Disclaimer: Todos los personajes son de doña JK Rowling. Yo se los pedí prestados para hacer este fic, porque la imaginación de ella es mucho más productiva que la mía. Sólo me pretenece un personaje.
Y acá les entrego el primer capítulo del 1º fic que pongo en espero que les guste... y... tos si quieren dejen reviews tos
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Oportunidades del destino
Capítulo I
Dolor
Y Harry estaba muerto.
Se lo habían dicho así, como si ella fuese una pared firme y dura a la cual no le hubiese importado perder a su mejor amigo a los diecisiete años.
Pero la pared se derrumbó, golpeando con todas sus fuerzas al emisor de tal desastre; intentando disminuir la furia mezclada con intensa tristeza en aquellos golpes; que cesaron pocos minutos después, cuando cayó devastada al frío piso que se derretía poco a poco con el calor que emanaba su cuerpo; sintiéndose muerta ella también.
Toda su vida se iba con aquella noticia. Su vida junto a él ahora rodeaba su mente en pequeños flashes esporádicos que había almacenado en sus recuerdos. La voz de Harry le endulzaba nuevamente los oídos cuando allí acostada pensaba una y otra vez...
..."Soy Harry Potter"...
... " ¡No me digas que vas a volver ahora, por la noche, a la biblioteca!..."
... "Hermione es una hechicera"...
..." Pero si no me pareces fea"...
..." No es mía, es de Ron"...
..."Pero si yo no soy profesor... No puedo..."
..." Mi padrino murió, es culpa mía"...
..." Gracias, Hermione"...
..." ¿Alguna vez te dije que te quiero mucho?"...
..." ¿Alguna vez te dije que te quiero mucho?"...
..."No. No quiero que vayas. No me permitiría exponerte a que te pase algo. Cuídate y deséame suerte. Nos vemos en un rato"...
Nos vemos en un rato. Eso le había dicho, y ahora no lo vería nunca más.
Tanteó su varita para terminar de una vez por todas con su dolor, pero varias manos; irreconocibles en ese momento para sus vidriosos ojos, se lo impidieron.
Si; ese fue sin lugar a dudas el momento más triste, doloroso y devastador de toda su vida. y lo fue aún más porque frente a aquellas palabras se había dado cuenta de que Harry era lo único que la hacía feliz en su vida.
Verlo sonreír a pesar de los problemas. Sacando fuerzas quien sabía de donde para reponerse ante cada perdida. Sus ojos vibrantes y encantadores a pesar del dolor... realmente Harry era todo lo que necesitaba para vivir y tarde se había dado cuenta de eso. Lo amaba pero ya no existía forma para podérselo comunicar.
Ahora tenía 23 años y 12 de amarlo (porque siempre lo había hecho, incluso sin saberlo), por eso el sufrimiento todavía se hacía visible.
Ya se le había pasado la costumbre de mirar todas las solitarias noches por la ventana en busca de un diminuto punto blanco venir hacia ella. Pero no. Ahora Hedwig era propiedad de Ron, como lo habría deseado Harry; y ella portaba orgullosa su Saeta de Fuego aunque nunca entendió porqué Lupin pidió expresamente que sea suya. Igualmente nunca la había montado por miedo a que el peso del dolor con el que cargaba su cuerpo la quebrase en dos.
Harry ya no estaba allí desde hacía siete años. Que irónica puede ser la vida... siete años a su lado, siete años sin él... era un empate.
O no. Porque la perdida de aquel que le alegraba los días con sólo sentirlo cerca, o con una sonrisa o un chiste de esos que la sacaban de quicio ya no estaban.
Mejor dicho, ya no estaba él.
Él: SU Harry.
Porque estaba segura que había sido más suyo que de cualquiera, no hacía falta el título ni las confirmaciones; ella lo sabía y seguramente él también lo había sabido.
Emprender una vida nueva desde cero es difícil. Y mucho más cuando te falta eso que nunca jamás pensabas que te iba a faltar.
Era común pasar los días con Harry y Ron sin advertir nada en particular. Pero ahora el trío había pasado a ser un dúo del cual ninguno de los dos integrantes tenía ganas de formar parte. Todo era distinto, y lo peor: jamás iba a ser como antes.
Por lo menos Hermione había aprendido a sonreír por segunda vez en la vida. Fueron seis largos años de intentar volver a hacerlo, pero un día cerró con llave la puerta de su dolor en un rincón de su corazón y comenzó a vivir de nuevo con esa sensación de vacío ya acostumbrada a su piel.
Recordaba como si fuese ayer la primera vez que sonrió por segunda vez : Ron le había dicho que tendría un hijo... para ser exactos hija: Sol. A Hermione le causó gracia que la madre se llame Luna, la hija Sol... en fin.
La primera vez que vio a la pequeña fue la segunda vez que sonrió. Con su cabello tan rojo como un tomate y los ojos saltones y azules... era realmente hermosa. Pero las lagrimas nuevamente le brotaron de los ojos. Imaginó la perfección frente a ella con la imagen de un bebé de Harry, con sus destellantes verdes ojos y un pelo negro imposible de domar haciendo increíble combinación... pero él ya no estaba allí.
Si. increíblemente ya no estaba; debía olvidarlo.
Hacía meses había conocido un muchacho muy apuesto nada parecido a Harry... cabello azabache, ojos verdes, flaco... pero muy aplicado y sin saltarse la rutina como a ella le parecía.
Su nombre era Will. Siempre se mostraba muy amable con Hermione... pero no...no era lo mismo y nunca iba a serlo.
Will podía ser muy caballero y cuidadoso, incluso era bastante celoso cosa que a Hermione le causaba gracia, pero los ojos verdes de Will no tenían un gramo de expresión de los que tenía Harry... el pelo azabache de Will estaba perfectamente en su lugar; nada de mechones revoloteándole por la frente ni despeinarse a propósito cuando algo lo incomodaba. La sonrisa de Will era bonita...pero no le emitía placer agrdable de verla.
No había punto de comparación y Hermione lo sabía. Pero decidió darle una oportunidad a él... y a ella.
Después de un tiempo se acostumbró de su presencia y dejó de desear que haga cosas que sólo Harry podía hacer...¿O quién se afiliaba a la PEDDO sólo para darle el gusto a ella?...¿O quién jugaba ajedrez mágico cuando dentro de unos días se iba a enfrentar a una prueba de rigor?...¿O quién daba tres gigantescas vueltas rodeando un lago mientras la escuchaba dar un monólogo sobre hechizos?... Si; sólo Harry.
Y así pasaron los meses y le fue dando lugar al cariño e intentando hacer a un lado el dolor; porque ya no había nada que hacer, las lagrimas no lo iban a regresar.
Ron iba a visitarla a menudo, estaba segura de que el colorado sospechaba algo porque se mostraba increíblemente afectuoso con ella y ni siquiera sacaba el tema de Harry para ponerla mal. Pero Ron tenía ahora otras obligaciones: un trabajo, una mujer y una hija a quienes cuidar.
Ella también trabajaba. Era bibliotecaria de la librería mágica más importante de Inglaterra. Eso la desconectaba del mundo. De no ser por unos tomos que hablaban acerca del niño- que-vivió o "El Innombrable", estaba a gusto allí. Algunos días que sabía que Will no iría a cenar a su casa o la visitaría se quedaba horas extra con el simple motivo de no pensar en Harry; y gracias a esto durante el día muy pocas veces lo recordaba.
Pero odiaba (¿o acaso amaba?) las noches porque no podía sacárselo de la mente ni un instante. A veces se sorprendía fantaseando que Harry estaba con ella o que simplemente se aparecía en su hogar pronunciando un simple "Hola Herm"... y eso era lo peor que le podía pasar, porque cuando uno sueña y cae en la realidad es duro; fuerte y amargante el golpazo.
Se levantó como todos los días, se dio un baño y secó su abundante cabellera. Bebió una taza de té comiendo unas galletas, agarró su cartera y se acercó a la chimenea. Al instante estaba en su trabajo.
Will pasaría por ella a las 20 horas e irían al cine muggle a ver una comedia... a ver si podía largar una carcajada por algo.
Trabajó incesantemente cosa que agradeció por mantenerla ocupada. Se colocó su abrigo y salió dispuesta a esperar. No era necesario, Will era demasiado puntual, no como... ; y ya estaba allí.
Entraron al cine y jamás soltó una risa cosa que la frustraba.
Llegaron a su casa, cenaron un rico pollo que Will cocinó en cuestión de segundos ayudado por su varita; y luego se fueron a dormir.
Will la enredó en sus brazos y Hermione cerró los ojos para ver si lograba sentirlo de manera diferente... otra frustración más. Comenzó a besarla por todo el cuerpo y sintió asco de sí misma, ya que a pesar de tener suficiente edad, nunca había estado con un hombre; esperaba milagrosamente a él.
Will la despojó de sus ropas y ella cerró los ojos con más fuerza.
Lo que no sabía es que a miles de kilómetros se abrían unos frente a un espejo, que reflejaba ahora un intenso y cálido verde, además de una cicatriz.
Fin del capítulo I
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N/A: ¿y?... ¿horrible?... ¿normal?... ¿vomitivo?... queda en ustedes decidir si me dejan cartas vociferadoras, pero todas las críticas serán bienvenidas. Por favor... mensajitos que me levantanel ánimo.
Besos... Laura
