Técnicamente esta historia se originó de una pesadilla que tuvo mi mamá y que luego me contó en medio de la madrugada, en donde después de imaginar una historia –en una versión más simple- con Shizuo e Izaya, terminé convirtiéndola en esto. También debo decir que estoy probando otra forma de escribir, así que esto será algo diferente a lo que redacto normalmente.

Otra cosa, los diálogos de los personajes estarán en "[…]". Y la narración será llevada por el protagonista de turno si se da el caso de que eso cambie~.

Y sin más, espero que les guste esta historia.


BELEWE

CAPÍTULO 01: LLEGADA


Y aquí estoy yo.

Tomándome el tiempo de explicar las cosas.

No sé para qué me molesto en hacer esto cuando yo mismo sé que no puedo.

Nunca se me ha dado bien contar las cosas detalladamente, porque siempre que lo hago encuentro cosas que podrían molestarme y termino arrojando cosas. Y obviamente no hablo de groserías o palabras hirientes que podrían traumatizar a alguien de por vida. Bueno, si las digo, pero creo que cuando las personas las escuchan es de lo que menos se preocupan. Es más correcto decir que se espantan más con el objeto que sea que haya escogido para lanzarles.

Si, ese "lanzar".

De la acción en que tomas cualquier objeto y se lo arrojas a alguien que te cabrea.

Pero no hablemos de esto, realmente podría enfurecerme y querer arrojar alguna cosa…

Por eso haré el intento sobrehumano de comenzar esta historia.

No es un chiste.

Como sea…

¿Dónde comienza esta historia?

¿Qué la desencadenó?

Recordarlo me fastidia…

Por ciertas circunstancias de las que no quiero hablar en este momento, me vi en la necesidad de escapar de la ciudad donde residía. Dejé las cosas que amaba. Corté el contacto con mi familia y amigos. Abandoné cada cosa que me ligaba a mi hogar solo para correr tan lejos como mis pies pudieran llevarme.

Hasta que cometí el error de detenerme en un pueblo llamado Camille.

Era un nombre bastante peculiar, tomando en cuenta que estábamos en Japón. De cualquier forma no era extraño encontrar esas cosas en pleno 2015, muchos ya usaban palabras extranjeras para nombrar sus ciudades en estos tiempos. En este caso, Camille si no mal recuerdo era un nombre francés. O eso me dijo ese maldito sujeto alguna vez.

Retornando a lo que nos interesa, me detuve en esa región solo para recuperar el aire en mis pulmones que mi alocada carrera había privado, encontrándome con que el lugar era bastante bonito y tranquilo. Era el sitio perfecto en el que podría quedarme sin pensar que alguien pudiera encontrarme.

Era un poco bullicioso como Ikebukuro, pero era lo bastante grande como para encontrar un sitio en donde hospedarme para alejarme de todas las miradas.

Sí.

Por una razón que desconocía todos a mi paso me miraban con una expresión que no podía leer.

¿Es que acaso tenía algo en la cara?

¿Tal vez era mi ropa de bartender?

¿No había bares ahí o algo así?

No era como si yo fuera el único individuo que no perteneciera a aquella población. Se notaba a leguas que muchos otros habían llegado a ese pueblo para quedarse esa noche como yo. Entonces… ¿Por qué las miradas?

Realmente me estaban fastidiando mucho...

[Al parecer no eres de aquí. ¿Verdad~?]

Alguien me habló desde la espalda, asustándome por un momento. Esa persona no había sido percibida por mí y eso me llamó bastante la atención. Estoy acostumbrado a los ataques por la espalda, ya que mucha gente me detesta y siempre intentan estúpidamente tomarme de sorpresa, por eso sentí que era extraño que alguien pudiera sorprenderme.

Era la primera vez que me pasaba.

[No. No lo soy. ¿Pasa algo con eso?]

Dije con mala cara.

Lo siento, es mi forma usual de mirar aunque debo confesar que había otra razón por la que también me mostré así en ese momento. El hombre que estaba frente a mí sonreía de una forma que claramente me decía con esos filosos ojos que él sabía algo que yo no y que por eso le divertía verme hacer el tonto ahí en medio de la plaza. Además había otra cosa que no me gustaba de lo que veía, pero no sabía qué era…

[Déjame adivinar. Eres de las personas que no ven los detalles a su alrededor. ¿No?]

¿Lo ven?

Sabía que ese enano de abrigo me estaba diciendo idiota entre líneas.

Contuve mis deseos de golpearlo, la duda de saber por qué todos me miraran como si fuera la última Coca Cola del desierto me intrigaba tanto hasta el punto de hacerme conservar la calma.

[Ahorra saliva y dime por qué diablos todos me están mirando.]

Me harté, quería saber lo que pasaba y dejar a este idiota ahí con su sonrisa tonta de una vez. Pero creo que la forma en que lo dije o quizás la molestia en mi cara, consiguieron el efecto contrario. Él parecía más feliz al verme siendo estrangulado por mi impaciencia por alguna razón. Él era raro, los demás seres humanos en este punto ya hubieran huido.

[En el pueblo de Camille, el color azul trae mala suerte~. Tu ropa y tus lentes son de ese color, por eso todos te miran.]

[¿De verdad…?]

Había escuchado que usar zapatos rojos era de mala suerte. Pero esto era aún más raro. ¿Desde cuándo el color azul era considerado de mala suerte? Era algo disparatado a mi parecer. Y lo que era peor, que esa fuera precisamente la razón por la que todos me estuvieran mirando.

[¿Solo por eso…? Es algo tonto.]

[Yo también pensé eso cuando llegué a trabajar aquí, pero tradiciones son tradiciones. No se pueden ir contra ellas, aún más cuando tienen mucho peso.]

¿Mucho peso?

¿Cómo diablos el pensar que el azul trae mala puede tener mucho peso?

¿Qué clase de personas pueden creer eso?

[Pero eres libre de hacer lo que quieras aun sabiéndolo~.]

[Bien. Elijo la opción de 'no me interesa'. Tch…]

Ya tenía muchos problemas en mi vida como para preocuparme que el color del chaleco y lentes que llevaba fuera azul.

¿De verdad era necesario que lo tomara en serio?

No, por supuesto que no.

[Da la impresión que no tienes muchos amigos. ¿Verdad? ¿De dónde eres?]

A pesar de que lo había tratado de una manera bastante grosera, él hombre de cabello negro seguía estando a lado mío mientras seguía sonriéndome. ¿Es que acaso no sentía el peligro cerca de mí? Si decía algo equivocado entonces yo le lanzaría algo y hasta ahí llegaría esa maldita existencia de él.

Suspiré…

Necesitaba un trago.

Mi cansancio era tan grande que solo deseaba eso y una buena cama para dormir esa noche.

[Soy de la ciudad de Ikebukuro. Dijiste que trabajas aquí… ¿Hay algún bar aquí? ¿Son muy caros los hoteles?]

Pregunté algo hastiado.

Ya eran las diez de la noche según mi reloj. Era demasiado tarde como para desear seguir mi estadía en la plaza.

[¿Ikebukuro? ¿De verdad…?]

Él se me quedó viendo sorprendido hasta que retornó esa sonrisa a su cara.

[Si…]

[Lo siento, es que me pareció curioso que vinieras desde tan lejos hasta este pueblo. Respondiendo a tus preguntas… Pues si hay algunos aquí, te puedo llevar a uno. Ah, y los hoteles de aquí son algo caros, pero hay excepciones. Por cierto, soy Orihara Izaya. ¿Cuál es tú nombre, hombre de mala suerte?]

¿Hombre de mala suerte?

¿Ahora por qué dices eso?

Ni pienses que voy a hacer lo que quieres, Izaya.

[Son patrañas… Y soy Heiwajima Shizuo. ¿Además eres un guía o algo así?]

[Debo decir que tu personalidad no va con tu nombre. Y digamos que soy algo así como un guía…]

Contestó él mirando a los lados.

Realmente su actitud era sospechosa, pero era lo mejor que tenía para guiarme en este pueblo.

Quizás él solo quería que le pagaran por hacer de guía a esas horas.

Pensé yo.

[Bien. Llévame a ese bar o lo que sea.]

Dije notando que me volvía a mirar con asombro para comenzar a caminar.

[No esperaba que me pidieras eso~. Está bien. Te mostraré un buen lugar.]

Entonces él jaló mi brazo para que le siguiera el paso. Le di un último vistazo a la plaza concurrida antes de comenzar a seguir a este guía nocturno hacia un bar en medio de la noche, olvidándome por completo que el color azul traía mala suerte.

000

En el trayecto, Izaya y yo no intercambiamos más palabras. Me pareció raro aun cuando apenas lo acababa de conocer, pero lo cierto era que yo podía casi apostar mi alma que Izaya no era una persona callada en realidad. Entonces… ¿Por qué él estaba tan callado de repente? No es que me asustara, no obstante me sentía incómodo.

Sí, me molestaba grandemente sentirme incómodo.

Era una sensación bastante nueva, ya que yo era una persona que no conocía otra cosa más que la furia.

Así que… ¡Di algo, maldición!

[Oh, ya llegamos~.]

Izaya volteó señalando la puerta de un edificio de quizás dos pisos con felicidad. Esa expresión me dio mala espina, pero no parecía que el lugar fuera sospechoso. Tenía el aspecto de los bares en los que trabajé en Ikebukuro de bartender en las noches. Por eso procedí a seguirlo a él hacia el interior sin preguntar nada.

Ya adentro, nos dirigimos hacia la barra en donde estaba un hombre con expresión amarga lavando unos vasos.

[Hola, Ben~.]

Saludó Izaya haciendo que el encargado malhumorado volteara hacia él. Al notar que yo estaba junto a Izaya, él observó a este con sorpresa para luego dejar lo que estaba haciendo para venir a atendernos.

[Hace tiempo que no te veía. ¿Cómo está todo, Izaya?]

Ben el bartender saludó cambiando su semblante por completo. Podía decir que este era otro sujeto desde mi perspectiva. Daba la impresión de que Izaya era alguien importante o algo así.

[Las cosas están bastantes movidas últimamente, pero nada que me quite el sueño.]

Izaya me miró indicándome que me sentara junto a él.

[En tu situación actual dudo que algo pueda hacerlo.]

Ben al decir esto me observó por unos segundos con duda.

¿Es por qué aún llevaba el chaleco y los lentes azules?

¡No jueguen conmigo!

¡No me los quitaré!

Tal vez debería agregar a mis características el ser terco…

[¿Van a beber algo?]

Preguntó Ben sacándome de mi manifiesto de terquedad con mi forma de vestir.

[Quiero Whisky.]

Pedí algo fuerte para quitarme el mal humor.

[Yo no quiero nada. No puedo beber~.]

Imaginé que él no querría beber nada si supuestamente era un guía, era probable que tuviera que levantarse temprano y estábamos a mitad de semana para que alguien que trabajara se pusiera a beber alcohol.

Por mi parte, estoy seguro que solo me alcanzaría para beber un solo vaso de Whisky. Desde mi puesto podía ver los precios de los tragos que solo me hacían palidecer a medida que iba bajando con la lectura. Pero eso no importaba, al menos tendría un trago. Al beberlo sentí como cada tensión en mi cabeza bajaba lentamente, aunque el efecto sería aún mejor si tuviera la botella completa para mí.

Para mi desgracia, eso no iba a pasar.

Así que en vez de tomarme mi bebida rápidamente como siempre hacia, decidí que era mejor darme el tiempo para apartar cada cosa que tuviera en mi mente.

Casa.

Departamento.

Mis escasos amigos.

Mis padres.

Deudas.

Etc…

Todas las cosas que el licor borraba momentáneamente de mí.

Ah…

Quería más licor…

[Oye, el sujeto de esa mesa te ha invitado otro vaso de whisky.]

Me habló Ben después de un buen rato…

¿Otro trago?

[Gracias.]

Dije yo con felicidad al ver que ya tenía otro vaso, sin ponerme a pensar cuales eran las intenciones por la que este sujeto en cuestión me pagaba un trago.

Aun así…

Para mi gran sorpresa…

No fue el único trago que me invitaron.

Después de la primera invitación, le siguieron otras cinco en donde cada vez los tragos eran más caros. Miré a Ben con duda y este solo apartó la mirada para dedicarse a otra cosa, lo que me dejaba solo a Izaya para preguntarle directamente. Lo gracioso de esto fue que Izaya no estaba por ninguna parte. Ahora que necesitaba su sospechosa presencia… ¡¿Se perdía del mapa…?!

[Oye, Ben… ¿Este es un bar normal, verdad?]

Silencio.

Más silencio…

[¿Verdad…?]

Resumí la pregunta en un afán de que me respondiera con un simple 'si'.

[…]

Nuevamente me daban una mirada silenciosa. Ben pareció condolerse de mi intriga asesina y levantó su dedo índice hacia un letrero que estaba en una pared hacia mi izquierda. Al estar Izaya sentado de ese lado antes, no había podido percatarme de la existencia de ese letrero.

El letrero decía… Bar Gay.

Ah…

No sabía si eso debía levantarme el ánimo o solo horrorizarme…

Era popular entre los hombres al parecer.

[Mataré a esa peste…]

Dije yo entendiendo que esto era obra de Izaya de inmediato.

Debí imaginarlo.

Yo sentía que era sospechoso desde el primer momento, pero esta broma era el colmo. ¿Hasta qué punto él deseaba tentar su suerte?

[¿A dónde se fue esa víbora…?]

Interrogué a Ben que ya parecía detectar mi aura llena de ira desde el otro lado de la barra.

[Se fue hace una hora mientras no estabas viendo…]

[Tch… ¿Dónde lo puedo encontrar?]

Ben pareció pensarlo por un momento antes de contestar.

[Dudo que lo encuentres. Mejor busque un hotel para pasar la noche. Si se queda más tiempo afuera puede irle muy mal. Puede quedarse aquí si quiere, es seguro. Hay habitaciones arriba.]

Sugirió Ben dejándome en blanco.

[No gracias. Buscaré un hotel por mi cuenta.]

Dejé el trago que representaba los deseos perturbadores de alguien en la sala hacia mí. El solo pensarlo de esa forma me heló la sangre. Era mejor irse de ahí.

Lamentablemente para ellos a mí me gustaban las mujeres mayores que yo.

000

[Lo siento. Las habitaciones están llenas.]

Me dijo el recepcionista evitando mirarme a los ojos. Este era el sexto hotel al que iba y no lograba conseguir una maldita habitación. Al haberme demorado en ese bar con Izaya, había terminado por hacerse más tarde y por eso ahora me encontraba buscando un lugar para pasar la noche en una región que era bastante fría a esas horas. No podía más que maldecir mi suerte en este punto de la casi madrugada.

¿A dónde iba a dormir?

Podía acostarme en una banca en el parque, pero sentía una especie de aura peligrosa en los alrededores proveniente de las personas que aún se encontraban ahí. Todos ellos me miraban de un modo raro. Mi instinto que casi nunca se equivocaba me decía que buscara un lugar seguro para dormir y que no se me ocurriera por nada del mundo quedarme con ellos.

Entré al hotel más cercano que era el último que me quedaba en aquella calle. Este sería mi último intento antes de volverme a la estación por donde había llegado si es que aún seguía funcionando.

[¡Disculpe…! ¿Tiene alguna habitación disponible?]

Ya mi aliento se veía con cada respiración agitada que soltaba por haber estado corriendo.

[Lo siento. No tenemos ninguna.]

Me respondió el joven mirándome con el rostro lleno de lastima.

"Déjame adivinar. Eres de las personas que no ven los detalles a su alrededor. ¿No?"

Las palabras de Izaya golpearon mi mente.

Y como dijo él, me puse a observar mis alrededores notando un detalle perturbador en todo eso.

No había nada de color azul.

Ni un maldito objeto.

Solo habían colores cálidos por alguna razón.

De nuevo estaba el color azul fastidiándome la vida.

[Gracias por nada…]

Dije ya ofuscado.

Este pueblo era un desastre.

[¡Oiga, Joven!]

Me gritó alguien deteniendo mi andar.

[¿Sí…?]

Le pregunté con mirada de cansancio.

[¿Estás buscando donde dormir, verdad? Hay un lugar que te puede servir. Como viniste en temporada llena es normal que pase esto…]

[Si, lo estoy buscando…]

Si este anciano no me daba una solución… Tendría que regresar al bar Gay.

[Hay una casa que está después del puente… Ese lugar está siempre disponible. La llave está pegada a la puerta, así que no tendrás problemas para entrar.]

Me explicó el anciano.

[mmm… ¿No será muy peligroso? Si la llave es tan "pública".]

Era obvio que no lo era… Todo sonaba extraño.

[Esa casa solo se usa en épocas como estas. Ve con confianza. Esa casa le pertenece a los hoteles de aquí. Es normal que la usen cuando no hay cuartos libres. En una ocasión tuvimos que meter a 20 personas en ese lugar. Jajaja habían muchos turistas. Así que estarás bien. Puede que haya más personas allá en estos momentos.]

Si lo ponía así, no había mucho problema.

Solo tendría que llegar hasta ese lugar.

[Está bien. Si dice que habrán más personas. Iré…]

Al fin al cabo no me habían dicho que me iban a cobrar… ¿O sí?

Y así decidí ir a la casa después del puente, sin saber lo que me esperaba ahí…


Y este ha sido el primer capítulo xD. Al parecer Shizu-chan será mi nuevo muñeco de tortura(?). Ok no. Jajaja… En fin, me pregunto qué pasará cuando llegue a la casa después del puente~.

Hasta la próxima 8D.