Disclaimer: todo es obra de Rumiko Takahashi, ella es la dueña. Yo sólo uso a sus personajes sin fines lucrativos.
Lo que el dinero no paga
Subió la escalera hacia el segundo piso de la casa. Recorrió el pasillo y tocó la puerta de la habitación de su hermana. No fue mucho lo que tuvo que esperar. La chica de cabellos castaños le abrió casi de inmediato.
-Nabiki, ¿me haces un favor? -preguntó Kasumi con su dulce voz.
-Claro -respondió la aludida desde el umbral de la puerta.
-Necesito que vayas donde el doctor Tofu y le entregues esto.- en el mismo instante en que pronunció aquellas palabras le entregó una carpeta-. Me pidió le llevase los exámenes que hace poco se ha hecho nuestro padre, pero ahora estoy cocinando, ¿Podrías llevárselos tú?
-Me cambio y voy, solo serán... -se detuvo un momento antes de continuar su frase y se sonrió-. Lo siento, es la costumbre.
Kasumi le agradeció y sin más preámbulos bajó. Nabiki siguió sonriendo mientras recordaba detalles de su vida.
Corro y corro. Tengo que alcanzarlo. Mamá lo ha comprado especialmente para mí. ¡No te vayas globo! Pongo mi máximo esfuerzo en alcanzarlo, pero todo es inútil. Mi globo se ha ido, y yo no pude hacer nada para alcanzarlo. Caigo al suelo y lloro. Justo entonces siento como una mano se posa con delicadeza en mi espalda. Me doy vuelta y veo a mi hermana mayor sonreír dulcemente y entregarme su propio globo mientras dice con tranquilidad.
-Toma el mío. Prefiero no tener globo que tu tristeza -y vuelve a sonreírme con más dulzura. Mi hermana es única, sin duda alguna.
Nabiki vuelve a sonreír, recordando todas esas cosas que siempre hicieron única a Kasumi. Tomó los exámenes de su padre y salió por la puerta principal dando un pequeño grito "¡Vuelvo pronto!".
¿Cómo pudo haber sucedido algo así? ¿Sin aviso? Aún no lo creo. La pequeña Akane llora, pero no estoy segura de si comprende el verdadero significado de los hechos. Papá llora desconsoladamente abrazándose a sí mismo. Yo no estoy mucho mejor que ellos. Kasumi está a mi lado; lágrimas caen de sus ojos silenciosamente. Poco antes estuvo con papá , se abrazaron y lloraron juntos. Luego abrazó a Akane con amor y se acercó a mi, y aquí está ahora, de pie a mi lado. Mamá se fue y no volverá, se fue para siempre. Kasumi se voltea hacia mi y me abraza con fuerza, dándome apoyo.
-Todo estará bien -me consuela con su sonrisa-. Siempre estará con nosotros.
Nabiki camina rápidamente por las calles mientras muchos recuerdos surcan su mente. Kasumi es el pilar fundamental de la familia y todo lo que les ha dado nunca podría ser retribuido. Ni con todo el dinero del mundo. Incluso a Nabiki le cuesta creer que haya algo que no se pueda pagar en efectivo.
La muchacha llega a su destino y llama al doctor. Tofu acude en pocos segundos y abre con exagerada emoción; emoción que se desvanece al notar que no es quien esperaba con ansias.
-Lo sé, Doctor Tofu -dijo Nabiki, comprendiendo la reacción-. Pero mi hermana no ha podido venir.
-¿Qué?... ¿Qué?... -preguntó el doctor al aire, haciéndose el desentendido.
Nabiki respira ruidosamente y niega con pesar; estira sus manos y le hace entrega al hombre la encomienda de su hermana. Con un pequeño adiós se da media vuelta dispuesta a marchar, no sin antes notar un suspiro del doctor. Decide entonces que hará lo imposible por encontrar la felicidad de su hermana mayor, sin importar los gastos.
