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Los personajes no me pertenecen, son de sus respectivos dueños, yo solo juego con ellos.

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Introducción

Los pequeños pasos de Lucy resonaban en el pavimento, había salido temprano y el frio le congelaba el rostro, ajusto bien su abrigo rosa crema. El cielo se encontraba nublado y una densa neblina lo cubría todo, hacía que los cerezos se vieran tristes y apagados.

Ya no trataba de recordarlo, le era demasiado difícil.

Su recuerdo se le volvía pesado, le causaba daño. Espero, con cariño, que estuviera comiendo pastel en este momento.

Ya hace dos años que se sentía que no estaba presente, lo veía en todos lados, por un momento lo veía encorvado y con ambas manos en los bolsillos, pero entonces el chico se daba la vuelta.

Enseguida advertía que su pelo era más bien negro, revuelto y no un azul apagado.

Además, sus ojos no eran de color celestes… y llevaba auriculares puestos.

Lawliet odiaba la música.

En su espalda, cuclillas comiendo un pastel hasta que ella se vuelve. Jugando con sus pulgares hasta que ella observa. Analizándola detenidamente hasta que ella gira la cabeza. Siempre hace que los demás parezcan simples extraños, en su extraña vida y en esa extraña ciudad.

Lawliet, en su propio mundo.

Lawliet, deduciendo algo.

Los ojos de Lucy con una triste costumbre se empañaron de lágrimas, lo quería ver… tan solo por un momento.