CAPITULO 1
He notado con sorpresa, (y por que no mencionarlo desagrado) que muchísimas personas han leído el primer capítulo, pero de esas tantas, ni la mitad llega a ver el segundo, mi primera suposición es que de verdad apestaba la historia, pero a lo largo de los comentarios que he recibido me he dado cuenta que es salvable, así que bueno inspirada en una de de mis más preciadas y admiradas historias he decidido enfrascarme a la titánica misión de reconstruir los capítulos ya hechos a fin de mejorar la técnica de escritura (en esencia tendrán el mismo contenido pero mejor redactado) siento las molestias y retrasos que esto genere, (ruego a los dioses que sea para bien)
Sin nada más por el momento agradezco el seguimiento de esta historia
Gabita
En un muy oscuro lugar se encontraba una muchacha caminando sin dirección
Esto no puede ser verdad - rio con ironía mientras continuaba caminando sin dirección -¿Qué demonios pasa conmigo que no puedo hacer otra cosa que imaginarme "esto"? – grito molesta a la oscuridad, estaba endemoniadamente enojada, ya que podía suponer lo que pasaría después – esto es una estupidez, si esto es un sueño por lo menos debería de poder hacer algo para despertarme cuando yo quisiera ¿no? – su corazón comenzó a latir desenfrenadamente al escuchar a "alguien" acercarse a una velocidad alarmante - ¡ME NIEGO A SALIR CORRIENDO COMO TONTA OTRA VEZ!, SI ME VA A COGER PUES QUE LO HAGA DE UNA MALDITA VEZ – a pesar de sus gritos y determinación, cada célula de su cuerpo le gritaba que corriera en la dirección contraria antes de toparse con "EL" nuevamente
Ella se negó a voltear, definitivamente no le dirigiría ni siquiera una miradita hasta ya no tener más remedio, sabía que si lo hiciera se echaría irremediablemente a correr como si la vida dependiera de ello, es por eso que permaneció enfurruñada con los brazos cruzados y moviendo el pie constantemente mientras esperaba lo inevitable.
En menos de un minuto unos poderosos brazos la sujetaron por la cintura elevándola varios centímetros del suelo, la fuerza del impulso los arrojo varios metros danto tumbos en círculos, sus brazos la acunaron protectoramente durante toda la charamusca para al final quedar encima de ella.
Todavía no controlaba su respiración así que se dedico a aprisionarla entre su cuerpo y el suelo, haciéndole sentir su erección atreves de las prendas, sonrió al escucharla jadear.
Te podrías quitar ya de encima mío ¡burro! – le dijo en tono molesto y jadeante – pero que se cree este payaso, que acaso no sabe que después de chorrocientas tantas mil veces ya no es tan emocionante – pensó ante su entrada teatral – y por favor, nada de jueguitos esta vez que necesito descansar ya que mañana tengo muchísimo trabajo que hacer como para estar medio zombi por la falta de sueño – una carcajada diabólica se dejo escuchar por todo el lugar al mismo tiempo que sentía como "este" introducía su lengua en su oído, mandándole escalofríos por todo su cuerpo – ¡INUYASHA LO DIGO EN SERIO! – pero el gemido que salió a continuación le resto validez a su argumento
Pequeña, me encanta cuando te pones toda mandona – le contestaba al mismo tiempo que introducía una de sus manos debajo de su piyama, esas extrañas prendas a veces lo sacaban de sus casillas – te prefiero desnuda, pero eso se puede arreglar – pensó, al mismo tiempo que desgarraba la parte superior de esta prenda, dejando sus senos a su disposición – así está mejor – dijo
"Eres un idiota – le dijo con un puchero- tengo frió Inuyasha" – pero Inuyasha mas que escucharla se dedico a contemplarla con tal fijeza que sus pezones se contrajeron ante su penetrante mirada, las mejillas de Aome se ruborizaron al comprobar el poder que tenia Inuyasha sobre su propio cuerpo, era verdaderamente estúpido el no poder dejar de comportarse exactamente como la primera vez que lo soñó en esta situación, era tan inevitable como el respirar, sintió un nudo en el estomago al pensar en lo que seguía – no, me niego a verlo a los ojos – sin embargo había una fuerza mas allá de su comprensión, una que la forzaba a levantar la mirada de sus traidores pezones para toparse con unos ojos en oro liquido, por un momento se olvido de respirar mientras una sonrisa se extendía en ese hermoso rostro, lo cual redujo en un instante todos los años de preparación y estudio a solo las funciones básicas de respirar y comer (en especial a ese suculento y esplendido hombre sobre ella), en su estomago revoloteaban miles de mariposas, mientras que su cuerpo le mandaba miles de pequeños escalofríos ahí donde sus cuerpos se unían, la adoración con la que la contemplaba la hacía querer realizar todo en su poder para complacerlo, así que todo se redujo a que en este momento ella simplemente saltaría diciendo ¿qué tan alto?
– Por favor – susurro mientras él sujetaba sus manos por encima de su cabeza, ni siquiera se esforzó en oponer resistencia, ya que sabía que en estos momentos su cuerpo lo obedecería mas a el que a ella – tiene que haber algo en mi defensa, tengo que resistir pero ¿Cuál era la razón por la que me estaba resistiendo?- se preguntaba mientras , el rostro de Inuyasha se acerco lentamente, ella cerro fuertemente sus ojos, su pobre y errático corazón ya corría a una velocidad vertiginosa, Inuyasha solo se limito a dejar que su aliento mandara miles de cosquillas por todo su rostro, indicándole como se acercaba lentamente a su mandíbula, cuando sus labios tocaron la base de su oído Aome no pudo evitar dejar escapar un jadeo – genial Aome, ahora si la jodiste – pensó
Así me gusta "gatita" – pudo apreciar de reojo como su sonrisa preferida se vislumbro y con ello se fueron al diablo todas sus funciones auto preservativas, dejando de respirar mientras que este rozaba sus labios a lo largo de su mandíbula, bajando lentamente, esparciendo pequeños besos a lo largo del trayecto hasta tomar un pezón con su boca, saboreándolo igual que si fuera una gomita. Sus traidores brazos se soltaron de su agarre para enroscarse cual prensas hidráulicas alrededor de su cabeza, su lengua era igual de rasposa que la de un gato, "lengua de la felicidad eterna" como le había apodado desde la primera vez que la sintió por todo su cuerpo. Incrementando la sensibilidad ahí por donde pasaba, era el verdadero paraíso sentirla viajar entre un pezón y otro. Sus gemidos resonaban en sus propios oídos, estaba a punto de ponerse morada por la falta de oxigeno cuando Inuyasha levanto la cabeza para robarle un devorador beso que sintió hasta las amígdalas.
*slurp, slurp seguido de un plaf* resonaron fuertemente en ese extraño lugar al momento de separarse, sus parpados caían pesados por la excitación, Inuyasha no dejo de contemplarla mientras sus manos viajaran lentamente por todo su cuerpo, evaluando en su mirada sus reacciones, ella quería cerrar sus ojos, pero parecía como si estuviera hechizada, Aome aferraba sus manos en sus hombros como si estuviera tratando de agarrar su cordura. a pesar de la fuerza de las caricias, parecía como si no fuera suficiente, el tacto de Inuyasha la abrazaba a pesar de que sus manos estuvieran extrañamente heladas, no podía dejar de pensar que el maldito estaba disfrutando su frustración.
Dime pequeña ¿Quién es tu dueño?- le susurro, dejando que sus labios mordisquearan un poco su oído, difícilmente ella contestaría con coherencia, y más aun cuando podía sentirlo juguetear con el resorte de sus pantaloncillos, le molesto muchísimo el ver como Inuyasha fácilmente se desprendía de sus brazos (a pesar de que ella estaba empleando todas sus fuerzas) para colocarlas nuevamente por encima de su cabeza, mientras que la otra continuaba haciendo que su vientre vibrara de felicidad y antelación con su toque. – DILO – demando en un escalofriante gruñido que resonó por todo el lugar
¡TU INUYASHA! – ella hablaría en chino si se lo pidiera con tal de que él continuara con sus caricias.
TU INUYASHA ¿QUE? – gruño (sip realmente gruño), al mismo tiempo que desgarraba su pantalón dejando a la vista sus braguitas con un osito estampado junto con la leyenda de "lucky guy"
SI AMOOO – grito al mismo tiempo que Inuyasha metió su mano dentro de ellas, sonrió (no como a ella le gustaba, si no con una clase ironía y petulancia, si hubiera estado totalmente cuerda ella podría haber golpeado ese rostro hasta borrarle esa estúpida sonrisa)al sentir su humedad, y la recompenso introduciendo dos de sus dedos hasta el segundo nudillo, "SU pequeña esclava" estaba lista para el –
Eres una buena esclava pequeña, has complacido a tu amo – de la nada un collar atado a una cadena apareció en su cuello mientras que Inuyasha la miraba posesiva y ardientemente – ahora deja que tu amo te recompense…..
Aome se levanto ante sus propios gemidos, caray, cuando su inconsciente se dedicaba a viajar, lo hacía en serio, y sin necesidad de estúpidos alucinógenos o algo así, su mano izquierda palpo todo a su alrededor para hacer su recuento personal y checar las bajas de la batalla, - mmm, piyama y braguitas súper mojadas, algunos golpes en las manos debido a sus incontrolables manotazos (o por lo menos de eso trataba de convencerse),y una interminable sensación cosquilleante por todo el cuerpo, almohadas y cobijas en el piso, fuera de eso creo que estoy completa – pensó antes de concentrarse en las otras sensaciones, juraría que todavía lo podía sentirlo dentro de ella si no fuera por que sujetaba fuertemente el colchón debajo de ella, intento tranquilizarse escuchando su corazón y acompasando sus respiraciones a su ritmo, pero la verdad no ayudaba nada las contracciones que todavía sentía en su matriz –
*Pfhh* ¡MALDITA SEA, OTRA VEZ! - gemía frustrada mientras se dejaba caer nuevamente a la cama, mientras que un brazo le cubría el rostro, todavía podía sentir el sudor emanando de todo su cuerpo y como su piyama se pegaba debido a este. En medio de la oscuridad volteo hacia su buro para ver los pequeños números en rojo que le decían que todavía faltaba una hora para levantarse – demonios, no puedo seguir con esto, NECESITO DORMIR – pensaba molesta, ya que desde hace dos meses ella no podía ni siquiera dormitar sin tener otro de sus muy "realistas" sueños húmedos, esto junto con la presión cada vez más grande en el trabajo le minaban las fuerzas al punto de no poder ni mantenerse en pie como ser humano (y es que las ojeras parecían cada vez mas tatuadas a su rostro y ni con pepino salían) parecía más un zombi y solo se mantenía de pie gracias a lo cerrada de su agenda y grandes dosis de cafeína, pero si osaba siquiera sentarse por un momento sin nada en que trabajar ella tardaba lo mismo que un narcoleptico en cabecear.
Su atolondrada amiga se burlaba de su desgracia, mientras que su jefe le recomendaba tomar una de las tantas semanas acumuladas de vacaciones (seguramente se veía patética para que su negrero jefe conocido como "the punisher" le dijera esto) - ¿Qué más da, porque no faltar el día de hoy? – decía mientras recogía del piso la ropa de cama y se colocaba la almohada sobre la cabeza –
JA, SI CLARO, FALTA, ENTONCES ¿QUIEN SE ENCARGARA DE RECORDAR AL DEPARTAMENTO DE COMPRAS QUE NECESITAMOS PARA MAÑANA EL CARGAMENTO DE PINTURA EN POLVO?EHH O ACASO QUIERES QUE SE VUELVA A DETENER EL PEDIDO, TU JEFE SEGURO ESTARA FELIZ DE CONTENTO EN TENER QUE HACER UN PEDIDO DE EMERGENCIA O PEOR AUN, DISCULPARSE CON EL CLIENTE POR NO ENTREGAR A TIEMPO, ESO SI NO NOS DEMANDAN POR NO CUMPLIR CON LA POLITICA DE ENTREGAS EN UN DIA – la taladraba su maldita conciencia mientras ella se enfurruñaba dentro de las cobijas
No me importa, yo pase esa requisición desde hace quince días, que se las arregle compras como pueda – le contestaba sintiéndose nuevamente calientita y dándole la bienvenida a ese bendito sopor que la estaba invadiendo tras meterse debajo de ellas
JA, CONOCIENDO A STEVEN SEGURO DICE QUE SE TRANSPAPELO Y QUE FUE TU CULPA POR NO RECORDARLE, ADEMAS, TIENES QUE VOLVER A HABLAR CON EL INGENIERO NELSON PARA LA FECHA DE ENTREGA DE LOS PLANOS DE EXPANSIÓN DEL HORNO, MANDAR LA LISTA CON LAS INSIDENCIAS AL DEPARTAMENTO DE RECURSOS HUMANOS, EL REPORTE DE PRODUCCION A CONTABILIDAD, LA COTIZACION DEL NUEVO PRODUCTO A VENTAS Y POR SI FUERA POCO DECIRLE A TU JEFE QUE AYER MOVIMOS CIELO TIERRA Y MAR PARA ENCONTRAR LA MALDITA PIEZA DEL TORNO 23 LA CUAL NO SE PUEDE REQUERIR SIN PAGO ADELANTADO Y CORRIENDO NOSOTROS CON EL FLETE, Y QUE SI NOS VA BIEN, ESTA LLEGARA DENTRO DE 15 DIAS, AH Y HABLAR CON EL SUPERVISOR DE AREA PARA VER COMO SE VA A PROGRAMAR LA PRODUCCION SIN ES TORNO….ADEMAS VER QUIEN VA A CORRER CON EL GASTO DE REPARACION E INFORMAR A TODOS LOS CLIENTES EL POSIBLE RETRASO Y….. –
Ok, ok ya entendí, ya me voy a parar maldita sea – Aome pateaba las cobijas para hacerlas a un lado mientras maldecía a Inuyasha por no dejarla dormir un poquito más - ¿Por qué simplemente no me puedes dejar en paz Inuyasha?
Mientras maldecía su suerte camino a una bien merecida ducha de agua fría (no importando ser las cuatro de la mañana ya que esta sería más que necesaria para bajarse el calor enloquecedor que sentía todavía por todo su cuerpo junto con esa sensación caminante a través de su piel) pensaba en lo que se había convertido ahora su vida….y desde cuando se había ido tanto a la mierda.
Noche tras noche, desde que tenía uso de razón Inuyasha siempre estuvo presente en sus pensamientos, nunca recordó la primera vez que lo vio por más que lo intento, lo que si recordaba era el cómo le encantaba refugiarse en sus fantasías de pequeña. Inuyasha siempre represento todo lo que una niña quería en cuestión de amigo imaginario, era increíblemente poderoso, tierno y a pesar de su corta edad, ella no pudo evitar darse cuenta de lo increíblemente guapo que era, Inuyasha era el hermano mayor con la que todas soñamos, con paciencia y exactitud la ayudaba a salir rápidamente de sus crisis infantiles (sin él, la cuenta del psicólogo hubiera sido escalofriantemente alta después de la partida de su padre). Cuando fue una adolescente, el siempre la supo sacar adelante con sus consejos y apoyo (aunque el muy hipócrita siempre la regañaba en cuanto a chicos se trataba) incluso llego a reconocer el poder de sugestión cuando pudo aprender unos pocos movimientos de defensa personal a su lado, sin embargo en el mismísimo momento que dejo la adolescencia para entrar a la universidad el muy maldito se convirtió en el asno (literalmente) de sus pesadillas, convirtiendo todos y cada uno de ellos en una torrencial secuencia de sueños húmedos, Inuyasha reducía las producciones sádicas y cachinonas de pornografía a un mero relato del tipillo de Walt – Disney.
Ahora ya casi no conversaba con él, su temperamento se hacía cada vez mas posesivo y dominante con lo que se refería su persona, su rostro de una u otra manera siempre terminaba hechizándola y haciéndola ceder ante sus exigencias cada vez más desconcertantes, sus besos la abrazaban, sus abrazos la derretían y esas manos ¡dios mío! Podría tener a miles de gentes fuera de su puerta para probar esas musculosas manos en su cuerpo grande y….
¿Y….y…nada ¡maldita sea!, es solo un maldito sueño que el estúpido psicólogo no me puede ayudar a sacar?, creo que debería de dejar de leer tanta maldita novela romántica y concentrarme más en mi trabajo, si señor – asintió con la cabeza mientras dejaba que el agua corriera por todo su cuerpo tratando de conseguir que su pulso se bajara de una buena vez y dejara de sentir que corría lava por sus venas en lugar de sangre. Ella ya se encontraba en su habitación completamente relajada y medio vestida cuando su mirada quedo atrapada en la tanga que su amiga la había convencido de comprarse a penas hace unos días, había pensado que era graciosa y tierna al mismo tiempo con el osito estampado al frente – vaya no puedes decir que no fue un buen sueño, caray nunca pensé que el cuerpo se podría doblar de esa manera, además creo que nunca volveremos a ver normalmente esa tanguita sin recordar como Inuyasha la bajaba con los dientes y…- ¡YA CALLATE DE UNA MALDITA VEZ! ¡¿QUE NO VEZ QUE ESTOY A PUNTO DE PERDER LA CABEZA? – grito, así fue como en dos segundos se fueron a la mierda los 15 minutos bajo la regadera, con un suspiro resignado se quito la poca ropa que se había puesto, tomo la toalla todavía húmeda y se dirigió nuevamente hacia la regadera…
(En otro lugar muy pero muyyyy lejano)
Inuyasha despertó en medio de un gran rugido, frustrado y para colmar el vaso, con una erección tan grande que a pesar de nunca usar ropa interior (no es que no quisiera, es que simplemente la encontraba asfixiante, el siempre tuvo un dicho, "las cosas que no se comprimen, se expanden") verdaderamente sentía que en este momento el pantalón lo castraría
¡ME LLEVA EL CARAJO! – siseo entre dientes, mientras liberaba su erección de los ahora asfixiantes pantalones, odiaba tener que auto liberarse (antes de que conociera a esa maldita hechicera, no hubo noche en la que no compartiera la cama con una moza hermosa con unos pechos bien grandes (le encantaba reposar su cabeza en ellos) y bien dispuesta…. a veces más de una), pero es que no encontró otra manera de deshacerse de esa maldita erección. A decir verdad si no sacaba algo de la presión que tenia probablemente en ese mismísimo momento su pactante saldría a flote y tomaría cartas en el asunto (cosa que por el momento a nadie convenía).
Así que de un trago vacio la botella de ron que tenia al lado, consiguiendo solo un leve estupor, suficiente para poder sumirse profundamente en su imaginación y remembrar esas deliciosas curvas, ya no eran sus manos lo que tenía alrededor, desde hace mucho se habían desvanecido ahora eran unas delicadas manos acariciando lenta y suavemente al principio, así que tomaría sus pequeñas manos entre las suyas para enseñarle el ritmo correcto, entonces ella abriría sus carnosos labios para tomarlo en la boca, debido a su longitud ella comenzaría a juguetearlo con esa mágica lengua, sin detener sus caricias ella esparce pequeñas mordidas y lametones por toda su longitud, desesperado por sentirla el cogería su cabeza y la forzaría tomarlo completamente, ella se resistiría (siempre actuaba como una pequeña gatita enfurruñada) pero con un gruñido le enseñaría su lugar, lo tomaría completamente mientras que con sus suaves manos acariciaría sus testículos, con un rugido acelero el movimiento, su lengua ya se deslizaba por toda su cabeza, tratando de tragarlo completo y acariciando…..no…arañando sus testículos, mas rápido…..mas rápido…..mas…..con un rugido se libero por completo….
Soy un estúpido – dijo con acritud, observo su mano mancillada y una vez más se sintió como un adolescente – como deje que me convirtieras en un monigote – se pregunto con resentimiento, ese sueño enfermizo lo había estado acosando desde que tenía 20 años, aunque solo recientemente ha estado a poco de llevarlo a la locura, desgraciadamente no podía evitar el pensar tener nuevamente ese delicioso cuerpo debajo de él, accediendo a todas y cada una de sus fantasías, provocando que estuviera empalmado casi las 24 malditas horas al día. Aome…esa pequeña bruja lo había hechizado, lo había capturado y para su maldita desgracia lo había prácticamente castrado y atado a su ajustado culito de durazno.
El simplemente no se pudo separar de ella después de que la encontró sola y llorando en ese pequeño y oscuro lugar, (lo cual era una clara alarma de que se le estaba yendo la olla), si eso no fue un indicio entonces lo debió de haber sido la ira irracional que lo inundo al verla en esa posición, pero es que ¿Quién hubiera podido resistirse a esa mirada desvalida?, no pudo evitar el calor inundando su negro y casi muerto corazón cuando se arrojo a sus brazos, tenía que admitirlo, fue un imbécil por caer como un maldito adolecente a sus pies, dispuesto a romperle la cara a cualquier idiota que la hiciera llorar nuevamente-
¿Pero qué demonios estoy diciendo, ella solo es un maldito y enfermizo sueño? – pero esto no impedía que su corazón se acelerara con tan solo pensar en la manera en como se retorcía debajo de él, su lacividad y la forma en la que no se reprimía y exigía de él (muy a diferencia de las chicas de esa época) lo hacía anhelar su compañía más que la de ninguna otra– ¡CARAJO!- grito con rabia mientras dejaba que su puño cayera con tal fuerza en la mesa que esta solo tembló un poco antes de partirse en dos –
-Creo que acabas de matar a la mesa – la ultima voz que quería escuchar en estos momentos resonó por toda la habitación en un tono tan tranquilo que lo saco de sus casillas -y esa será la ultima que tendrás hasta que podamos encontrar alguien que quiera comerciar con nosotros
-Habrá más de que lamentarse que una estúpida mesa si no me dejas de molestar – le siseo en advertencia
-Cálmate Inuyasha que yo solo quiero señalar lo evidente antes de que le grites a alguien que te traiga una nueva "otra vez" – Miroku comenzó a caminar hacia su dirección a paso tranquilo y sosteniendo una sonrisa que no duraría mucho a menos de que la quisiera conservar.
Y YO ACABO DE DECIR QUE TE LARGUES ANTES DE QUE DECIDA SACARTE ESA ESTUPIDA SONRISA DE LA CARA A PUNTA DE MADRAZOS – Inuyasha por fin le dirigió una mirada cargada de desprecio, en este momento no estaba para aguantar sus consejos, y mucho menos para otro sermón acerca de una mejor preparación mental.
Si sigues gritando de esa manera, toda la tripulación se enterara de tus pequeñas distracciones – Miroku tomo una de las sillas que estaban tiradas en el suelo para situarla frente a Inuyasha, solo una persona verdaderamente poderosa o realmente estúpida podría estar en su posición sin cagarse sobre si, al ver la mirada envenenada y amenazante que Inuyasha le dirigía en este momento.
¡QUE SE VAYAN A INFIERNO TODOS! – Decía Inuyasha colérico – AL QUE NO LE GUSTE SE PUEDE IR MARCHANDO DEL BARCO
YA YA – decía Miroku en un tono conciliador, apenas si pudo reprimir una carcajada que provoco una nueva oleada de agresividad por parte de Inuyasha (a cualquier humano lo hubiera incinerado literalmente ya que esta hacia que las partículas de un cuerpo normal se aceleraran hasta provocarle una combustión interna, afortunadamente Miroku no era una persona del todo normal) Miroku solo levanto sus manos en pose de rendición, después de un momento Inuyasha se relajo lo suficiente como para que Miroku bajara su escudo. Una vez más tranquilo este se recargo los codos de sus manos en sus rodillas, sabia por experiencia propia que no era inteligente hacer enojar a su amigo y más cuando estaba de ese humor, desgraciadamente no podía dejar de divertirse con su sufrimiento - Al parecer lo que necesitas es estar con una buena puta amigo mío – le decía con tono divertido – Si no, esa pequeña bruja de ensueño junto con tantas horas en altamar te van a volver puñal (maricon en español) o loco
-¿Y tú qué demonios sabes de lo que necesito?- Inuyasha tuvo que apretar los puños para evitar golpear al entrometido de su amigo
-Yo, bueno pues yo no tengo que recurrir a "la mano amiga" Inuyasha - le dijo dirigiendo la mirada a su mano, la cual todavía tenía restos de semen, supo que ese no fue el más inteligente de sus comentarios al momento en que sintió como se elevaba de su posición gracias a una mano empuñando el cuello de su camisa, a pesar de que sabía que Inuyasha no lo mataría (tal vez, aunque la mayor parte del tiempo solo estaba convencido de esto en un 40 o 50%) no pudo evitar hacer una mueca cuando su cabeza se estrello en la pared, Inuyasha lo sujetaba tan fuerte que lo elevo sus buenos 20 centímetros sobre el suelo con suma facilidad, mientras elevaba su puño para estampárselo en el rostro a su "amigo" – ¡Espera! – le dijo al mismo tiempo que cerraba sus manos en sus puños y ejercía la suficiente fuerza como para empezar a salir de su agarre – espera, no demuestres tan fácilmente lo bruto que eres – para este momento Miroku ya se encontraba nuevamente en el suelo, pero seguía sujetando sus manos por pura precaución, tal vez el no era tan fuerte como Inuyasha, pero para ser un humano común y corriente el sobresalía de manera excepcional igualándolo en muchas de sus cualidades como agilidad- Mira, no te lo digo con el afán de molestar –
Si y el maldito barro en mi culo no es tan molesto- le decía sarcásticamente mientras se llevaba una mano a la cabeza para mitigar el dolor que ya se avecinaba. Este día se estaba haciendo horriblemente largo y no ayudaba nada los malditos rayos que se dejaban escuchar a lo lejos, lo cual solo significaban dos cosas: que la maldita migraña se incrementaría y que no vería a esa brujita encantadora en por lo menos otras 48 horas si bien le iba (y esto no era para nada un buen pronostico para su ya voluble humor). Lo que más lo fastidiaba es que a veces estas tormentas menguaban sus ganancias, a pesar de que Inuyasha era uno de los corsarios más temidos por esos lugares, la última batalla contra la flota del rey se había llevado más de lo que esperaba.- Mira Miroku estoy malditamente consciente de que voy a la locura con esta maldita obsesión – la desesperación hace que se tome el cabello con ambas manos – pero esa chica me persigue todas las noches como una maldita sirena del demonio y no me la puedo sacar de la cabeza –
-Por eso digo que un clavo saca otro clavo – continuo, poniendo una mano en su hombro a manera de compresión, realmente estos días es cuando más se preocupaba por su amigo, ya que no podía comprender esa obsesión por esa mujer todavía desconocida (y es que desde el mismísimo momento que Inuyasha la vio, los dos no partían de un puerto hasta no haber observado a todas las féminas del lugar detenidamente, sin ningún éxito todavía), para él, era fácil suponer que Inuyasha la tenía que conocer de vista de algún lugar, solo que no podía recordarla, alguna vez en su otra vida (lo denominaba así cuando hablaba de su profesión anterior que de solo recordar le daban escalofríos) escucho por casualidad que a veces el inconsciente te hacia malas pasadas y que fragmentaba recuerdos pasados en proyecciones futuras, pero también había visto demasiadas cosas en su vida como para saber que no era bueno el ser tan escéptico en ciertos temas (una prueba clara era la simple existencia de su querido amigo), sin embargo no veía problema en descansar unos días y liberarlo de esa carga (y de paso disfrutar de esa pequeña y propia obsesión con esa gitanita preciosa)- Mira es solo desviarnos por no más de una semana de nuestro destino y así descansar, tienes que estar consciente que los chicos también necesitan recobrar fuerzas.
-Lo que "TU" quieres es ver a Sango – hablando de obsesiones esta era la que capturaba la atención momentánea de su mujeriego compañero, Miroku simplemente no podía resistir el reto de un "no" y eso sabia que tarde o temprano acabaría con la tan atesorada soltería del muy idiota.
-Culpable –dijo levantando las manos al aire – aunque debo de admitir que mi principal intención es esa, mi prioridad es la de desviar la atención de la tripulación, ya que tu carácter ha dejado mucho que desear en estos días y llámame paranoico pero en estos momentos no quisiera enfrentarme a un motín debido a tu precaria y voluble cordura – el gesto de Miroku se torció en una horrible mueca de desagrado, casi como si le hubieran dado a oler mierda mientras recordaba las extrañadas miradas que le dirigía toda la tripulación, lo peor que podía hacer un capitán es mostrarse débil ante los demás ya que nunca se podía descartar la probabilidad de un motín – Mira, tienes que admitir que a pesar de las cuantiosas ganancias que obtuvimos la ultima vez, también los daños a Shikkon fueron significativos, por lo cual mataríamos varios pájaros de un tiro.
La idea cada vez le iba agradando mas, tal vez uno o dos días en Tortuga le distraerían un poco de esa viperina boca que lo había obsesionado tantas noches….- la verdad es que todavía no se por qué te tolero, pero está bien, informa que cambiamos el rumbo hacia tortuga…..-
Regresando con nuestra protagonista
Mucho más tarde y después de otros 10 minutos más bajo el chorro de agua fría, Aome se encontraba bajando las escaleras lista para irse al trabajo. Contemplo un minuto la oscuridad que todavía gobernaba el lugar junto con el escalofriante silencio y no pudo más que sonreír orgullosa, no podía negar que a veces extrañaba su hogar y más aun los primeros días, pero después de su primera (y ultima) gran crisis, sentada en lo que sería el piso de su comedor ( ya que a lo más que llego su presupuesto fue a una cama, una parrilla eléctrica y una refrigerador en donde apenas si cavia un six de cervezas) valorando los pros y los contras de su decisión se dio cuenta de que valía la pena, después de eso el siguiente año se fue como agua, y la adquisición de todo lo demás fue relativamente rápido gracias a su impecable expediente crediticio. Nunca considero regresar a su casa y no por falta de cariño a su familia, si no que al estar cerca de ellos dependía horriblemente de su aprobación y permiso, además de que sus crisis eran muchísimo más fuerte teniendo cerca las cosas que le traían horribles recuerdos.
Ya basta de recuerdos sin sentido, es hora de trabajar – se dijo así misma antes de tomar las llaves de su chevy y salir a toda velocidad de su casa.
Tenía que admitir que adoraba llegar a las puertas de su trabajo, había llegado temprano, tenía un delicioso café recién hecho en sus manos y por sobre todas las cosas no tenia tanto trabajo pendiente – este será un buen día – se dijo, pero en el momento en que vio la horda de malhumorados compañeros arremolinados frente a las puertas del ascensor, su buen humor se fue al caño – mi gozo en un pozo, ¿por qué escogí precisamente hoy para ponerme estos estúpidos zapatos? – pensó al sentir el notable peso de su bolsa (la mitad de su contenido seguía siendo un misterio para ella, pero eso sí, era de las pocas mujeres que se podían jactar de tener más instrumentos útiles consigo que un espía internacional en su traje especial) – parezco mujer con niño – su ceño se arrugo al pensar en las probabilidades de que le tiraran el café encima, con un suspiro resignado dejo que las personas se apretujaran y aventaran entre ellos para subir, ella esperaría el siguiente. Después de dos ascensores y muchos empujones mas (no sirvió de nada el haber llegado temprano gracias los ascensores y a sus holgazanas piernas que se revelaron ante la idea de subir cinco pisos con la maleta de 8 kg y los tacones coquetos de 5cm) pudo subir, las puertas del ascensor estaban a punto de cerrarse cuando noto una mano deteniendo su cierre, se alegro ver que su amiga Yuka lograba llegar esta vez temprano al trabajo – ¡Hola Yuka! Buenos días –
-¡Buenos días Aome! – saludo efusivamente mientras se abría paso entre empujones y codazos para quedar a su lado, le sorprendió que esto no hubiera menguado ni un poquito su humor, por el contrario cuando estuvo lo suficientemente cerca le debido una mirada picara y le pregunto – y….¿cómo te fue anoche? – Yuka sonrió al ver las ojeras de su amiga, las cuales solo podían significar una cosa…..INUYASHA AL ATAQUE
Aome sintió claramente como le salía humo por las orejas al oírla – trágame ascensor - pensó - ¿pero cómo demonios lo sabe?,¿ qué es psíquica o qué? – se preguntaba Aome mientras su rostro denotaba varios tonos carmesí
Por lo visto ayer tampoco te dejo dormir ¿a qué no? – le dijo mientras le daba codazos discretos (por lo visto estaba tan atenta a la respuesta de su amiga que no se había dado cuenta que los 20 ocupantes del ascensor no tenían nada más que hacer que ponerle total atención a su conversación)
¿No se a que te refieres Yuka? – Yuka hubiera jurado que Aome acababa de chupar un limón o algo parecido por el gesto que tenia – donde están los terroristas cuando se les necesita – se preguntaba rogando que por lo menos una rata estuviera royendo los cables del ascensor y la sacara de su miseria
No te hagas, esas ojeras están más visibles que ayer, ¿Cuánto dormiste dos horas? – Yuka realmente bufo al señalarlas – por favor a quien quieres engañar – le decía con una curiosidad que se le figuraba que solo existía en los niños antes de navidad, Aome se quería fundir con la alfombra en ese momento ya que la bendita de su amiga seguía sin darse cuenta que los ocupantes del ascensor le dirigían tremendas miradas que parecían leer en todo su cuerpo "Pervertida sexual en potencia"
Lo que pasa es que estuve viendo películas de terror toda la noche y no pude dormir – se encargo de decirlo muy fuerte pero sin levantar la mirada para que no hubiera la menor duda de su inocencia mientras que por debajo del agua le metía tremendo pellizco a la imprudente amiga –
Ayyyy – se sobaba el brazo con una expresión de reprobación – ya entendí, miedosa…
Ya fuera del ascensor- ¡PERO COMO SE TE OCURRE HABLAR DE INUYASHA ALLÁ ADENTRO, BABOSA!- le gritaba Aome a su amiga, pero un escalofrió en su columna le hizo notar el silencio que las rodeo, su mirada se dirigió a su alrededor y casi se atraganto cuando noto que al parecer todos se detuvieron a mirarla con claro gesto de "sip ya se chalo", antes de darse topes contra las puertas del ascensor tomo a Yuka por la muñeca y la arrastro hasta su oficina sin importarle que la mitad de su café se estuviera regando por todo el camino.
No me digas babosa – le contesto una vez en la oficina y sacudiéndose su apretado agarre, una vez libre Yuka pudo sobarse la muñeca donde ya se comenzaba a apreciar lo que sería un horrible moretón, a veces su amiga tendía a olvidar que contaba con más fuerza que una mujer común y corriente
Se preguntaba cómo es que la seguía queriendo tanto a pesar de sus arranques, tal vez era que le atraían las causas perdidas, (y vaya que ella lo era) o solo simple afinidad, quien sabe, lo realmente importante es que le preocupaba mucho esa soledad extrema a la que se auto sometía, si no fuera porque tenía que salir a trabajar su amiga se la pasaría encerrada en su casa, es mas muchas veces su mama se comunicaba con ella para que le diera detalles de Aome ya que esta una vez que se metía en su casa era difícil hasta que te contestara el teléfono, así que bueno a veces su manera poco sutil de recabar información daba la apariencia de que ella estaba más obsesionada que su amiga con Inuyasha, lo cual en parte era cierto ya que no dejo de preocuparse desde el momento en que se lo menciono, esta es una de las pocas cosas que no le diría a su madre y por supuesto que no demostraba ante Aome
Anda dime qué tal te fue anoche – le preguntaba con un poco mas de entusiasmo
NO ME FUE NADA YUKA, ya te dije que estoy decidida a quitármelo de los sueños y la cabeza y tu no me estas ayudando – Aome avanzaba a toda velocidad a su lugar
AJA, O SEA QUE SI LO VISTE ANOCHE PILLINA – le decía dándole pequeños empujones con el codo
Ashhh me chocas cuando andas de ese humor, que no podrías ser una amiga normal y aconsejarme la mejor manera de sacármelo de la cabeza en vez de incitar una alucinación tonta
Yuka tan solo se encogió de hombros ante este comentario – pues no, la verdad es que tú eres la que menos tendría que hablar de normalidad – ya que tienes la fuerza de un gorila y una manera inusual de predecir las cosas que a veces provoca escalofríos – aunque claro ese pensamiento nunca lo diría en voz alta
A que se supone te refieres con ese comentario – le dijo Aome con una mirada inquisidora
Olvídalo – Yuka le resto importancia a su comentario con un ademan de su mano, pero ante la insistencia de Aome se vio obligada a usar una de las más conocidas y ancestrales técnicas implementada a nivel mundial el famosísimo….."cambia rápidamente de tema" - además créeme, cualquiera en esta oficina daría lo que fuera por una aventura con tu imaginario, guapo y poderosísimo amiguito – esto hizo sonrojarse a Aome, pero no dijo nada mientras se sentaba ya en su lugar, a su parecer la oficina de Aome era muchísimo más grande que la que cualquier subgerente sin embargo juraría que un día de estos encontraría sepultada a su amiga debajo de una de las pilas de papeles que llenaban su escritorio.
Ok cual quiera que no conociera a su negrero jefe envidiaría el puesto de su amiga (aunque ella que "si lo conocía" la verdad no lo aceptaría ni por todo el chocolate del mundo, lo cual ya era muchísimo decir), siendo solo la asistente de vicepresidencia en una de las más grandes empresas de telecomunicaciones en Japón tenia muchísimo más poder del que muchos podrían jactarse y más aun cuando era claro que desde hace mucho era la mano derecha de su jefe (aunque para ella era claro que hacia el trabajo por tres personas y que un día de estos se la llevarían directito al loquero si no hacía que se distrajera su terca amiga)
Hoy estamos planeando ir a bailar ¿te unes?- decía Yuka esperando que esta vez Aome no le contestara...
Lo siento Yuka pero no sé a qué horas poder salir el día de hoy, porque no se adelantan y allá los alcanzo – sip esa era la respuesta que siempre escuchaba
Aome, ya tienes 27 años y aun no has tenido novio y por lo visto ese momento cada vez se hace más lejano, dime por que no le haces caso a ese chico lindo de administración y te nos unes una vez en tu vida antes de que te hagas vieja y te arrepientas de todo lo que no has vivido.
Yuka, si no tengo novio es porque te quitan mucho el tiempo y tiempo es lo que menos tengo, además tu sabes que Hoyo no es solo "el chico lindo de administración" si no el hijo del dueño que está aprendiendo el negocio, aunque seguramente es el niño mimado de papi que nos puede poner de patitas en la calle en el momento en que se le antoje
Pero….- Yuka trataba de interrumpir a su amiga sin ningún efecto
Pero nada, además no sé qué intenciones tenga y la verdad es que esta muy fuera de mi alcance y eso sin mencionar a las miles de fans que tiene tanto en el departamento de administración y que ni se diga todo el departamento de ventas y comunicaciones, así que por favor quita esa cara, que sabes que es verdad, – la voz de Aome denotaba fastidio y cansancio ya que esos reproches los venia escuchando cada vez mas y lo peor de todo es que venían de diferentes personas –
Aome tu sabes bien (y si no hay que estar verdaderamente ciega) que Hoyo se muere por ti y si le dieras oportunidad te darías cuenta de que es un tipo genial, no por nada tiene tantas fans, además tienes que admitir que es la fantasía de toda chica el salir con el hijo del dueño, y más aun si es así de guapo y sobre todo lindo y sencillo y….– decía con sus ojos en forma de corazoncitos destellándoles de felicidad.
Por lo que me dices sería mejor que salieras TU con el – a pesar de que lo decía con tono casual, Aome se había dado cuenta de que Yuka era la líder del grupo de fans, y que ella solo se lo ocultaba para ayudarla, pero ¿Qué clase de amiga seria si saliera el sabiendo que le gusta a su mejor amiga? Después de todo ella era la única que siempre le aguantaba sus imprudencias y ataques y no la iba a perder por una tontería como un chico – además el solo es amable Yuka, - su amiga bufo ante esta afirmación
Aome, una cosa es ser amable y otra cosa es que aproveche cualquier pretexto para subir a saludarte o dejarte siempre un regalito en tu oficina – le decía señalando el florero que al parecer tenía un pez adentro, a veces le regalaba cosas de lo más extravagantes como una manzana con miles de adornos supuestamente para la buena suerte – y júralo que yo no tendré uno de esos esperándome en la oficina – este comentario hizo que Aome se sonrojara
No digas tonterías, seguramente a ti te estará esperando otro ramo de rosas de tu admirador secreto – bueno hasta que tuvo algo con que defenderse, ya que su atolondrada amiga se dedicaba a preocuparse tanto por ella que a veces olvidaba lo linda y carismática que era (le tenía envidia de la buena, ya que ella nunca se podría relacionar tan rápido como ella, no por nada era la jefa de comunicación y desarrollo), le constaba que tenia a uno o dos locos por ella (muchas de las veces los pobres intentaron acercarse a Aome para pedir consejo, pero por lo visto intimidaba tanto que los ahuyentaba) y le molestaba muchísimo que perdiera el tiempo tratando de cuidarla y sonsacarla
Bueno – le dijo tratando de bajar el sonrojo que tenia – ese no es el caso, finalmente no estamos hablando de mi si no de ti – entonces Aome suspiro y por fin le dirigió la mirada
Mira no hay nada de qué hablar, además yo ya platique con el – decía de la manera más natural del mundo –
¡NOO!, por favor dime que no platicaste con el – decía espantada su amiga –
Claro que si, no le veo nada de malo – le contesto encogiéndose de hombros al mismo tiempo que encendía su monitor
¡Demonios Aome! Como es posible que hagas esas cosas tan malas – Yuka prácticamente se desparramo de manera poco femenina en la silla frente al escritorio de Aome, en lo que ella empezaba a acomodar sus cosas para comenzar a trabajar- Por que no le diste una oportunidad al pobre, y luego dices que por que te digo que estas obsesionada con Inuyasha – en ese momento comenzaba a lanzarle su mirada picara a la cual por supuesto Aome trataba de ignorar con todas sus fuerzas-
Mira por quinta vez te digo YO NO ESTOY OBSESIONADA CON INUYASHA, por otra parte no se me hace justo dejar que alguien se haga ilusiones falsamente, es por eso es que me gusta ser honesta cuando veo que alguien tiene esas intensiones – En verdad era agotador justificarse con Yuka cuando se ponía tan pesada, y encima estaba dándose cuenta que no estaba tan libre como pensaba y que hubiera sido mejor el haberse llevado algo de trabajo a casa para no estar tan saturada el día de hoy –
No Aome, lo que tú haces es cortarles las alas de la manera más irritante posible y después esperas que sean tan amigos como siempre, porque no te das cuenta que no vas a ser joven y cotizada como siempre y que tarde o temprano te arrepentirás de tu actitud, chica, el trabajo no lo es todo créemelo – Yuka había visto a varios posibles "candidatos" a lo largo de toda la estadía de Aome en la compañía, y la muy ingrata siempre los hacía rendirse viendo que era lo mejor, una vez se entero que le leyó todos los pros (que por supuesto eran muy pocos) y los contras (tantos que se quedo más de treinta minutos leyendo) a un pobre del departamento de ventas, después de eso nadie mas había querido tener problemas con la súper cotizada asistente. La verdad era un milagro que Hoyo este tan interesado en ella (aunque a veces rayaba en la obsesión), y mas con su fama
Con un suspiro le dio la razón a su amiga, la verdad es que siempre estaba trabajando, si no se la pasaba con su familia, además de que salía poco buscando pretextos donde no los había – Esta bien, está bien, pero entonces vete ahora mismo de mi oficina si no, no voy a terminar para la hora de la salida, y entonces te voy a poner a ayudarme – Yuka se levanto como si le hubieran puesto un cohete en el trasero, su sonrisa era tan clara y ancha que Aome tuvo la clara impresión de que acababa de firmar un contrato sin leer la letras pequeñitas que le pedían su alma a cambio, un mal presentimiento se instalo en la parte trasera de su nuca haciendo que sudara en frio mientras Yuka se despedía con un saludo de marinero a capitán – a sus órdenes "jefa" – escucho mientras salía corriendo muerta de la risa de la oficina no sin antes asomar su cabeza y decir – por cierto viene con nosotros Hoyo, así que arréglate antes de que nos vayamos – y con este ultimo cometario Aome le aventó la pelotita anti stress, definitivamente el día de hoy sería muy largo.
Mientras tanto en isla tortuga…
Inuyasha, podrías por lo menos simular que estas feliz y quitar esa cara de tener diarrea, que no vez que estas espantando a todas esas bellas criaturas – decía Miroku mientras vea como las jovenzuelas del lugar veían con una clara admiración y adoración la expresión de Inuyasha escondidas detrás de los muros como si fueran a ser atacadas por el al mismo tiempo
Me importa un bledo si no se acercan – decía malhumorado mientras observaba enfurruñado como sus hombres se divertían bebiendo y manoseando a cuanta mozuela se les atravesara mientras el no podía dejar de compararlas con la dueña de sus "pesadillas". Después de 2 días de lucha contra la tormenta que se llevo a 5 de sus hombres lo único que quería hacer era irse a dormir y retozar entre esas hermosas piernas de ensueño hasta que se esta le suplicara piedad, - porque demonios accedí a venir – se pregunto aun mas enojado – si fuera inteligente estaría con esa desinhibida viuda que visite la otra vez, pero en vez de eso estoy aquí encerrado con estos inútiles alcoholizados extrañando una maldita alucinación, si tan solo supiera que acostándome con una (o varias) de ellas me la sacaría de la cabeza ya estaría yo allá arriba pero en vez de eso…- Inuyasha se detuvo al contemplar la claro frustración de su amigo. – lo siento Miroku, soy un estúpido ¿verdad? –
Siempre has sido un aguafiestas – decía mientras se llevaba a la boca la botella de ron – pero ya estoy acostumbrado a tus idioteces, pensé que esta salida te haría bien y pero como siempre, en todo lo que se relaciona contigo nada es fácil – decía mientras trataba de empinarse toda la botella de un trago
Mejor vete con los chicos, así por lo menos uno de nosotros tendrá diversión esta noche – decía al mismo tiempo que lo imitaba con una botella de whisky desgraciadamente no le hacia el mismo efecto que a él ya que ni una vez en su vida había podido emborracharse y solamente había conseguido sentirse levemente te mareado cuando consumía grandes cantidades (algo así como un barril), pero por lo menos disfrutaba el sabor.
Nahhh de todas maneras Sango conoce a la dueña del local y si se entera de que he estado con alguna de ella me castraría así que mejor esperare a poder verla de nuevo – Miroku ya se levantaba en un precario equilibrio dirigiéndose a la puerta
Pero ¿por qué no has ido por ella esta noche?– decía Inuyasha aventando unas monedas de oro sobre la mesa y siguiéndolo – además, desde cuando uno de los hombres más temido de los mares le teme a una pequeña e inofensiva gitana.
Ja, inofensivos mis calzones, esa gata tiene más agallas que muchos hombres que he enfrentado, y da más miedo que la bruja Urasue
Inuyasha no pudo evitar sonreír ante este comentario ya que sabía muy bien el efecto que producía el nombre de esa bruja en su amigo, - lo que tú tienes es que estas idiotizado por esa mujer, y realmente me da pena ajena cada vez que te escucho hablar cuando estas a su lado, nunca dejo de sorprenderme de las tonterías que dices con tan solo contemplar ese lindo e inofensivo rostro.
Ese querido amigo es uno de tus mayores problemas, tu subestimas la fuerza y poder que tiene una mujer, tal vez esta no tenga la fuerza física que esperas sin embargo no es el caso de Sango ya que tiene fuerza de 10 gorilas pero de una u otra forma ellas tienen o encuentran los medios para despedazar hasta los más grandes reinos.
Bah Tonterías – en ese momento Inuyasha tomo otro largo trago de su botella – esas son idioteces de un hombre que no puede hacer nada ante los encantos de una mujer – cansado de su escepticismo Miroku le paso el brazo por los hombros sabiendo que era el único en el mundo que podía hacerlo sin que le rompiera la nariz como mínimo – OK Inuyasha pero no me digas después que no te lo advertí…..-así fue como los dos comenzaron a reír como entupidos y dirigirse hacia el barco a continuar su patética diversión y tal vez tomar hasta que les doliera la cabeza
