Pasados Secretos y Poderes Ocultos
Disclaimer: nada de lo que reconozcan me pertenece, excepto quizá la información y literatura general, que a fin de cuentas, ya son generales y están implantadas en todos como los conocimientos de cualquier materia. En todo caso, algunos personajes y/o cosas me pertenecen..
Chapter Clasification: G
Detalles Especiales: al principio quizá no, pero esto terminará convirtiéndose en SLASH, o sea, relación chico/chico. últimamente me encantan...
Eso es todo. Éste es mi segundo slash (el primero que hago historia larga, y encima HP/SS). Espero que les guste!
°°
Cap.1 Cambio de PlanesA pesar de lo que cualquiera pudiera pensar por la ubicación de su lugar de reposo, sus aposentos eran bastante cálidos y confortable. En ese momento se encontraba leyendo tranquilamente un libro de Pociones Avanzadas, maquinando las torturas del año siguiente para sus estudiantes. Todo iba bien hasta que, a mitad de la poción de Luparia, una explosión aconteció en la chimenea. Se volteó rápidamente hacia ella, para ver la cara de un serio y preocupadísimo Albus Dumblendore. Jamás lo había visto así.
-Rápido Severus. Han atacado Privet Drive..
Sabiendo lo que esas dos simples oraciones conllevaban, Snape se levantó y como un bólido corrió hacia el exterior del castillo. Desgraciadamente (y ahora más que nunca), el Ministerio aún no había vuelto a conectar las chimeneas a la Red Flu, aunque ya se podía hablar, por lo que tendría que aparecerse, y para ello tendría que llegar a Hogsmeade.
En el camino se preguntaba cómo era que no se había enterado de nada. Ciertamente, en los últimos días Voldemort no lo utilizaba para misiones prácticas, pero en algunos temas lo mantenían informado, y él se encargaba de todas las pociones que utilizarían para sacar información o torturar a las víctimas.
Lo que más le hacía dudar era el hecho de que la idea de capturar a Potter debía de haber sido demasiado tentadora y buena para el Lord como para no comentarlo con sus seguidores...ahí había gato encerrado.
Suspiró, deteniéndose en la entrada para tomar aire, antes de desaparecerse. Qué le diría a Voldemort por la causa a la que había ido allí...?
°°
Harry...
-Quién eres..- preguntó el muchacho. Se sentía flotando en un vacío soporífero, y sin embargo se sentía tranquilo. Como si lo hubiera estado haciendo en toda su vida.
Una persona que te quiere...
-No comprendo..
Es normal; no es tiempo de que sepas más. Escucha Harry...
Sintió que el sentimiento de somnolencia desaparecía, y poco a poco se fue "parando" en aquél espacio vacío, blanco. Sus ojos miraban a todos lados, buscando al dueño de aquella voz.
De ahora en más te enfrentarás a cosas difíciles...debes confiar en tu corazón: querrán ponerte en el medio, y más de una ves te mentirán. Ambos bandos. Al final, sólo tú podrás decidir tu camino, pero..confía en los que te quieren...
-Espera! No te vayas!
Debes despertar...algo malo está pasando..
El ambiente tranquilo se fue fundiendo, como su hoyos negros se tragaran el blanquecino espacio que lo rodeaba.
Harry Potter se despertó agitado. Sin embargo, no gritó, sólo se quedó flexionando sus rodillas, con los brazos abrazados a ellas, y los ojos abiertos, mirando cuidadosamente todos los centímetros de la habitación. Su lechuza Hedwig no estaba. Lentamente, como si un movimiento rápido pudiera desencadenar una catástrofe, se colocó los lentes, para luego sacar su varita de la mesa de luz de su costado. Algo no andaba bien...
Todo sucedió demasiado rápido. Un punzada bastante parecida a una descarga eléctrica lo azotó en la cicatriz, haciendo que saltara de la cama para caer en el piso, provocando un ruido sordo. Estaba seguro de que los Dursleys se despertarían...pero el ruido no paraba, y se dio cuenta de que no había sido su culpa.
Era como una locomotora en marcha..y a medida que sentía el "vehículo" acercarse pudo ver aterrorizado como las casas se quemaban, explotaban, se rompían, y en síntesis se destruían a su paso. Gritos en las calles lo sacaron de sus pensamientos. Tenía que hacer algo, pero para qué mentir: tenía miedo.
De pronto, escuchó un grito porcino (N/A. jaja..no pude resistirme), que hizo que Harry volteara su vista bruscamente hacia el reloj despertador: las 2:00 am. Su rostro palideció al recordar que esa noche Dudley había salido con sus amigotes y que había dicho volver a la madrugada. Probablemente se le había pasado el tiempo gamberreando por ahí..
No pudo pensar mucho más, porque sintió como las barreras de su casa eran rotas, a la ves que la puerta se abría fuertemente, en armonía a una exclamación entre furiosa y atemorizada de Tío Vernón, que con el poco valor que le correspondía había salido a ver qué pasaba, dejando a su tía en la habitación. El chico Potter se decidió: no podía dejar que algo les pasara, por muy poco que los quisiera.
Armándose con su varita, bajó corriendo las escaleras, y llegó a la sala, en donde se encontraban tres mortifagos, uno de los cuales en ese momento le acababa de aplicar una maldición a la cabeza Dursley:
-Crucio- a decir verdad, era más doloroso escuchar los chillidos y gritos de un hombre que en su vida hubiera sentido algo tan doloroso a sufrirlo en carne propia. Harry no lo soportó, y amenazando al hombre con su varita, le exigió furibundo.
-BASTA- éste se detuvo unos momentos, pero luego se volvió a él, apuntándole con la varita. El muchacho podía estar seguro de que sonrían burlonamente.
-Vaya, vaya...pero miren a quién tenemos aquí, si es ni más ni menos que el Chico de Oro de Dumblendore...Qué te parece, Mc' Guire- le preguntó al mortifago del medio una voz que el joven reconoció inmediatamente.
-Que por fin nuestro Señor nos dará una recompensa..
-Tenemos que llevarlo vivo...puedes satisfacer tus impulsos homicidas con el resto- el tal Mc' Guire bufó, pero hizo lo que el otro le dijo. En un abrir y cerrar de ojos, había dirigido la maldición asesina a Vernón Dursley.
Harry vio como en shock la cara, mezcla de dolor y terror del que fue su tío. Si a eso le sumamos el frío de la habitación, y el ver caer un cuerpo sumamente gordo en la entrada de la casa, después de recibir el beso de unos dementores que se adentraban en el lugar, lo hizo explotar. Con odio, se dirigió al robusto del medio.
-Expelliarmus- ya fuera por la rabia o por el entrenamiento del año anterior, el hecho es que el hombre fue mandado en contra de la pared, más concretamente a un aparador con cristales, que produjo un desagradable ruido (el cual el Gryffindor no quizo distinguir entre los cristales o la cabeza del mortifago). Mc' Gire no se movió más.
El tercero de los mortifagos, en un ataque de rabia le mandó el cruciatus a Harry, que con una habilidad producto del Quiddith la esquivó, derribando la mesa del salón. En un momento, lo dejó noqueado bajo un "Desmaius". Sólo quedaron el primer mortifago y Harry, que se miraron a los ojos durante algunos momentos. Sorpresivamente Potter, en ves de dirigirse a él, exclamó:
-Expecto Patronus- un hermoso ciervo plateado se formó en el ambiente, embistiendo a los dementores que se querían acercar. Éstos salieron de la cara despavoridos, pero el ciervo se encargó de no dejarlos entrar. Harry se encontraba jadeante.
-Oh..veo que el pequeño está susceptible en cuanto a nuestros amigos de Azkaban se refiere..-comentó el mortifago, como si nada.
-Púdrete Malfoy- le largó mordaz al padre de Draco, Lucius.
-Tk, tk..-negó irónico, moviendo un dedo negativamente-no estaría bien hacerme enojar. Es decir, siempre se puede decir que no fui yo, quizá otro torpe de menor calaña, o incluso un dementor...Crucio Magnum- gritó, y esta ves Harry no pudo evitar la maldición, que le pegó de lleno.
Un grito desgarrador fue lo primero que escucharon los de la Orden al llegar a Privet Drive. Pero no fue sólo uno, parecía un concierto infernal.
Lucius se volteó rápidamente, deteniendo el hechizo, al escuchar sonidos de resistencia afuera. Se volteó al muchacho; sabía que su señor por más que lo quisiera no estaba dispuesto a sacrificar la tropilla por él. Como mínimo, le había dejado unos "regalitos"
-Nos volveremos a ver, Potter..-le saludó ácidamente, antes de desaparecer en un humo verde.
Lo último que Harry pudo ver antes de desmayarse, fue una sombra negra acercársele a grandes zancadas, y luego se sumió en una dichosa inconsciencia, pues todo su cuerpo gemía y se tensaba en intervalos sumamente irregulares...y dolorosos.
°°
Estaba recostado en un lecho suave, caliente y, sobretodo, acogedor. Sentía las mantas envolviéndolo, con la seguridad que pusiese el cuerpo donde pusiese, seguiría caliente y cómodo. Lo más resaltable era el hecho de que sus pies estuvieran también cobijados, cuando normalmente eran la única parte del cuerpo que no se calentaba.. (N/A: no pude resistirme, me encanta sentir eso cuando me levanto )
Abrió lentamente los ojos, ya que la ventana le entregaba su luz justo sobre ellos, y tanteó a los costados, encontrando sus anteojos. Se los colocó, sentándose en la cama. Dónde estaba?
"Hm...paredes blancas, sábanas blancas, piso blanco..." suspiró resignado; su vida parecía destinada a pasarla en sitios así. Una enfermería. Aunque ahora que la veía bien, no parecía la del colegio...
La poca sangre que su rostro ya de por sí pálido teñía sus mejillas lo abandonó cuando recordó lo que había pasado en la casa de sus tíos. Inmediatamente intentó pararse, pero sólo consiguió caerse al suelo con un gemido de dolor. Vio toda la parte de su cadera y el torso con vendas, que ahora comenzaban a mancharse paulatinamente de un líquido rojo. Además, notó con horror, no sentía las piernas. "Por favor, que no sea lo que pienso.." suplicó, más sólo pudo arrastrarse con los brazos, algo lejos de la cama volcada. Pudo ver un tubo de plástico inyectado en su brazo mediante una aguja, en el cual corría un extraño líquido plateado. Un chillido lo sacó de su pánico.
Con pisadas de tacos, una mujer rubia de ojos verdes se le acercó rápidamente, con la mirada empañada de preocupación, pero a la ves de ternura, una ternura que le recordó a la Sra. Weasley. La enfermera (eso era), le ayudó suavemente a recostarse de vuelta en la cama, y le indicó que permaneciera acostado, mientras ella buscaba un cambio de vendas. Al volver, y luego de indicarle a Harry (N/A. wow! Ni yo sabía que era él..(nótese la ironía)) que viera para otro lado, comenzó a alojar las vendas, para dolor del muchacho.
-Aguanta un poco pequeño..la presión es la clave para que la sangre coagule, y al quitándola, la sangre puja por salir de las heridas, y es por eso sobretodo que te duele- le explicaba ella. Nunca había conocido a una doctora, enfermera o mejor dicho, medibruja que le fuera explicando cada cosa que hacía, pero lo notaba más relajante, porque así sabía que pasaba.
-No puedo mirar?
-A menos que quieras tener horribles pesadillas...- le comentó ella- has sido víctima de una especie de maldición con más fuerza...
-Ah?
-El Cruciatus. Tal parece que el señor tenebroso ha descubierto una forma de "canalizar" el poder, impulsarlo por así decir, para que cause más daño. Y por lo visto eres la primer víctima de nuestro bando..-explicó. Harry se quedó en silencio, de ves en cuando con algunas expresiones de dolor, hasta que terminó. Cuando se estaba yendo, la detuvo..
-Eh..
-Rosalyn.
-Si, gracias..Rosalyn, cuando me caí...no me podía parar..-susurró, bajito. Ella lo miró con sorpresa y luego, con el ceño fruncido, volvió hacia donde estaba el joven, y comenzó a verle la columna, luego de voltearlo con mucho cuidado. Ella gimió.-que pasa..- preguntó, preocupado.
-Ya..ya vengo Harry, no te preocupes- le contestó ella, con voz temblorosa, y partió apurada hacia fuera.
A quién quería engañar, no quería saber lo que fuera que le había pasado...inconscientemente, acarició sus piernas, tristemente al darse cuenta que no sentía nada.
°°
Gruñó, golpeando su espalda otra ves en contra de la pared en la cual estaba apoyado. Ahora no sólo tenía que haber ido a salvarle el pellejo a ese niñato consentido, sino que encima Albus le había dejado encargado que cuidara de él, mientras se encargaba del juicio hacia Felligar, un mortifago aturdido por Potter. Al recordar eso, pensó con un escalofrío a Mc' Guire, al cual encontraron con el cuello roto, y una grave abolladura en el cráneo. No le hubiera gustado estar en su lugar...
Su línea de pensamientos fue cortada cuando escuchó la puerta de la habitación del muchacho abrirse, y al voltearse vio a una medibruja nerviosa, que miraba a todos lados. Luego de unos momentos, se acercó a él, levemente dubitativa.
-Eh..hola...es usted el encargado de Harry Potter-se limitó a asentir, resignado a dar cualquier explicación- verá...tal parece que la maldición dejó secuelas en el muchacho..-Rosalyn se estrujó nerviosa las manos- tengo que ir a buscar a un doctor más competente para ver si podemos hacer algo más, pero necesito que alguien lo vigile...es decir
-No me iré de aquí- le respondió el hombre, comprendiendo a dónde quería llegar.
-Cual es su nombre- preguntó, algo más tranquila.-eh..para el reporte- agregó, al sentir la mirada fría de él.
-Severus Snape- respondió. Rosalyn asintió, y le indicó que podía pasar si quería. Se fue por el pasillo.
Sin embargo, el profesor de Pociones no entró. Las palabras de la mujer daban vueltas en su cabeza "la maldición dejó secuelas..." Qué clase de secuelas? Una punzada de culpabilidad comenzó a crecer en su estómago, y se apretó las manos, inquieto. Después de todo, la seguridad del muchacho era de lo que tenía que asegurarse al llegar a la casa, y si bien cuando había llegado ya todo había terminado...Cerró los ojos para luego volver a abrirlos; Lord Voldemort de seguro tendría bajo su manga muchas maldiciones tan terribles como aquella, y a decir verdad jamás había visto algo así..
°FlashBack°
La criaturas oscuras, los dementores, estaban siendo replegados desde antes de que llegáramos. Los demás aurores de la Orden, siendo aquella su empresa, se dedicaron a pelear con los mortifagos que estaban afuera, al igual que proteger a los muggles que quedaran.
Yo tenía una misión distinta. Encontrar a Potter y sacarlo de allí. No fue difícil encontrar la casa, y me sorprendí al ver un Patronus "abandonado": su dueño no se veía por ningún lado, y sin embargo el hechizo, que estaba corporizado como un ciervo plateado, estaba machacando a todo dementor que veía, especialmente alrededor del n° 4 de Privet Drive, su lugar de residencia.
A grandes pasos me acerqué ahí, listo para dejar inconsciente a algún mortifago antes que me viera, cuando me encontré con una bola de grasa humanoide en la entrada. Por la expresión perdida de su rostro, que estaba congelado en un rictus de terror, me incliné por la opción de que hubiera terminado como alimento de los dementores. Contrario a mis temores, el ciervo me dejó pasar.
Escuché, alarmado, que aquellos gritos tan horribles salían de la casa del chico, habían desaparecido. Los mortifagos comenzaban a irse, los dementores huían...El Patronus, que supe era de Potter, se me acercó cojeando, con la tristeza palpable en su mirada. Gimió, como lo hacen los animales antes de ser atravesados por balas o flechas de caza, y cayó al suelo, desvaneciéndose antes de golpearlo completamente. Eso no era una buena señal..
Al entrar en la casa, descubrí otro muggle demasiado gordo para su salud, y uniendo cabos pensé que debían ser parientes del muchacho "Obviamente, los ilusos con contal de mantenerlo a salvo dieron sus vidas.." pensó rencoroso. Cierto era que, dada la hipotética ocasión, yo haría lo mismo, pero no podía evitar pensar lo egoísta que fue el muchacho. Un grito femenino me llamó la atención, y adentrándome más en la casa, descubrí a una mujer con cara un tanto equina, vestida en un camisón y una boina de dormir, se tapaba la boca aterrorizada, con las lágrimas escurriéndose por su rostro. Tan sentimentales..aunque esta ves no podía evitar darle un tanto de razón: Harry Potter parecía un moribundo. Mi estómago se revolvió; a pesar de mi trabajo de mortifago jamás me tocó entrar en "acción", y a decir verdad nunca me había tocado ver semejante cosa.
La sangre se escurría por el suelo de madera, mientras el muchacho, con los ojos entrecerrados, tenía la ropa rasgada, de la cual salía aquél líquido rojo tan preciado. Un brazo, incluyendo la mano se encontraba posicionado en una postura extraña que normalmente jamás tendría. Lo más vistoso era su abdomen y cadera, que tenían profundas cortadas. La más grave, que cruzaba la mayoría de su perfil, demostraba la carne viva, junto con un órgano que amenazaba por salirse de su cuerpo por ahí (N/A: que conste que lo que digo es cierto...xx lo vi en un accidente de auto, pero en ese caso la pobre persona tenía el hígado casi afuera, y trataban de que no se cortara...).
La mujer al verme, y contrario a lo que hubiera pensado, se alejó del muchacho.
-No..no lo conozco- abrí centímetros mis ojos. Pero qué demonios decía esa señora? Si era su sobrino- yo no he hecho nada, lléveselo a él, pero no haga más daño a mi familia..
-Su familia, a excepción de él, ya está muerta- le contesté, fríamente, mientras conjuraba unas vendas que me servirían para ganar tiempo- y no soy del enemigo.
Al saber que no pensaba hacerle daño, y pese a la tristeza de haber perdido a su esposo e hijo, la hermana de Lillian Potter explotó, dejándome varias cosas que pensar.
-Todo esto es culpa de ustedes...ustedes, anormales! No quiero volver a ver a ese...fenómeno pisar mi casa! Desde que me obligaron a aceptarlo he tenido que cargar con esa inútil anormalidad, que llevó a la miseria mi familia!
-Es que acaso no le importa su sobrino- le pregunté, ácidamente. Ella mi miró con lágrimas de rabia en los ojos, pero fartulló, antes de desmayarse por la presión.
-Me importa más la madera que manchó con su asquerosa sangre.
°Fin Flashback°
Él siempre había pensado que su familia debía estar orgullosa del muchacho, después de todo, era el "Chico de Oro", como bien muchos lo habían calificado. Y ahora se encontraba con que, posiblemente, aquella familia de muggles lo hubiera tratado peor que él mismo. Pero eso no cambiaba que era un mocoso malcriado.
-Disculpe...quizá debería escuchar esto- le dijo una voz masculina. Snape casi saltó, pero supo ocultarlo, al ver a un medimago sacar su cabeza desde la habitación de Potter. Al parecer Rosalyn ya lo había encontrado. Asintiendo, acompañó al doctor hacia la habitación, donde pudo ver a un temeroso muchacho con la mitad de un pijama de hospital, ya que la enfermera le había tenido que cambiar las vendas. El profesor de Pociones apreció aquél pálido torso, de aspecto débil, que subía y bajaba, nervioso.
El doctor lo hizo sentarse en una de las sillas de la sala, y mientras Rosalyn se encargaba de llevarse las vendas viejas, que no había retirado antes por el descubrimiento, él comenzó a hablar.
-Verán...quería hablar con ambos, porque les concierne. A usted señor Potter, justamente porque se trata de su persona, y a usted Sr. Snape, porque comprendemos que luego tendrá que repetírselo a sus tutores. Tengo entendido que usted no lo es, cierto?
-Verdad- admitió el profesor. Aunque verdaderamente, no creía que aquella mujer con cara de caballo le interesara la fortuna de Potter. El Doctor , un hombre germano llamado William Watherfield, suspiró.
-Me temo que la maldición afectó un disco de la espina dorsal...- la temperatura de la habitación disminuyó considerablemente- con métodos mágicos esto tiene solución, si se trata apropiadamente y a tiempo, pero me temo que en este caso, si todo sale bien los resultados se mostrarán al cabo de un par de semanas...
-Qué...quiere decir- preguntó con voz estrangulada el adolescente la misma cuestión que el profesor de Pociones planteaba en su cerebro.
-Me temo que usted, Sr. Potter, sufre de una parálisis temporal, desde la cintura para abajo.
°°
-Pa...parálisis- repitió en voz baja un hombre de cabellos castaños veteado de gris, que con sus desolados ojos dorados clavó su vista en el hombre de negro, que impasible estaba apoyado en contra de una pared. El despacho del director de Hogwarts nunca había permanecido en semejante silencio. La mayoría de los componentes de la orden se encontraban allí: Albus Dumblendore, Minerva Mc' Gonagall, Arthur y Molly Weasley, Remus Lupin, Alastor "Ojo Loco" Moody, Mundungus Fletcher, Nymphadora Tonks y Kingsley Shackleblot.
-Lo importante es pensar que está vivo, y que, una ves que los doctores terminen con el tratamiento, podrá volver a caminar- expuso risueña Tonks, al ver a todos tan deprimidos. Dumblendore asintió, apoyando su punto de vista. Después suspiró.
-Alguna otra noticia de interés?
-Bueno..-Kingsley carraspeó- los gigantes nos dieron su más rotunda negativa, me temo que tendremos que desistir de ellos.
-Los hombres lobo están dispuestos a escucharte Albus- volvió a hablar Remus, algo más recompuesto- pero no quieren a ningún componente del Departamento de Criaturas Peligrosas. Específicamente dijeron que si tocamos sus cachorros, ellos tocarían los nuestros- "cachorro" era la forma de referirse de los hombres lobo 'puros' a los niños, y eso se debía principalmente a que tenían muchos pequeños de la última camada que habían nacido por la fecha. El director asintió.
-Los vampiros están a la expectativa. En realidad, la mitad de ellos ya se unieron a los mortifagos..pero tenemos la esperanza que el grupo de la mascarada y los que los apoyan se nos unan-terminó Fletcher.
-Bien, eso es el general satisfactorio. Ahora, quiero exponer el problema que sé que a todos nos atañe. Minerva, sabes si podemos volver a dejar a Harry en Privet Drive-la profesora de Transformaciones bufó, notablemente molesta.
-Aunque pudiéramos, eso sería violar los derechos de Potter. Pero me temo que no es posible; la hermana de Lily ha caído en un estado de nervios terrible, cualquier sobresalto haría que terminara muerta de un paro cardíaco. Al menos por ahora, no podemos confiar en ello.
-Me lo esperaba..- el resto de la Orden lo miró con confusión. Más aún cuando, del armario que tenía detrás de su escritorio, sacó un cofre bastante conocido por ellos.
-El Cáliz de Fuego- preguntó Molly, asombrada.
-Qué haremos con esto, Dumblendore- inquirió secamente Ojo Loco. El hombre sonrió, pero no era una linda sonrisa: demostraba abatimientos, pesadumbre...y sin embargo, el brillo de sus ojos no lo abandonó.
-Verán..ustedes son los componentes de la Orden a los que más confianza les tengo, y lo saben no- una ola de asentimientos se sintió en la sala- ustedes están enterados del verdadero motivo por el cual dejaba a Harry cada verano en casa de sus tíos. Ahora ya no es posible; si se quedara en esa casa el vínculo sanguíneo que lo mantiene a Petunia Dursley se terminaría rompiendo, ya que a la pobre mujer le daría un paro. Además, y a pesar de los vigilantes y todo la seguridad que hemos esparcido alrededor del lugar, no dudo que la próxima ves que Voldemort mande a buscar Harry, no se irá con las manos vacías- un estremecimiento general azotó la sala.
-Y a dónde vamos con esto- preguntó algo molesto Snape.
-Se debe, Severus, a que necesitaré su ayuda para protegerlo...-suspiró- lamentablemente Harry ya no cree en mí. La ves pasada lo cuidamos entre muchos y no funcionó; al contrario, lo volvió más arisco y desconfiado. Esta ves, tengo pensado mandar al muchacho, junto a un miembro de la Orden a una casa que hace tiempo hechicé bajo el Encantamiento Fidelio, por el resto de las vacaciones, al menos. Y para eso, es el Cáliz. Quiero que todos anoten sus nombres y lo coloquen en el recipiente. Sí, tú también Severus-agregó, al ver al profesor de pociones que ya se dirigía sigilosamente a la puerta (N/A: imagínense la musiquita de la Pantera Rosa xDD), el cual gruñó, para luego garabatear su nombre en una notita.
Un nuevo silencio se apropió del despacho mientras los miembros de la Órden del Fénix contenían el aliento. Finalmente, una lengua de fuego azul expulsó un papel levemente carbonizado. El Director lo abrió, y lo leyó con minuciosidad. Al final, y luego de releerlo, levantó la vista, con un toque de satisfacción y...picardía?
-Pues..tenemos un ganador. Severus, si eres tan amable de quedarte...
Se maldijo interiormente. Si lo encontraban duro, era por culpa de Potter, Dumblendore y de una reciente incorporación: El Cáliz de Fuego.
To Be Continue...
Jeje Do you like it? To me yes!
But it doesn't important. The must important is tell to us: I isn't talk english! Is just so funny...
En fin, ya, ya me calmé. Pero no sueñen, jamás podría traducir un fic. Y qué les pareció? A decir verdad últimamente me encantan los fics HP/SS. Antes había escrito un one shoot (si, lo siento para los que no se enteraron P) HP/SB, y de ahí me comenzaron a gustar las parejas Slash. O mejor dicho, desde que empecé a leer de la segunda parejita.. sin embargo, hasta ahora me gustan sólo éstas dos.
Si alguien sigue todos mis fics (cosa que dudo mucho), les pido disculpas a los que son de Anime. Se me ha fugado la imaginación.. lo mismo va para el HG/SB que estoy escribiendo, ya que ahora que siento debilidad por lo Slash me es un tanto difícil continuarlo. ¡ Pero si les gustan las que he actualizado hace poco están de suerte, son las que más actualizo.
Luego de este párrafo de auto-propaganda me despido..que le vaya bien!
KissLourdes Ariki
