Poseído

Sinopsis: Ésta es la historia de un Harry Potter en Hogwarts, poseído por el recuerdo de un diario. O tal vez no.

Disclaimer: Harry Potter y sus personajes no me pertenecen. Todo es propiedad de J. K. Rowling y los derechos cinematográficos para Warner.

Parte de este fic ha sido creado para el "Reto Especial: Mi Amigo Invisible tiene fantasías" del foro "El Mapa del Mortífago"

Y está especialmente dedicado para... ¡Lynette Vongola Di Hibari!

Su petición (y la que más me llamó la atención), fue la siguiente: "Un Volrry muy sádico y Dark, de esos que te dejan con la boca abierta de espanto y morbosidad. De preferencia que haya público Voyeur (me encantaria ver a un Dark Harry gemir como puta delante de sus horrorizados amigos c:)."

Pues bien, Lynette, te comento que no soy de escribir sólo sexo sin argumento, así que escribí una especie de short-fic, en donde a lo largo de la lectura reflejará tus fantasías pedidas anteriormente. Espero que te guste ;)

ADVERTENCIAS: Slash. Intento de PWP, por lo que el ligero OoC puede estar a la orden del día. Semi-AU, alterando algunas cosas y escenas para que podamos leer a un Dark Harry con tendencias voyeur... y la lista continúa.

Notas Finales: Resulta algo gracioso, pero este fic originalmente iba a ser un Oneshot, que escribí desde un principio para otra persona que consideraba muy cercana a mí. Por razones de la vida, ella escogió otro camino y para no dejar esta idea guardada (y próximamente olvidada) en el baúl virtual de los recuerdos, decidí retomarla y agregarle lo que Lynette fantaseaba por leer.

BetaReader:La hermosa Ludna. Gracias, nena.

En fin, ¡disfruten de la lectura!


I.

Prefacio

Las cosas ciertamente no le estaban saliendo bien, según lo esperado. Casi todas las miradas de sus compañeros y de otras casas en Hogwarts ascendían en vez de seguir esperando lo contrario; más no se detenía a contemplar sus rostros, porque lo que sólo podía vislumbrar era odio, confusión y temor. Le temían, incluso, algunos le despreciaban y todo causado por un rumor sin fundamento.

Carajo, si hasta Ron y Hermione tuvieron sus interrogantes en cuanto a lo que estaba pasando en el castillo, porque todo los acontecimientos estaban sucediendo a todo dar, bastante rápido, como si de una ametralladora muggle se tratase y todo fuera confuso, tal vez demasiado para su edad. Suspiró, fijando sus orbes verdes en el techo, mientras sus pies lo llevaban sin rumbo a alguna parte, en algún lugar, porque sentía que en cualquier momento podía explotar, y no sería agradable si se desquitara con las pocas personas con las que realmente podía contar ahora. Porque ningún estudiante (aparte de Malfoy), se atrevía a enfrentarle con la mirada, y compartir aunque sea pocas palabras con él, definitivamente no estaba en su lista de cosas por desear. Y mucho menos cuando la teoría de que Draco Malfoy pudiese ser el Heredero de Slytherin haya quedado tristemente descartada, Ron y él se habían asegurado personalmente de eso. Y Hermione había sido la única que terminó por pagar las consecuencias.

— ¿Tienen alguna pista nueva? —Esa simple frase se había convertido ya en el saludo oficial de su parte. Y ambos, Ron y él, negaban frecuentemente a esa interrogante. Tal vez debido a alguna clase de orgullo, o posiblemente sabían de antemano que no podían avanzar en el dilema, al menos no sin ella. Harry interiormente reconocía que sin Hermione, para ciertas cosas, estaban perdidos.

Harry James Potter cursaba ya su Segundo Año en Hogwarts, y ciertamente, no era lo que esperaba. Podía considerarle, un mago promedio normal, con notas que no eran sobresalientes por mero hecho de voluntad. Amaba el Quidditch, amaba la comida, sus amigos eran su prioridad y en resumidas cuentas, era un buen chico.

Pero todo eso había cambiado radicalmente desde que había encontrado ese Diario.

Había encontrado ese misterioso objeto en el baño de mujeres del tercer piso, totalmente húmedo por el agua, para ser más precisos. Era un cuaderno que a primera vista se podía describir como pequeño, negro y delgado. Harry tuvo que ojearlo detenidamente para darse cuenta que esa libreta en realidad era un diario, y que extrañamente sus páginas no se veían afectadas por el estado en el que lo había encontrado originalmente.

Encontrar un diario antiguo, gran hazaña. En muchas ocasiones, Harry quería simplemente devolverlo o deshacerse de él. Sin embargo, cada vez que intentaba hacerlo, algo siempre lo detenía. La primera opción no podía realizarla porque lógicamente no sabía de quién era ese objeto. Y la segunda… para qué negarlo, hacía mucho que ya se había rendido al respecto.

T. S. Riddle.

Fue la única pista que pudo obtener de su dueño. Según Ron, ese sujeto había ganado un premio hace cincuenta años por Servicios Especiales al Colegio. Pero saber o no esa información equivalía a no saber nada, ya que volvía a quedarse a ciegas. En ninguno de los libros de Hogwarts resaltaba ese sujeto. Y preguntarle a los profesores o incluso, a Dumbledore, definitivamente no era una opción.

Así que por el momento, lo dejó pasar. No podía perder tiempo en nimiedades sabiendo que la mayoría de la población estudiantil corría peligro al ser petrificados; además, tenía la tozuda meta de ganar la Copa de las Casas este año; porque jodidamente no le daría el gusto a Malfoy. No le daría el placer de que lo vieran fracasar, no le daría el gusto a nadie.

Y dicha decisión, cambiaría el rumbo de su vida.

Tal vez incluso para siempre.


II.

El Primer Encuentro

Estaba hasta las pelotas de Oliver. Vale, normalmente no pensaba ni se expresaba así de nadie, pero estaba rabioso y le importaba una reverenda mierda muchas cosas en estos momentos.

Todo el tiempo era lo mismo, se esforzaba a más no poder, daba todo de sí en los entrenamientos y en los partidos... no obstante, desde hace unos días para acá siente que sus compañeros de campo son… bueno, unos estúpidos. Llegaban tarde a los entrenamientos, no les importaba demasiado si la Quaffle pasaba o no en los arcos, la coordinación era nula, demonios ¡si hasta las bromas de los hermanos Weasleys no le estaban pareciendo graciosas! No sabía que pasaba con él, aunque una parte de sí más que extrañada de él, comenzaba a sentir que la situación no era normal.

—Oye Harry, ¿quieres jugar a una partida de ajedrez?

—No gracias, Seamus. No puedo ahora. —Le respondió al irlandés, sacándose su sudorosa ropa y entrando directo al baño del dormitorio para poder asearse. Se sentía físicamente tan cansado, que lo único que quería hacer era dormir hasta la semana siguiente.

En cuanto salió y se vistió con cierta calma. Apenas salió de los vestidores, notó que hacía demasiado frío en el exterior, y por suerte, el sweater que le regaló la Sra. Weasley era perfecto para este tipo de ocasiones. Resignado, tomó su pluma y su mochila para poder hacer sus deberes pendientes en la Sala Común. Fue suertudo al encontrar un buen sitio en la mejor mesa; no se fijó mucho sobre qué hora era, pero había muy pocos compañeros en el lugar, y además, la mayoría era de cursos avanzados y otros tantos que ni conocía. Así que ni corto ni perezoso, se sentó y sacó sus apuntes, aunque al observar los documentos desparramados sobre la superficie, se dio cuenta que los deberes de Pociones faltaban y realmente quería terminar aquellos primero, ya que al ser su materia menos preferida, quería salir de ella tan pronto como sea posible.

Sus manos comenzaron a hurgar y hurgar en su mochila, tenía pereza de mirar en qué parte estaba y quería aprovechar la ocasión para usar su sentido del tacto, así que eventualmente, tras unos segundos, lo encontró. Palpó algo que definitivamente debía ser su redacción de Pociones. Lo sacó con su mano izquierda mientras veía a lo lejos a una Ginny cabizbaja despidiéndose de los demás, evitando su contacto visual y pasando de largo hacia él.

Que novedad.

Pero cuando tuvo en su mano lo que estaba buscando, se olvidó rápidamente de ese insignificante detalle, ya que no era su temida redacción de Pociones lo que sostenía, sino la libreta. El diario de Tom Riddle.

No lo pensó demasiado en el momento en que comenzó a ojearlo, notando con sorpresa que todas sus páginas estaban en blanco. Ni siquiera pensó cuando, con decisión, tomó su pluma y empezó a escribir en él:

"Mi nombre es Harry Potter".

Sin embargo... ¿por qué había escrito eso? La verdad no tenía ni remota idea. Tal vez para marcar ese diario como de su actual propiedad.

Quién sabe.

No obstante, lo que más le sorprendió esa noche fue que unas palabras mágicamente aparecieron, literalmente, en el diario. Como si de alguna respuesta se tratara:

"Hola, Harry Potter. Mi nombre es Tom Riddle. ¿Cómo ha llegado a tus manos mi diario?"

Y puede que Harry Potter no lo supiese nunca, pero sería a partir de ahí en donde su vida cambiaría...

...por completo.


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Notas Finales: Vale, esto es una especie de prólogo que quería subir para que Lynette no pensara que me había olvidado de ella o algo xD El plazo para terminarlo es justamente este 22 de enero, el día de mi cumpleaños... Por lo que aún no estoy segura si dejarlo en Two-shot o Three-shot, pero ya me decidiré en el camino :P

Lynette, espero que te haya gustado el prólogo. Ya en el próximo capi avanzaremos más ;D

A todas los amantes de esta pareja, ¡gracias por leer!