Disclaimer: Nada me pertenece. Cualquier parecido con la realidad- u otras historias- es pura coincidencia.
Summary: Porque cuanto tú la oyes llorar, te sientes el ser más despreciable del mundo. Porque tu hermana está rota, y eso no lo puedes reparar. Viñeta –Seth-.
Nota: No sé dónde está ubicado, pero definitivamente está después de Luna Nueva. Espero que les guste, y si no, igual háganmelo saber.
Lazos de sangre
-"Eres Seth Clearwater, es importante que lo sepas".- y después recuerdas su risa ronca y gastada, sus ojos pequeños y sinceros, sus arrugas marcando el contorno de su rostro. Amabas a tu padre, en serio que sí, pero las misiones que te había encargado exceden tus capacidades.
Y es por eso que te sientes miserable y te repudias frente al espejo.
Si fueras todo lo que tu padre creía que eras, no estarías teniendo estos pensamientos, no estarías sintiéndote una sanguijuela (literalmente) por no ser capaz de cumplir lo que le prometiste.
-"Mantén la familia unida, algún día serás el único hombre de la casa".
¡Já! ¿Cómo no sentirte minúsculo cuando la familia se desmoronaba en frente de todos, y nadie se daba cuenta?
Tu madre y tu hermana no tenían una buena relación, y la muerte de Harry no pareció solucionar las cosas: Mientras Leah odia a todo el mundo, tu madre los ignora, Leah se mete en demasiados problemas (quizás para llamar la atención) y tu madre se hace la desentendida.
Leah sufre por estar sola, pero tu madre no lo quiere aceptar.
Y cuando Sue visita a Charlie, sabes que por más maravilloso que él sea, siempre te vas a sentir culpable. Celoso.
-"Cuida siempre de Leah, ella está tan ocupada en ser fuerte que se olvida de que también es humana".
Leah…
Ella es harina de otro costal.
Ocultas tu rostro entre tus manos y gruñes con frustración ¡Porque no puedes ayudarla!
Los de la manada no entienden cómo es que puedes soportar todas sus maldades, cómo puedes aguantarla día y noche, o cómo incluso puedes seguir queriéndola.
No es un misterio, en realidad. Tu padre te encargó que la cuides, que la protejas, que veles por su seguridad y su bienestar. Has fallado en cada una de estas cosas, pero vas a seguir intentando hasta lograrlo.
Y no importa si ella es la mayor y tú el menor, ella sigue siendo tu hermana.
¡Es por eso mismo que quieres arrancarte la cabeza! ¡Por eso presionas la mandíbula hasta que los dientes te rechinan! Por eso tus puños están tan apretados que los nudillos hacen un gracioso contraste blanco contra tu piel cobriza.
Porque cuando tú la oyes llorar cada noche cuando ella cree que todos estás durmiendo y se siente libre de soltar sus sentimientos, te sientes el ser más despreciable del mundo.
Tú la amas con locura y te mueres de la rabia cuando piensas en esto, porque sabes que aunque seas el mejor artesano, tu hermana está rota y eso no lo puedes reparar.
Porque más allá de ser tu hermana de manada, es tu hermana de verdad.
Porque por más que ella quiera alejarse, irse lejos y olvidarse, sabes que así funciona esto.
Porque los lazos de sangre son los más difíciles de romper.
Al menos tienes eso a tu favor…
