Disclaimer: Todavía no ha surtido efecto el cambio de identidad, sigo siendo yo y Tite Kubo, Tite Kubo. Bleach le pertenece. La Metamorfosis es un cuento de Kafka que recomiendo leer.
Drabble 300 p.
El cambio había ocurrido mucho antes, pero éste fue paulatino, casi intangible.
Para destruir algo nada mejor que hacerlo desde adentro. Mantenerse cerca de los amigos y mucho más de los enemigos. Tôsen no compartía los ideales de Aizen, mas comprendía que el concepto de justicia difería de persona a persona y cobraba diferentes matices. Un concepto por completo abstracto.
Y así como Tôsen no se horrorizaba de su amigo cuando podía "ver", éste tampoco de descubrir que la metamorfosis se estaba dando.
Durante la batalla —cuando pudo ver sin ver— notó que su amigo tenía razones para no temerle.
Tôsen no era un santo, nunca había creído en utopías imposibles. Era la clase de persona que vive aferrada a la realidad y como tal, a veces es confundida por una persona pesimista, sin comprender que el realista tiene mucha más probabilidades de no caer. Kaname no cayó.
Muchos creían tener razones para temerle a Komamura por su forma, pero Tôsen comprendía que justamente eso los hermanaba a ellos. Lo único que podía hacer Komamura para devolverle esa confianza ciega era acompañarlo, entristecerse con él, alegrarse con él, ayudarle a encontrar el camino, perdonarlo y apoyarlo incluso en la traición. Pero por sobre todo, para que pudiese amar de nuevo al mundo como en un pasado lo había hecho. Y si no lo lograba, no importaba, valía la pena el intento, porque de eso se trataba. Se acepta al otro con sus imperfecciones, con sus miserias, con sus fantasmas, o no se acepta.
Cuando la metamorfosis fue completa, después de que Aizen lo erradicara, y como le sucediera a la familia de Gregor Samsa, Komamura se hizo fuerte, dándose cuenta de que en verdad la metamorfosis había ocurrido para con él.
Se cambia de forma, pero se mantiene la identidad.
Bueno, la retorcida idea nació después de ver el capítulo en cuestión (cuando leí el manga no se me ocurrió). Al que lo interprete le hago un altar (aunque depende mucho también de lo que cada uno ha interpretado de La metamorfosis de Kafka).
Iba a poner más narración, explicar más, pero después de mucho meditarlo no tiene sentido: perdería su encanto (porque es sólo esto y no más) y además se tiende a subestimar al lector al explicarle todo con manzanas. Y yo no los considero idiotas, sé que pueden entenderlo. Luego de mostrárselo a dos personas —sin explicarles nada— me di cuenta de que era perfectamente descifrable así como está. De hecho, es mucho más simple de lo que parece, pero soy consciente de que leen muchos chicos muy pequeños que por ahí no tienen este tipo de literatura encima. En pocas palabras: perdón si no se entiende, procuraré ser más clara y simple a futuro.
Muchas gracias por leer ^^.
19 de Octubre de 2010.
Merlo Sur, Buenos Aires, Argentina.
