Evil Bride

Solo al lado de él, era el único lugar en el que tendría que estar.

No pensaba siquiera otro sitio al cual ir, pero la triste realidad es que ella no quería por ninguna circunstancia apartarse de ahí.

En esa estancia macabra de techos tan altos que no se veían las cadenas que sujetaban los pesados candelabros, con sus muros oscuros como el abismo de la desesperanza,

iluminado por tenues velas de fuego rojo tal herida abierta, observando a la ventana de permanente noche y sentada en la silla izquierda del imponente trono.

Ese era su sitio.

En una tierra de agonía, junto con las creaturas más perversas, vivía ella.

En un castillo de tortura, hecho de lágrimas y sufrimiento, vivía ella.

En un infierno, tal como Tártaro griego, vivía ella.

Y con el Dios de los muertos…

Así, felizmente, vivía ella

"La Doncella"