Disclaimer: Sengoku Basara no es mío.
Personajes: Kojuurou Katakura, Masamune Date. Pude considerarse Katakura/Date
Género: Drama
Clasificación: PG / T
Advertencias: Spoilers de los episodios 6-7 de la primera temporada. Nada del otro mundo, igualmente.
Palabras: 309
Beta: Lyn
Nota: Para el histeria fandom de livejournal y dedicado a riot :3 Por otra parte, comento que en esta parte del anime no llueve, pero... Bueno, es fanfiction xDU
El cielo de acero negro, de lamentos, reflejaba su estado de ánimo. La lluvia, ese llanto incesante, parecía querer lavar la sangre seca de las vendas y las heridas frescas en su ánimo, mas aquel persistente aguacero no sería suficiente. Tampoco una tormenta. O un torrente de aguas coléricas.
Como si su cuerpo se hubiera esculpido en piedra, Kojuurou se hallaba arrodillado fielmente al lado de su señor. Bajo las mantas amablemente prestadas por el Tigre de Kai, Date Masamune respiraba con lentitud y suavidad, desconectado de toda realidad y conciencia. Su pecho subía y bajaba mientras su cuerpo trabajaba para recuperarse y volver una vez más al campo de batalla; brillar una vez más.
Con los puños apretados sobre sus rodillas, el Ojo Derecho del dragón observaba a la bestia apaciguada involuntariamente. El gran guerrero de azul parecía un hombre común y corriente. Por lo menos, aquellas condenadas armas de fuego habían probado que él, el Dragón de Oshuu, también era mortal a pesar de su destreza y esplendor en el combate.
Y que la vida de Masamune estuviera en juego no era cosa más que un producto de su descuido, o al menos eso era lo que Kojuurou creía firmemente. Había confiado demasiado en las habilidades de su señor, había sido su propia negligencia la que había dañado el cuerpo de Date, había sido su culpa por no haber protegido a su amo. ¿Cómo podía llamarse su ojo derecho si ni de escudo servía?
Una vez más observó el cuerpo que yacía a su lado. No sabía decir si un retazo de su alma escapaba cada vez que el dragón exhalaba, o si un aire de vida volvía a sus venas cuando inhalaba.
De ser el destino de Masamune más negro que el cielo lluvioso, la katana gris brillante de Kojuurou se hundiría en sus rojas entrañas.
¡Gracias por leer!
