Muy bien, aquí está el que será mi más largo fic, uno de Pokémon, y para darle frescura a la categoría uno completamente diferente a lo ya visto. Ya harto de puros fin dedicados a Ash con los mismos tropos (traicionado, elegido destructor de humanos y harem estilo hindú), puro Amourshipping (lo único que valió la pena de la sexta generación) o historias de los DexHolders (que es lo de Ash, pero por 10) pensé en esto que puede servir como un aire fresco para muchos. Así saldrá esta serie de fics relacionados a entrenadoras, consejos de vida y barnices de uñas. Espero les guste este proyecto que reúne mis dos cosas favoritas: Pokémon y el fino arte de la manicura y pedicura.

Disclaimer: Pokémon no es propiedad mía, solo mi OC que conocerán en este prologo. Pokémon es propiedad de Gamefreak y Nintendo.


Prologo.

Una calmada mañana de lunes en la gran capital de Jotho, la siempre movida ciudad Trigal. Los Pidgey vuelan, los Wooper nadan y los entrenadores entraban y salían del gimnasio con heridas o medallas de la líder Whitney. La bulliciosa ciudad era visitada por sus múltiples atractivos como la torre de radio de Jotho, la florería (con su variedad de semillas y abonos), el emporio de bicicletas, su casino, la terminal del magnetotren que conecta con Kanto, su centro comercial y los más notables que son el gimnasio y el paso subterráneo. El paso Trigal es reconocido por su mercado de gangas, su centro fotográfico, su tienda de herbolaria y el reconocido salón de belleza Pokémon Dos Hermanos. Este salón es reconocido por sus cortes y tratamientos de belleza para Pokémon, que llegan a subir su amistad y revitalizarlos, pero apenas llegan a atender a sus entrenadoras, limitándose a un simple corte de cabello o de uñas.

Pero desapercibido, al norte de la ciudad y al lado de la florería su encuentra un pequeño y sencillo local con un simple letrero: "Nopalli´s Nails Salon". De fachada verde con marcos rojos y blancos, con nochebuenas y sábilas colgadas en macetas (otras en el suelo) y un tapete de bienvenido en la puerta; un local muy reconocido por pocas mujeres como el mejor lugar de manicuras y pedicuras de Jotho, sobre todo por su curioso dueño.

Adentro se veía una decoración ajena a Jotho: muebles rústicos de madera, en la mesita estaba una macetita con un cactus encima y un revistero con revistas de otra región, una muy diferente a las demás (pirámides en una selva, playas paradisiacas de cañadas blancas, una ciudad que combina edificios coloniales con modernos, una sobre antigüedades y otra sobre cocina muy atractiva); se veían 4 sillones con sus reposabrazos de color vino con su respectiva tabla de manicura y su tina de pies color lila. Una barra-mesa con una caja registradora, unos platos pasteleros, y su agenda; cercas esta la puerta del sanitario, y a lado una mochila azul de plástico rígido. Atrás de la barra había unas repisas de madera con toallas, materiales para uñas (limas, alicatas, cortaúñas y antimicóticos), un masajeador, material médico (alcohol, agua oxigenada, yodo, vendas, tijeras y un kit de medicamentos) y el más impactante: los barnices y accesorios de dedos y uñas.

Esa enorme repisa (casi como un librero) tenía una gran variedad de anillos, pulseras, tobilleras, stickers de uñas, tatuajes temporales de empeines y cientos de barnices de uñas. Barnices de varios colores y efectos imaginables se exponían en el escaparate: Matte, brillante, pastel, aperlado, con glitters, "look de gelatina", neón, metálico y de secado rápido; junto a las lacas removedores de barniz y tratamientos de uñas (para evitar el comerse las uñas, estimulantes de crecimiento, para uñas frágiles, ablanda cutículas y antimicóticos), junto a lociones de pies, talcos y spray para la sudoración.

Al lado estaba un calentador de agua, un bote de basura y otro para las toallas sucias; y bajo la barra en frente estaba un frigobar, y una pequeña repisa con sandalias, guantes sin dedos y aromatizantes (wicks y drops) para la venta de las clientas. Atrás de la barra esta la puerta de la "casa" del dueño: un departamento compuesto por una pequeña cocina con estufa, refrigerador, lavabo y estante de trastes; una sala con su sillón, su centro de entretenimiento con tv, DVD, consolas y libros de historia, una mesa con dos sillas y una mesita con un teléfono; el baño (el local es ½ baño) con WC, regadera y lavabo estilo contemporáneo; y la recamara con su cama, ropero y buro.

Recién levantado y vestido estaba el dueño del local, de 37 años y rasgos latinos, 1.80 de altura, forzudo, moreno y de cabello negro con escaso bigote. Vestido con una guayabera blanca con verde, un pantalón azul algo manchado con cinturón de cuero y unos zapatos "tanque" de color marrón; en una camita estaba un Wooper con un curioso collar con un glifo desconocido dormido. Ese hombre es ni más ni menos que Nopalli, el "Artista de las Uñas".

Proveniente de una región muy lejana, es reconocido por su curiosa capacidad de reconocer la personalidad de una mujer a través de sus uñas: higiene (largas, cortas, sucias o con hongos), hábitos mordidas, opacas, decoloradas o con deformidades) y carácter (color, bordes, que actividades practica y como repercuten en las uñas); y con las de los pies la salud (hongos, pie de atleta o uña enterrada), su actividad (forma de la uña y olor del pie) y gustos de calzado.

Era muy reconocido por muchas damas como un artista por su gran capacidad de hacer manicuras y pedicuras: elegir colores que combinan con el cabello, tono de piel, ropa y calzado, que diseños, stickers y patrones deben llevar; elegir que sandalias, anillos, pulseras, tobilleras y tatuajes podían llevar y que combinaran con sus uñas; además de bono unos masajes de pies, exfoliación y tratamientos especiales (curación de hongos, uñas enterradas o callos). Para el cada uña es un lienzo, hecho a la imagen de cada musa, y el siendo su artista, pero además de artista es un curioso consejero de la vida.

Siempre escucha a sus clientas mientras trata sus uñas sobre muchos temas: problemas personales, problemas familiares, pleitos amorosos, dudas existenciales, consejos de vida o simples anécdotas. Nopalli considera que "se le llega a una mujer no con flores ni vestidos ni joyas; se le llega tomándote unos minutos para escucharla, que saque sus emociones y al final entenderla". No por nada es considerado un galán y un digno ejemplo de un caballero para sus clientas (que se recomendaban por el boca a boca), menos si se veía que él tenía bastantes clientas atendidas entre él y tres empleados que le ayudan entre semana; no gana una gran cantidad como los hermanos, pero si lo suficiente para él y sus empleados, de ahí que sea conocido por su humildad.

Pero su "fama" (por su trabajo, sus diseños o consejos) era tal que sus "clientas especiales" eran quienes más lo sorprendían (y pagaban muy bien): lideresas de gimnasio, mujeres de a elite, campeonas, cerebros de la frontera, científicas, o hasta criminales reconocidas; todas recibían un buen arreglo de uñas como uno de los sabios concejos de este gran hombre.

Tras revisar las cuentas del local y notas de su empleo este Nopalli va a desayunar, seguido por su Wooper Derp, que además de ser su Pokémon compañero era su amiguito y asistente, que ayuda regando las plantas o trayendo los materiales para su trabajo o cosas para las clientas. Además de ser un Wooper muy fuerte y resistente a pesar de no estar evolucionado (cortesía de comerse una piedra eterna y un mineral evolutivo), astuto para evitar peligros y enfrentar rivales grandes, listo (contrario a su apodo) y burlón para molestar a sus rivales y ladrones, y muy especial por saber ataques raros para un Wooper. Nopalli tomaba su café y comía un guiso mientras Derp se devoro una baya Watmel, al terminar se prepara para abrir el local en su horario (10 am a 8 pm, de lunes a sábado), veía su agenda de citas y con temporada baja no tendría mucho trabajo, al grado que sus empleados solo trabajaban 3 días mientras entrenaban en el Monte Mortero.

-Muy bien, ya es hora de abrir, a ganarse el pan.- dijo con ánimo mientras abría su local, viendo orgulloso su salón de paredes rojas con varios cuadros de uñas de los pies. -Derp, ayúdame con los materiales.- le dijo a su Wooper, que tenía una charola en su cabeza con los materiales.

Empezó bien su jornada laboral, con dos señoras que se hicieron una pedicura mientras esperaban que sus Pokémon salieran del centro médico para ir al Parque Nacional, luego unas niñas que pidieron sus uñas pintadas de un rosa chillón con brillos (debían ser preescolares o esas niñas hada de Kalos); luego unas peleadores con uñas enterradas llegaron casi llorando, con las uñas de sus pies muy clavadas y con un olor fuerte a pus, suspirando de alivio al ser curadas; no eran ni las 12:30 cuando estaba almorzando y platicando con la chica del abono, dándole flores únicas de su región nativa, y tras acabar lavaba sus trastes mientras Derp nadaba en la zotehuela de su casa (un pequeño estanque, una lavadora y un tendedero) donde se secaba sus toallas y ropa.

Mientras barría su local sonó la campana de la puerta, entrando su primera clienta importante de la semana...


Y este es el prólogo de esta historia. Parece muy explicativo, pero no tendrá muchas batallas, detallará mucho tanto el arte de uñas de cada chica como algunos problemas de cada mujer que tendrá un episodio dedicado (eso puede variar) y que consejos les dará Nopalli. Sera una historia "slice of life" de amistad y un poco de humor, combinando elementos de los juegos y del anime en personalidad, diseño y hechos de cada una de las mujeres importantes.

La primera tanda tendrá a las lideresas de Kanto, y con mi suerte cuando acabe en Alola ya saldrá Pokémon Sword y Shield (espero), y la primera clienta será la sirena y primera amiga de Ash favorita de todos. Espero que les guste este fic y no duden en comentar a futuro. Hasta el primer capítulo.