Capítulo 1: Londres
La sonrisa en mi rostro seguramente que era directamente proporcional a toda mi vida más la vida de muchas personas… ¡Sí! Me sentía demasiado feliz como para que esto pasase desapercibido…Y no era la única
Mis padres también se sentían felices por ello. No todos los días una familia como la nuestra se podía permitir en ese mundo, y menos en esa ciudad…Londres, tan bonita y a la vez hermosa
Dejé las cosas en mi nuevo cuarto mientras mi madre discutía con dos de mis hermanos, quienes parecían divertirse a costa de mi madre. No fui capaz de disimular la risa que me entró por ello, aunque hice todo lo posible. Suspiré y me senté en esa cama que parecía tan cómoda pero que tampoco es que lo fuese…
Abrí aquel diario que conservaba desde hace tiempo y sonreí con la nostalgia, deslizando mis dedos por aquellas páginas que con tanto empeño rellené con mi letra. Sonreí y me paré en una página
"Querido diario
Hoy ha sido un día un poco confuso para mí…No voy a engañarme a mí misma…No era lo que me esperaba… Y tampoco es que lo desease con todas mis fuerzas puesto que Dean es mi mejor amigo, pero esto me pillo desprevenida…
Al fin y al cabo… ¿Desde cuándo tu mejor amigo te plantaba un beso en la boca? ¡Era impensable! Y encima me ha robado el primer beso… No alcanzo a comprender cómo pudo ocurrir…Estábamos como siempre, sentados en la hierba cuando se acercó rápidamente y me besó. Es cierto que no reaccioné tan siquiera, más que nada porque me dejó desarmada pero… ¡Era increíble! ¡Y encima, el descarado de él, se quedó tan tranquilo!
Bufé exasperada en su momento y sigo en ese estado de tortura…No solo por el desagrado de aquel beso, claro…Sino el cómo le miraría a los ojos al día siguiente… No sabía el cómo debido a que… ¡Era ese amigo! Aquel en el que confías y esperas que todo vaya bien…
¡Qué se solucione!..."
Sonreí ante ello, pasando aún más las páginas con notas semejantes a esas…Es cierto que fue mi primer beso…Y finalmente hubo una época en la que estuve saliendo con Dean, pero no llegó a mucha cosa más…Sobre todo por lo sobre protectores que eran mis hermanos…En especial cierto pelirrojo, quien se asomó en mi cuarto
-¿Se puede pasar?
Su voz resonó con tanta fuerza en la habitación que me sobresalté, mirándole asustada. Rió entre dientes mientras le indicaba con un gesto de mi cabeza que pasase. Así lo hizo, cerrando la puerta tras de sí. Sonreí un poco mientras se acercaba, cogiendo una silla que había allí, colocada para mi "escritorio" y se sentó en ella, mirándome con detenimiento
-No me lo puedo creer… Mira dónde estamos…
-Lo sé, estamos en Londres…Ya sabes, esa ciudad tan importante de Gran Bretaña…
Me miró y me sacó la lengua intentando mostrarse ofendido mientras yo ladeaba la cabeza divertida. Me gustaba molestar a mi querido hermano Ronald…Más que nada porque era al único que era capaz de molestar…Mis demás hermanos, o eran más estrictos o eran más bromistas…Mi hermano Ron se encontraba en el punto medio
Se levantó y entonces le pude analizar con calma…Sí, sin duda era esa postura la que le hacía un hombre algo intimidante…Era esa mirada fiera que cuando salía era capaz de callar a cualquier persona…Puede que fueran esos ojos azules suyos…No estoy aún segura. Sonrió satisfecho ante ello, cosa que hizo que mi mirada se volviese un tanto burlona
Era esa mirada bonachona, al igual que su sonrisa, lo que provocaba que fuese el punto de mira de las bromas de mis otros dos hermanos mayores, Fred y George. Estos vivían desde hace tiempo aquí, en Londres. Mis otros hermanos vivían en otros países.
Bill vivía en Francia con su esposa Fleur, la francesita. Luego mi hermano Percy, que vivía en España con su novia, y por último mi hermano Charley, el mayor de la familia, que vivían en Rumanía… Y allí estábamos Ron y yo, en Londres… Era un sueño cumplido, pues siempre quise vivir en esa fantástica ciudad
-¿Crees que encajaremos aquí, Gin?
Le miré de manera suave, encontrándome entonces con sus ojos azules claros, impactantes y profundos. Me levanté para colocarme a su lado. SU cabello rojizo era algo rebelde, por lo que aparté un mechón de su rostro. Quería ver esos ojos, ese rostro pecoso al igual que el mío para poder calmarme y saber que los dos podríamos con esto
Que era cierto que era un comienzo difícil, pero que allí estábamos ambos. Se le notaba apenado, y en parte lo entendía…Su novia, o mejor dicho, ex novia le había dejado por la distancia y la pesadez que sería poder verse, cosa que le dolió a mi hermano, y a mí me ofendió
Yo, aunque no lo demostrase, era una gran defensora de lo que era el amor…Y me molestaba en parte que esa muchacha pusiera de excusa la distancia…Porque ante el amor, uno era capaz de cualquier cosa…Incluso fugarse en busca del ser amado con tal de estar a su lado
Me miró a los ojos, comprendiendo en lo que estaba pensando y me hizo un gesto, indicándome que estaba bien…No pude evitar abrazarme a él. Me alegraba tener estos encuentros con mi hermano y pensar que tendríamos más momentos como estos… Me separé de él mientras se marchaba de la habitación para recoger sus cosas
Me senté en la banqueta, pero la acerqué a la ventana para mirar tras ella. El viento movía las ramas de los árboles, de tal manera que no pude evitar sentirme algo feliz…El cielo se encontraba azul claro, como tantos días, aunque aquí eso era poco corriente. ¿Seríamos felices allí, en aquella casa desconocida? No lo sabía, y tampoco quería pararme a pensar en ello…Simplemente, quería vivir esta vida sin que nadie me lo pudiese estropear…Y menos ellos…Las personas. Dejé el diario sobre la mesa y salí de mi habitación…
