Confesión
Kitty Noir estaba contenta ya llevaba con su Lord seis, hermosos, meses de ser novios y no podía ser más feliz pero… el hecho de que Marcq, mejor conocido como Lordbug, no supiera su identidad se la ponía difícil, cada vez era más complicado controlar las ganas de abrazarlo, mimarlo y besarlo cuando lo veía en la escuela.
Aunque el ojiazul con Adrianne se comportaba un poco distante, ella sabía por qué, no dejaba de ser amable con ella...por aun así tenía miedo… no quería perder a Marcq pero no podía soportar un día más ocultando su identidad… necesitaba que lo supiera y que la quisiera a su identidad civil tanto como quería a su alter ego.
Un suspiro salió de la rubia, hoy se lo diría, en la noche en la cima de la Torre Eiffel, era sábado… un sábado empezó su relación y un sábado Adrianne le revelaría su identidad a Marcq. Un akuma hizo disturbios cerca de la iglesia de Notre Dame. Era hora de trabajar.
Una vez más el día había sido rescatado por los héroes de París Lordbug y Kitty Noir habían derrotado al akuma, era una jovencita despechada con su jefe por no apreciarla en el trabajo, nada el otro mundo y por suerte nada muy complicado.
-Bien hecho- dijeron para después chocar el puño, una vez más París era seguro.
-Bueno gatita… te veo luego… - dijo Lorbug despidiéndose con un beso corto de su compañera de batalla y novia.
-Si Marcq – pero antes de que se alejara – nos podemos ver esta noche… en la cima de la Torre Eiffel… a las 10
-Ahí estaré
Después de lo último el héroe favorito de París se fue directo a su casa, tenía que ayudar a sus padres en la panadería. La rubia pensó en cómo podría reacción el ojiazul… si bien… mal… horrible… horriblemente mal… sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su anillo indicando que su energía estaba por agotarse.
Llego a su casa, Plagg salió disparado del anillo, totalmente agotado y como siempre demandando su ración de queso, que según el kwami por ley le correspondía.
-¿Estas segura de lo que harás Adrianne? – pregunto Plagg a su portadora.
-La verdad no Plagg… pero quiero hacerlo… quiero que Marcq quiera a Adrianne tanto como Kitty
-Recuerdo lo que te dijo Naya – la rubia hizo una cara de duda… "humanos estúpidos" pensó Plagg – Naya, tu amiga, te conto que le dijo su novio el Césaire… ¿Cómo se llama?...
-Alejandro
-Recuerda que te contó Naya que le dijo Alejandro que cuando rechazaste a Marcq por Lordbug, él se puso muy mal y para animarlo hicieron una tradición donde básicamente se pusieron muy borrachos y en donde Marcq prometió olvidarte
-Claro que no se me olvida… pero espero que no lo haya hecho– cinco minutos pasaron y agregó – sonaste como una vieja chismosa – una risa salió de la ojiverde.
El día se fue más rápido de lo que a la rubia le hubiese gustado. Se puso un vestido y se arregló el pelo, dejándose lo más bonita que pudo, aunque sabía que al convertirse en Kitty le arruinaría el peinado, no le importaba.
La noche cayó en la ciudad del amor y específicamente en la Torre Eiffel una gatita estaba caminando en círculos, sus manos sudaban, el estómago le dolía quería hasta vomitar, en definitiva estaba nerviosa.
Su Lord llego a las 10 en punto, ella había estado ahí una hora antes. Para practicar su discurso y para pensar por millonésima vez las posibles reacciones de su, hasta ahora, novio.
-Mi Lord – dijo al verlo llegar, le dio un abrazo fuerte como si fuera el último.
-Tranquila gatita… me aplas…
La frase quedo a la mitad, Kitty Noir estaba besando a su novio y de una forma muy apasionada si le preguntaban al héroe.
-Te quiero… - dijo al momento de terminar el beso - te quiero… te quiero… te quiero – ya había repetido la misma frase demasiado y eso a Lordbug le preocupaba y aunque le encantaba que su gatita se lo dijera le parecía un poco extraño el cómo lo decía.
-Yo igual te quiero minina
Se volvieron a abrazar durante un rato, nadie dijo nada y eso aumento el nerviosismo del ojiazul. Su silencio fue interrumpido por el suspiro de la rubia.
-Escúchame... por favor – otro suspiro salió de la heroína – quiero que sepas que te adoro más que a nada en el mundo, eres lo mejor que le ha pasado a esta gatita y nuestra relación ha sido la mejor de todas – a Marcq le conmovieron sus palabras… si quería confesarle su sentir no había porque hacer tanto drama – pero… - empezamos con los problemas pensó el ojiazul – ya no quiero…
-Quieres terminar conmigo – dijo con un tono de pánico el héroe – ¿Qué hice mal?... no me dejes… por favor… te quiero mucho… no me imagino una vida sin tus besos… por favor no me de…
Una vez más el hablar del ojiazul se vio interrumpido por un beso de la rubia.
-No te voy a dejar príncipe… tranquilo – otro beso más - pero yo creo que tú a mi si – esto último lo dijo en un susurro el cual Marcq no escucho.
-Quiero revelarte mi identidad civil… ya no puedo seguir ocultándolo por más tiempo… quiero que sepan todos que eres mío.
Esto le sorprendió mucho al Dupain lo territorial que sonó su novia, no es que no estuviera emocionado por saber, por fin, la identidad de la rubia, pero seguía sin entender porque tanto drama.
El traje de la heroína preferida de Paris empezó a desaparecer, dejando ver a una rubia que Marcq conocía perfectamente.
-Adrianne Agreste
Al momento de reconocerla entendió, por fin, el drama según el exagerado que había aplicado su novia a la confesión de su identidad.
…
Era definitivo Marcq estaba jodido.
La verdad este iba a ser un one-shot pero me salio demasiado largo así que decidí dividirlo en dos partes, espero que les guste a mi me gusto bastante escribirlo, dejen un comentario de como se imaginan la segunda parte, la verdad no creo subirla tan rápido como acostumbro, tengo un contratiempo, no es grave, pero si tardado.
