Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía.
Aquí con una nueva historia, espero que les guste.
A leer.
Capítulo 1: Detrás De Un Alma.
Bella POV
Siento su caricia, su largo dedo índice contorneando el corazón que es mi rostro.
Sonrío.
A penas puedo mirarlo.
Es mediodía en el claro y él brilla como miles de diamantes, refulgiendo luz hacia todos lados, cegándome y maravillándome por su perfecta hermosura.
Me regala su sonrisa torcida.
Yo me abrazo aún más las rodillas y apoyo mi mentón sobre ellas. Él está en la misma posición.
–Eres perfecto– le digo mientras acaricio el dedo que hace unos segundos me tocaba la cara.
–Como tú– responde.
Mi única contestación es una risa sarcástica.
Él frunce el ceño y me mira seriamente.
–¿De qué te ríes?– pregunta y no digo nada –Tú eres perfecta.
–¿A sí?– suspiro.
–Tu corazón late, y corre sangre por tus venas, tienes un alma y una vida por delante. ¿Qué más quieres?
Aprieto los labios en una fina línea. Abandono mi posición en el suelo y me abalanzo sobre Edward, tendiéndolo sobre el pasto y colocándome sobre él.
–A ti– respondo finalmente –Tú eres lo único que yo quiero.
–A mí ya me tienes.
–¿Por siempre?
–Por siempre– responde.
….
Abro los ojos. Estoy sudando.
Mi corazón late a una velocidad imposible.
Una sensación desagradable nace en la boca de mi estómago y continúa hacia mi esófago.
Me levanto de la cama corriendo y entro al baño, vomitando todo.
Me enjuago la boca primero y después me lavo los dientes. Acto seguido me meto a bañar.
Al salir me doy cuenta de que mi compañera de habitación y mejor amiga Sophie ya no está, o más bien nunca llegó. Desde que la conocí casi nunca llega a casa. Siempre está fuera, con un novio al que nunca he visto pero que supongo que es muy importante para ella.
Me pongo cualquier cosa, tomo mis libros y me voy.
Me toma sólo cinco minutos llegar a la facultad, dado que vivo en una de las residencias para estudiantes de la universidad.
En el camino no hablo con nadie, Sophie es la única amiga que tengo y como hoy no está centro mi vista en los carteles que hay pegados aquí y allá a cerca de la cena que habrá mañana en honor a la maestra de literatura, la Sra. Wallace, que se retira éste año.
Todos los miembros, tanto estudiantes como maestros de la facultad de letras están invitados a dicho evento y aunque yo no quiero ir por el simple hecho de tratarse de una fiesta, la Sra. Wallace ha sido muy buena conmigo desde que llegué aquí, así que se lo debo.
De camino al salón paso por la biblioteca para entregar un libro.
OoO
Sophie aparece a eso de la cuarta clase.
–¿Me he perdido de mucho?
–Si sigues llegando tarde a todas las clases todos los días repetirás semestre– le recuerdo.
–Ya lo sé. Responsable amiga Bella, te prometo que no volverá a suceder.
Si como no…
–Es tu problema después de todo, Sophie.
Ella suelta una risita.
–Es que tú no me comprendes. Deberías conseguirte un novio para que me entiendas por fin.
Arrugo la frente y evito su comentario.
–Mira, aquí está la tarea– le paso un papel con todos los deberes escritos en ella.
–¡Gracias amiga! ¡Eres una santa!– me abraza efusivamente y me besa la mejilla.
Suspiro para mis adentros. Tal vez por eso Sophie me agrada tanto. A veces ella me recuerda mucho a A…
¡Alto! me grita mi subconsciente ¡No sigas por ahí!
Tomo aire repetidas veces en silencio.
–¿Nos vamos?– dice ella.
Asiento y tomo mis cosas.
OoO
De regreso a la residencia Sophie intenta persuadirme para ir a comprar un vestido para la cena de la Profesora Wallace; a lo que me niego continuamente.
–No lo creo– digo una vez más –Un vestido de esos cuesta mucho y yo no pienso utilizar el dinero de mi beca o de mis ahorros para gastarlo en eso.
–¡Oh, por favor Bella! ¡Tienes que verte bonita para la fiesta! En una de esas hasta puedes conseguirte un novio o por lo menos a un chico de una sola noche– me guiña el ojo.
La frase me revuelve las tripas.
–No Sophie, ni pensarlo.
–¿Eres gay o algo parecido? ¿Por qué te rehúsas tanto a la sola idea de salir con alguien?– su voz se vuelve muchos tonos más baja, ahora está hablando en serio.
M-A-L-D-I-C-I-Ó-N
–No soy gay– digo yo, en un tono mucho más animado para intentar sacarnos de éste incómodo tema –Simplemente estoy esperando al indicado.
Afortunadamente escucho un suspiro por su parte como respuesta, lo que quiere decir que ha abandonado el tema.
–Pues… espero que llegue pronto– dice por último.
OoO
Poco antes de que den las cinco me dirijo a la tintorería para recoger un vestido que compré hace mucho tiempo para alguna ocasión especial, y como no he tenido ninguna pues es técnicamente "nuevo".
De regreso al edificio saco mi celular y le llamo a Charlie.
Dice que me extraña… y que Forks sigue igual.
También me dice que me llegó una invitación a la boda de Jessica y Mike que será dentro de poco más de un mes.
Me despido de él y cuelgo.
La última noticia no me ha dejado muy bien.
Esta noche ceno un tazón con cereales mientras miro Late… with Jools Holland en la tele por cable.
Sophie llega esta vez, pero en la madrugada, mientras yo estoy terminando la tarea.
–Mira que vestido más lindo que me he comprado– se sienta a mi lado en el pequeño escritorio y saca una bonita tela de una bolsa.
Lo extiende.
El vestido en cuestión es rosa pálido, con escote de corazón y mangas y pecho de organza, largo hasta medio muslo.
–¿A que es divino?
–Es precioso– y no miento –Te verás linda en él. ¿Te pondrás algún accesorio?
–Algo mejor– dice muy emocionada –Llevaré a mi novio. Un novio guapísimo.
Alzo las cejas.
–Oh, qué bien– respondo –Al fin voy a conocerlo. Estaba comenzando a pensar que no existía.
–¡Te vas a morir cuando lo veas, Bella!
–Ya lo creo, Sophie– contesto –Ahora, si no te importa…– le hago un gesto con la mano dando a entender que tengo deberes.
Ella me pone los ojos en blanco y se levanta.
–Está bien, está bien… sólo no te acuestes tan tarde ¿bueno?
–Bueno– repito.
OoO
¡Oh! ¿Qué irá a pasar en esa fiesta?
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Un beso.
Amy W.