Bueno... aquí estoy una vez más con mis fics, intentando mejorar mi estilo y haceros disfrutar un ratito mientras los leéis. Como veréis no he puesto un género en concreto (ya sabéis, eso de humor, drama, romance, etc.) porque aquí va a haber un poco de todo.
Basado en "Secrets and Lies", uno de mis episodios favoritos como ya he dicho alguna vez, y que también tiene un poco de todo.
Por formalidad decir que ninguno de los personajes es mío... son de la NBC o quien sea.
Dedicado a todas vosotras: Paly, que se ha cambiado el nombre por Paly Messer S.; Lady Rocket, y a mi lectora anónima, que supongo que sabe quién es, o si no lo sabe daré la solución al final del capítulo, pero no se puede mirar hasta leerlo todo, ¿ok:-)
1. Susan.
Hay días...
Hay días que el despertador suena y es como una pesadilla. Primero, porque has tenido demasiadas cosas en la cabeza como para conciliar el sueño. Segundo, porque ese sonido te obliga a regresar a la vida real y enfrentarte a tus problemas, que es exactamente lo que menos te apetece hacer.
A mí en concreto me ha hecho regresar a una realidad deprimente. Alguien metió un consolador en la taquilla de Weaver. Ella, naturalmente, se puso hecha una furia porque, como sabemos todos, no aguanta una broma. Como sigue siendo la jefa a nuestro pesar, nos envió a mí y a otros cuatro compañeros a un cursillo de no-sé-qué sexual. Pasamos horas en una clase esperando a un profesor muy poco puntual. La tensión se desató y no acabamos matándonos porque Dios no lo quiso. Bueno, Luka y Carter se retaron a un duelo del cual cada uno ha obtenido un bonito corte, pero sin mayores consecuencias. A veces estos hombres son como niños.
Hombres... y John Carter en concreto. Ni siquiera quiero pensar en él, en este momento no le soporto. ¿Cómo ha podido? ¿Cómo se le ha ocurrido la magnífica idea de ponerse celoso precisamente ahora? Si pudiera explicarle lo que le ocurre a Mark, la razón por la que pasé la noche con él, seguro que volvería a pedirme perdón. Pero Mark no quiere que le cuente la verdad a nadie. Supongo que no se siente preparado para reconocer ante todos que el cáncer se ha reproducido, y no voy a ser yo quien le delate sólo para arreglar mi estúpida historia de amor con Carter.
Me alegro de que él no entre de turno hasta esta tarde. No soportaría mirarle a la cara, y me sentiría ridícula evitándole. En increíble. Hace sólo dos días estaba tan feliz con él, con la relación tan buena que teníamos. Como amigos con derecho a roce, no teníamos que mentirnos, ni dudábamos el uno del otro... o al menos eso creía yo. Porque él me demostró ayer que sí que duda de mí.
Soy una idiota. Lo sé. Soy una idiota por estarme preocupando de Carter y sus berrinches infantiles cuando Mark tiene problemas mucho más graves. ¿Qué voy a hacer? ¿Seguir ayudándole en silencio, cuando me necesite? No quiero pensar siquiera en que las cosas empeoren para él. Será difícil seguir adelante sin contar con Mark .
Es increíble. Mi vida parece estarse hundiendo de un día para otro.
Pero en fin. Ha llegado la hora de entrar en la cruda realidad, cruzar las puertas del County y tratar de concentrarme en el trabajo hasta el punto de que no me permita acordarme de nada más. Apenas he puesto un pie en el rellano cuando la voz de Weaver me atraviesa los oídos de lado a lado.
-¡Susan! ¡Llegas tarde!
Pongo los ojos en blanco. Todavía no ha perdonado lo del consolador. Tardará un par de semanas en que se le pase. Así que no le contesto, sólo hago un gesto pidiéndole que me disculpe y entro en la salita a cambiarme rápidamente el abrigo por la bata y empezar con esto lo antes posible.
Cuando salgo, Weaver ha desaparecido. Suspiro con un alivio poco disimulado.
-¿Suspiros de enamorada, doctora Lewis?- pregunta Jerry con su insoportable sentido de la ironía.
Me trago las ganas de contestarle algo soez y me dirijo hacia el tablero, a ver qué puedo hacer. Allí encuentro a Luka que estudia detenidamente, con los ojos entornados, cuál caso es el mejor para empezar el día. Choco accidentalmente con él al pasar por su lado y murmuro "lo siento" mientras él me da los buenos días.
-¿Qué tal?- me pregunta.
-Enfrentándome a la dura realidad, como siempre- respondo.
-Claro- contesta él, y por un momento me sienta tan bien que alguien me comprenda, antes de que me pida opinión profesional- Dime, ¿tú qué elegirías para empezar, retirar puntos de sutura de un brazo o migrañas persistentes?
-Creo que yo me quedo con las migrañas-decido egoístamente, y empiezo a buscar la historia en medio del usual desorden de admisión.
-Vale, tú ganas- replica Luka elocuentemente, y me sonríe justo antes de que oigamos un grito inconfundible a nuestras espaldas.
-¡Pero bueno! ¿Qué es esto de repartirse los pacientes?- Weaver llega de malos modos y él se escabulle sigilosamente, dejándome sola con la jefa colérica.- ¡Esperaría eso de unos estudiantes, no de vosotros!
Mira a su alrededor buscando a Luka pero él ha desaparecido del mapa. Muy típico de los hombres largarse cuando deberían proporcionar un poco de apoyo moral. Aunque tal vez lo más inteligente habría sido seguirle.
-Lo siento- le digo a Weaver rápidamente, y me alejo lo más rápido que puedo.
Gallant también está de turno esta mañana. El pobre chico nos mira como si hubiéramos salido de un mundo paralelo. Lo de ayer tuvo que ser como un circo para él, un circo en el que participó como una de las estrellas invitadas, eso sí. En cierto modo nosotros le estamos evaluando, estamos, supuestamente, en un peldaño más alto que él. Pues apuesto cualquier cosa a que ayer nos desmoronamos delante de él. Le contamos nuestras intimidades sexuales, hicimos el ridículo de una manera prodigiosa... me extraña que aún nos respete. Si yo hubiera vivido eso en mis tiempos de estudiante me habría quedado con la boca abierta. Por suerte parece un buen chico y de momento no ha hecho ningún comentario. No creo que lo soportara.
Los dos compartimos un diagnóstico de apendicitis a media mañana y por un momento creo que ha olvidado todo lo ocurrido durante la noche. De otro modo, ¿cómo puede tratarme con esa naturalidad? Si yo apenas soy capaz de mirarle a la cara. Quizá para los hombres es más fácil ignorar la vergüenza. Cada vez me convenzo más de que ellos son distintos e incomprensibles. Al menos yo cada día los entiendo menos. Y a Carter menos que a ninguno.
Mierda. Otra vez él. Consigue hacerse sitio constantemente en mi cabeza. Dicen que no te das cuenta de cuánto necesitas algo hasta que lo pierdes, y creo que esto me está pasando con él. Si simplemente no fuera tan celoso, y yo no tuviera que guardar este secreto. O tal vez bastaría con que Mark estuviera bien. Sí. Eso me habría hecho la vida mucho más fácil en todos los sentidos. Y a él también.
Me encuentro con Luka en la salita cuando por fin ha terminado este odioso día. Tengo tantas ganas de llegar a casa y meterme en la bañera con algo de música y una copa de vino, de olvidarme de todo por un segundo. Me cambio y dejo todo en la taquilla apresuradamente, todavía estoy a tiempo de coger el tren que sale dentro de cinco minutos, y cuando estoy a punto de salir entra él.
-Eh, qué perdido has estado todo el día- le digo.
-Huyendo de Weaver, ya sabes- bromea él, o al menos eso me parece.
Cojo mi bolso y me dispongo a salir.
-Bueno, hasta luego- le digo.
-Hasta mañana- responde él mientras se quita la bata, y se vuelve hacia mí.
Nos miramos durante un par de segundos eternos. Me siento un poco incómoda de que me mire así.
-¿Va todo bien?- me pregunta al final de esos segundos de contacto visual.
Cuando alguien te pregunta eso es porque no te ve bien en absoluto, así que para qué mentir.
-No- confieso-Carter y yo hemos roto.
-Ah-dice él, y medita mis palabras durante un instante- Lo siento.
-No importa. Si no confía en mí, no quiero estar con él- declaro con una convicción que me sorprende incluso a mí.
-¿Él no confía en ti o tú en él?
Miro a Luka sin comprender. No sé qué clase de pregunta es esa. O quizá sí, es lo mismo que pensé cuando empezamos a salir. Ayer noté cómo miraba a Abby. Cómo le molestaba que ella hubiera pasado la noche en casa de Luka. Dios, qué idiota soy. Me he negado a darme cuenta hasta ahora. No puedo obligar a Carter a que esté conmigo si él está pensando en otra.
-Puede que sea recíproco-respondo con cierta tristeza..
-Quizá es mejor así- me consuela Luka.
Asiento lentamente con la cabeza. Es tan difícil aceptar que una relación se acabe...
-De todas formas yo os veo mejor como amigos- continúa él- No es que estuvierais mal saliendo juntos, pero...
-Sí, comprendo- replico, pero lo cierto es que no lo comprendo, ni tengo ganas de seguir hablando- Tengo que irme.
-Bien. Nos vemos mañana entonces.
Durante un segundo creo que me voy a echar a llorar delante de él. Pero no lo hago. No podría viendo la forma en que Luka me sonríe. Porque sí, me sonríe, supongo que para darme ánimos.
-Si eso te consuela, Carter no sabe lo que se pierde- me dice para cerrar el ciclo.
Esa frase me obliga a sonreír a mí también. Pero no dejo que él me vea. Me despido con un gesto de la mano y salgo de la salita.
Próximo capítulo: Luka.
¿Os gustó? ¿Tenéis alguna sugerencia? Pues entonces dejad un review. Ánimo.
Ah, por cierto, la lectora anónima es Tina, TinaFans... por si no lo sabía.
