ALGO SE MUERE EN EL ALMA...

...Cuando un amigo se va. Eso reza una canción, ¡y cuánta razón tiene! Se pierden tantos recuerdos, tantos momentos felices (y tristes), tantos sueños (y pesadillas), tantos momentos inolvidables...

Aquí comienza esta historia, basada en un rumor (en estos momentos ya no es un rumor) que está cayendo con mucha fuerza estos días en Internet.

Garantizo sorpresas... algo desagradables, según se mire. También siento el lenguaje de algunos personajes, pero así le añado un poco más de crudeza a la historia. Si a alguien le ofende, lo siento. A mí tampoco me gusta este tipo de vocabulario, pero las exigencias del guión a veces lo requiere.

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CAPÍTULO 0

COMIENZO DE UNA HISTORIA

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Buenos días. El sol de un nuevo amanecer brilla en el cielo. Las nubes, con sus formas caprichosas, lo acompañan. A lo lejos se oye el graznido de un madrugador Dodrio, siempre dispuesto a anunciar el nuevo día. Un nuevo y grandioso día para algunos... Pero triste, muy triste, para otros...

Fin del verano. Un nuevo campeonato Pokémon acaba de concluir. Después de una noche repleta de premios y celebraciones, el majestuoso estadio de Meseta Añil se encuentra vacío, triste, desolador... Sólo el sonido de los pájaros (es decir, Pidgeys, Spearows) y el susurro del viento cortaba el silencio. Se escuchó un sollozo, un murmullo, un llanto...

ASH: ¿POR QUÉ?

Era Ash... De pie sobre las gradas. Observaba el lugar en el que acababa de tener otro fracaso. Ni tan siquiera Pikachu estaba con él...

ASH: Tanto esfuerzo, tanto sufrimiento... ¡PARA NADA!

Ash se quitó la gorra y la tiró al suelo, enfurecido. Había vuelto a ser derrotado cuando mejor le iban las cosas. Lo peor no fue la derrota en sí, sino contra quién y de la manera en que había perdido: contra Gary, y apenas duró tres minutos. Fue humillante...

En sus pensamientos se repetían las mismas palabras, una y otra vez: "¿Eso es todo, Ash? ¿Esto es todo lo que eres capaz de hacer? Pensaba que en ti encontraría un gran rival, alguien con quien poder demostrarme algo... Pero veo que sigues siendo un INÚTIL..." Tras esto, Gary le dio la espalda y se marchó.

ASH: Inútil... Yo no soy un inútil, Gary... No lo soy...

Ash se puso de rodillas, y comenzó a llorar de rabia.

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En el Centro Pokémon...

Brock y Misty, junto con Pikachu y los demás Pokémon, esperaban a que Ash regresara. Llevaba mucho tiempo allá, en el estadio. Demasiado...

MISTY: Pobre Ash. Lleva ya cuatro horas allí...

BROCK: Esa derrota le ha afectado mucho. Tenía muchas esperanzas en ganar, pero sólo ha conseguido un octavo puesto...

MISTY: Es mejor clasificación que la última vez. Debería estar contento... y no me gustó nada la cara que puso anoche...

BROCK: Debería estar contento, sí. Pero ya le conoces... Es muy cabezota...

Brock dijo esto último con una sonrisa, intentando animar el ambiente. Brock notaba a Misty algo afligida, algo poco común en ella. Por la cabeza le empezaron a pasar ideas raras, pero pronto desaparecieron. No tenía sentido...

BROCK: Anima esa cara, mujer. Ya sabes como es Ash. Ya se le pasará.

MISTY: Me duele verle tan triste... Mira. Incluso no ha dejado a Pikachu que lo acompañara.

En efecto, Pikachu estaba allí, intentando quitarse preocupaciones jugando con Togepi.

BROCK: Creo que deberíamos hacer como estos dos. No es bueno preocuparse tanto...

Y en esto que pasó por allí la enfermera Joy, empujando una camilla vacía.

JOY: ¡Hola, chicos! Bonito día, ¿eh?

Misty no dijo nada, pero Brock se levantó de su asiento, se aclaró la voz, y, con la cara más roja que un tomate rojo pintado de color rojo (¡ufffff! creo que esto es demasiado rojo), siguió a la enfermera Joy.

BROCK: ¡Espera, enfermera Joy! Me gustaría hacerle una... una... "proposición"...

Misty suspiró. Estaba demasiado triste como para preocuparse del desdichado de Brock. Ella quería con todo su corazón que Ash ganara la Liga Pokémon, pero no había sido posible. Quería alegrarse por él, pero...

MISTY: **¿PERO EN QUÉ DEMONIOS ESTOY PENSANDO? Me preocupo por Ash, ¡pero no TANTO!**

Misty movía la cabeza de un lado a otro, intentando quitarse los pensamientos de la cabeza...

MISTY: **No puedo evitarlo. Últimamente me preocupo demasiado por él... ¡y eso me asusta!**

Sus pensamientos fueron cortados por un rotundo ¡PLAF!, al cual seguidamente acompañó un ruidoso ¡CATACROC!, y que a su vez fue continuado con un estúpido y lastimero ¡UAAAAAAAAAAAAAAH!

Era Brock, tirado en el suelo, con la marca de una bofetada ocupándole media cara. A cierta distancia, la enfermera Joy se marchaba enojada por la puerta del mostrador.

BROCK: Me parece que no le ha gustado mi "proposición"...

Misty "goteaba" copiosamente mientras observaba al engendro superhormonado que era Brock (por "gotear" entiendo la aparición de esas misteriosas gotas que fluyen a través de la cabeza, las cuales son debidas a una extraña enfermedad que se extiende muy a menudo por los ANIMES: "el complejo de regadera").

MISTY: **¿Por qué lo soporto? ¿Por qué lo soporto? ¡¡¡POR QUÉ LO SOPORTO!!! ¡UAAAAAAAH!**

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De nuevo en el estadio...

Ash había dejado de llorar. No tenía sentido seguir llorando. Ya había pasado: ¿qué más podría hacer? Era hora de irse... Unos señores con trajes de trabajo bajaron a donde Ash estaba. Parecían los encargados de limpiar el estadio.

HOMBRE: ¡Eh, mocoso! Vete ya a tu puñetera casa, ¿quieres? Llevas aquí toda la mañana y nos estás molestando.

ASH: Lo siento, señores. Pero es que...

HOMBRE: Ni peros ni gaitas. ¿Pero en dónde se ha visto semejante actitud? ¡Mira chaval, o te largas de aquí o llamo a los guardas!

HOMBRE 2: No hace falta que seas tan...

HOMBRE: ¡Tú te callas! Estoy harto de tener que recoger toda la porquería que todos esos espectadores medio subnormales arrojan cada vez que se celebra una competición. ¡Hoy vamos a recoger más basura que en todo el maldito año!

ASH: Si voy a ser el motivo de la discusión, será mejor que me vaya.

Y Ash se levantó, sin preocuparse de recoger la gorra, que aún seguía en el suelo, y se marchó escaleras arriba, hasta llegar al pasillo que conducía al exterior del estadio...

Uno de los hombres vio la gorra y la cogió del suelo. Viendo que Ash se marchaba, le gritó. Pero ya no miró atrás, y desapareció en la oscuridad del pasillo. El hombre, indiferente, arrojó la gorra al suelo y la barrió con el resto de la basura.

Pero la fortuna, o tal vez la mala suerte, quiso que se levantara el viento en el momento más inoportuno, y una gran cantidad de papeles, confeti, latas de refresco y demás desperdicios comenzaron a surcar los aires, llevados por el viento... incluida la gorra de Ash...

HOMBRE: ¡La madre que me parió! ¡Esto es un infierno! ¿PERO QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO?

Ajeno a los gritos e improperios del odioso hombre, el símbolo de muchos sueños, de muchas aventuras, vuela sin dueño a lugares desconocidos... Adiós, sueños rotos, sueños irrealizables... Hola, principio del final...

CONTINUARÁ...