Prólogo

La tormenta dejaba caer su lluvia torrencial a lo largo de todo el camino, su fuerza azotaba todo lo que estaba a su paso, los cascos de un caballo se dejaban escuchar mientras el viento golpeaba contra los arboles con gran ímpetu, el jinete cabalgaba con desesperación, tal vez ese era el final de su existencia, sabía que nunca debió de haberse inmiscuido en cosas tan oscuras y tan peligrosas pero su amor por esa mujer, por salvarla de ese destino cruel al cual pensaba no era merecedora, sin embargo todo se volteo en su contra y ahora su vida se encontraba en peligro, el caballo iba a su máxima velocidad, esquivaba los arboles mientras luchaba contra la fuerza descomunal del viento, sabía que era prácticamente imposible huir pero por lo menos debía intentarlo, entonces la vio, lo que más temía esa mujer llamada Midoriko estaba frente a él, totalmente seca como si la lluvia no la tocara o se esfumara tan solo con el contacto con una sonrisa de burla en su rostro, el caballo se detuvo abruptamente haciéndolo perder el equilibrio, cayendo al suelo mojado, el equino salió despavorido del lugar como sabiendo a quien se enfrentaba, Inuyasha no quería levantar el rostro admitía que la mujer que estaba frente a él era hermosa, pero temía por su vida a sobre manera no por el mismo sino por el hecho de que era la única oportunidad de salvar la vida de su amada Kikyo, ella era su debilidad su única debilidad y esa debilidad lo había traído hasta ahí, se armo de valor y miro a los ojos a la mujer, su larga cabellera negra y ojos fríos le recordaban a su amada pero su piel era más blanca parecía nieve sus labios eran de color rojo sangre su vestido blanco la hacía ver celestial pero sabía muy bien que era un ser muy temido, lo podía matar tan fácilmente y el la había retado.

La mujer camino grácilmente acercándose un poco hacia él, Inuyasha no reacciono—Valla que eres ingenuo te has dejado engañar tan fácilmente como quien engaña a un niño, y todo por un amor no correspondido, aunque debemos admitir que la que amas es hermosa y tiene un don hermoso aunque maldito con el cual controla tu voluntad—expreso la mujer con una dulce voz pero a la vez esa voz tan extremadamente dulce daba miedo.

Inuyasha reacciono inmediatamente a la afirmación de la mujer—¡No!, estoy seguro que ella me ama tanto o más de lo que yo la amo a ella, por eso hice esto, por eso tome esta joya para pedir un deseo—miro la perla rosácea que tenía en sus manos—aunque me costase la vida la salvaría a ella.

La mujer rió— Ahora entiendo cuando dicen que el amor es ciego, Kikyo me sorprende cada día más, mira que controlar la voluntad de los hombres para mandarlos a morir aquí por su conveniencia, ¿de verdad muchacho creíste su historia sin hacer ninguna pregunta?, valla el teatro de la dulce mujer moribunda con voz de ángel le funciona a la perfección, encanta a los hombres llevándolos como las sirenas a lo profundo de un abismo.

— ¡Miente! —grito Inuyasha perdiendo el control.

— ¿Qué ganaría yo con mentirte? —Inquirió sin esperar respuesta—Ella solo quería la perla para ser la mujer más poderosa, ser eternamente bella, reinar junto con Naraku su gran amor un ser mucho más maligno que ella, fuiste un crédulo pero no te preocupes ella ya no existe más, la maldición que ya le había puesto anteriormente si volvía a siquiera intentar robar la perla tuvo su efecto.

Inuyasha la miro sorprendido, su mente reacciono y sintió un intenso dolor en su pecho, sabía lo que eso significaba, solo muerte, la ira e impotencia se apoderaron de él, su furia era tan grande que el miedo se esfumo, trato de abalanzarse hacia la mujer que estaba frente a él para matarla ya nada le importaba, ni la misma muerte, no solo estaba el hecho de que la mujer que mas amaba había muerto sino que jamás lo había amado, solo lo había utilizado a su conveniencia, nunca llego hacia la mujer sintió un punzante dolor en su pecho que no lo dejaba respirar, sabía que moriría y ya no le preocupaba entonces empezó a escuchar las últimas palabras de la protectora de la valiosa perla de Shikon.

—En verdad me gustaría dejarte vivir y lo hare pero no te puedes quedar sin castigo por tu osadía, al igual que Kikyo una maldición te marcara, serás un monstruo para los demás, no podrás morir ni aunque lo intentes, serás como un demonio rechazado vivirás en la sombras hasta que alguien te saque de ellas, un amor verdadero deberás encontrar para que la maldición se pueda esfumar—dicho esto se desvaneció como niebla.

Inuyasha empezó a sentir un horrible sufrimiento en todo su cuerpo, era como si se estuviera muriendo, miro su manos en un acto reflejo debido al dolor y se encontró con que sus uñas se convertían en garras capaces de despedazar lo que hubiera a su paso, su cabello negro azabache se cambio de tonalidad a plateado y creció mas allá de su cintura, un dolor se alojo en su boca, entonces en el reflejo de un charco logro ver que le crecían unos colmillos de bestia, sus orejas humanas desaparecieron dándole paso a unas caninas encima de su cabeza, de un momento a otro el dolor físico ceso pero el sentimental no, Inuyasha se sentía un verdadero monstruo, no deseaba vivir así, fue cuando de vuelta escucho la voz de Midoriko como si le susurrara al oído.

—por más que lo intentes no podrás morir, siento como tu alma se llena de odio espero que pronto lo dejes salir porque si no será tu perdición—el susurro se fue con el viento.

Inuyasha se dejo caer en el suelo derrotado la lluvia seguía cayendo estrepitosamente sobre él, pero no le importaba, como había dicho Midoriko su alma se lleno de odio, odiaba a Midoriko por ponerle esa maldición que no solo lo había convertido en un ser abominable sino que lo había hecho incapaz de morir pero principalmente odiaba a Kikyo que con su voz lo había enamorado lo había hecho tocar el cielo para de un golpe mandarlo hacia el infierno, y en verdad deseaba que ella se pudriera en el mismísimo averno, sin embargo su voz era el único recuerdo que le dejo y esa también era su maldición no poder olvidar el eco de su voz.

Continuara….

Bueno es mi primer fic, es una pequeña introducción se me ocurrió cuando leía otro fic respecto a la música, espero que les agrade, déjenme saber su opinión les gusto no les gusto, y de antemano gracias.

Hasta la próxima.