si oíste que te dije que tuvimos sexo sucio?
—¡Deja de gritarlo que te van a oír! Bloody hell! —vuelve a sonrojarse apretando los ojos
—¿Me van a oír? ¿Ellos? ¡¿Y qué coño hay de... qué te pasa?! —se levanta, desnudo como va, acercándose a él con los ojos muy muy abiertos
—¡¿Que me va a pasar!? ¡Que estamos locos! ¡Y tenemos que largarnos y tú no te mueves!
—Largarnos a dónde... vale... espera, quieres que tú y yo nos larguemos... ¿JUNTOS?— pregunta descolocado.
—Pues... —se detiene, sonrojándose más, porque sí, justo eso decía, aunque no sonaba algo tan raro y vergonzoso hasta que lo ha dicho Francia en voz alta de esa forma—. OK, vale, vale, quédate tú si quieres, me largaré yo solo.
—Espeeera, espera—levanta las manos para detenerle otra vez—. No estás enfadado conmigo por... es...
—¿Enfadarme? W-Well... —vacila—. Es obvio que esto tiene que ser tu culpa porque es una tremenda irresponsabilidad y ni sé cómo hemos llegado aquí.
—Pues... Es... ¡¿Qué te pasa?! —levanta las cejas.
—¡Que no te mueves y estás ahí tan tranquilo!
Lo impresionante es que empieza a moverse para vestirse, solo porque el inglés está completamente extraño e histérico y por una vez no agresivo del todo con ÉL. Es algo que no puede describir.
—No entiendo que pasa si se enteran que nos acostamos... Todos deben saberlo ya.
—Pues ni siquiera sé qué planearían realmente hacer, pero ¡igualmente nadie puede enterarse!
—Es decir, ¿estás bien con que lo hagamos siempre que Autriche y Allemagne no lo sepan? ¿Desde cuándo?
—Pues no está bien pero... —aprieta los ojos volviendo a sentirse culpable y busca su teléfono. Francia se pone los pantalones y la camisa, mirando al inglés de reojito aun con sospecha.
—¿No está mal, entonces? Vale... Ese es un memo que no recibí. Si es lo que quieres quizás te lo conceda aunque no sabía que estuvieras tan desesperado —asegura peinándose un poco.
Cuando Inglaterra saca el teléfono se queda paralizado sin escuchar a Francia porque este es un teléfono viejo, ha tenido un par desde este. Frunce el ceño y lo enciende, mirando que de veras sea el suyo.
—Vale, esto no tiene gracia.
—Como si lo tuyo tuviera mucha.
—Me refiero a mi teléfono. ¿Dónde está y que hace este aquí? Se supone que se rompió.
—¿Y yo qué demonios voy a saber qué hiciste con tu teléfono, Angleterre?
—Es que además dice que estamos en mayo de hace un año. ¡Tengo este teléfono guardado roto en casa!
Francia hace los ojos en blanco pensando que esto ya es un poco aburrido.
—Tengo hambre, así que si no vas a llevarme a un lugar caro a desayunar, ni a darme un besito de los buenos días...
—Pues date prisa, ya comeremos por ahí... es que mira, están todos los emails y todo de hace un año, ¡no actualiza las cosas! —sigue, sin hacer mucho caso.
—No quiero ir a cualquier sitio, quiero ir a un BUEN restaurante... y que tu pagues —asegura poniéndose los zapatos —. ¿Y qué demonios te pasa? He dicho que si me das un besito.
—¡No te voy a dar ningún bloody besito! ¡Tenemos que irnos!
Francia abre la boca de verdad... IMPRESIONADO con toda la actitud generalizada.
—Venga, ¿qué te pasa? Estás muy raro... —le mira y se le humedecen un poco los ojos pensando que solo está haciéndose el tonto para no ahondar en el drama, pero es que esto es un desastre ¿Cómo habían podido hace esto en Berlín? De hecho, ¿qué demonios hacían en Berlín? Sacude la cabeza y decide que tiene que llamar a América... aunque preferiría no hacer mucho ruido y más si tienen que marcharse enseguida. Se muerde el labio y solo le escribe "Hello... are you alright?"
—¿Yo estoy muy raro? Tú estás la madre de todas las rarezas juntas, ¡creo que esta vez sí que has perdido la razón! —asegura mirándole con desconfianza sin poderse creer que puedan hablar de besitos sin que Inglaterra le grite y le pegue y salga corriendo. Quizás lo que debería hacer, empieza a urdir un plan, es salir con el "escapando" y en el medio de todo darle un besito de verdad para hacerle quedar mal y que TOODOS vean que sí que lo hicieron ayer.
—Bla bla bla —responde medio burlón sin hacerle mucho caso, mordiéndose el labio al mirar el teléfono esperando la respuesta de América.
"Hey. What's up? Are you alright?"
"Yes, yo estoy bien... pero tú, ¿cómo fue ayer con Russia? ¿Necesitas que vaya? ¿Vas a venir a London?"
"Con Russia? What? ¿Quieres que vaya? :D"
"Estabas con Russia ayer"
"Ugh. No"
Francia le da un golpecito al inglés en la frente por no hacerle caso y le arranca el teléfono de la mano mirando con quien escribe.
—Ah! Ameeeerica, Ameeeerica! ¡Hoy sí que no te he echado de menos!
—What? Stop! ¿Qué haces? —protesta Inglaterra intentando quitárselo, sonrojándose un poco. Francia se ríe maligno intentando leer, alejándose de él—. Devuélvemelo, git! ¡Es importante! —chilla e intenta picarle o algo para recuperarlo.
—¿Le escribes mensajitos de amor? He de decir que me parece bastante mala estrategia de tu parte irle a contar que nos acostamos anoche —asegura metiéndose el teléfono en la parte de enfrente de los pantalones para que vaya por el sí se atreve
—Of course not! —se sonroja con eso—. ¡Le estoy preguntando lo de Russia! —protesta y aun se sonroja más cuando ve donde lo mete.
—¿Qué de Russie? —se ríe por su cara de tonto.
—¡Pues lo de ayer! Estaba haciendo cosas raras y por eso nos fuimos —exclama sin poder creer que le esté preguntando, vuelven a humedecérsele los ojos. Francia inclina la cabeza tratando de leerle.
—¿Nos fuimos quiénes? ¿Estabas con él antes de venir aquí? ¿Cosas raras de qué? —da un pasito invadiendo su espacio vital poniéndose de pie en su misma baldosita.
—France, de verdad... hablamos esto luego, ¿vale? No sé porque te haces el tonto, pero de verdad tenemos que salir de aquí sin que nos vean —da un pasito atrás incómodo igual.
—Pero si ayer TODOS nos vieron hablar y cenar con ellos... —se le acerca de nuevo—. Y dudo que alguien esté muy interesado... De hecho estoy seguro de que anoche alguien nos vio mientras te hacia yo eso —gesto descriptivo—, en la puerta. ¡No seas tan ridículamente pudoroso, hombre!
—W-What?
Se escucha de fondo un MUY buen gemido ahogado.
—Oh... —Francia se distrae con él, levantando las cejas
—Oh, my god —protesta Inglaterra—. Bueno, por lo menos sabemos que Austria está ocupado, vamos —le toma de la mano y tira de él
—Merde, Suisse siempre va a hacer que ga... —se queda paralizado al ver que le toma la mano dejándose tirar, desde luego.
Inglaterra abre la puerta y saca la cabeza mirando a ambos lados del pasillo, le mira, le hace un gesto para que guarde silencio y tira de él para que salgan.
—¿Ahora estás jugando al 007? Si serás ridículo —hace los ojos en blanco y sonríe haciendo todo el ruido que puede con los zapatos. Se escucha otro muy buen gemido.
—¡France! —protesta apretando los ojos, en un susurro.
—Si vas a gritar mi nombre debería ser haciendo otra cosa —asegura el francés.
—¡Que no grites!
Hace los ojos en blanco de nuevo.
—¿O qué? Dudo que interrumpamos a alguien —se le repega y empuja—. Tengo hambre, vamos a la cocina.
—¡No, vamos! ¡Nos verán todos! —tira de él hacia afuera.
Se oye un silbido y Alemania sale de la cocina con una charola en la mano.
—Ah! Guten morgen —saluda cuando les ve y si no le conocieran mejor incluso parece que sonriera. Se sonroja eso sí, sin mirarles demasiado. Inglaterra suelta a Francia y se separa de él como cinco metros.
—E-Estábamos... hablábamos de... e-el G8, estábamos reunidos nada más, hablábamos sobre la presentación de Russia.
—No es verdad, Angleterre me hablaba de lo maravilloso que le había parecido el sexo anoche —asegura Francia y le cierra un ojo a Alemania—. ¿Tú qué tal?
—WHAAAT?
Alemania carraspea y se sonroja y se revuelve un poco pero no puede evitar parecer de buen humor. Francia se ríe del grito de Inglaterra.
—Ahm. Yo muy muy bien también, Danke. Hay café en la cocina y voy a... Yo... A... Ehm... A-Ahora nos vemos.
—No estábamos... No! ARE YOU CRAZY!? —le grita a Francia.
Alemania le mira a uno, luego al otro y se encoge de hombros agradeciendo que Francia no esté cotilleando TANTO de él después de anoche. Silba otra vez subiendo las escaleras.
—Es... ¡ES OBVIAMENTE UNA BROMA! —se ríe histéricamente—. ¡Más quisieras tú, frog!
—¿Yo? ¿Loco yo? —Francia hace los ojos en blanco y le mira irse—. ¿Ves? No se paró el mundo ni se acabó. Él está feliz por tirarse a Italien.
—Germany, ¡hablo en serio! —grita histérico, yéndose tras él. Alemania se detiene y le mira de reojo maldiciendo no haberse podido escapar.
—Ehm... Vale.
—E-Es una broma, ya sabes cómo es, yo estoy con America...
Alemania levanta las cejas y Francia también.
—Oh, brillante manera de comenzar una relación... —asegura Francia.
—Oh... Con América. No lo sabía, yo pensé que... Bueno... —mira a Francia.
—What? —parpadea y se sonroja un poco con las caras de los dos—. I mean... I hate him! I hate them! America and France, les odio a los dos, ¡son unos idiotas!
Francia se mete la mano al pantalón y saca de ahí dentro el teléfono de Inglaterra. Alemania vacila con un "ehhh me da igual, Italia me está esperando arriba, desnudo, en la cama... Y se le enfría el desayuno"
Inglaterra traga saliva, sonrojado, sin entender qué pasa con ellos.
—Pfff...Yo creo que estas inventándotelo todo. Vamos, deja al pobre hombre ir arriba tranquilo y llevarle desayuno a Italia, en vez de estar chilloneando sin sentidos que NO vas a ponerme celoso —Francia tira de el del brazo
—Whaat? —se vuelve a él ahora sí sin entender nada en lo absoluto, hasta desconsolado—. ¿Q-Qué está pasando? ¿Has hablado con él?
Francia tira más de él y luego le suelta metiéndole un poco de mano en el camino. El británico traga saliva y hasta se le humedecen un poco los ojos por lo rebasado que está con esto, ya empezando a rendirse de todo.
—He hablado con él, oui. Para decirle que haríamos la cena y para que me diera dinero para hacerla... —le mira a la cara considerando esto súper súper raro porque en cientos y cientos de años nunca se han despertado después de tener sexo para comportarse así como se están comportando ahora, casi como un EQUIPO. La cara que le pone hace que le ponga suavemente una mano en la espalda.
—¿Qué cena? —se limpia los ojos. Francia suspira poniéndose incluso nervioso porque... Es que están hablando civilizadamente como hace mucho tiempo que no hacen.
—Una para que Suisse y Autriche volvieran a... Estar juntos. Como puedes oír funcionó y hasta con creces. ¿Por qué lloriqueas?
—What? Hace un montón que Austria y Switzerland están juntos, como desde el verano pasado —vuelve a limpiarse la cara intentando aguantarse.
—Quoi? No es verdad... ¿Que no les viste anoche?
—¿Anoche? —parpadea
—Mon dieu contigo, que no te has enterado de nada? Oui, anoche, con la fondieu. ¡Mientras tú estabas completamente encandilado conmigo y mi belleza pasaban otras cosas interesantes! ¡Si pasó en la sala!
—No estaba encandilado con nada, anoche fui a Stonehengue y... —levanta las cejas al notar eso, sabe que estuvo haciendo alguna magia rara, aunque no sabe muy bien cual... podría ser que...
―Stonehenge.
—¡Déjame tu teléfono!
—Ayer viniste aquí... Y no parecías drogando en realidad. ¿Para qué lo quieres?
—Porque el mío no funciona, ¡venga!
—Pues yo veo que sí que funciona. No sé ni dónde está mi teléfono —se mete las manos al bolsillo de atrás y lo saca—. Como hagas una llamada incorrecta le escribo a Amerique que lo amas.
Inglaterra se lo quita de las manos mirando que tiene la misma fecha que el suyo, se lo cambia para ver el suyo levantando más las cejas.
—¡No está roto! ¡De veras es esta fecha! —exclama entendiendo que ha vuelto en el tiempo.
—¿Acaso te deje idiota de placer después de anoche? Claro que es la fecha —le arranca su teléfono.
—¿Y qué fue lo que...? ¿En serio ayer fue cuando liasteis a Switzerland and Austria? Oh my god!
Francia mira al cielo y le da un empujoncito porque cree que le está tomando el pelo.
—También ayer se acostaron Allemagne con Italia y —sonríe—. Prusia y Hongrie.
—Pero entonces... ¡tú no te acostaste con Russia! ¡Ni te rompiste la cadera!
—Quoooi? Non, no me acosté... ¿De qué estás hablando?
—WAIT! ¡Eso significa que NO estoy con America! —chilla de repente.
—Necesito café —decide Francia empezando a caminar a la cocina.
—No! ¡No lo entiendes! ¡Lo he arreglado! —sonríe un poco, siguiéndole.
—¿Arreglado? ¿Qué has arreglado? —le mira a los ojos.
—¡Todo! ¡TODO! ¡Ya nadie nos persigue, ni nos asedia, ni tenemos que tener miedo, ni remordimientos, ni culpa! Ya no le haré más daño a nadie... —es que la forma en la que sonríe, tan ilusionado.
Francia se detiene en la puerta de la cocina y me mira levantando las cejas y sonriendo un poco... pensando de nuevo que hace AÑOS que Inglaterra no sonríe ASÍ a su alrededor.
—Y no tenemos que escondernos —es que está a punto de saltarle a los brazos y darle un beso de puro alivio, pero se detiene a si mismo de golpe, casi dejando de sonreír al instante—. Ni tampoco...
Francia se cruza de brazos y espera a que siga, inclinando la cabeza.
—Ni tampocoooo...
Inglaterra se sonroja, pensando que "ni tampoco hay nada que esconder" da un pasito atrás. Francia da un pasito hacia él, el mismo que dio atrás.
—Aja?
El británico se sonroja más y gira la cara, tragando saliva y volviendo a apartarse.
—¿Ahora qué?
—W-What?
—Pues ahora qué mosco te ha picado que de repente te sonrojas... —se ríe y levanta la mano para hacerle un cariño en la cara.
—¡No me he sonrojado! —se sonroja más y se aleja un poco, asustado, pensando en que Francia... no le quiere, ni está enamorado de él ahora y ese es el precio a pagar por volver atrás y no hacerle más daño a nadie ni contarle nunca a America.
—Oh, sí que te has sonrojado. Casi parece que acabas de darte cuenta de que existo —otros dos pasos hacia él.
—P-Pues... —vacila y carraspea levantando las manos para detenerle—. No ibas... ¿no ibas a desayunar?
—¿Vas a invitarme? Tú has dicho arriba que lo harías.
—Has dicho que irías a tomar café y no querías ir.
—Si estás así como estas quizás sí que quiero que me invites —sonríe malignamente—. ¿No estabas muy interesado en salir corriendo hace un minuto?
—Ehm... y-yes... debería irme. Yes.
Extiende la mano y solo por fastidiarle (y porque le gustaba más como estaba hace un par de minutos, contento y relajado junto a él), le toma de la mano.
—Vamos.
El inglés traga saliva y se sonroja de nuevo, pero no hace para que le suelte, aun pensando un poco en esto y en las cosas que han pasado y no en este tiempo.
Mayo del pasado año… nada del último año había sucedido todavía entonces. La cena con la Fondue en Berlín, cuando pusieron Viagra. Cuando estaban de Celestinas con Austria y Suiza.
Eso sí lo recuerda, pero eso significa que nunca se encontró con América al irse de ahí, que nunca se acostaron, que nunca decidieron ser boyfriends, que no se pasó dos días en Kilt corriendo por todo Nueva York, que Francia no se acostó con Rusia en su casa a la siguiente reunión, que no le rompió la cadera y por eso tuvieron que quedarse en Londres que nunca se acostaron después a los pocos días de empezar una relación con América haciéndole sentir culpable y completamente miserable..., que nunca le cantó Padam Padam, que nunca se siguieron acostando después, que nunca fue a buscarlo a Paris con flores y que nunca nunca pasearon por Paris como si la vida hubiera sido color rosa.
Bueno... ¿qué con esto? Tenemos un terror horrible a vuestra reacción, así que ahora que POR FIN ya se explica todo... Ugh, no seas muy dura.
No olvides agradecer a Kaarla su edición.
