LO QUE JAMÁS DEBÍ HABER VISTO.

Lady Sakura Lee

Capítulo 1: De vuelta al pasado.

.¿Recuerdas lo que un día me dijiste? – Preguntó la bella joven de larga cabellera oscura al chico que tenía a su lado. La noche era perfecta para la pareja. Tranquila, estrellada, una suave brisa y una luna llena en lo alto completando el cuadro.

.No sé... a que te refieres... - Dijo el chico dudando un poco y tratando de no mirarla. Sabía perfectamente a que se refería. Claro, sus encuentros y conversaciones con aquella mujer no se borraban aún de su memoria. Ella, sentada a su lado lo miró y luego despacio, posó su cabeza sobre el hombro del hanyou.

.Sé que lo recuerdas... me lo dice el corazón.- Sonrió ella, al tiempo que levantaba la cabeza y buscaba en él su mirada dorada.

El hanyou también la miró detenidamente y no supo a qué reaccionar. La chica lo impresionaba. Estaba tan dulce y maleable... difícil de creer, tan solo unos pocos eran capaces de conocer su verdadera personalidad. Sólo se aproximo más a ella hasta el punto que su suave cabello azabache rozaba su cara.

.Este árbol... me trae tantos recuerdos... pero fue aquí donde me dijiste aquello... - Volvió a hablar ella casi en un susurro. Inuyasha cerró los ojos y las imágenes se volvieron claras y nítidas, recordaba cada detalle de aquello, como si hubiera sucedido aquel mismo día... sabía que ella estaba recordando lo mismo... ambos se quedaron así, quietos, pensando, recordando, bajo el árbol sagrado, lo que había sucedido hacía ya 50 años...

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Kagome despertó de pronto agitadamente. Había tenido una pesadilla, extrañamente no recordaba qué era lo había soñado, lo único que sabía es que ahora estaba bastante agitada y un poco sudada. Quiso volver a dormir nuevamente pero fue en vano. El sueño se había ido. Se dio varias vueltas en la cama pero sin resultado alguno. Exasperada se levantó y fue a la cocina a beber un poco de agua. La bebió con ahínco.. vaya, parecía que estaba sedienta. Volvió al dormitorio y se arropó esperando a que el sueño la venciera... pero no, no había sueño. Nada. Se volvió a incorporar en la cama y se llevó una mano al corazón. Lo sentía palpitar con violencia... aún, a pesar de que la pesadilla la había olvidado, aún estaba agitada. Se levantó nuevamente y caminó hacia la ventana porque necesitaba imperiosamente aire, bocanadas de aire fresco. Cual no sería su sorpresa al ver el árbol sagrado brillando...

.Pero... qué esta... pasando... - se dijo asustadamente. El corazón palpitó con más violencia y ella, decidida como siempre, bajó a ver qué era lo que sucedía.

Al aproximarse pudo ver el gran resplandor blanco que emanaba el colosal árbol. Algo estaba sucediendo... pero... ¿porqué sentía miedo en averiguarlo? La chica estiró la mano para tocar el tronco, pero faltando sólo unos milímetros la retiró. Miedo, eso fue lo que sintió de pronto. Reprochándose por tan tonta reacción volvió a acercar la mano al tronco, esta vez tocándolo y sintiendo un calor extremo, pero no por eso la retiró de allí, porque se vio en vuelta en una especie de visión... casi sin darse cuenta estaba en el Sengoku... era de día... y escuchaba unas voces que ella conocía perfectamente bien.

.Jaja... eres increíble, Kikyo... - Dijo el chico al tiempo que se aproximaba al árbol y se sentaba a los pies de este. La mujer que lo acompañaba y que venía unos pasos más atrás, lo imitó al sentarse a su lado.

.Hay muchas cosas que desconoces de mí.- Dijo ella con un cierto aire juguetón que no dejó indiferente a Kagome. Ella estaba tras el tronco, podía escuchar perfectamente todo lo que ellos dos hablaban y sin ser vista.

.Ah¿si?- Dijo Inuyasha al tiempo que se acercaba más a ella y mirándola con intensidad. Hubo un silencio entre ambos. Kagome no sabía que era lo que estaba pasando. Porqué había llegado al Sengoku sin atravesar el pozo y lo peor... porqué Inuyasha estaba con Kikyo y comportándose de esa manera...

.Me... confundes... Inuyasha... - Dijo la sacerdotisa levemente. Kagome se llevó una mano a la boca para aguantar las ganas de llorar. Luego Inuyasha se puso de pie y mirando con entusiasmo le habló.

.Ya lo he decidido... me convertiré en humano, con ayuda de la perla de shikon.- Kikyo lo miró sorprendida.- Así tú serás una mujer ordinaria, y podremos estar juntos para siempre.

.Inu... yasha... – Musitó la sacerdotisa al tiempo que se ponía en pie nuevamente y se acercaba a él. Lo abrazó fuertemente, mientras el hanyou acariciaba su pelo. Kagome evitó llorar pero el dolor que sentía en el pecho era extremo. Intentó levantarse pero tropezó con una gran raíz y cayó estrepitosamente hacia un costado, no pudiendo evitar un grito de dolor que escapó de sus labios. Avergonzada por creer haberse expuesto ante la pareja cerró los ojos de vergüenza al imaginar las caras de esos amantes que le reprocharían su indiscreta conducta. Pero los segundos pasaron y nada sucedió. La chica abrió lentamente los ojos y vio a la pareja aún abrazada. No habían notado su presencia. Se levantó y carraspeó para hacerse notar, ya que al fin y al cabo no valía la pena estarse escondiendo, pero aún así la pareja no se inmutó. Exasperada llamó a Inuyasha, pero el chico no la miró... qué diablos estaba pasando, se dijo atormentada, pero en ese mismo instante el escenario cambió y nuevamente estaba en su época, de noche.

.Pe... pero... qué fue todo eso... - Se dijo al tiempo que apartaba la mano del tronco.- Acaso... acaso fue... ¿Un sueño?- Sin poder comprender se quedó allí en medio de la noche sin ya ganas de regresar a su dormitorio. Se sentó en cuclillas al lado del árbol mientras sus pensamientos iban nuevamente a la escena que acababa de presenciar. ¿Porqué había vuelto al Sengoku a través del árbol¿Porqué era de día allá? y lo más extraño ¿porqué no había sido vista por Inuyasha o Kikyo?. Pero no era confusión lo que prevalecía en su mente, sino dolor, demasiado dolor al recordar las palabras del hanyou: "Me convertiré en humano, para estar contigo Kikyo".

.Por ella... por Kikyo... - Dijo Kagome llevándose las manos a los ojos, sin poder evitar que las lágrimas cayeran abundantemente por su rostro.- ¿Porqué?... ¿porqué Inuyasha?... ¿porqué me dices una y mil veces que quieres la perla para convertirte en un demonio?... y ahora, por ella, por Kikyo... decides convertirte en humano?... Inuyasha... maldito embustero...

Continuará...