Capitulo II- Coincidencias…o ¿no?
-¿Eh?... ¡¿EH?!-espeto el chico sorprendido.
-¿Quién eres?... Y podrías quitarte de encima mío ¿por favor?- pidió la chica empujando al chico con sus manos en su pecho.
-Ha…Hai, gomen- el chico se levanto ayudando a la chica a pararse, ella volvió a sentarse en el banquillo, cojeando levemente, el chico noto eso observando el vendaje que cubría parcialmente su pierna.
-¿Y bien?
-¿Eh?- pregunto sacado de sus pensamientos.
-No he visto tu cara por los alrededores del instituto… ¿acaso eres un ladrón pervertido?- acuso al chica cautelosa con la mirada afilada.
-¡Espera! ¡¡No soy ningún ladrón pervertido!! Vaya impresión que doy en mi primer día de clases… bueno por lo menos para ti- cruzo sus brazos sobre su pecho, mirándola acusadoramente.
-Primer día de clases… en ese caso me disculpo- dijo la chica haciendo una pequeña reverencia- perdona mis modales… es solo que es raro ver nuevos por aquí.
-Pues los de salón no parecieron verse afectados por eso…- se rasco la nuca mostrando una sonrisa divertida.
-Aun así me disculpo- volvió a reverenciarse.
-Ya detente no es para tanto…
-Ok…-el viento volvió a soplar levándose consigo unos pétalos de cerezo, cayendo algunos en el cabello de Meilin. Ella no pareció inmutarse, ya que empezó a abrir su bento, separo los palillos y empezó a comer. Verla allí sentada y tranquila hizo que un sentimiento calido indagara en el pecho del chico.
-Se siente tan nostálgico…-pensó para si mismo el pelirrojo. Como un rayo de luz, la imagen de Meilin fue cambiada por la de una pelicafe. Exaltando al chico, provocando que su cabeza se sacudiera- Kuso… pensé que ya lo había superado…
Growl…
-¿Eh?- la chico ladeo su rostro ante el sonido, viendo como Lavi se cubría su estomago con las mejillas rojas de vergüenza.
-Maldición…-murmuro desviando su mirada avergonzado de la de Meilin.
-¿Tienes hambre?- pregunto suave.
-Ajajaja no, no es eso… fue solo…fue solo…
Growl…
Su estomago lo volvió a traicionar.
Un silencio se formo entre ambos muchachos. Silencio que incomodo a Lavi, cerró los ojos y coloco una mano en su cabeza.
-Bueno será mejor que me vaya… ajaja… buscare la cafeter-pero fue cortado cuando un bento apareció frente a él. Sostenido por la mano de la muchacha. Que lo veía con ojos amables y calidos.
-Vamos come… - el chico todavía no salía de su trance, pero ella solo le sonrío- no tiene veneno y por lo menos es comestible. Queda poco para que se acabe el receso, y hasta que llegues desde aquí hasta la cafetería se te ira ese poco tiempo… y como eres nuevo no creo que conozcas el camino para llegar allá- Lavi poco extendía su mano para tomar el bento.
-Gra…gracias…-susurro pero lo suficientemente alto como para que Meilin lo escuchara. Ella soltó una pequeña risa cubriendo con uno de sus dedos sus labios.
-De nada- aquella risa dulce, fue como si le hubieran dado un flechazo que atravesó su corazón. Bajo su rostro y se sentó a lado de ella, comiendo la comida de ella. Mientras el comía, la chica- con la mirada elevada- observaba el árbol de cerezos sobre ambos. Ambas manos uno encima de la otra descansaba en sus piernas.
-Esta delicioso…- la pelimorada abrió los ojos sorprendida, viéndolo de reojo a Lavi que sostenía los palillos junto a sus labios- en verdad esta muy bueno…-repitió dirigiéndole su mirada hacia ella. Sorprendiéndose al ver sus mejillas fuertemente coloradas.
-Etto…ano… hai esta muy delicioso- tartamudeo Meilin extrañamente nerviosa. Pero Lavi se dio cuenta el por que.
-¿Lo hiciste…tu?- la chica solo pudo ponerse rígida y su rostro se coloreo de un rojo tomate.
-E-e-etto… ha-ha-hai- su cerquillo ocultaba su mirada. Pero antes de que el pudiera decirle algo, la campana sonó anunciando el fin del receso. Lavi termino de comerse lo que le faltaba entregándole así el envase vacío a la muchacha.
-Gracias, estaba muy bueno. Ojala podamos vernos mas seguido- le dijo con una sonrisa, ruborizando de un rosa pálido las mejillas de la chica- Nos vemos después…-se despidió corriendo hacia la salida del laberinto, deteniéndose en el umbral de este, volviendo a verla- Por cierto ¿Cómo te llamas?
-¿Eh? ¡Ah! ¡Meilin!- respondió la chica.
-Ya veo… Entonces volvámonos a ver… ¡Meilin!- finalmente empezó a salir del laberinto. Tomando cautela de que ninguna de las chicas estuviera a los alrededores, con el área despejada siguió corriendo hasta su salón- Esa chica… hay algo en ella que… hace que me sienta extraño… nunca nadie me había tratado con esa clase de amabilidad tan natural... es muy diferente a cualquier otra chica que haya conocido y también a ella pero…- aminoro el paso a medida que se acercaba a su salón de clase- ¿será por el hecho de que no me conozca?
Deslizo la puerta, encismado en sus pensamientos no se dio cuenta que en la habitación solo habían…chicos. Tomo asiento en su pupitre, y se dedico a observar el cielo azul. Con su barbilla apoyada en su mano. Después de unos segundos, suspiro cansinamente.
-Bueno es solo una cara bonita… no volveré a caer en la misma trampa…- La silla de en frente se movió hacia atrás, dejando que el peliazul que la ocupaba se sentara en ella- Al fin, lo que planeaba hacer desde un principio…-palpo el hombro del chico con sus dedos, y este lo miro de reojo- ¡Hola!... Tu nombre es Kanda, si no me equivoc-
-¿Qué quieres?- pregunto cortante el peliazul.
-Ahja… bueno me preguntaba si es que podías prestarme tus apuntes… ya sabes, venir en medio del primer semestre de clases tienen sus consecuencias.
-No
-¿Disculpa?
-¿Acaso estar sordo? Dije que no. No perderé mi tiempo con alguien como tu-dijo poniéndole énfasis en el "tu", y con veneno en la boca.
-Vamos, te los devolveré mañana, por lo menos los apuntes de las clases de mañana, así no le perdería el hilo a las clases- insistió el pelirrojo.
-¿Por qué no le pides a tus fans que lo hagan? Después de todo dudo mucho que se rehúsen a prestártelos.
-Seria muy problemático ¿sabes algo? Por más que lo disfrute… es muy sofocante.
-No es mi asunto- una venita apareció en la sien del muchacho.
-Por favor… ¿si?- le pregunto con brillitos en el rostro. La voz chillona que utilizo para decírselo irrito todavía más al peliazul. Junto a su pupitre, descansaba su espada, la tomo fuertemente y empezó a desenfundarla. El temor fue lo primero que sintió Lavi- O-o-o-oe ¿Q-Que vas a hacer con eso?
-Voy a…-dijo con la voz ronca- cortarte en mil- varios a cuadernos se interpusieron entre Lavi y Kanda.
-¡¡¡PUEDES TOMAR LOS MIOS!!!- gritaron en coro las chicas del salón. Una gota salio de la cabeza de Lavi, entre los cuerpos de las chicas pudo ver como Kanda ya había guardado su espada, y volvió a tomar asiento. Suspiro cansado, mirando de reojo a las chicas…
-Maldición…-pensó mientras les dedicaba una sonrisa.
Totalmente falsa.
En cuanto Lavi se había ido, Meilin recogió sus cosas y se dirigió a su propio salón. Por suerte tendría algo de tiempo hasta llegar, debido a su lastimada pierna.
Entonces volvámonos a ver… ¡Meilin!
-Es un chico raro…jejeje, pero tiene su lado divertido-pensó para si misma divertida- aunque estoy segura de haber visto su cara en algún lugar… ¿pero donde habrá sido?- se llevo un dedo a su mentón, mirando hacia el techo. Estando distraída, giro en una esquina para finalmente llegar a clases, y se choco contra una persona, cayendo Meilin al suelo; por quien sabe cual vez en el día- Itai…Mou sumimasen (1) venia distraída y no me di cuenta que- miro a la persona con la que había chocado, abriendo sus ojos en sobremanera…
-Meilin-san…-murmuro perpleja la muchacha parada frente a ella.
-L-L-Lena-…No…Lee-san…-tartamudeo Meilin. Bajo la mirada incapaz de ver a los ojos de la chica, idénticos a los suyos. Lenalee de igual manera desvío la mirada hacia un lado. Quedándose así por unos segundos.
-Klaud-sensei me envío a ver porque tardabas tanto…- informo con su cerquillo cubriéndole la mirada. A Meilin le tomo un tiempo poder responderle a su "compañera de clase", la tensión se intensificaba entre las dos muchachas. Meilin cerró fuertemente su puño y sus ojos. Reuniendo fuerzas empezó a levantarse lentamente. La urgencia de ayudarla, llego a Lenalee; sin embargo, se contuvo. Cerró los ojos, y recordó a una niña de cabello corto tirada en la arena, con rasguños en sus brazos y piernas. Después se ve a ella misma, de niña, extendiéndole la mano.
-No hacia falta que se molestaran en enviarte a verme. No quiero endeudarme contigo una vez más… ya tengo suficientes problemas y no necesito que terceras personas se metan en mi vida- se irguió, todavía sin atreverse a mirarla a sus ojos. Paso de ella, quedando hombro con hombro. Sintió el leve temblor del cuerpo de Lenalee. Su cuerpo se tenso y entro en el salón.
Lenalee se quedo parada en medio del pasillo. Sabía muy bien que Meilin la quería lejos de ella. Raras veces se dirigían la palabra, y solo por cosas del salón. Su relación no podría empeorarse.
-No se puede evitar…después de todo lo que le dije aquella vez…-recordó melancólicamente. Dio vuelta sobre sus talones, ya no se encontraba en el pasillo sino frente a una Iglesia, El Sol se estaba ocultando y dos niñas frente a frente se paraban en las escaleras de la entrada de la Iglesia. Una de cabello corto hasta los hombros y la otra lo llevaba en dos coletas, la de cabello corto tenía el rostro lleno de lagrimas. Mientras que la otra se giro, hasta llegar a lado de una figura alta, le tomo la mano y se fue. La niña que quedo en la Iglesia cayo en sus rodillas y se hecho a llorar.
Pequeñas lágrimas se asomaban en los ojos de Lenalee.
-Perdóname…Mei-chan…- se limpio las lágrimas y entro al salón. Donde la profesora de Zoología, Klaud Nine, ya estaba escribiendo en el pizarrón.
-Srta. Lee, solo le dije que trajera a la Srta. Meilin; no que se fuera a dar una vuelta por el instituto- reprendió la profesora, terminando de escribir ladeando el rostro para verla a Lenalee. Esta vio que Meilin ya estaba en su puesto mirando hacia la ventana, desinteresada con lo que estaba sucediendo a su alrededor. Klaud-sensei se aclaro la garganta llamando la atención de la peliverde. Alzo una ceja al captar su atención.
-Hai. Lo siento mucho Klaud-sensei no volverá a pasar- se disculpo haciendo una reverencia.
-Solo porque no eres una chica problemática, la dejare pasar- le dio la espalda, tomo el libro y lo abrió a la mitad- Pero espero que no se repita.
-Hai- la peliverde tomo asiento, saco sus libros y cuaderno, y se concentro en la clase. No sin antes echarle un ojo a Meilin. Que ahora tenía su mirada violácea en su cuaderno.
Varias horas después…
Los alumnos de Black Order, salían del enorme edificio en dirección a sus hogares. En la clase 1-A, salían los estudiantes que faltaban, dejando únicamente a la pelimorada; que todavía, esta guardando sus cosas en su maleta.
-Oniichan ya debió haber ido a la práctica de kendo, tengo tiempo para llegar a casa y…- de uno de los bolsillos, saco una billetera de "Hello Kitty" abrazando una fresa de peluche. Reviso cuanto dinero tenia- Creo que será suficiente para la cena de esta noche…-guardo su billetera dentro de chaqueta, agarro su maleta y salio del salón. Uno de los pasillos que daba a la salida, pasaba justamente por el Club de Kendo. Meilin asomo su cabeza y pudo observar a los muchachos dar golpes con la espada de madera (N/A: eso tiene nombre pero nu me acuerdo!!!) Los chicos estaban firmemente organizados en filas de 4. Mientras un chico peliazul que no cargaba el casco como los demás, caminaba con su espada –pero no de madera- sobre su hombro, entre los muchachos.
Meilin sonrío calidamente y siguió su camino. Salio del Instituto tomando el carril derecho hacia el mercado, se detuvo abruptamente cuando una idea surco su cabeza. Giro y se fue por el carril izquierdo que llevaba al centro de la ciudad. Como siempre el centro estaba lleno, gente caminando de un lado a otro, mirando sus relojes o hablando por el teléfono. Camino un poco más hasta llegar a su destino. Un restaurante chino. Y chino… en todo el sentido de la palabra. Desde las telitas que colgaban en el techo, una lámpara de papel con signos chicos colgando a su lado.
Entro en el local y el piso era de madera lisa, por lo que tuvo que quitarse sus zapatos y dejarlos en el cemento.
-¡Bienvenida sea!- dijo una de las camareras, llevaba un vestido rojo estilo oriental con franjas doradas que le llegaba hasta la mitad del muslo, del mismo modo unas sandalias orientales rojas. Su cabello largo oscuro lo llevaba recogido en dos coletas con chonguitos. (N/A: Como los de Meilin pero la Meilin de CCS!!)
-Hola Megumi-chan- saludo alegre la pelimorada.
-¡¡Mei-neesan!!- la pelinegra corrió hacia Meilin con el menú entre los brazos- ¡Que bueno que estés de vuelta nee-san!
-En realidad solo vine a pedir unas cuantas cosas…- le dijo Meilin tranquilizando a la chica.
-Ya veo…-murmuro desanimada. Meilin lo noto y trato de decir algo para animarla.
-De-De-Demo… mientras espero mi orden podemos conversar Megumi-chan… después de todo ¡Tengo una ENORME orden!- exclamo abriendo los brazos haciendo al mímica de "enorme". Aun así, sirvió para animar a Megumi.
-¡Hai! ¡¿Y bien que vas a pedir esta vez?!- pregunto extendiéndole la cartilla con el menú. Meilin lo tomo y le hecho una ojeada.
-Hace algún tiempo que no vengo, y al parecer no solo el lugar ha cambiado sino que el menú también- comento virando las páginas del menú- todo se ve muy delicioso.
-Las ventas a crecido un poco, pero mas que nada es gracias a Jerry-san que estamos donde estamos.
-Es una pena que lo hayan despedido de Black Order… su comida es deliciosa, y sinceramente es mucho mejor que la "comida gourmet" que vende esa cafetería… desde que el se fue preparo los bentou para mi y niichan, aunque no lo diga nii-chan extraña la soba de Jerry-san- Meilin se rió suavemente.
-Creo que me lo puedo imaginar…-sus mejillas se colorearon-… ¿Ya te decidiste neesan?
-Mhm. Una soba tamaño grande, también cha-han, tonkatsu, y arroz al curry… todo para llevar- a Megumi le salio una gota en la sien.
-Mei-neesan tu apetito sigue siendo el mismo… ¡te envidio puedes comer cualquier cantidad de comida y aun así no subes ni un gramo!
-Jejeje, bueno eso es algo que ni yo misma se…-Megumi termino de anotar todo y se dirigió a la cocina.
-Chotto Megumi-chan…- la pelinegra se detuvo y la mira- a esa orden…-sonrío disimulada y melancólicamente- agrégale 2 docenas de dangos.
Megumi se quedo pensativa, pero después entendió todo con solo ver la sonrisa de Meilin.
-¡He! ¡Jerry-san tenemos una orden grande!- Jerry asomo su cabeza por la ventana que conectaba la cocina con el restaurante. Topándose con Meilin saludando.
-¡¡MEI-CHAN!! ¡¡HA PASADO MUCHO TIEMPO!!- el cocinero corrió dejando detrás de si una nube de humo y…a Megumi tirada en el suelo.
-Konichiwa Jerry-san, tienes razón ha pasado mucho tiempo.
-¡¡MI HERMOSA MEI!! ¡¡¿DIME QUE PUEDE HACER ESTE COCINERO POR TI?!!
-Ano Jerry-san ya envié mi orden con Megumi-chan…
-¡Ya veo! ¡Entonces enseguida te preparo tu orden!- se acerco a Megumi que todavía estaba en el suelo, y tomo el papel donde tenia la orden de Meilin- Megumi-chan puedes tomarte un descanso hasta que la super-hiper-mega-orden de Mei-chan este lista.
-¿Are? ¡¿A que te refieres Jerry-san?! – se levanto de golpe de la silla, ocasionando que su herida le doliera y se arrodillara en el suelo, rodeando con sus manos su pantorrilla.
-¡Mei-chan!/¡Mei-neesan!- exclamaron el chef y la camarera al mismo tiempo, acercándose a Meilin; el uno tomando de los costados y sentándola de nuevo y la otra chocándole la pierna.
-¿Qué te ocurrió, Mei-chan?-pregunto preocupado Jerry.
-No es nada… creo que solo fue por la emoción nada mas.
-Neesan… ¿Qué le sucede a tu pierna?-pregunto la pelinegra se despegar sus ojos de la pierna de la muchacha.
-¡¡¡Ya dije que no me sucedió nada!!!- dijo ya nerviosa Meilin.
-Entonces… ¿Por qué tu pierna esta vendada?- tomo el filo de la media que cubría su pierna, y al bajo levemente. Una gota aprecio en la sien de Mei y sus ojos de volvieron blancos de los nervios. Ya con las manos en la masa se invento una excusa rápidamente.
-Etto… ano… ajaja es solo una pequeña herida…la doctora dijo que mientras siga tomando la medicina no pasara nada… de paso la venda era solo para cubrir algunos raspones, después de unos días me la quitara.
-¿No estas diciendo la verdad, neesan?
-Yo creo que hay gato encerrado aquí.
-E-Es en se-serio..!!
-Y… ¿tu hermano lo sabe?- el silencio apareció, el cual se rompió con la voz de Meilin.
-No. –negó firmemente la muchacha- Y les voy a pedir a ustedes que, por favor, no le digan nada. Es el último año de mi niichan, y tiene que concentrarse en sus estudios lo mas que pueda o de otra manera…no conseguirá la beca-esto lo ultimo lo dijo en voz baja casi como un susurro y en tono levemente culpable y triste.
-Mei-neesan…-murmuro Megumi, entendiendo los sentimientos de la chica.
-Es por eso que no quiero ser una molestia, estoy cerca de cumplir los 16, soy lo suficientemente mayor como ocuparme de mis co-fue interrumpida por una mano en su cabeza.
-Mei-chan esta bien que te preocupes por él. Pero así como tú te preocupas por él, también es el mismo caso para tu hermano. No esta bien que le ocultes las cosas porque lo único que pasara es que se preocupe mucho más por ti- la mano del chef acaricio suavemente los cabellos violetas de la muchacha.
-Pero…
-Jerry-san tiene razón neesan-apoyo la camarera.
-Megumi-chan…
-¡Bueno mejor me pongo a trabajar!-se remango las mangas de su camisa hasta los hombros- ¡Una gran orden me espera!
-¡¿Eh?! ¡Jerry-san!
-Mimi-chan ocúpate de Mei-chan por un rato- ordeno mientras entraba a la cocina.
-¿Mimi-chan?- Megumi tomo de los hombros a Meilin y la llevo hacia una puerta sospechoso- ¡¿Megumi-chan?!
-Ne…neesan-pronuncio con una voz siniestra- Por si volvías, Jerry-san tenía una sorpresa preparada para ti kukuku
-¡¿QUE ME VAN A HACER?!-grito la pelimorada mientras era arrastrada al pequeño cuarto detrás de la puerta.
No muy lejos de donde se encontraba Meilin. Nuestra estrella caminaba por las calles de Tokyo, claro muy bien disfrazado. Llevaba unas gafas oscuras que ocultaban su parche y una gorra que cubría parcialmente su cabello rojo. La chaqueta del colegio estaba amarrada alrededor de su cadera. El caminaba entre la gente como si nada, viendo de un lado para otro, como si buscase algo.
-Estoy seguro que lo vi por aquí…-paso a lado de una tienda de electrónicos, que mostraban televisores pantalla plana de todos los tamaños. Todos mostrando la misma imagen. Era el en su ultimo concierto en Londres. La imagen se achico colocándose en una esquina permitiendo que se vean a los conductores de la noticia.
-Y bueno televidentes esto fue el ultimo concierto de la gira de nuestra estrella local ¡Lavi Bookman! A pesar de ser nuevo, sus primeros 10 singles se han ubicado en los números unos del chart nacional.
-No hablemos de sus 3 álbumes ¡que también se posicionaron en el numero uno del chart mundial! Este chico tiene un talento nato, a pesar de contar con sus escasos 18 años, esta llegando cada vez mas lejos.
Lavi que se quedo viendo la noticia acerca de él solo pudo sonreír con superioridad. Acordándose de lo que estaba haciendo, llevo sus manos a los bolsillos de su pantalón y siguió su camino. Camino por varias calles y paso a lado de varios locales comerciales y de entretenimiento. Con más atención se fijo en cada restaurante que había en la larga avenida. Hasta que encontró uno que llamo su atención…
-Yan-Yan Restaurant… lo mejor en comida asiática y algo mas… ¿Qué clase de circo es este?-se pregunto el pelirrojo.
-¡Dos especiales del día para la mesa 5!
-¿Are?...Esa voz…-Lavi ladeó su rostro mirando a través de la ventana, encontrándose con la persona que menos esperaba ver dos veces en el mismo día. Meilin ya no llevaba puesto su uniforme escolar, más bien tenia puesto el uniforme de camarera del local. Su cabello esta arreglado de la misma forma que su amiga pelinegra pero en vez de llevar sueltas las coletas, las tenia amarrada en dos trenzas. Inconscientemente Lavi entro en el restaurante, corto la distancia entre él y Meilin- la cual le estaba dando su espalda.
-¡Una bebida de naranja a la orden!- giro su cuerpo y no contó con que iba a chocar con alguien-¡Ack!- Mei sintió que era sujetada gentilmente de sus hombros y siendo pegada a un cuerpo calido. Levanto su rostro encontrándose con un rostro que se le hacia extrañamente familiar.
-Ten más cuidado, puede que la próxima vez no este cerca para salvarte- le susurro al odio el muchacho, sonrojando levemente a la chica.
-Esta voz…Estoy segura de haberla escuchado…Acaso será…-analizo. Observando que el muchacho tenía el uniforme masculino del Instituto; además, el poco cabello que sobresalía de la gorra era de un rojo intenso- ¿Eres el muchacho nuevo?- Lavi solo pudo sonreír al ver lo lista y audaz que era Meilin.
-Ha. Que casualidad encontrarnos en el mismo restaurante Mei-chan- una venita apareció en la sien de Meilin y sus ojos se afilaron, peñisco con sus dedos fuertemente la mejilla de Lavi, al mismo tiempo que la halaba- ¡ITAI! ¡¿Por qué haces eso?!- se quejo alejándose de ella y cubriendo su mejilla roja.
-No me gusta que me llamen con ese apelativo, no te conozco y no tienes ningún derecho para llamarme así- gruño abrazando a su pecho la bandeja redonda que llevaba en las manos.
-¿Que sucede? eres totalmente diferente a la chica amable que conocí hace unas horas…-puso ojos de cachorrito, pero no convenció mucho a la muchacha.
-Simplemente actúe así, porque eres nuevo en el instituto. Fue mera cosa de modales. Eres un atrevido al llamarme con el –chan al final…
-Pero ¿no eres unos años menor que yo?, después de todo, no te he visto en mi clase…
-No me importa, no permitiré que un desconocido me llame por mi nombre acortado- terminando de decir esto, ella giro sobre sus talones hacia la caja registradora. Sin embargo, antes de dar un solo paso, Lavi la tomo de la muñeca- ¿Qué haces? Suéltame- le dijo con la voz extrañamente serena.
-Oye bueno…lamento por lo sucedido, no era mi intención haberte hecho enojar- se disculpo sin soltarla de su agarre. Meilin ladeo levemente su rostro, clavando sus orbes en los de él, buscando alguna señal de sinceridad en sus ojos. Encontrando seriedad y honestidad- Es solo que…bueno…como decirlo…-la mano del chico tembló levemente, sorprendiendo un poco a la chica. Esta solo pudo exhalo un suspiro de cansancio.
-Supongo que no se puede evitar…-murmuro mas para si misma que para él- Y bien ¿Qué esperas?- le pregunto mirando al frente.
-¿Eh?
-¿Vas a ordenar algo? ¿O te quedaras todo el día sujetando mi muñeca?- pregunto indiferente. Lavi se fijo en su mano y tenia totalmente razón, por lo que la soltó rápidamente.
-¡HA! ¡NO! ¡Yo solo pasaba por aquí!...-un foco ilumino su cerebro y una sonrisa burlona se formo en su rostro- ¿O acaso será que quieres que me quede?
-¡¿Eh?! ¡¿Qué estas diciendo?!- frunció el ceño y sus mejillas se colorearon de un rojo fuerte- ¡No me refería a eso! ¡Esto es un restaurante por si no te habías dado cuenta!
-Mmm- elevo la mirada hacia arriba n pose pensativa, una gota adorno la frente de Meilin- La verdad deje mi billetera en casa por haber salido con tanto apuro. Por lo tanto no puedo comprar nada.
-Ya veo en ese caso no me disturbes mas porque estoy trabajando- dicho esto siguió con lo suyo. Lavi solo quedo parado allí, observando como Meilin entraba en la cocina. A los pocos minutos ella salio de nuevo de allí con la bebida de naranja. Se volvió de piedra al verlo a Lavi sentado en una de las mesas, jugando con un tenedor- ¿Por qué sigues aquí?- pregunto con un tic en el ojo izquierdo.
-Hm… Por nada en especial, solo que me pareces alguien interesante- comento con su atención en el tenedor, sin atreverse mirarla.
-Haz lo que quieras.
Después de eso Meilin se dedico a trabajar hasta que el sol empezó a bajar por el horizonte. La chica se desespero y corrió a la bodega a cambiarse la ropa. Salio tropezándose con las cosas que habían en el mientras se calzaba su zapato a la par que abrazaba su maleta. Entro de nuevo a la cocina, totalmente agitada.
-¡Gomenasai, Jerry-san! ¡Yo-!- antes de terminar Jerry extendió dos grandes bolsas frente a Meilin- ¿Qué? ¿Qué es esto?
-Tu pedido, Mei-chan- ella tomos las dos bolsas, una en cada mano.
-¡¿EH?! ¡Pero yo no pedí tanto! ¿Cómo se supone que pague todo esto? No puedo aceptarlo Jerry-san.
-De hecho ya lo hiciste…-dijo mientras sus gafas destellaban con un brillo malicioso.
-Neesan gracias por ayudarnos- apareció Megumi con el cabello suelto- los lunes siempre son ajetreados para nosotros.
-¿Con que fue eso?- pregunto mirando acusadoramente a Jerry- Me hiciste trabajar para pagar toda esta comida.
-Oh-oh creo que fui descubierto- dijo mientras se tapaba la boca con una mano. Meilin solo suspiro y sonrío.
-No importa, al menos no me llevo toda esta comida gratis- giro hacia Megumi- Megumi-chan ¿quieres que te espere para ir juntas a casa?
-No es necesario, todavía tenemos que limpiar algunas cosas. Además no falta mucho para que el llegue a casa- Mei se fijo en la hora.
-¡AH TIENES RAZON! ¡Entonces me voy yendo!-corrió hacia la salida- ¡Megumi-chan ven a comer con nosotros esta noche!
-¡¿HE?!-grito con los ojos blancos de la sorpresa y sus mejillas coloradas.
-¡Te estaré esperando!
La pelimorada atravesó el umbral de la puerta, encontrándose con el pelirrojo esperándola afuera, arrodillado con al espalda apoyada en la pared. Como ya casi no había gente y tampoco lo vio cuando ella salio, pensó que ya se había ido.
-Al fin saliste- dijo levantándose y colgándose la maleta en la espalda. La oji-púrpura entrecerró la mirada girando hacia el lado opuesto donde el estaba parado. Caminando hacia su casa.
-¿Por qué sigues aquí? Deberías irte a casa- Lavi la siguió caminando detrás de ella.
-Etto…no me gusta que las chicas caminen solas a su casa, es muy peligroso. Además pienso acompañarte hasta tu casa, estaré mas tranquilo si me dejas.
-Nadie te pidió que lo hicieras.
-No seas así- dijo viéndola algo ofendido, con una mano en la nuca- ¡Ya se! Déjame llevarte hasta tu casa en forma de agradecimiento.
-¿Agradecimiento?- ya los muchachos se había alejado del centro de la ciudad, el cielo estaba de un color naranja y las sombras de los jóvenes se proyectaban frente a ellos.
-¡Si! ¡Por haberme dado parte de tu almuerzo!
-No me importa si me lo agradeces o no.
-¿Por qué?- al girar en una esquina, donde a lo lejos se divisaba el hogar de Meilin ella se detuvo.
-Porque…-giro su rostro viéndolo fijamente, Lavi también se detuvo, quedando hipnotizado bajo el brillo de esos ojos calidos y misteriosos. Lavi sintió como todas sus preocupaciones desaparecían.
-¿Por qué?- insistió el chico.
-Porque…. Simplemente porque lo quería hacer- contesto volteando de nuevo, un poco nerviosa y sonrojada. Volviendo a caminar, Lavi callo de espaldas al más estilo anime ante semejante respuesta.
-¡¿Porque lo querías hacer?!- grito consternado una vez que se recupero del shock.
-Jajajajaja…-empezó a reírse la chica.
-¡¿Por qué te ries?! ¡No es gracioso!
-Pero…es-jajaj- muy divertido-jajaja- hablo entre risas. Deteniendo su camino frente al condominio. Lavi solo contemplaba a la muchacha reírse, notando que le quedaba bien una sonrisa en el rostro.
-No se que hubo de chistoso en lo que dije pero… si eso te hace reír esta bien; una sonrisa te queda mejor en tu rostro- aquel comentario paro la risa de Meilin, gracias a que estaba de espaldas al chico, este no noto el sonrojo que ocupaba todo su rostro.
-Yo-yo vivo aquí, ya no hace falta que me sigas…-hablo mientras empujaba la pequeña puerta para entrar al jardín del condominio.
-Asi ya llega- al elevar la mirada su cuerpo se congelo, reconociendo el edificio- ¿mos?
Mei giro para saber que le pasaba.
-¿Qué te ocurre?-pero él no le respondía- Oye…- se acerco a él agitando su mano frente a él. Ella inflo sus cachetes en señal de molestia. Halo sus orejas para llamar su atención- ¿Me estas escuchando?
-¿En serio vives aquí?- pregunto ignorando por completo el dolor.
-Sí, aunque no lo creas no todos los que estudiamos en Black Order vivimos en lujosas mansiones- entro al condominio, tomando el pasillo que daba a las escaleras.
-¿En que piso estas?
-Um. ¿En que pisos estas?- pregunto siguiéndola.
-Tercero- otra vez el shock sorprendió a Lavi.
-Tiene que estar bromeando…- ambos subieron las escaleras. Hasta llegar al tercer piso, caminar unas cuantas habitaciones y ubicarse frente al departamento de Meilin.
-Bueno ahora si ya no hace falte que me sigas acompañando estoy en frente de mi hogar- le dijo mientras buscaba en su bolsillo las llaves de su departamento. Una vez encontradas las inserto y les dio vuelta quitando el picaporte de la puerta- Ya deberías regresar a casa, a los mejor tu familia ha de estar preocupada por ti- lo ultimo lo dijo en tono triste. Lavi lo noto y se rasco la nuca.
-La verdad no puedo hacer nada respecto a eso, dudo mucho que alguien se preocupe por mi- ella estaba abriendo la puerta cuando lo escucho decir aquello.
-¿Eh?
-Pero si quieres que me vaya a casa entonces lo hare- Lavi siguió caminando al frente, confundiendo a la chica que lo vio curiosa. Lo siguió con la mirada. Hasta que Lavi se detuvo en la puerta de a lado. Saco su propia llave y abrió la puerta. Meilin estaba atónita, el pelirrojo entro en su departamento y asomo su cabeza sonriendo divertidamente.
-¿Co-como?
-Tienes razón, no todos los que estudiamos en Black Order vivimos en lujosas mansiones- Mei se recupero de su sorpresa, contagiándose levemente del entusiasmo del chico.
-Creo que me equivoque con él…
-Nos vemos, vecina- y cerro la puerta. Ella no podía evitar reír.
-Buenas noches, vecino- antes de entrar recordó algo- Por poco me olvido- dejo las bolsas en la entrada y salió a la puerta de la derecha- Lavi estaba en la de la izquierda- toco el timbre y espero a que le abrieran. La puerta se abrió y por ella apareció una cabeza blanca.
-¿Hai?- dijo un muchacho de no más de 15 años.
-¡Konichiwa, Allen-chan!- saludo mientras se lanzaba a los brazos del chico.
-¡Meilin!- exclamo el chico al ver a su amiga de la infancia- ¿Como estas?- pregunto devolviéndole el abrazo.
-Muy bien ahora que puedo verte, Allen-chan- respondió soltándose de sus brazos- Ne ne adivina algo.
-Tu hermano por fin dejo de ser un idiota- propuso alegre y esperanzado.
-Eh…no. Sabes que eso no tiene cura Allen-chan.
-Agh, tienes razón. ¿Entonces que es?
-Hoy fui a Yan-Yan y Jerry-san me dio mucha comida. A lo mejor no es suficiente para saciar tu estomago, pero es demasiado para mi y niichan; de paso invite a Megumi-chan, no tardara en llegar y niichan tampoco. ¿Vendrás?
-En verdad no quiero ser una molestia. Tu siempre me invitas a comer Mei pero yo nunca he podido devolverte el-los favores asi que creo que esta vez yo-
-Trajes más de 10 raciones de dango
-Hare una excepción.
-Bien esta decido- tomo el brazo de Allen y lo halo- Ayúdame poniendo la mesa mientras yo desempaco la comida.
-Hai, hai- ambos entraron en el departamento de la chica.
La noche ya había caído, y unas calles mas alejadas del condominio donde estaban Allen, Mei y Lavi; un muchacho alto y robusto caminaba por dichas calles. Llevando consigo una maleta mas grande que la que cualquier estudiante usaría y algo largo enfundando y amarrado en su espalda. Tenia las manos en sus bolsillos y sus ojos se mantenían cerrados, como si se supiera el camino de memoria. Al cruzar la calle empujo a alguien frente a él.
-¡Itai! ¡Gomen!- se disculpo una voz aguda. Era una chica. Dicha chica elevo su mirada reconociendo al joven que la empujo- Are… Kanda-san- este no le respondió solo verifico si no se había hecho daño alguno- ¿Qué haces por aquí?
-¿Acaso no es obvio? Voy a casa, chibi.
-¡Es cierto! Vuelves de tu trabajo- proclamo mientras se levantaba del suelo. Kanda paso de ella, continuando con lo suyo, ella solo pudo seguirlo. Caminaban en silencio, pero ninguno de los dos parecía molestarles aquello. Más bien se veían acostumbrados al silencio que los rodeaba. Pero aun asi, Megumi quería hablar con él.
-Kanda-san…¿Cómo te fue en tu entrenamiento?- pregunto nerviosa.
-¿Por qué el interés?- respondió con otra pregunta, impasible.
-Bueno…es que, mencionabas que para poder conseguir una beca en la universidad necesitabas ser el mas fuerte del instituto- entrelazo sus dedos calmando sus nervios- para ti es muy importante conseguir esa beca; por eso, quiero saber si vas bien.
-El entrenador se lastimo la muñeca y tendré que entrenar a esos inútiles por un tiempo…-sin darse cuenta ambos ya habían entrado al edificio donde vivían.
-Eso es bueno ¿verdad? Quiere decir que eres el mejor y por lo tanto tu tienes que enseñarles lo que sabes y hacer que perfeccionen sus técnicas- Megumi se alegro de saber que a Kanda le iba bien en el entrenamiento.
-Tch. Algo asi- Kanda miro su reloj, sabia que a esas horas la puerta no tendría picaporte por lo que le seria fácil entrar. Subieron al tercer piso y se ubicaron frente al departamento de Kanda. Este se dio cuenta de que Megumi estaba a su lado- Oe si no te has dado cuenta este no es tu departamento.
-¡Ah eso! Me olvide mencionártelo- Kanda tomo la perilla de la puerta y la giro- es que hoy yo voy a-
-¡¡OKAERINASAI (2)!!- Meilin corrió desde donde estaba hasta Kanda. Y como había hecho con Allen se lanzo a los brazos de Kanda. Megumi dio un paso hacia un lado dejando que esos dos cayeran al suelo. Mei le planto un beso en la mejilla a Kanda.
-Tch., ya levántate- dijo con molestia falsa Kanda.
-¿Qué sucede, Yuu-niichan? ¿Otra vez amargo por el trabajo?- molesto la chica, disfrutaba molestar al chico.
-No es eso. Sino que es molesto tener hierba mala en casa- siseo mirando con rabia dentro de casa.
-¡¿A QUE TE REFIERES CON HIERBA MALA BAKANDA?!- grito enfurecido Allen.
-No veo a ningún otro moyashi que no seas tu, moyashi.
-Es Allen, imbécil.
-Mejor te queda moyashi- ambos siguieron con su pelea, pero Mei y Megumi estaban en otros asuntos, acostumbradas a ver a esos dos insultarse.
-¿Te encontraste a Yuu-niichan de camino a casa?
-Mas bien el me encontró a mi.
-Moyashi
-Bakanda
-Moyashi
-Bakanda
-Moya-un enorme plato humeante de soba apareció frente a Kanda.
-Te lo daré si me prometes que dejaras de insultar a Allen-chan durante la cena- Mei conocía muy bien a su hermano, sabia que nadie mas que ella podía calmarlo y mas aun si tenia un palto de soba en sus manos.
-Hmp- dejo sus cosas y tomo la soba en sus manos.
-Muy bien el león ya esta calmado y podemos proceder a comer- todos se sentaron en la mesa en la que cabía cómodamente 6 personas, sin embargo fue preparada para 4. La mesa estaba servida con todos los platos que Mei trajo.
-¡¡ITADAKIMASU!!
Horas después…
Lavi se encontraba sentado en su sofá frente al televisor cambiando de canales sin verlos en realidad. Llevaba puesto unos pantalones flojos de seda y una camisa sin mangas blanca pegada al cuerpo, haciendo notorio sus músculos. Tenía los pies apoyados en la mesa y una bebida de uva en la mano.
-Pero…es-jajaja- muy divertido-jajaja
-Esa chica… Meilin… es alguien…-recordó cuando se enojo con él comparándolo con lo de hace poco- ¿con doble personalidad?
Toc-Toc
Lavi miro hacia la fuente del sonido. Estaban tocando la puerta. Exhalo aire sonoramente.
-Hai, Hai ya voy probablemente sea el viejo con algo de comida…- se coloco sus sandalias de casa y abrió la puerta. Y no era el abuelo- ¿Are?
-Hm. Konbawa…-saludo Mei, esta llevaba puesto un pantalón celeste y un abrigo blanco con capucha de conejo, también llevaba unas pantuflas del mismo animal.
-¿Meilin? ¿Qué haces aquí?- pregunto el chico- Ah, adelante- se movió invitándola a pasar.
-No te molestes, en realidad solo venia a dejarte algo…- dijo extendiendo un paquete envuelto.
-¿Para mi?- se señalo a si mismo.
-Hai, es cerdo asado. Tómalo como agradecimiento por haberme acompañado hasta mi casa, y también…-Lavi tomo el paquete mirándolo sorprendido. Cerdo asado, era su plato favorito.
-Arigatou…-agradeció con la voz suave.
-No hay de que después de todo somos vecinos. Y por eso…-le mostro la sonrisa mas hermosa que podía ponerle- Bienvenido a la vecindad.
-Domo, a lo mejor no lo sabes pero…-su oreja se extendía desde su oreja hasta la otra- el cerdo asado es mi favorito
-Entonces que alivio. Me alegra no haberme equivocada al apartarte ese plato…-se quedaron en silencio sin pronunciar palabra alguna. Lavi se fijo en lo bonita que se veía en sus pijamas, y también como desprendía un aire de ternura.
-Han sido muchas coincidencias en un solo día ¿no crees?
-¿A que te refieres?
-Me refiero a que… recién nos conocimos en la mañana, de una manera muy extraña diría yo, después me ofreciste tu almuerzo. Más tarde nos encontramos en el mismo restaurante. Resulta que vivimos en el mismo edificio y no solo eso sino que en el mismo piso y departamentos juntos. Y volviste a alimentarme… son varias coincidencias para mi gusto…
-Pero… ¿te agrada?- pregunto inquieta la chica. Lavi se lo pensó hasta que respondió.
-Si me agrada, me gusta, porque gracias a eso pude pasar un día divertido con Meilin.
-No me parece que haya algo de divertido en todo esto… pero si tu lo dices supongo que esta bien conmigo.
-¿Lo ves?- Algo dentro de Meilin se movió cuando el chico la mira de aquella manera tan cálida. Se fijo que su puerta se abrió asomándose por ella la cabellera azul de su hermano.
-Ya me tengo que ir…-aviso la chica volviendo a ver al pelirrojo.
-¡¿Tan pronto?!-exclamo el chico.
-Si, mañana hay clases y tengo que madrugar. Lo lamento, nos veremos otro día- hizo una pequeña reverencia y acelero el paso hasta su hogar. Kanda todavía estaba allí, se detuvo a su lado y le dijo algo. Lavi no podía identificar con quien hablaba debido a que la puerta no lo dejaba ver. Mei entro a su hogar, no sin antes agitar la mano en forma de despedida hacia Lavi. Este le devolvió el gesto. Mei tomo del brazo a alguien. Una ventisca de viento recorrió el lugar moviendo la puerta. Y Lavi se quedo con la boca abierta hasta más no poder.
-¡¡ESE ES!!- pensó para si mismo- ¡¡KANDA!!- su ojos se abrieron de par en par aun mas cuando ambos entraron en el mismo departamento, cuando escucho cerrar la puerta- ¡¡TIENE QUE SER BROMA!!
Ambos hermanos escucharon el grito del chico y se miraron entre si.
-¿Quién era ese?- Mei solo sonrió.
-Una persona que conocí por coincidencia.
-¿Ha?
-No te preocupes, Yuu-niichan.
Afuera Lavi estaba blanco de pies a cabeza y su alma trataba de salir de su boca.
Holaaa!! Bueno lamento mucho la demora es que estoy muy ocupada todo este mes y encima el prox empiezan clases por lo que me será mas difícil actualizar. Parece que este fic tuvo casi la misma recepción que la de Corazon Condenado ^^ espero que sea un éxito prefiero ser la tortuga, pero a veces llegar cierto limite etto bueno creo ek me pase un poco con lo largo, pero es parte compesacion por la demora.
Nos vemos dsps!!!
Aki un pequeño adelanto:
-¿Tienes novio?
.
.
-Si y es mas que natural que viva con el
.
.
-¿Quién eres?
.
.
-No quiero que pares de tratarme como lo haces solo por saber quien soy
.
.
-No sabes con quien te estas metiendo, y nadie se mete con lo que me pertenece
¿Suficiente?
No vemos en el 3er cap 8D
