"El rumor de las primeras notas"

En el aire flota un penetrante aroma a incienso y antigüedad, el panorama repleto de muebles de madera, estanterías y alfombras ancestrales se halla pobremente iluminado por lámparas incandescentes de manera que resulta misterioso y evocador de un pasado irreal; el tiempo marca una barrera infranqueable entre casi todo lo que soy capaz de ver y yo.

Una melodía familiar suena tan tenuemente que me es imposible descubrir desde donde surge más sin embargo puedo reconocerla perfectamente "Brahms - Cello Sonata No.1 in E minor, Op. 38"

Francamente no me apetece estar aquí pero me siento de algún modo comprometida a hacerlo, a acompañarla aun cuando no le haga saber que solo acepte por ella y no porque piense que lograre algo con esto, de sobra sé que lo que aquí se encuentra es preferible olvidarlo, pero no por ello me parece tortuoso; toco su hombro y se vuelve hacia mí.

-Vinyl ¿podrías recordarme porque estamos aquí?- susurro cerca de ella, intentando no ser escuchada por nadie más y esperando que el tendero no considere personal la pregunta si llega a sus oídos.

-Encontré un disco muy cool que podría usar y eso no se ve todos los días, además podrías comprar tu instrumento ¿no?- se encoje de hombros al preguntar cuando nota mis ojos fijos en ella y la ceja alzada.

-Bien, no tardes mucho por favor- concedo, no puedo ver sus ojos a través de las oscuras gafas que acostumbra pero no lo necesito, la sonrisa en sus labios y el leve asentimiento de su cabeza bastan para notar que se tomara solo lo necesario- gracias.

Nos separamos sin mediar más palabras. Ella ira a preguntar por el objeto del escaparate, un viejo vinilo de una canción que no reconozco, y yo "curioseare" entre cosas que no me inducen la menor de las curiosidades. El lugar ha sido transformado en una serie de pasillos largos por los estantes que los dividen a modo de muros.

El primero está repleto de libros viejos. Una chica vistiendo una sudadera lee varios títulos apresuradamente y los regrese a su lugar con igual desesperación, me dedica una mirada de veloz análisis entornando los ojos y se detiene en mí con los labios entre abiertos como si considerada decirme algo pero de inmediato desecha la idea y vuelve a su tarea. Decido que no quiero entrar ahí.

El segundo almacena antiguos tejidos de intrincados diseños que me hacen pensar en una alfombra persa de mi pasado, el lugar parece cálido y reconfortante pero más bien poco interesante en primera instancia; Un hombre alto acaricia entre los dedos una de ellas al fondo. Lo rechazo sin más.

Me adentro en el tercer pasillo con el único criterio de notarlo vacío. Desde los estantes puedo sentir de pronto como mil ojos me observan a la vez pero igual de rápido se desvanece la idea, no logro encontrar un tema particular para agrupar a todos los objetos: muñecos de porcelana finamente esculpidos, barcos embotellados, máscaras de madera rusticas, estuches rectangulares, papiros y frascos opacos. La alfombra se siente especialmente mullida y elimina el sonido de mis pasos, la iluminación no alcanza del todo el fondo pero llego a visualizar el descolorido óleo de una mujer sonriente. Comienzo a andar hacia las profundidades.

¿Podría realmente hallar lo que pretendo? Probablemente sí, no son piezas del todo escazas por decirlo de algún modo, sin embargo difícilmente una tienda de antigüedades me podría ofrecer la calidad esperada. Un instrumento musical necesita cuidados especiales y no puedo aguantar en óptimas condiciones mucho tiempo sin ser tocado al menos una vez a la semana… al día realmente y este tipo de sitios no son conocidos por vender instrumentos nuevos como es preferible. Embebida en mis pensamientos tropiezo con un negro estuche recargado contra una de las estanterías.

-¿Parece que el destino no quería que lo pasaras por alto eh?- la ronca voz de un anciano casi grita a mi lado antes de soltar una tosca risa. Me vuelvo para mirarlo y le encuentro a mis espaldas ligeramente reclinado hacia mí.

-Lo lamento- contesto por reflejo mientras me reincorporo.

-No hace falta que lo lamentes pero siempre es interesante este tipo de coincidencias ¿no? Dime ¿eres música? Por cierto mi nombre es Elder Seeker- tiene la mano hacia mí para saludar adecuadamente.

-Mi nombre es Octavia Melody y sí, soy música- parece satisfecho de escucharlo, sus ojos brillan con confianza y algo de altivez.

-Ah, esas curiosidades de la vida tan bellas- levanta el estuche pesadamente y avanza hacia mí- y eres sin duda una violinista ¿no es así?

-De hecho soy una chelista- aclaro deseando que mi voz no suene como un reproche por su error.

-Lo siento, siempre los confundo… aunque sin duda es el chelo más bello y elegante, este estuche ¿es de chelo?- su oración termina con tono de pregunta.

-Sí, es un estuche de chelo… y parece bastante bueno- digo lo último por amabilidad sobre todo, un estuche no significa nada por sí mismo.

-¿Y estás buscando uno de estos? ¿Te gustaría verlo?- sonríe autosuficiente, retira el seguro y me lo ofrece antes de dejarme contestar- puedes probarlo si quieres.

-De acuerdo...- la situación se me antoja un tanto incomoda pero de todas maneras elijo complacer al vendedor y probar el instrumento.

-¿Sabes? Ese instrumento tiene una historia muy interesante- tiene una buena voz de charlatán- cuenta la leyenda que un hombre lo trajo a la tienda una noche en tiempos de mi abuelo, dijo que necesitaba guardarlo por un tiempo junto a un libro y no pidió nada a cambio del chelo, solo que se lo guardara y que si no volvía para el amanecer se lo podía quedar. Mi abuelo acepto interesado por la pieza y dice que a las tres de la mañana un tipo elegante llego intentando comprarlo a un precio desorbitado pero Él se lo negó y el primer hombre jamás regreso. Nadie ha tocado ese instrumento desde entonces –observa pacientemente como intento sostener el instrumento para tocarlo de pie.

Puede ser que el hombre no tenga ni la menor idea de música o no la tenga de ventas, la expresión de su rostro me hace decidir qué es lo primero. "Toma un objeto, invéntale una historia y su precio aumentara según qué tan buena sea" me dijo alguna vez un viejo amigo. El instrumento está recubierto con una resina negra notoriamente delgada y de misteriosamente buena calidad; acaricio las cuerdas con el dedo sintiendo la buena tención que tienen antes de tocar delicadamente una nota, resuena bien afinada y con un sonido perfectamente claro; no puedo evitar un gesto de sorpresa al escucharlas y el hombre se encoje ligeramente sin comprender si es algo bueno o algo malo.

Sostengo el arco con mi mano derecha saboreando su firmeza y tensión, observando que cuenta con la cantidad correcta de brea fresca para tocar; lo deslizo sobre la cuerda y el sonido escapa desde el instrumento rápidamente, una sola nota veloz. A través de uno de los oídos alcanzo a leer una leyenda en letra cursiva "Malchance" aquello me basta.

-Es una pieza interesante- guardo el instrumento y el arco en su estuche, el hombre parece menos confiado sobre la calidad de la pieza y desvía la mirada- ¿podría indicarme su costo? Por favor.

-Por supuesto, claro que sí. Acompáñeme al mostrador por favor- suspira relajado y con un ligero tono de alegría, como todo mal actor le cuesta mantener su papel por largos periodos.

-Muchas gracias.

Salir del pasillo resulta de alguna manera reconfortante; el sol ha muerto y a través del escaparate de cristal puedo ver entre las palabras escritas al revés como la noche se extiende por el mundo; algo de viento, sin duda helado, arrastrando hojas y lindas constelaciones artificiales en cada edificio. El aire denso del lugar ya no me parece tan extraño pero aun así extraño el fresco exterior.

Vinyl bromea y ríe con el dependiente mientras arregla el pago de su disco, siempre desagradablemente dispuesta a regatear más por el gusto de la charla que por un buen descuento, sin embargo ahora mismo aquella molesta tendencia bien podría serme de utilidad.

-Vinyl ¿podrías aconsejarme sobre cierta compra?- su rostro se vuelve hacia mí probablemente recordando que le pedí que no tardara más de lo necesario, aunque seguramente piensa que esa conversación es estrictamente necesaria, pero si dice algo con la mirada las gafas me lo ocultan- me gustaría tu opinión sobre un instrumento- no es experta, ni cerca si me lo preguntas, en instrumentos de verdad pero su sonrisa me hace ver que capto la idea.

-Por supuesto, sé bien como está el mercado y puedo valorarlo- el anciano deja el estuche a su compañero intercambiando algunos susurros y atraviesa una puerta.

-Bueno señoritas, veo que les interesa esta hermosa pieza antigua, ni más ni menos que 550 bits, una ganga si me lo preguntan- una risa falsa y gestos sin reserva. Sonríe ampliamente mirando el estuche como si fuera de oro sólido.

-Sí, puedo ver que es una pieza impresionante…- no sabe lo que dice pero no hay ni una pizca de duda en su voz. El hombre parece complacido- Pero no es poco común, es bastante popular y fácil de conseguir desde hace… décadas.

-¿De verdad? Es decir, claro pero este está en increíbles condiciones, nadie lo ha tocado en años- quita los seguros del estuche con un sonoro "clic" y los cierra de nuevo arrepentido del acto.

-Mhmh- Vinyl inclina la cabeza en mi dirección y la cuestión se hace obvia, de todos modos no dice nada- supongo que podría conseguirme un mejor precio amigo.

-No mucho mejor que este, el precio es proporcional a su calidad y está perfectamente conservado- no todo lo viejo es mejor pero difícil es hacerle entender eso a un anticuario.

-Puedo que sí… o puede que no, sabes la verdad es que no me siento del todo convencida ¿Qué tal 300?- sus ojos brillan de indicación un instante pero se recompone al notar que es obviamente es solo un anzuelo del que tirar.

-Me temo que no puedo deshacerme de un artículo tan hermoso por tan poco, pero usted realmente me agrada ¿Qué tal 520?- Vinyl ni se inmuta ante sus palabras.

-Muy interesante, usted también me agrada ¿Qué me dice de 400?- ninguno espera hallar un precio aún, me siento fuera de lugar al observarlos en silencio.

-Creo que me despedirían si lo dejara ir por eso… ¿500 le parece?- sus dedos comienzan a bailar sobre la mesa al terminar de hablar, parece algo más nervioso que antes.

-Te daré 505 si incluyes el disco en el trato- sonríe y tiende la mano, el chico alza la suya por reflejo y la contiene en el aire a la altura del pecho.

-Las dos cosas por 510 ¿trato?- termina de extender la mano con un inmerecido gesto de confianza, Vinyl la estrecha antes de darle tiempo a arrepentirse.

-Trato, Octavia paga los 480 del chelo y yo cubriré lo del disco- el chico reacciona al escuchar el precio que alcanzo y parece avergonzado, seguramente ella lo menciono a propósito buscando eso.

-Aquí tiene- entrego el dinero procurando ocultar la arrogancia de una media victoria, sus ojos me recorren con interés como si acabara de notar que estoy ahí- muchas gracias.

-Bien ¿podrían esperar un momento?- guarda el dinero en la caja mientras habla.

-El trato ya está cerrado ¿no iras a echarte atrás verdad?- Vinyl baja sus gafas sin revelar sus ojos, solo lo suficiente para denotar el gesto.

-No, claro que no, primero muerto que arrepentido- ambos sonríen ante la frase- pero mi jefe me pidió que esperaran un poco, creo que fue a buscar un artículo de interés o algo así…

-Eso está bien, supongo- Vinyl se recarga sobre su codo y lo apoya contra el escritorio de madera.

-No hay problema por mi parte- aclaro como si hablara con una voz que no me pertenece por completo y regreso a mi ausencia de la charla.

-Eres linda, si tú quieres quizá podríamos salir algún día a tomar algo, es decir si estas libre ¿Cuál es tu nombre?- Nerviosamente pregunta, la seguridad le va y viene del rostro por momentos – Octavia ¿verdad? ¿Quizá tu numero?- Vinyl me empuja ligeramente por el brazo. Noto que me está hablando a mí.

-¿Eh? Lo lamento, estaba distraída- escuche perfectamente pero las palabras no llegan a conectarse del todo en mi cabeza, analizo cada una como si hubiera un significado oculto.

-Lo siento pero ella está en una relación, tiene una novia- se apresura a responder por mí. La vergüenza le atraviesa el rostro al chico cuando escucha la respuesta y me apetece reír de nervios pero me domino correctamente.

-Perdón… yo- parece a punto de comenzar a excusarse cuando aparece su jefe.

-Lamento la espera pero no recordaba bien donde lo habían guardado- el hombre regreso por donde se fue y hablo con la misma voz alegre que antes- este libro es del mismo hombre que trajo el violín, un diario y algunas partituras, va incluido con el instrumento… por 15 bits.

-No gracias, no hace falta- me adelanto a mi compañera que mira con interés el diario, no me parece que valga la pena aclarar que ha vuelto a equivocarse de instrumento.

-Aquí está la historia del violín y creo que una leyenda o indicaciones. Recuerda la historia del hombre que lo trajo ¿no?- coloca el libro sobre la mesa dejando notar que es realmente antiguo, la pasta de cuero no tiene más signos que una clave de sol.

-La recuerdo, pero de verdad que no busco partituras, muchas gracias de todos modos- antes de que digan una palabra más me vuelvo a Vinyl- iré a acomodar el chelo correctamente para el viaje, encárgate del resto del trámite por favor. Que tengan buena noche- digo para todos- y lo lamento, me siento alagada pero ya estoy en una relación- menciono solo para al joven antes de caminar hacia a la puerta.

El aroma de la noche me golpea fuertemente cuando alcanzo la acera con un extraño gusto a tierra húmeda, el viento atraviesa los arboles silbando una extraña melodía y la luz de la luna baña de color azul todo aquello que no se protege con lámparas eléctricas. Me recargo contra el automóvil con el chelo a mi lado recordando que ella guarda las llaves del vehículo, hurgo en mi abrigo considerando fumar un poco mientras espero; Vinyl atraviesa la puerta antes de que pueda encontrar la cajetilla con una bolsa plástica opaca y me la entrega sin hablar y carga con el estuche para guardarlo en el maletero. Abre la puerta del pasajero para dejarme entrar y yo abro la suya para que suba frente al volante.

-Creí que habías dicho que los instrumentos viejos no son buenos- introduce las llaves en el auto y enciende el motor sin avanzar.

-No, dije que si un instrumento no es tocado en años se arruina- alza los hombros a modo de "es la misma cosa" y enciende la calefacción, yo no había notado que los vidrios estaban empañados.

-Dijeron que no lo habían tocado en décadas- sonríe como quien da una mala noticia e intenta que no suene mal.

-Oh claro. Eso es mentira, el instrumento está en perfectas condiciones y yo diría que no tiene más de 6 meses si soy sincera- su sonrisa se desbarata en una mueca de confusión.

-Y ¿Por qué lo compraste? Quizá no se mucho de chelos pero sé que no es un precio precisamente barato- baja sus gafas revelando sus ojos rojos como si pensara que de verdad le escondo algo o aún mejor: que le debo sinceridad si me los muestra.

-No lo dudo Querida pero es de un fabricante famoso de hace como 200 años, sin duda solo una falsificación pero también es de una calidad increíble, seguramente con los cuidados adecuados durara décadas y décadas- entorna los ojos como si le costara entenderlo.

-¿No te importa que sea falsificado? Tavi.

-No me importan las marcas- me observa con algo de ironía- no siempre… y no me llames Tavi, aún no me agrada- coloca los anteojos en su lugar y acelera un poco pero para de inmediato y regresa a mí.

¿Qué me dices del diario?... Alagada- pregunta sonriente.

-Creo que prefiero Tavi… ¿enserio te molesta que responda a un comentario? y si el instrumento es nuevo el diario debe ser solo un libro de partituras con unas cuantas anotaciones del tendero que, vale la pena aclarar, no tiene ni idea de música así que era un timo… y ando algo corta de efectivo- se recarga contra el asiento y ríe entre dientes.

-Yo quizá compre el libro; y no me molesta, si aclaras a tiempo que no estas "libre", no estoy celosa, solo un poco… - le arrojo una involuntaria mirada de confusión e irritación que no es correspondida.

-¿Por qué exactamente?- ignoro el segundo comentario para dejar claro que no me interesa tocar el tema, no me mira, tuerce los labio buscándose una respuesta.

-No lo sé, pensé que podía ser importante… Lo siento, pero esperaba que dieras una mejor respuesta, estuve a punto de reírme cuando te escuche- cambia el tono en automático, lo que pareció importarle antes luce como una broma de pronto; siempre eh pensado que es su manera de enfrentar cualquier cosa.

-Lo sé, me sentí como una idiota y di una respuesta tarde, pero mi comentario iba a aclarar que no estaba disponible- ríe de mi excusa para acabar de desaparecer cualquier importancia que pueda tener.

-Olvídalo… y ya que estas corta de efectivo ¿No rechazarías un invitación a cenar verdad?- ahora si inclina la cabeza hacia mí alegremente.

-Supongo que no sería educado rechazarte, si me lo pidieras adecuadamente- sonrió al hablar, un poco de reto en el tono; se inclina sobre mi sonriendo, intentando sacar algo de altura aunque sean solo un par de centímetros.

-Octavia, me harías el honor de acompañarme a cenar-sus gafas caen contra la palanca de cambios y me mira fijamente con sus rojas retinas, desde debajo lucen curiosamente brillantes al enfocarme.

-Tal vez, soy una mujer ocupada…- susurro en su oreja cuando su brazo rodea mi cuello por detrás.

-¿Qué te… apetece?- dice lo último como si fuera una palabra extranjera, se esfuerza más de lo que esperaba en hablar correctamente.

-"Caviar and cigarettes" (*1) - canturreo para ella, su mejilla cálida se junta con la mía.

-Tal vez Killer Queen - se aleja lo justo para rosear su aliento mentolado sobre mis labios.

-Buena respuesta…- comienza a cerrar el espacio entre nosotras inesperadamente lenta.

Un repentino trueno me retrae hacia atrás de golpe, pasan un par de segundos antes de que el sordo rumor de la lluvia inunde mis oídos y pesadas gotas ametrallen el techo del automóvil. El característico olor se cuela por la calefacción y me relaja un poco con su sempiterna naturaleza de quietud.

-Bien ¿Qué tal algo de pizza y cerveza?- dice sin contener una risa, la observo con una expresión de reproche para hacerle notar lo inadecuado de resulta el comentario y su reacción a mi ligero susto.

-Podría aceptar algo de pasta y no sin un candelabro en la mesa, tal vez un sitio con buena música- una divertida expresión curva sus rojos labios.

-De acuerdo, después podemos tomar el postre en casa…- susurra hacia mí, siento las mejillas arder pero me aseguro de disimular mi comprensión.

-Bien, tengo un poco de tarta en la nevera que podemos compartir- me vuelvo el frente mientras ella se posiciona en la calle lentamente, asegurándose de que no halla autos en la vía.

-Y luego podemos follar- dice riendo y acelerando lo suficientemente rápido como para que la inercia me empuje contra el asiento.

-¡VINYL!- alcanzo a gritar avergonzada.


Los delirantes susurros no tienen ningún sentido concerniente a los humanos pero apenas escucharlos mi mano derecha se contorsiona y dibuja en la hoja sin la menor necesidad de entenderlos; con cada silaba que escupe contra mi oreja un signo aparece en el pentagrama sobre el blanco papel, lo sé aunque no pueda verlo y eso me aterra.

Me cuesta respirar, lagrimas corren por mis mejillas hasta la barbilla y se concentran en una gota que de alguna manera siempre cae en el frasco de tinta; me parece que todo lo que existe es aquel frasco de negra tinta del que no puedo escapar ni corriendo ni ahogándome para acabarlo todo a la vez. Mi mano izquierda por otra parte se arrastra sobre otro papel pesadamente pero sin descanso, la mesa de madera me astilla el brazo mientras escribo algunas insensatas esquelas en cursiva sin destinatario concreto.

Las garras del miedo están clavadas en mi corazón, el cansancio más terrible me pesa sobre los hombros y una pena más antigua que mi alma me ruega que termine con todo pero no puedo. No puedo parar, no puedo desmayarme, no puedo volver a dormirme y temo terriblemente a la facilidad con la que puedo entender los hechos.

El estómago se me revuelve, la cabeza me da vueltas más rápido de lo que puedo procesarlo, la caricia de un viento que corta la piel como navaja me toca y caigo hacia atrás; el suelo no me detiene, sigo cayendo, cayendo y girando aun sentada en la silla. No hay silla, no tengo cuerpo para sentarme en ella, soy una conciencia, una conciencia perdida en la nada, una a punto de desaparecer para siempre en el vacío mientras que la impía melodía del caos es ordenada para que mis dedos que están en otra parte, lejanos y ajenos pero aún unidos a mí de algún modo, la escriban correctamente.

-0-0-0-0-0-

Despierto bañada en sudor, el suelo me lastima la espalda y las uñas me queman. La cama desarreglada y las sabanas revueltas me hacen saber que debí caerme mientras dormía; algunos rayos de sol atacan mis ojos dolorosamente. Me toma tiempo pero finalmente consigo ponerme en pie en medio de la habitación que ocupo.

"Compártelo, oportunidad, ahora"

Las palabras se imponen con fuerza quedando gravadas en mi mente. Una idea no concretada me quema en la memoria: es cruel, es terrible, es peligrosa y sin embargo es la respuesta solo que aún no sé a qué. Miro a la puerta por costumbre antes de escuchar nada.

-Luna ¿estas despierta?- la madera hueca es tan suavemente golpeada que de no estarlo no me hubiese conseguido despertar, reconozco la voz de mi hermana al otro lado.

-Si ¿ocurre algo?- me cuesta modular el tono, ella debe estar despierta desde hace horas.

-Nada que no pueda esperar al desayuno… aunque tengo que pedirte algo- su voz es demasiado expresiva para hablar tan reservadamente.

-¿Puedes decírmelo ahora? Creo que me tomare un tiempo antes de desayunar- contesto ahogando un profundo bostezo mientras quito el seguro de la puerta para dejarla entrar, como esperaba ya está vestida para el trabajo.

-La maestra del club de música sufrió un accidente… ella no… no podrá volverla a trabajar- censura la noticia, temo que la mujer haya muerto pero en el fondo no me interesa. Aparta la mirada al hablar- necesito… el instituto necesita a un suplente ¿podrías ayudarnos con eso?

-Claro, me gustaría trabajar con música y mi puesto me deja algo de tiempo libre- hablo sin pensármelo mucho, en verdad me gusta ser suplente, parece respirar aliviada ante la respuesta.

-Muchas gracias, te espero y vamos juntas. Empiezas hoy y ¡¿Qué te paso?!- sostiene mi palma presionando fuertemente con sus dos manos; puedo ver mis uñas recubiertas de sangre seca apenas enrojecidas.

-Me resbale e intente agarrarme del escritorio, no fue buena idea- escondo la otra mano para no tener que justificarla. No tengo idea de qué paso pero no soportaría la lista de preguntas que procedería a un "no lo sé", al menos no a esta hora de la mañana.

-¿Estas segura? ¿Necesitas ayuda? Puedo desinfectarla y… y… ¿vendarla?- con cada palabra levanta un poco más la voz, sus ojos abiertos como platos concuerdan perfectamente con la manera en la que intenta reventarme los tímpanos a gritos.

-Es solo una herida pequeña, no hace falta y yo podría desinfectarla si fuese necesaria- se queda quieta, sin decir nada ni dejar de mirar las uñas apenas heridas- ¿podrías poner la cafetera? Por favor.

-Sí, claro- se aleja veloz, casi como si hubiera estado esperando una oportunidad para irse en lugar de ser yo quien buscaba una para hacer que se largara.

Comienzo a buscar algo de ropa como preparación para tomar un baño; estiro mis huesos y bostezo cerrando los ojos por un instante. Consigo un conjunto de trabajo simple. La memoria de la pesadilla aparece en mi cabeza de pronto y se roba toda mi atención por un momento como si siempre hubiese estado ahí, extrañas ideas aparecen en mi cabeza y de pronto me parece que resulta especialmente oportuno su tema con mi realidad… pero conozco bien los sueños y he estudiado no poco de los trastornos mentales que crean conexiones insensatas entre cualquier minúsculo detalle.

"Solo fue un sueño, no significa nada ni es real" me digo a mi misma, y aun así el recuerdo consigue tensarme los nervios; sin ganas busco el escritorio con la mirada solo deseando comprobar que no hay nade de que preocuparse. Una hoja se encuentra ahí, repleta de símbolos perfectamente escritos como si lo hubiese hecho un profesional "Celestia debió dejarla ahí cuando vino a decirme lo de la clase de música" musito sordamente para mí mientras me acerco a mirarla más de cerca. Junto a ella se halla una nota de bella caligrafía en un lenguaje comprensible y tan finamente escrita como todo lo demás, la leo inconscientemente.

Entonces comienzan los gritosde verdad.


La emoción me vibra por el pecho como una corriente eléctrica y me enmarca una bien merecida sonrisa en el rostro; no es que haya hecho esto pocas veces en mi vida y sin embargo siempre consigue hacer que me emocione, casi puedo sentir las miles de posibilidades apareciendo frente a mí. Mis pies se mueven a la máxima velocidad que puedo alcanzar sin romper la regla de no correr en los pasillos hasta que una mano me detiene por la espalda desde el cuello de la camiseta y me atrae hacia ella.

-Lyra, sabes que todavía faltan como 5 minutos para que comience la clase ¿No?- Bon-Bon me habla sin soltarme, respira un par de veces para recuperar aire mientras me observa.

-Lo sé, pero hay un nuevo maestro; imagina las posibilidades, podríamos cambiarnos los nombres y jamás lo sabría- su boca se tuerce hacia abajo y sus ojos se entre cierran al mirarme.

-¿Qué tal cuando deba calificarnos?- pregunta alzando una ceja, le basta una frase para arruinar una de mis fantasías; afortunadamente quedan cientos detrás.

-Vamos, no seas aguafiestas; además tenemos a Octavia y a Vinyl en la misma clase, debemos llegar pronto para sentarnos juntas… y tal vez planear quien tendrá el nombre de quien- aun con su pesimismo ante un clásico sonríe al escuchar eso último mostrando un caramelo sobre su lengua.

-De acuerdo, entonces te hará feliz notar que estamos justo fuera del salón- apunta a una puerta y debo mirar hacia arriba para poder descubrir lo que intenta mostrarme "Música 207" escrito sobre una calcomanía blanca. Avanza un poco después de soltarme y la sigo rápidamente para entrar tras ella.

La habitación tampoco me viene de nuevo, ya antes había tomado clases ahí pero ahora parece mejor equipada y las ventanas dejan entrar mucha más luz que antes para iluminarlo todo naturalmente, eso no impide que las lámparas eléctricas estén encendidas pero de todos modos conseguía un brillo precioso y una apariencia más profesional.

Las mesas están apartadas del área de práctica y bien ordenadas frente a una pizarra para estudiar teoría musical. Octavia y Vinyl hablan entre ellas sentadas en uno de los escritorios delanteros y dejando un par de espacios libres a un lado, adelanto a Bon-Bon para asegurarme de tomar los lugares antes que nadie.

-Holis Vinyl, holis Tavi- dejo caer la maleta en el sitio de al lado mientras tomo el más cercano a ellas y coloco el estuche de mi lira sobre la meza.

-Buenos días Lyra, Buenas días Sweetie - responde Octavia, Vinyl solo levanta la mano e inclina la cabeza un poco. Bon-Bon nos alcanza y saca mi mochila de la silla para sentarse.

-¿Ella sí puede llamarte Tavi?- pregunta repentinamente Vinyl a Octavia algo confusa.

-Hablaremos de eso después Vinyl- zanja el tema de inmediato.

-Y ¿Qué tal? ¿Listas para el nuevo suplente?- Me escuchan y parecen pensárselo un momento, no aparentan sentirse especialmente emocionadas pero de todos modos sonríen un poco, probablemente imaginando todo lo genial que conlleva- wow ¿ese estuche es nuevo?

Octavia parece un poco sorprendida al escucharme y busca el objeto con la mirada antes de responder. Hace ademan de estar a punto de tomar el estuche que se halla recargado contra la mesa por un lado pero Vinyl se le adelanta, Tavi está de sobra acostumbrada a levantar el pesado instrumento y aun así Vinyl siempre procura ayudarla.

-Sí… bueno en verdad es un nuevo chelo, el anterior sufrió un pequeño accidente hace días y este lo compre ayer- Octavia habla ahora con soltura mostrándome el oscuro objeto.

-Se ve bien- comenta Bon-Bon admirando el negro estuche- la clave de sol es un lindo toque- cuando lo dice observo mejor, a contra luz se puede ver, aunque no fácilmente, el signo superficialmente tallado.

-¿Enserio?- dice Tavi estudiando mejor la pieza y acariciando la leve depresión- pues es verdad, no lo había notado pero es realmente lindo.

-¿Octavia Melody no analizando por completo un instrumento? Y yo que pensé que nada podría sorprenderme- Bon-Bon habla con tono sarcástico, Tavi solo sonríe ante el comentario alzando un poco una ceja.

-Es que ayer por la noche estuvo bastante ocupada- Vinyl ríe y Octavia golpea su hombro incomoda, Bon-Bon se encoje de hombros compartiendo el sentimiento de la segunda.

-¿Tenias un examen temprano y tuviste que estudiar?- la pregunta hace que Vinyl ría mas y Bon-Bon golpea mi hombro esta vez- ¿Dormir? … no estoy segura de entender…

-Te aseguro que Octavia no durmió mucho anoche- aclara Vinyl y vuelve a una risa más silenciosa.

-¿Entonces si es un examen?- puedo sentir a Bon-Bon empujar una vez más.

-Solo hablamos sobre como Vinyl tendrá que buscar una nueva compañera de cuarto si no aprende a cerrar la boca cuando debe- Tavi sonríe, eso basta para hacer a la peli azul callar pero no acaba con mi curiosidad, de todos modos Bon-Bon me susurra que no pregunta antes de que pueda siquiera pensar en hacerlo.

Vinyl se acerca a susurrar algo a Octavia y se queda inclinada, casi recargada en ella. El silencio inunda nuestro sitio. Un par de voces familiares resuenan en el fondo pero no quiero mirar; buscando una distracción encuentro por la ventana el cielo despejado y limpio por la tormenta de ayer, llega el lindo momento de hablar del clima o sobre ir a beber algo después de clases para salir de la situacion.

-Y que fue del viejo- pregunta Bon-Bon después de unos cuantos segundos de antes de que alcance a decir algo.

-Octavia golpeo a una chica con el hasta rompérselo en la cara- Contesta Vinyl rápidamente mientras regresa a su lugar correctamente y calla de nuevo actuando distraídamente, como si no hubiese dicho nada.

-¿Qué? No es verdad, solo callo de un lugar alto y…- Tavi pone las manos sobre la mesa confrontando a Vinyl que sonríe tras sus gafas violáceas.

-Bien, la chica callo de un lugar alto después de que Octavia la golpeara- concede cruzando las manos tras la cabeza.

-No, el chelo callo de un lugar alto- un toque de seriedad y enojo al decirlo, Vinyl solo sonríe ampliamente y Bon-Bon imita el gesto disfrutando la broma.

-¿Cómo paso? ¿Por qué la golpeo?- la pregunta se me escapa, Octavia se gira hacia mí con la boca abierta, la risa ahogada de Bon-Bon suena a mis espaldas.

-Yo no golpee a nadie, el instrumento se cayó por la ventana y…- habla rápido pero eso no evita que la interrumpan.

-Se lo lanzo a una chica que paseaba por la acera desde la ventana- Vinyl vuelve a decir como si nada y regresa a lo suyo. La risa de Bon-Bon se hace ruidosa y Octavia suelta un suspiro de indignación.

-Buenas tardes, soy la profesora Luna y yo les impartiré la clase de música "temporalmente"- menciona eso ultimo comenzando una risa ligera y agradable, de inmediato todos se silencian.

Instintivamente la busco en la puerta cuando ya no está ahí y Bon-Bon me mueve la cabeza hacia el escritorio con una mano. Conozco a la profesora solamente de vista como probablemente todos los alumnos en el instituto.

La hermana de la directora, la psicóloga, la sub directora y ocasionalmente una suplente de la que todos los que han tomado clase con ella dicen que es genial. Su ropa apenas lo suficientemente formal como para ser de trabajo, pinta labios oscuro, cabello suelto y gafas de sol. Realmente parece muy joven para ser una profesora.

-No tendremos una clase muy compleja ya que es el primer día y supongo ya todos conocerán los criterios de evaluación generales pero tenemos entre manos un proyecto musical que presentar y me gustaría que participaran- deja flotar la expectación en el aire algunos segundos antes de seguir hablando. Me inclino un poco hacia adelante para verla y escucharla mejor- Se trata de una pequeña orquesta formal para un concierto en el auditorio.

Deja pasar algo más de tiempo en silencio, más para comprender la noticia que para dejarles preguntar dudas, y ya tengo no pocas. Mira a los ojos a todos a la vez sin observar a ninguno de verdad, sonríe para sí misma y pasea un poco de lado a lado.

-La inscripción es voluntaria, sin embargo debo recordarles que esta es una gran oportunidad para trabajar en un grupo y aprender la organización, si de verdad les interesa la música sé que lo estarán considerando- no todos lo están, Tavi realmente luce emocionada, Bon-Bon más bien algo aburrida- Oh claro, aunque menos importante, vale la pena mencionar que tiene un valor como "créditos extra" suficiente para pasar la materia, por supuesto en si es que cumplen con los horarios y participan correctamente- un murmullo complacido se extiende entre los alumnos y ella sonríe con autosuficiencia.

-Puede pasar a inscribirse si están interesados… - desliza un formulario desde su bolso de trabajo hasta el escritorio- basta con su nombre y el instrumento que puedan tocar, sé que encontraremos una buena organización y supongo que sabrán tocar más de uno así que seguramente podremos arreglar los detalles.

La fila se forma rápidamente. Vinyl corre y llega antes que todos, Octavia queda tras ella y Bon-Bon me deja su sitio cuando llegamos juntas; una gran ventaja de sentarse cerca de la pizarra. A pesar de la emoción Vinyl se toma su tiempo llenando el formulario y se aleja insegura, Octavia apenas lo justo.

Llega mi turno.

La hoja blanca está impresa en tinta negra y organizada en una tabla. En la parte de arriba solamente escrito "Concierto Orquestal No. 1" y debajo un espacio en blanco como si faltara añadir algo más.

"Vinyl Scratch" un par de palabras garabateadas antes de "caja"

"Octavia Melody" "Violonchelo"

Escribo mi nombre en el espacio debajo de Tavi y me detengo a pensar un poco, la lira seria mi preferencia sin duda pero un arpa, que no es muy diferente en verdad, sería más propia de una orquesta… de una sinfonía y aun así… "Lira" escribo y regreso a mi asiento, Tavi y Vinyl hablan entre ellas.

-¿Arpa o lira?- pregunta cuando me siento a su lado.

-Bueno, no me llaman Lyra por nada- Vinyl ríe, Tavi se limita a un gesto amable.

-Personalmente creo que la lira va muy bien en una orquesta- dice con seguridad- además es preferible que toques un instrumento de tu agrado- añade sin mirarme a mí.

No hablamos más. Consigo mi cuaderno de notas en un bolsillo del estuche de mi lira y comienzo a dibujar sin separar el bolígrafo de la hoja incluso cuando Bon-Bon regresa a mi lado. Pasan varios minutos más de chicos y chicas formados para anotar sus nombres antes de que la maestra carraspee para volver a concentrar la atención del público al frente. Dejo de dibujar sin entender muy bien que garabatee.

-Bien, me alegra descubrir que todos… casi todos están interesados en la orquesta- imito el general movimiento de cabeza buscando quien no se inscribió pero igual de rápidamente que el resto me rindo- De todos modos estoy segura de que podremos conformar una buena orquesta con lo que tenemos.

-¿Sera un concierto de piezas populares o alguna sinfonía de larga duración?- una voz que no reconozco pregunta a mis espaldas después de que la profesora conceda la palabra con un ademan.

-De hecho tocaremos un largo Nocturno. Una composición original presentada al público por primera vez en el concierto que daremos- una sonrisa le curva los labios mientras pasea la vista de un lado a otro. La emoción de ser la primero en hacer algo comienza a dejarse sentir por mi pecho.

-¿Cuándo comenzaran las practicas?- La voz de Octavia resuena sin esperar a que le den la palabra; de todas maneras Luna la mira sin molestia, casi como esperando la pregunta.

-Pues es una composición compleja y no tenemos tanto tiempo como me gustaría… de hecho tendremos que presentarnos en 3 semanas- un murmullo se extiende entre los alumnos- sin embargo ahora mismo les entregare a todos los que decidieron participar la primera parte de la partitura y confió en sus habilidades.

-¿La composición aún no está terminada?- la pregunta surge de inmediato por una voz que no conozco.

-No exactamente… pero poco falta en verdad y podrán practicar lo que tenemos ahora mismo así que no tendremos problemas, se los aseguro- extrae de su bolso un mazo de copias de partituras y las entrega al alumno más cercano para que las pase a los demás.

No tarda mucho antes de que una copia llegue a mis manos. 5 pentagramas se tocan al mismo tiempo con distintos instrumentos y… y eso es todo lo que puedo entender. Octavia y Bon-Bon leen abriendo mucho los ojos, Vinyl la mira un poco y la deja de lado pero yo sé que ella sabe leerlas perfectamente, solo no quiere hacerlo. Algunos suspiros impresionados a mis espaldas me recuerdan que todo el mundo aquí sabe hacerlo excepto yo. La profesora se da vuelta para comenzar a escribir en la pizarra con un trozo de tiza blanca.

-Esto es muy bueno- me susurra Bon-Bon al oído, creo que jamás le he dicho que no sé cómo leerlas.

-Sí, es muy… compleja- contesto esperando dar en el blanco con mis palabras, lo toma como un buen comentario- ¿Qué te parece Tavi?- pregunto volteando al otro lado.

-Un bello equilibrio y tiempos especialmente precisos- comenta ocultando algo de emoción en sus palabras, Vinyl considera darle una segunda mirada pero no lo hace.

Todos continúan leyendo por un rato y solo me queda observar el papel fingiendo que sé lo que hago, siempre me digo a mi misma que algún día aprenderé como hacerlo pero termino por olvidarlo y concentrarme en cosas mejores… como ponis… o unicornios… o unicornios con gafas de sol; siempre hay algo interesante que considerar cuando tienes que hacer algo importante y sea lo que sea siempre es mejor hacerlo en ese momento.

-De acuerdo, creo que será toda la teoría por hoy- La subdirectora avanza algunos pasos hacia el frente y se inclina un poco- por favor memoricen lo que tenemos ahora mismo en el área de practica… o si lo prefieren pueden tomar lo que queda de clase como tiempo libre y practicar en donde prefieran, solo no se lo digan a nadie- coloca la palma de la mano junto a sus labios para dar un toque confidencial- confío en que podrán aprenderla para la próxima clase. Que tengan buenas tardes.

Sale del aula a paso lento, aun cuando falta cerca de media hora para el final de la clase pero el tiempo libre siempre es bien venido. Doblo la partitura rápidamente y la guardo en algún lugar dentro de mi cuaderno antes de meterlo en algún bolsillo del estuche de la lira sin mirar muy bien donde para no dar tiempo a que comiencen a hacerme más preguntas del tema.

-¿Quieren ir a comer?- dice Vinyl tomando su mochila y haciendo un rollo con la partitura para guardarlo en su bolsillo. Tavi se levanta tras ella con el estuche de chelo a sus espaldas y nos mira para confirmar que ella ya decidió.

-Claro, me encantaría algo dulce- responde Bon-Bon saliendo de su asiento también y caminando hacia ellas.

-Sí, eso sería genial; no tuve tiempo de desayunar antes de venir aquí- me levanto y cargo con todo lo que me pertenece para seguirlas hasta la puerta-¿Vamos a la cafetería o fuera?

-Detesto el café de la cafetería de la escuela, vamos a otro sitio- contesta Octavia y las demás asienten aprobatoriamente.

Atraviesan la puerta del salón de clases sin más, yo me detengo a mirar un poco. Algunos toman asiento en el área de practica y comienzan a afinar sus instrumentos cuidadosamente, otros leen la partitura una vez más intentando arrancarle mayor significado y la mayoría se sienta a hablar con sus amigos. Una chica desaliñada toma una fotografía de la pizarra y pasa rápidamente a mi lado para salir primero sin llegar a empujarme solo porque me aparto a tiempo. Busco lo que a ella le importa tanto como para fotografía en el rectángulo verde; una sola cosa escrita y que los demás parecen haber decidido ignorar, el nombre de la pieza:

Sinfonía " somnium" Primer movimiento "Mortem"


*1: Octavia hace referencia a la canción "Killer Queen" de la banda Queen.

(Esto es una aclaración de la que no estoy seguro sea importante pero…: Los hoyos que poseen los violonchelos son llamados oídos o efes, de ahí que Octavia lea algo a través de ellos)


Notas del Autor:

"Es interesante cargar con el peso del destino mientras se intenta disfrutar del presente; poco menos que ominoso ser consciente de que el futuro es tan inmutable como el pasado y de que habitualmente ambos caben en la palma de la mano sin problemas"

-El que ha sostenido un libro-

Bueno, es una obra ridícula pero en el fondo aspiro a que sea interesante. Hace no mucho ¿O sí? … creo que no importa en verdad, fracase en un pequeño proyecto por lo que me siento en buenas condiciones para comenzar otra basura, teniendo tantas pendientes ya.

Desde hace no poco mis notas me indican que me toca escribir algo de ficción y dejar de lado, aunque sea por un instante, mis divagaciones de locura y realismo que terminan por transformar todo en una lógica absurdamente ilógica. Personas con miedo que actúan bajo esa idea, personas sin opciones o tan emocionadas que no miran antes de cruzar… de todos modos creo que sería bueno apartarme de la basura que no se hacer y meterme en más basura que no se hacer.

Aprecio sus reviews y espero publicar más de esto pronto.