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lulU*

[DAME UNA OPORTUNIDAD]

Temporada VI

*CAP.1: "REENCUENTROS"*

SILVIA

Verónica- Dame una oportunidad…

No me podía creer que tuviera que estar en esa situación, suponía que el día llegaría, que la expulsión era temporal… pero deseaba que no fuera así. No estaba preparada para aquello. Me aparté violentamente de ella.

Silvia- Ni se te ocurra tocarme, no tengo nada más que hablar contigo… tuviste oportunidades más que de sobra

Verónica- Silvia… yo… lo siento mucho, siento mucho lo que hice

Bufé.

Silvia- Eso es mentira, no lo sientes

Verónica- No miento…

Silvia- Sería la primera vez que no lo hicieras

Verónica- Por favor, sólo déjame explicarte… estoy arrepentida

Silvia- Ah, sí? De qué estás arrepentida? Qué es lo que sientes?

Me crucé de brazos esperando una explicación que, por otra parte, no me iba a creer fuera como fuera.

Verónica- Todo… siento haberte engañado, siento haberme portado como lo hice, como…

Silvia- Como una sociópata?

Una mueca de disgusto apareció en su cara.

Verónica- Sí… tienes razón

Silvia- Y qué me dices de lo que le hiciste pasar a Pepa, eh? Tú sabes lo que podrías haber conseguido? Sabes lo mucho que estaba sufriendo mientras tu te centrabas en arruinarle la vida?

Asintió lentamente.

Verónica- Sí… me he enterado de todo el jaleo que se montó, la detención de su tutor y…

Silvia- Estarás contenta, no? Todo ese sufrimiento era verdadero, te alegrará saberlo

Verónica- No soy tan mala como para alegrarme por eso…

Silvia- Pero sí para intentar echarla de aquí con artimañas, no?

Verónica- Joder, Silvia! Lo siento! Fui una cabrona, lo sé… he tenido mucho tiempo para recapacitar y para pensar en todo lo que hice, y sé que no estuvo bien pero… lo hice por ti

Entonces me sacó de mis casillas.

Silvia- Por mí? Por mí?! Pero cómo puedes tener tanta cara?

Verónica- Sí ! Lo hice por ti! Quería que te alejaras de ella para que no te hiciera el mismo daño que me hizo a mí!

Silvia- Mira, no sé qué es lo que pasaría entre vosotras, pero…!

Verónica- Pues que jugó conmigo Silvia! Me hizo promesas muy bonitas, hasta que me llevó a la cama, y cuando se cansó de usarme para eso, simplemente, pasó de mí

No sabía qué contestar a eso, pero me daba igual… la propia Pepa me había confesado lo mal que se había portado con las demás… pero eso ya era el pasado.

Silvia- Pues lo siento por ti, aún así eso no es excusa

Verónica- Ya lo sé… pero, yo sólo quería protegerte, nada más…

Silvia- No era la manera. Además… sabes? Me alegro de que fracasaras, porque estoy con ella, y me trata como nadie, me hace feliz… y eso no lo va a cambiar nada de lo que haya podido hacer en el pasado

Levantó la mirada para observarme alucinada.

Verónica- Que estás con… cómo que estás con ella?

Silvia- Sí, estamos juntas

Se pasó las manos por la cara, sonriendo irónica.

Silvia – Qué pasa?

Verónica- Que no eres consciente de donde te estás metiendo

Silvia- Mira… si vienes a intentarlo otra vez, no lo vas a conseguir… básicamente porque no voy a escuchar nada de lo que me digas

Verónica- Silvia, no quiero intentar nada.. solamente te aviso, Pepa te va a hacer daño, sólo le interesa una cosa de las chicas, y es acostarse con ellas las veces que sea posible y luego pavonearse por ahí

Silvia- Eso no es verdad! Tal vez… tal vez antes se portara así, pero conmigo no. Ha cambiado, y ella nunca me haría eso a mí

Verónica- Estás segura?

Silvia- Por supuesto! ( Tajante )

Verónica- Te arrepentirás

Silvia- Sabes? No tengo nada más que hablar contigo

Me giré de malas maneras en camino hacia la puerta… cuando ella me giró cogiéndome de la cintura.

Verónica- Espera! Perdóname!

Silvia- Suéltame!

Intenté deshacerme de sus brazos… y lo hubiera conseguido, no me agarraba fuerte, no intentaba agredirme… pero supongo que la imagen que Pepa percibió al entrar en el baño no fue esa.

En cuanto oímos la puerta del baño abrirse, Verónica y yo nos giramos para mirar… y allí estaba otra vez esa furia reflejada en su cara. Siempre conseguía helarme la sangre con esa actitud… no por miedo a lo que me pudiera hacer a mí, sino por el que le pudiera hacer a los demás.

Respiró agitadamente con las facciones de su cara marcadas… y atacó. En dos pasos estaba llegando a nuestro lado. Verónica me soltó y retrocedió rápidamente.

Pepa- NI LA TOQUES!

… le rugió, con una mirada que podría calificarse de asesina. La señaló con el dedo.

Verónica- No la estaba haciendo nada!

Pepa- NI TE ATREVAS A MIRARLA, ME OYES? TE VOY A REVENTAR!

Silvia- Pepa! Para!

Intenté sujetarla como pude, aferrándome a ella… pero era inútil, volvía a estar cegada por ese sentimiento de violencia que yo odiaba tanto. Tiraba de mí sin ningún problema, llevándome por delante mientras Verónica retrocedía.

Pepa- NO TE ESCONDAS, VEN! VAMOS!

Silvia- Pepa, por favor! PARA!

La puerta volvió a abrirse… y para mí se abrió el cielo con ella. Sara y Paula llegaban cotorreando entre risas como siempre… pero sus gestos de humor cambiaron en cuanto vieron la situación. Gracias a que estuvieron rápidas en ayudarme a tirar de Pepa, esta no alcanzó a Verónica.

Pepa nos ignoraba, intentaba escaparse de nosotras sin fijarse ni en quienes éramos. Buscando una solución, me giré rápidamente para mirar a Verónica.

Silvia- VETE! SAL DE AQUÍ!

Esta asintió rápidamente, asustada y pasó por nuestro lado, estando a punto de ser atrapada por Pepa… y esta no lo consiguió gracias a la resistencia que hacíamos mis dos amigas y yo, con todas nuestras fuerzas.

En cuanto Verónica se fue, la mirada de Pepa llena de rabia se centró en mí, respirando aceleradamente. Miré a mis amigas y les hice el gesto de que salieran de allí… sería lo mejor, si alguien podía tranquilizar a la bestia en la que se convertía Pepa, era yo… y no quería espectadoras.

Se fueron, y Pepa se apoyó en uno de los lavabos, pasándose las manos por la cara repetidamente, enfurecida. Me acerqué a ella, posicionándome entre sus piernas y fui a tocarla… pero ella rechazó el contacto con un manotazo, sin mirarme.

Pepa- Qué hacíais aquí…? ( murmuró )

Silvia- Pepa, no es lo…

Subió la cara súbitamente para obsequiarme una nueva mirada de furia.

Pepa- Que qué hacía ella aquí?!

Silvia- Tranquilízate, vale?

Pepa- NO, no me tranquilizo! Qué coño hacías, eh?

Me estaba ofendiendo, mucho. Pero si quería que se relajara, desde luego que esa no iba a ser la mejor forma. Dulcifiqué mi gesto todo lo que pude y llevé mis manos a su cara. Intentó apartarse, pero no la dejé… me acerqué para pegar mi frente a la suya y susurré:

Silvia- Nada de lo que te estés imaginando ( Mirando sus ojos profundamente )

Esto pareció calmarla un poco. Bufó otra vez, pero la ira ya no estaba en sus ojos, y sus brazos parecieron destensarse al dejar de apoyarse rígidos sobre el lavabo.

Pepa- Te estaba tocando… ( Empezando a enfadarse )

Negué mientras le acariciaba la cara.

Silvia- No como tú crees… qué pasa, no confías en mí? ( Susurrando )

Asintió levemente.

Silvia- Entonces no te pongas así…

Pepa- No lo puedo evitar

Pasó de estar seria a preocupada.

Pepa- Qué te estaba diciendo?

Silvia- Sólo que…

Una voz elevada a través de la puerta, nos interrumpió.

Paula- OYE, SEGUÍS DISCUTIENDO? ( Curiosa )

Suspiré. Quien iba a ser si no. Miré a Pepa con cara de " La mato? "… y por fin me sonrió, aunque fuese poco. Con mis manos aún en la cara de Pepa, me pensaba la respuesta cuando…

Paula- ES QUE NO SE OYE, HABLAD MÁS ALTO!

Ahora la que se sentía rabiosa era yo.

Silvia- PAULA, POR FAVOR!

Paula- AHÍ AHÍ, PERFECTO! AHORA SÍ SE ESCUCHA!

Dejé que mi cabeza se apoyara en el hombro de Pepa, y solté un puchero desesperada. Segundos después, Pepa me rodeó con sus brazos y hundió su cara en mi pelo, sintiéndola aspirar. Cuando hacía eso, es que le estaba dando vueltas a la cabeza con algo… y no bueno.

Me aparté un poco de ella para poder mirarla.

Silvia- Qué pasa?

Pepa- Que no entiendo por qué la defiendes ( mirando hacia abajo )

La obligué a mirarme.

Silvia- Pepa, no la defiendo, te defiendo a ti. No quiero que te metas en más líos por partirle la cara a esa… miserable, no merece la pena.

Pepa- Ya… ( Preocupada )

Siguió mirando hacia abajo, esta vez con un halo de tristeza. Acaricié su cara.

Silvia- Qué pasa…? No me crees…?

Pepa- Sí…

Silvia- Entonces..?

Me miró seria, fijamente.

Pepa- Que lo que me da miedo es que tú la creas a ella

Silvia- Pepa, no… por favor, no pienses eso

Pepa- Qué te ha dicho?

No podía decírselo, a menos que quisiera que volviera a montar en cólera.

Silvia- Nada, sólo quería pedirme perdón

Pepa- Ya

Dejó de apoyarse para pasar a erguirse por completo. Empezó a asentir, pero era obvio que no estaba feliz por esa respuesta. La ira volvía a aparecer. Intenté agarrarla de la mano, pero se soltó.

Pepa- Y tú la has perdonado, no? Por eso estabais ahí abrazaditas, increíble ( Cubriéndose la cara con la mano )

Silvia- Pero… qué dices? ( Alucinada )

Pepa- No, no te hagas la tonta! Digo lo que he visto, qué pasa? Me intenta joder la existencia, luego te viene a pedir perdón y la perdonas, no? Así de fácil!

Silvia- Que no la he perdonado nada!

Pepa- Y una mierda!

Silvia- Puedes calmarte, por favor?! Te estás equivocando!

Pepa- Ah, sí? Me equivoco?

Silvia- Sí! Te equivocas!

Pepa- Pues nada… ( Suspiró aparentando una falsa tranquilidad ) ahora voy a buscarla y le " muestro " mis disculpas, quita!

Intentó apartarme de su camino para dejarme pasar, pero no se lo permití. Con una fuerza inusual, la empujé contra el lavabo, quedándose medio sentada otra vez como antes.

Ahora no sólo estaba enfurecida, también estaba celosa aunque nunca lo fuera a reconocer. Podía haberle dado mil razones para que no se preocupara… pero se me ocurrió otra forma más efectiva. Jadeante por el esfuerzo de " luchar " contra ella, me acerqué rápidamente volviéndome a situar entre sus piernas, y la besé tomándola de la cara con fuerza.

Ella no se movió, supongo que no se lo esperaba y menos viniendo de mí. Cogí sus manos y las obligué a enterrarse en mi cintura mientras seguía besándola con dependencia. Sabía que necesitaba sentirme con ella, pegada a ella… sentir que no me iba a ir de su lado por nada ni por nadie, y no había mejor forma para demostrárselo que aquella.

Siguió unos segundos sin reaccionar, hasta que ladeé la cara y mordisqueé sus labios con más fuerza de lo habitual para pedirle que los abriera. Lo hizo, minimamente, entonces me pegué totalmente a ella sin dejar ningún centímetro entre nosotras, coloqué mi mano en su cara para pegarla más a mí y busqué su lengua con la mía.

Las lenguas empezaron a moverse con rapidez dejándose llevar por la locura, sus manos se aferraban a mi cintura, las mías a su nuca. La sentí suspirar dentro de mi boca, arrancándome otro suspiro, a punto de convertirse en gemido, a mí.

Cuando lo sintió, se separó para mirarme. Ya no había ese brillo de ira, furia, enfado, tristeza… ahora había otro muy distinto y aún más conocido por mí, que me hizo sonreír con picardía. Ella no lo hizo, parecía demasiado excitada para pararse a pensar o a responderme, así que tiró de mí por la cintura haciéndome girar sobre mí misma y me elevó para sentarme en el lavabo.

No me paré a pensar si nos podían ver, si cualquier persona podía entrar… y menos cuando sentí su lengua culebreando por mi cuello. Rodeé su cintura con mis piernas, apresándola contra mí, y tras un gemido ahogado apreté su pelo con fuerza al sentir sus dientes clavándose en la piel de mi cuello. Se tomó mi gesto como una invitación y comenzó a morder con más fuerza.

Silvia- Pepa… ( Jadeé )

Aquello lejos de frenarla, consiguió excitarla más. Sabía que lo conseguía cuando la nombrara en esos momentos, y me gustaba.

Sus manos se dedicaron a acariciar mis piernas mientras succionaba mi cuello. Empezaron a ascender por ellas subiendo una porción de mi falda, hasta que una de ellas se coló debajo de esta. Un profundo gemido se escapó de mi garganta, así que sin aguantar más, tomé una de sus manos y la llevé entre mis piernas. Resopló al sentir mi excitación por encima de la tela de mi ropa interior, volvió a mi boca para besarme con fiereza y coló sus dedos bajo la tela, gemí y…

…y la puerta se abrió. Estaba visto que de cada tres momentos íntimos que tuviera con Pepa, dos me los iban a chafar, y siempre las mismas.

Paula- Ay va, perdón!

Sara- Joder, que fuerte… otra vez?

Nos separamos un poco. Pepa sacó la mano de donde la tenía disimuladamente, y empezó a reírse por lo bajo. Ni que decir tiene que a mi no me hizo ni pizca de gracia, aún abrazada a Pepa contesté.

Silvia- Y las veces que hagan falta! Nos podéis dejar intimidad?

Paula- Alaaa, decir que sí, en medio del instituto mismamente pa que pase alguien y os vea

Sara- Yo estoy empezando a pensar que las gusta que las miremos mientras tanto, eh? Porque esto ya, normal, no es

Dijo aquello palmeando el hombro de Paula, como si fueran dos marujonas cotilleando a las puertas del súper.

Paula- Ya te digo ( Mirándola ) todo el día ahí como alimoches en celo

Aquello arrancó una carcajada de Pepa, a ella la daba igual que nos interrumpieran, que me cortaran el rollo… con la comparativa de dos pájaros apareándose, ella era feliz.

Por si éramos pocos, percibimos otra voz haciéndose espacio entre Sara y Paula.

Lucas- Oye, qué pasa aquí que regalan bocatas o…? Hostias! ( Se tapó los ojos ) Perdón!

Y otra voz… escuchamos a Aitor desde fuera, menos mal que el cupo en la puerta ya estaba cubierto y no pudo entrar a mirar.

Aitor- Qué pasa? Qué pasa?

Paula- Nada, tu amiga y Silvia que estaban copulando en el baño

Silvia- PAULA! Puedes callarte y cerrar la puerta?!

Paula- Sí, sí

Fue a cerrar la puerta… quedándose dentro.

Silvia- PERO CONTIGO FUERA!

Aitor- En serio? A ver!

Lucas- Tú! Tira pa afuera hombre, no seas morboso!

Silvia- Gracias a Dios! Alguien normal!

Entonces, la cara de Lucas pareció cambiar al recordar algo.

Lucas- Oye Pepa, que digo yo que… qué haces? Eh? Qué haces? ( Con segundas )

Pepa se apartó de mí.

Pepa- Yo nada!

Lucas- Ya… ( Riendo socarrón )

Con la tensión del momento ni me mosqueé al escuchar eso.

Pepa- Que… la estaba sacando una cosa que se le había metido

Paula- Sí, de las bragas, no?

Silvia- QUE OS LARGUÉIS! ( Avergonzada ) VAMOS!

Tras mis gritos y entre risitas, salieron y cerraron la puerta. Tiré de Pepa y la abracé.

Silvia- Por qué hay que aguantar esto? ( Entre pucheros )

Rió y acarició mi cara.

Pepa- Son así… habrá que quererlos igual…

Silvia- No, yo hasta final de curso no aguanto, eh?

Volvió a reír y besó mi mejilla, después, pareció volver a estar rara de nuevo.

Silvia- Por favor, Pepa… no le des vueltas a eso…

Pepa- Es que me da miedo…

Silvia- El qué?

Pepa- Hacerte daño…

Tomé su cara con mis manos.

Silvia- No va a pasar nada, tú no estás bien conmigo? ( Asintió )

Pepa- Pero… te ha dicho que te voy a hacer daño como a ella, verdad?

Quise negarlo, pero mi cara reflejó la verdad. Resopló entristecida más que enfadada.

Silvia- Pepa, me da igual lo que me diga, no tiene razón…

Pepa- Sí que la tiene. Yo.. odio a esa tía, la mataría… pero tiene razón, la hice daño y por eso se comporta así… la utilicé para… ( Avergonzada )… eso… a ella y a muchas más, soy una hija de puta…

Silvia- Ey ( Mirándola ) . Eso no es verdad, todo el mundo cometemos errores.

Pepa- Pero no quiero cometerlos contigo

Silvia- Y no lo harás

Miró para otro lado. La obligué a mirarme.

Silvia- Tú me harías daño?

Pepa- Claro que no…

Silvia- Lo prometes?

Pepa- Lo prometo, yo nunca…

La besé.

Silvia- Pues ya está, no hace falta más, vale?

Asintió lentamente. Me acerqué a ella ladeando mi cara.

Silvia- Me sonríes?

Lo hizo, y volví a besarla, esta vez tiernamente. Tenía intenciones de llegar a más… hasta que el rollo ya no es que se cortara, es que se fue a China cuando oí la voz de mi padre en la puerta.

D. Lorenzo- Qué pasa aquí? Se puede saber qué hacen en grupito en la puerta del baño? Es su nuevo cuartel para conspirar sobre cómo tocar los cojones? Venga para clase!

Pepa- HOSTIAS! ( Asustada )

Se separó de mí como si quemara y se giró rápidamente para huír. De la rapidez, se tropezó cayendo al suelo. Me bajé del lavabo.

Silvia- Pepa?!

Pepa- Que como me vea aquí contigo me mata!

Se levantó rápidamente y se encerró torpemente en una de las cabinas, justo a tiempo para cuando entró mi padre. Este se quedó mirándome.

D. Lorenzo- Silvia, hija, qué haces aquí?

Silvia- Eh… ( Nerviosa ), nada… retocarme en.. el espejo

No se me ocurrió otra cosa. Mi padre me miró mosqueado.

D. Lorenzo- Retocarte? Qué te crees que en vez de venir al instituto vienes a la discoteca?! Y qué hacen esos cuatro en la puerta, qué son? Tu guardia real? Como si fueras la Condesa de la Fontaine!

Oí un carraspeo producto de la risa desde la cabina en la que estaba encerrada Pepa, tosí para ensordecerlo.

Silvia- Que no papá…

D. Lorenzo- Ni papá ni popó! Tira para clase ya que te me estás atontando juntándote con esta chusma, vamos!

Fui a salir por la puerta pasando por su lado.

D. Lorenzo- Y Miranda?!

Tragué saliva.

Silvia- Qué…?

D. Lorenzo- Que donde está Miranda!

Silvia- y… yo que sé papá, a mí que me dices?

D. Lorenzo- Qué te digo? Aquí huele a Miranda !

Alucinante. En ese momento me pregunté por qué mi padre no trabajaba como perro policía. Tiré de su chaqueta para sacarle fuera.

Silvia- Qué dices papá, que estás paranoico!

Creí que le había convencido… hasta que se volvió a meter en el baño.

D. Lorenzo- Que no, que no… que son muchos años ya, soy capaz de distinguir su olor y su presencia entre mil

Silvia- Pero que… ( Asustada )

D. Lorenzo- MIRANDA! SALGA DE DONDE ESTÉ AHORA MISMO, NO SE LO REPITO MÁS VECES! AHORA ME VA A EXPLICAR QUE HACÍA USTED AQUÍ ESCONDIDA CON MI HIJA!

Yo sabía lo de que le dijo que era una obsesa sexual, pero de pronto ese mosqueo desmedido porque estuviera conmigo no lo entendía.

Silvia- Papá que estás insinuando?

D. Lorenzo- Yo me entiendo!

Se metió en una de las cabinas… y aproveché. Tras darle un par de toquecitos a la puerta en la que estaba Pepa, y rogar a Dios a que hubiera entendido el mensaje, entré detrás de mi padre en el cubículo impidiéndole la salida. De paso, aproveché para recriminarle.

Silvia- Pero qué estás diciendo?

D. Lorenzo- Que Miranda tiene mucho peligro, yo sé lo que me digo! Se ha propasado contigo, verdad?

Silvia- Que no, papá! ( Mintiendo descaradamente )

D. Lorenzo- Seguro?! PORQUE ESQUE YO ME CAGO EN TODO EH?!

Silvia- Quieres dejar de decir burradas?! Que piensas, que soy una fresca?!

D. Lorenzo- No, si de ti no pienso nada mi vida, pero es que Miranda… es perro viejo!

Silvia- Papá! Vale ya! Te digo que no!

Mientras me preguntaba cómo podía ser tan mentirosa, mi padre entró en razón. Salí de la cabina haciéndome la ofendida con él detrás.

D. Lorenzo- Silvia, mírame

Lo hice.

D. Lorenzo- Está aquí? Estás bajo coacción, verdad? ( Susurrando )

Silvia- Pero se puede saber qué te has tomado esta mañana? Que no!

Se giró, y sentí que mi sangre se helaba cuando empezó a abrir las puertas de los baños una por una.

D. Lorenzo- MIRANDA! QUE NO ME LA CUELA, YA NO SE ACUERDA DE LO QUE HABLAMOS? ( Abriendo puertas )

Silvia- Esto es surrealista…

Tragué saliva, abrió todas las puertas hasta llegar a la última, aquella donde ( recé por ello ) había estado Pepa… aquella que tenía una ventanita al lado. Mi padre sonrió pensando que la tenía acorralada.

D. Lorenzo- VOY A ABRIR LA PUERTA, Y COMO LA ENCUENTRE…! COMO LA ENCUENTRE..! RECE PARA QUE NO LA ENCUENTRE!

Abrió la puerta bruscamente, cerré los ojos y…

D. Lorenzo- No es posible… ( murmuró )

Los abrí… y suspiré sonoramente al ver que Pepa ya no estaba. Tiré de mi padre.

Silvia- Lo ves? Paranoico! Que eres un paranoico!

D. Lorenzo- Esta se ha escapado por la ventanilla!

Silvia- Pero quien te crees que es? Pepa Judini? Que la ventanilla se abre por fuera!

Saqué a mi padre del baño reprochándole su actitud ( De una forma bastante falsa, todo hay que decirlo ), mientras el sólo asentía avergonzado.

Había estado cerca.