Naruto, Sasuke y Sakura intentaron durante años deshacerse de la máscara que cubría el rostro de su sensei sin éxito. Sin embargo, Tsunade acaba de darle a Sakura la mejor idea del mundo para que por fin pueda ver lo que hay detrás de la máscara. Quizá no fuera demasiado ético, pero tampoco tenía elección.

Nada me pertenece, todo a salido de la genial cabeza del ¡Oh Gran Dios Masashi Kishimoto! Excepto el siguiente argumento... que me tomo la lincencia artística de escribir para mi disfrute y espero que el vuestro.

El argumento original de Naruto esta basado hasta el manga número 35, que es el último actualmente comercializado en España. Paso de hacer spoilers o de pretender averiguar que pasará luego en la historia, así que os adelanto que Sasuke esta en el rincón que el autor tiene reservado para él y, sinceramente, por mi puede quedarse ahí un tiempo.

Por lo demás, espero que os guste. Enjoy

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La máscara de Kakashi

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Capitulo 1. El comienzo

Todo tiene un principio, primero va el uno, después el dos, luego el diez y por último el cien . Pero el inicio no se encuentra en el uno, sino antes, en el caos... todo empieza desde cero. Y después de cero viene el uno, después el dos, luego el diez y por último el cien. Siempre que exista zero se llegará a cien. Por lo tanto, si queremos cambiar ese cien, tenemos que acabar con zero.

Big Boss. Metal Gear Solid: Guns of the Patriots.

1.Consecuencias

Dicen que toda acción tiene como consecuencia una reacción igual y opuesta, es un principio básico e ineludible de la física, por supuesto si nos paráramos a pensar en las consecuencias de cada uno de nuestros actos nos volveríamos locos, así que preferimos ir por la vida sin pensar demasiado en como afectarán las cosas que hacemos a los demás.

He de reconocer que yo soy culpable de eso mismo, de no pensar en las consecuencias... y creedme si pudiera volver atrás y hacer las cosas de otra manera, las haría, pero en ese momento estaba tan cegada en probar a los demás que podía hacerlo que no pensé demasiado en lo que haría después o en como lo afrontaría.

Claro, que en estas condiciones y con mi animo ciertamente por los suelos, más que auto castigarme por mi conducta... me resulta mucho más fácil culpar a la persona con la que se inicio mi pequeño infierno particular. Si la frase que he nombrado al principio se cumple, la acción que ella llevo a cabo terminará por hacerla ganar la lotería. Estoy segura de que estáis pensando que eso no tiene nada de malo, pero en su caso, solo puede ser indicativo de un mal presagio.

2.Una misión muy particular

El sol entraba tímidamente a través de la ventana entreabierta, me desperté poco a poco disfrutando del calor de las sábanas como solo se puede hacer un día libre. Me desperecé y me prepare para disfrutar de un día en el que no tendría que hacer absolutamente nada. Hacía tanto tiempo que no tenía un día libre que ya ni lo recordaba ¿fue hace dos o tres semanas? Entre el hospital y el entrenamiento con Tsunade, a veces sentía que no tenía tiempo ni para respirar.

Pero hoy no tenía porque preocuparme por nada de eso, hoy era un día solo y únicamente para mí, en el que podría descansar e incluso salir con las chicas para ponerme al día, hace mucho que no las veo y me cuesta reconocerlo pero una vez que te acostumbras a los gritos de Ino, al cabo de un tiempo los hechas de menos, igual que los de Naruto.

"Toc, toc, toc"

Unos tímidos golpes sonaron en mi puerta principal, la verdad es que me exasperaron un poco, ya que me obligaron a levantarme de la cama y eso no entraba en mis planes de "no hacer nada en todo el día". Abrí la puerta con una mueca no muy agradable en mi rostro, el hombre que estaba al otro lado de ella dio un respingo. Era un ninja, de eso no cabía duda ya que vestía el uniforme de jounin, y tenía un rollo en su mano... me temí lo peor.

"¿Qué?" Pregunte tajante, lo siento, pero era el hombre que estaba a punto de arruinar mi día y no me apetecía ser agradable con el.

"Sakura Haruno" Dijo el hombre con tono de voz aburrido. "Ha sido convocada por la Hokage"

El hombre alargo la mano en la que sostenía el pergamino para que lo cogiera.

"¿Se trata de una misión?" Pregunté interesada, olvidándome de mi enfado temporalmente.

"No lo sé." El hombre se encogió de hombros. "Pero debe ser algo importante, porque a parte de a ti, a convocado a otras tres chicas."

Miré al hombre dispuesta a preguntarle más cosas pero este, viendo su cometido cumplido, desapareció en una nube de humo sin despedirse siquiera. Tosí un par de veces tratando de no asfixiarme.

"Capullo." Murmuré entre dientes.

Mientras cerraba la puerta de mi casa y me disponía a prepararme para salir no pude evitar tener una extraña sensación y no se debía solo a que mi día libre acababa de verse abruptamente anulado, era algo más primario y gutural, una sensación en la boca del estómago que te advierte de que va a pasar algo malo.

Debería haberle hecho caso.

2.1

Antes de salir de casa ojee el royo que el jounin anónimo, puesto que no se había presentado, me acababa de entregar. Me decepcione al descubrir que solo contenía el lugar y la hora de reunión, que era hacia donde yo me dirigía es ese momento.

El vestíbulo de la torre del Hokage era un hervidero de gente uniformada que iba de aquí para allá, algunos conocidos y otros no tanto. Ascendí con paso ligero a el despacho de Tsunade, la verdad es que tenía bastante curiosidad por saber lo que quería y más teniendo en cuenta que desde hacía algún tiempo no me había asignado ninguna misión, ella lo justificaba explicándome que tenía que concentrarme plenamente en mi entrenamiento como médico ninja.

Por fin llegue al despacho de Shizune, como siempre su cabeza estaba sumergida en un montón de papeles y trámites burocráticos. No por primera vez sentí un poco de lástima por ella, su trabajo era muy duro pero normalmente la gente no reconocía su importancia.

"Buenos días Shizune" Le salude con una sonrisa. Ella dio un pequeño salto y me miró.

"¡Buenos días!" Me respondió ella exageradamente, aparto la mirada un momento para mirar a sus papeles, luego volvió a mirarme a mí y suspiro.

"¿Te pasa algo?"Pregunte frunciendo el ceño.

"¿A mi?" Su tono de voz se elevo una octava, después comenzó a morderse el labio compulsivamente. "Estoy perfectamente, genial. ¿Por qué lo preguntas?"

"No sé... pareces un poco nerviosa." Para probar mi punto di un fuerte puntapié en el suelo, Shizune se sorprendió tanto que pego un gritito, si hubiera sido un pájaro estoy segura de que habría salido volando. No pude evitar reirme. "Vamos tranquilízate... ¿de verdad que no te ocurre nada?"

Ella soltó otro suspiro, más largo esta vez, y dejó caer los hombros como si la hubiera derrotado.

"Es solo que..."

Shizune se cortó a mitad de la frase, se levantó y me cogió de la mano.

"Venga, Tsunade te esta esperanto dentro con las demás."

Después abrió la puerta del despacho de Tsunade para dejarme pasar. Por la expresión de su rostro, me dio la impresión de que bien podría estar abriendo las puertas del mismísimo infierno.

3. La fuerza de las Kunoichi

Cuando entré me sorprendió mucho encontrar allí a tres personas más, bueno, eso no, el jounin anónimo que se había presentado en mi puerta esta mañana ya me había informado de ello. Lo que me sorprendió fue ver que personas eran.

"¡Eh frentuda!" Me saludo con excesiva alegría y licencias, mira que llamarme frentuda ¡sabe que no lo soporto!, mi querida ami-enemiga de la infancia Ino. La mire enarcando las cejas, diciéndole con la mirada que no pensaba contestar a ese "saludo" de ninguna de las maneras.

"Ho... hola Sakura-chan" Hinata se inclinó levemente para saludarme. Si bien seguía siendo un poco tímida había mejorado mucho estos últimos años, ya no se desmayaba delante de Naruto y nos había confesado a Ino, Tenten y a mi algo que para cualquier ser del planeta desprovisto de pene era obvio, que le gustaba Naruto. Por supuesto él susodicho seguía sin darse cuenta de este hecho, si los hombres era densos Naruto lo era aún más.

"Hola Hinata" Respondí con una sonrisa.

"¿Qué tal Sakura?" La última en hablar fue Tenten que estaba sentada en un sillón con aspecto bastante aburrido.

Desde hacía poco tiempo Ino, Hinata y yo comenzamos a salir con Tenten, se integró en el grupo muy deprisa. Estaba desesperada por un poco de compañía femenina y su actitud sincera y sin complejos nos encanto a todas, si había alguna palabra para describirla era "auténtica".

"Bien, gracias Tenten" Me giré hacia la mesa del despacho y me incline levemente para saludar a Tsunade.

"Buenos días Tsunade-sisou"

Tsunade nos observaba a todas con aire solemne, pero sus ojos encerraban cierta ternura.

"Ahora que todas estáis aquí. Es hora de que os cuente porqué os he llamado." Poso una mirada evaluadora sobre cada una de nosotras.

"Cuando decidisteis ser ninjas erais conscientes de que es una profesión arriesgada." Comenzó Tsunade con voz extrañamente monótona, como si hubiera repetido el discurso varias veces. "Pero asumisteis esos riesgos, para proteger a vuestra villa y hacerla prosperar."

Me incline un poco más en mi asiento, aproximándome hacia Tsunade. Sabía que detrás de sus palabras, por vacuas que fueran, se escondía algo importante.

"Os enfrentáis a misiones constantemente, en muchas de ellas ponéis en peligro vuestras vidas." Su tono se había vuelto más oscuro. "Estoy segura de que en varias ocasiones habéis hecho cosas que no os gustaban, para conseguir que una misión se llevara a cabo con éxito. En otras palabras... que habéis utilizado todos los medios necesarios para conseguir vuestro objetivo."

Tsunade se detuvo para volvernos a mirar, era una mirada que nunca había visto en ella, era una mezcla de afecto y lástima.

"De lo que no sé si sois conscientes es de que para nosotras, las kunoichi, 'utilizar todos los medios necesarios' tiene un significado bastante más amplio que para vuestros compañeros masculinos."

"¿A que s...se refiere Hokage-sama?" Pregunto Hinata algo asustada.

Ino y yo intercambiamos una mirada cómplice por encima de su hombro, ambas teníamos cierta idea de hacia donde se encaminaba esta conversación.

"Hablo de uno de los recursos más antiguo y utilizado entre las kunoichi... la seducción."Tsunade no pudo evitar esbozar una sonrisa, ante la reacción de Hinata, que escandalizada se llevo las manos a la boca para ahogar un gritito. "Si, señorita Hyûga. La seducción puede ser una arma muy útil para utilizar en diversas misiones, y como cualquier técnica no puede ser improvisada, tiene que ser cultivada y entrenada."

"¿Lo dice en serio?" Pregunto Tenten escéptica, después se apresuro a añadir. "Hokage-sama."

Los ojos de Tsunade relampaguearon un segundo y por unos momentos me preocupe por la integridad de mi amiga.

"Si os he traído aquí hoy es porque todas tenéis ya 18 años." Me abstuve de recalcar que yo no los cumplía hasta dentro de una semana, no fuera a ser que encendiera más el volátil humor de Tsunade. "Y ha llegado el momento de que aprendáis utilizar vuestros cuerpos como otra arma más de vuestro arsenal."

Ino, que parecía la más divertida con toda la situación, se permitió soltar una risita ante la frase de Tsunade. A mi también me dieron ganas de reír, pero con sarcasmo... ¿Mi cuerpo? ¡¿Un arma?!... ¿en qué planeta?

"Oh... yo os sugiero que no lo subestiméis..." Dijo ella con tono serio aunque una sonrisita se instalo en su boca. "Podría salvaros la vida."

Tsunade se levanto de la silla y nos dio la espalda, mirando el sol temprano que bañaba la villa oculta de la hoja.

"No sois las primeras, ni seréis las últimas en pasar por esta prueba. Es algo por lo que todas las kunoichi de esta villa han tenido que pasar." Volvio a girarse hacia nosotras, sus ojos llenos de añoranza.

"¿Tu también Tsunade-sisou?" Pregunte interesada.

"Yo también, Sakura." Me aseguró ella. "Tranquilas no os voy a pedir nada drástico así que no tenéis porque temer."

Hinata se relajo visiblemente a mi lado, la mire y sonreí.

"Además sois chicas muy bonitas, ninguna tendréis problemas para cumplir la misión que os voy a encomendar."

Mire con aire escéptico a mis compañeras, si había alguien del grupo de cuatro que salía perdiendo, esa era yo. Ino era rubia, guapa y no tenía ningún problema en demostrar sus encantos. Hinata, aunque era vergonzosa, tenía un cuerpo y una talla de pecho espectacular, sé que queda mal citarlo pero ya conoceís el dicho "tiran más dos tetas que dos carretas"... un escote bastaría para que un hombre se olvidara hasta de su nombre. Tenten, aunque no tenia un cuerpo espectacular, era más delgada que yo, y tenía una personalidad decidida, además de una belleza natural.

¿Y que tenía yo exactamente? Un exótico pelo rosa... gracias mamá.

3.1

Arriba, abajo, arriba, abajo... estaba sola frente al despacho de Tsunade, recorriéndolo por cincuenta y una vez. Tsunade les había pedido que esperarán fuera mientras explicaba la misión que les correspondía por separado, al parecer cada misión era personalizada y pensada para "superar las debilidades y aumentar los puntos fuertes de cada una".

Pero hasta ahora, ninguna de mis compañeras me había dado la esperanza de que fuera a ser fácil.

La primera en entrar fue Hinata, tras unos minutos después, salió sonrojada hasta la punta del cabello y murmurando entre dientes. "No puedo hacerlo, no puedo..." una y otra vez.

La siguiente fue Tenten que se dirigió con paso decidido hacia nosotras y nos dijo en tono férreo. "¿Cómo espera que haga eso? No es un hombre, es un témpano de hielo."

Así que mi única esperanza, lo único a lo que aferrarme mientras recorría la antesala al despacho de Tsunade arriba y abajo, era a Ino. Seguro que salía con una sonrisa de autosuficiencia y diciendo "pan comido".

La puerta se abrió y por ella apareció una Ino fantasmal, su cara estaba tan lívida que podía haber rivalizado con la de un muerto.

"¿Ino?" Le pregunte con un hilito de voz, tenía miedo de hacer la pregunta porque no sabía si quería escuchar la respuesta.

"¡¿Qué?!" Saltó ella sin disminuir el paso que la conducía inexorablemente hacia la calle, un ligero rubor comenzó a subir por su rostro.

"¿Qu...que t...tal?" Perfecto, estaba tan nerviosa que me estaba convirtiendo en Hinata.

"¡Solo te voy a decir una cosa!" Estoy segura de que ni su ira ni su frustración iban dirigidas hacia a mi, sino más bien a la mujer que se encontraba detrás de las puertas de roble, pero ahora mismo la mejor opción para desahogar su rabia era yo. Así que me prepare para recibirlas. "Espero que tengas más suerte que yo."

Aparte los brazos que había colocado defensivamente delante de mi cara para protegerme de Ino de manera instintiva.

"¿Tan horrible es?" Pregunte bajando el tono de voz. Ino me agarro ambos hombros para después mirarme fijamente, ser sacudida por un escalofrío, afirmar con la cabeza e irse a toda velocidad del vestíbulo.

"¡Tu silencio me reconforta!" Grite a la espalda de Ino mientras se alejaba.

4. La máscara de Kakashi

El silencio que reinaba en el despacho de Tsunade estaba empezando a volverse opresivo, me estaba costando hasta respirar. Tsunade me miraba con los ojos muy abiertos, obviamente esperando una respuesta para la bomba que acababa de soltar. Supongo que esperara que gritara, que me negara o que comenzará a romper cosas presa de un ataque de ira repentina, pero no esto.

"¿Sakura?" Pregunto ella tímidamente, observándome como si fuera un bomba a punto de explotar.

Yo seguí mirándola fijamente, intentando asimilar la misión más ridícula de mi vida, por una parte me daban ganas de reír a carcajadas y por otra... solo de pensarlo una antigua sensación se instalaba en mi pecho, oprimiéndolo, haciendo que tuviera ganas de llorar.

"¿Qué?" Susurré, con la voz ahogada entre la risa y el llanto. Cerré los ojos y trate de controlarme, tenía que comportarme como una profesional.

Tsunade abrió la boca para explicarse de nuevo pero yo la acallé.

"A ver si lo entiendo, mi misión es, que tengo que seducir a Hatake Kakashi para quitarle la máscara." Expliqué muy despacio, más para mi misma que para ella.

"Sí" Me confirmo Tsunade.

"Hatake Kakashi... el ninja copia" Ella asintió.

"Mi ex-sensei" Volvió a asentir.

"El pervertido que lee porno en público y siempre llega tarde" Afirmó de nuevo.

"El que me conoce desde los 12 años, me ha visto crecer y nunca va a poder verme como a nada más que a una niña"

"Si, si y si, justo ese... si conoces otro, por favor házmelo saber" Me dijo ella, algo exasperada.

"Solo quería asegurarme de que hablábamos de la misma persona, para poder aclararte un par de cosas..." Le comente con tono desenfadado. "¡Estas loca! ¡Es imposible que él se fije en mi, es mucho mayor que yo! ¡Para él no soy más que una niñata! ¡Es mi ex-sensei! ¡¿Es que no hay alguna ley que prohíba ese tipo de relaciones?!" Me sorprendí a mi misma gritándole a Tsunade, parecía que de entre todo el torbellino de emociones que sentía habían ganado el enfado y la indignación... enhorabuena a los vencedores.

Tsunade se tranquilizó un poco al ver que por fin había estallado y se permitió esbozar una sonrisa.

"Oh... si que hay leyes que lo prohíben." Dijo con una carcajada. "De hecho lo que prohíben es que tu y yo tengamos un encuentro apasionado... pero creo que con Kakashi te dejan vía libre."

Me costó un esfuerzo sobrehumano no reírme y mantener mi cara de despecho.

"Sakura." El tono de Tsunade volvió a adquirir un matiz de seriedad. "He elegido esta misión para ti, con especial cuidado ya que eres MI alumna, por varias razones..."

¿Me lo había parecido o el "mi" de esa frase había sido con mayúsculas? La miré alzando una ceja, el chantaje emocional no era su estilo... pero ahí iba.

" Para empezar porque es un reto... como tu bien has dicho es difícil que se llegue a fijar en ti ya que te ve como una niña..." Abrí la boca para quejarme pero ella me acalló levantando un dedo y añadió. "Pero no es imposible Sakura, después de todo y aunque tu no te hallas fijado Kakashi es solo un hombre. Y todos los hombres tienen necesidades."

"¿Y eso que significa?" Me salió tan ácido y tan sarcástico que hasta Tsunade me miró asombrada.

"Pues que si tú le demuestras que no eres una niña, sino una mujer, no te costará convencerlo para que se quite la máscara."

No pude evitarlo, en ese momento me reí, a carcajadas, y por un momento me pareció que por fin había perdido el juicio.

"Vamos sisou" Logre articular entre carcajadas. "Kakashi no se sentiría atraído por mi ni aunque me paseara desnuda delante de él tras diez años de abstinencia sexual."

"La otra razón por la que lo he hecho..." Me atajó ella cambiando de tema. "Es porque me duele verte, veros así."

En ese instante dejé de reírme, ¿así que lo sabía?

"Sí, Sakura, lo he notado. Para serte sincera Naruto también me comento algo... parecía preocupado"

"Con todo mi respeto." Dije mientras apretaba los puños. "No creo que sea un asunto de tu incumbencia."

"Sí que lo es, además de tu maestra soy la Hokage, por si te habías olvidado y la relación que hay entre los sinobi de la villa es de mi total incumbencia."

En una frase me acababa de recordar que era mi maestra, mi superior y que no importaba lo que discutiera, porque su palabra era la ley.

"Si Tsunade-sisou." Le respondí con una leve inclinación de cabeza.

"¿No lo entiendes?" Pregunto Tsunade de repente. "Te estoy dando la solución para calmar tu resquemor con Kakashi."

La escuche atentamente, por lo visto sí que me había estado observando. "Resquemor" me parecía una palabra perfecta para explicar lo que sentía, porque aunque me hubiera alejado de él, no le odiaba... era incapaz de odiarle, ya que pese a todo le seguía admirando muchísimo.

"Te estoy ofreciendo la posibilidad de la venganza..." Terminó la frase con un aire grandioso típico de las películas. "De demostrarle lo que vales, quizá no puedas superarle todavía en el campo de batalla, pero con esto puedes vencerle."

Vencerle. ¿Acaso era así de sencillo? Cuando tenía 12 años Kakashi entrenó a Sasuke, le enseño a ejecutar su propia técnica original, perfecta para él ya que también poseía el Sharingan. Dos años después ideo un entrenamiento especial solo para Naruto, con el cual alcanzó el máximo de su potencial. Y yo, ingenua de mí, pensé que algún día llegaría mi turno, pero no llego. Nunca tuve nada especial que él tuviera que resaltar, o quizá nunca tuve nada especial para empezar.

En aquella época me dolió tanto que no se fijará en mí, que sin darme cuenta comencé a alejarme, a mostrarme distante y poco a poco los fui dejando atrás. Naruto lo notó he hizo todo lo posible por ganarme de nuevo, la verdad es que no pude resistirme. Después de todo lo consiguió a fuerza de pesadez, pero se lo agradecí en el alma.

Sin embrago, Kakashi se comporto como era previsible en él, no hizo nada. Seguíamos saludándonos de manera educada en los pasillos, pero la naturaleza de nuestra relación era la de meros compañeros de trabajo y desde que Tsunade dejó de mandarme a misiones ya ni eso.

Así que lo que se pudo arreglar en su día con una simple disculpa, fue creciendo hasta convertirse en eso, un "resquemor" que sentía cada vez que le miraba. Estúpido, lo sé.

"Vencerle." Susurre. Tsunade me sonrió.

En cierta manera era la solución perfecta, así volvería a hablar a Kakashi sin herir mi orgullo, con lo cual no me sentiría incomoda y de paso le demostraría que existía, que era una buena kunoichi. Aunque aún quedaba un pequeño problema...

"Tsunade-sisou te agradezco mucho que te preocupes por mi." Y lo decía sinceramente. "Pero... aunque sea una buena idea, es imposible que el se fije en mí. Nunca me ha visto de verdad."

"Entonces." Añadió ella con una sonrisa enigmática. "Tendrás que hacer lo imposible para que él se fije en ti, de una vez por todas."

Suspiré, un largo y profundo suspiró con el que pretendía calmar mi cuerpo y mi alma. Aún insegura y casi temblando pronuncié solo dos palabras que sellarían mi futuro.

"Lo haré"

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CONTINUARÁ...

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¡¡Hola a todos!!

Para empezar, agradeceros que halláis leído la historia hasta el final... buf y si estáis leyendo esto, que puedo decir, ¡os quiero!¡Sois lo mejor!

Después tengo que disculparme por los errores, las faltas de ortigrafía y las demás cagadas en general que haya cometido, aunque leo el texto varias veces siempre se me escapa alguna y otras simplemente no las veo ni aunque sean burradas. Lo siento de veras.

Este capítulo es un poco corto, pero solo pretendo tantear las aguas de este mundillo. Es la primera vez que escribo un fanfic de Naruto y quería ver si de verdad soy tan horrible como parezco.

Si lo continúo será una historia corta, de unos 10 capítulos... así que os pido por favor que me deis vuestra opinión.

Muchas gracias corazones.

Namarie, Yuny