Los personajes no me pertenecen, son propiedad de CAPCOM y sus respectivos creadores, únicamente la trama es mía.

Aclaraciones:

Texto normal– Narración general

Texto en negritas— Notas de autor.

Texto en cursiva con ... – Memorias de Rebecca.

Sin más los dejo con la lectura.


Memories

Cqpítulo único

.


Las memorias son algo especial del humano. Según los expertos el cerebro le permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado alojándola en alguna parte del subconsciente, resultado del choque de las conexiones sinápticas entre las neuronas. Hasta ahí estaba bien el proceso de recordar. Para algunas personas eran cosas buenas, otras preferían no acordarse de algunas cosas por bien propio. Rebecca Chambers era una de ellas.

Las escenas que guardaba su mente eran aquellas que nadie querría volver a experimentar y tampoco deseaba, alguien pasara por ellas. Pero también había cosas buenas, un recuerdo grato fue quince años atrás cuando recién entraba a trabajar y todos la miraban curiosos al ser tan joven. Todos menos un hombre delgado junto a una mujer castaña.

Si elegiste este trabajo, te apoyaremos.ella entrecerró los ojos. Otro hombre pasó las manos por sus hombros entretenido. Ese recuerdo lo atesoraba con la vida quince años después, al haberlos conocido. Ellos son Chris Redfield y Jill Valentine, serán tus compañeros mientras logras acostumbrarte. Mi nombre es Barry Burton así que llevémonos bien pequeña.

—Rebecca ¿estás bien? —la castaña salió de sus pensamientos. En lugar de ser la comisaría de Raccoon se encontraba sentada frente al espejo y este le mostró a una mujer sonriente. —Lamento ocupar tu tiempo en estas cosas, pero Chris insistió que debías ser tú quien se ocupara del peinado.

—Barry no tardará en llegar. —habló aunque sintió un extraño escozor en la garganta. —Si demora su esposa va a enfadarse y Molly suele ser incontrolable.

La mujer rió divertida. —Vendrá, jamás se perdonaría dejarme plantada.

...

¿Uh, Chris? la castaña asintió mirando hacia la mujer con la cual compartiría campo. Había preguntado cómo era y esperaba una respuesta. Bueno, él es algo especial, suele hacer las cosas sin pensarlo dos veces y se enfada con facilidad, pero no te preocupes, es una buena persona.

Ustedes se llevan bien.Soltó. La mujer rió.

Nos conocemos de varios años, es todo.

¿Son ustedes inseparables? Rebecca se arrepintió de decirlo. Contra cualquier pronóstico su compañera sonrió.

Es una palabra muy larga, no te preocupes, jamás te dejaremos de lado.

—Entonces son amigos.

—¿Acaso Barry ya te ha metido ideas?

...

Retrocedió un par de pasos. El recuerdo de cómo conoció a Jill Valentine taladró sus sentidos aturdiéndola. Respiró, intentando calmarse o los nervios serían difíciles de controlar y la rubia se daría cuenta tarde o temprano.

—Ya llegará. —Repitió, deseando que el pelirrojo llegara rápido.

Si tan solo Billy Coen estuviera, las cosas podrían ser diferentes. Si no se hubiera ido el sentimiento extraño dentro de su pecho no le lastimaría tanto, se podía haber atrapado en él y eliminar la tensión que sentía en esos momentos mientras su amiga se peinaba, repasando los últimos detalles antes de la ceremonia. Rebecca se negó a bajar la vista o vería el vestido blanco escogido para la ocasión y finalmente caería.

Debió haber pensado que sucedería.

...

¿Ellos dos? debe ser una broma.Soltó mirando al pelirrojo. Barry, estás exagerando las cosas.

Tú dirás eso pequeña ¿Pero cómo explicas que haya caído presa del alcohol si no le gustaba? Yo también le he perdido Rebecca, y no me vez yendo a bares de mala muerte.

Era su mejor amiga, es normal.Le explicó. Si tu murieras haría exactamente lo mismo. Obviando el alcohol pero tú entiendes.

Sigue pensando eso y cuanto te des cuenta jamás podrás decirle que te gusta.

¿Qué? Preguntó atónita. Barry dejó caer la mano sobre su hombro.

Recuérdalo, será demasiado tarde para cuando te des cuenta.

...

La puerta abriéndose nunca le había resultado tan tortuosa cuando Barry Burton por fin apareció en la habitación. Ataviado de colores negros y blancos, e incluso traía corbata consigo, diciendo que aquello era real y esos dos estaban a punto de casarse, algo que supuestamente todos sabían desde el principio ¿Entonces por qué no pudo ver las señales si eran tan obvias? Seguro su mente había sido la culpable por no registrar memorias dolorosas.

—Siento la tardanza Jill, mi hija quería venir con Claire y no me dejó tranquilo hasta llevarla con ella. —Se excusó el pelirrojo quitándose el saco para ponerlo sobre la silla. —Vaya, ¿De verdad estoy viendo esto? Seguro debo estar muerto.

—Mi vestido no me deja esconder una pistola, si tuviera alguna te habría disparado si con ello crees que es verdad. —Vaciló divertida la novia. —Me estoy casando Barry.

—El novio debe tener estar enfermo. —Bromeó entretenido el pelirrojo. —¿Quién diablos esperaría quince años para casarse?

—Hemos pasado muchas cosas Barry. —respondió la rubia mirando hacia ella. —No escucho tu opinión Rebecca.

—Yo… —Intentó articular. El pelirrojo se adelantó.

—Somos sus amigos, claro que tendremos una opinión positiva.

—Sí —Bajó la mirada. —Felicidades.

Jill se paró de su silla y fue hasta ellos.

—Gracias….

Los abrazó. La castaña se sintió la peor escoria del mundo. Su corazón latió en desacuerdo y olvidó como respirar.

Si Billy no se hubiera ido, habría aprendido a olvidarlo.

...

Voy a besarte.Fijó su mirada hacia los lados viendo si algún conocido estaba en el bar. La persona frente a ella abrió los ojos incrédulo dejando el vaso de alcohol. Si no dejas ese estúpido vicio.

No lo entiendes. Chris apretó las manos encima de la mesa. La perdí por mi estupidez ¿Cómo quieres que la deje ir cuando no merecía morir así?

¡Solo te haces daño! Golpeó la madera molesta. ¡Está muerta! Solo deberías

Calló cuando él la besó.

Vete, ya verás, la traeré de regreso.

siempre era Jill.

...

Barry le acarició el cabello. Jill no pareció darse cuenta pues los apretaba casi al punto de dejarlos sin aire. Permanecieron así varios minutos hasta que el sonido de las campanillas les dio el inicio para la ceremonia. La rubia se alejó de ellos alisándose el vestido blanco y Burton le acomodó el velo sonriendo de una manera nunca antes vista. Rebecca comprendió que para Barry era importante la boda de sus mejores amigos pues los consideraba casi hijos a los tres. Buscó nuevamente la sonrisa falsa para acercarse a ella.

—Vamos, no hay que hacerlo esperar. —Recordó las palabras de la primera memoria donde Jill le decía sobre su impaciencia. —Chris odia…

—Lo sé, fue mi compañero muchos años. Es mi trabajo conocerlo mejor que nadie.

—Tienes razón, de todas formas Chris Redfield siempre creyó en ti. —Rebecca maldecía tener la capacidad de decir las cosas sin tacto. Seguro todos lo habían aprendido de él, pero como siempre Jill ignoró el hecho del reclamo silencioso.

—Te dejaremos un momento Rebecca. —Barry volvió hablar tomando el brazo de la rubia. —La boda comenzará pronto y tengo que llevarla al altar o Chris me matará.

—Claro, vayan. —Los dos se encaminaron hasta la salida. Cuando la puerta se cerró se permitió caer rodillas.

Otro recuerdo que intentar borrar de sus memorias.

….

Ella está viva.Rebecca dejo de escuchar. La puerta blanca le indicó que era la habitación de hospital correcta. Además, Chris Redfield estaría dentro. Barry Burton suspiró y Chambers contó hasta diez. Chris me dijo que está algo cambiada y posiblemente no la reconoceremos ¿Estás nerviosa por verla?

Seguro, desapareció por mucho tiempo.Desde su muerte, el tono de voz le había cambiado a uno mecánico ya dominado, porque Barry no parecía darse cuenta de su incomodidad. Chris cumplió, la trajo con nosotros.

¿Aclaraste tus sentimientos sobre él? Preguntó de tajo. La castaña se paralizó. —¿O planeas seguir fingiendo que te gusta un ex convicto de la marina el cual nunca volviste a ver?

Silencio, no quiero pelear contigo.Nunca había peleado con él y la guerra seguro la perdería contra sus buenos argumentos. Dejémoslo así.

Te arrepentirás.

Las memorias son algo especial del humano, intentó meterlo dentro de su cabeza. Según los expertos el cerebro le permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del paso alojándola en alguna parte del subconsciente, resultado del choque neuronas y solo con un traumatismo perdería los recuerdos, sean buenos o malos

Rebecca intentaba convencerse de que aquello pasaría. Ese flechazo que llevó quince años dentro de su cabeza se iría después del casamiento. Se negó a ser dama de honor alegando que estaría ocupada con su trabajo. Ahora se arrepentía, dolía más verlos desde lejos.

Barry la entregó. Los labios fueron a parar hasta el oído masculino, seguro diciendo que la cuidara ya que estuvo a punto de perderla ¿Chris cumpliría su promesa? Por supuesto. Nunca dejaría a la persona por quien casi perdía la vida en África.

Alguien se posicionó junto ella. Una sombra grande y ancha. Miró de reojo un tatuaje en su brazo. Volvió a derrumbarse en silencio. Billy Coen se retrajo en el asiento.

—Rebecca. —Trató de iniciar alguna conversación, pero ella lo cayó colocando una mano en su boca.

—Ya es tarde para los dos.

Ahora es él quien está perdido.Susurró. La rubia le miró desde su asiento.

Piers lo está buscando Rebecca, confío en que estará bien.Intentó tranquilizarla. Rebecca negó, sin nadie a su alrededor seguro estaría bebiendo como poseso. Deberíamos buscarlo.

Siento diferir pequeña, Jill tiene razón.apoyó el pelirrojo.Además ella parecerá tranquila ¿Pero has visto el vaso donde está bebiendo? Tiembla, le importa más que tú y yo juntos.

Es mi compañero, es normal preocuparme.A Rebecca eso le sonó como un dejavú. Solo que ella no era Chris y jamás le recriminaría estar bebiendo.

Sigue estando en negación Jill, cuando regrese serás la primera en tirarte a sus brazos.

Solo por unos segundos agradeció acordarse del rostro de quien fuera su compañero para salir de Raccoon City. Billy no había cambiado nada alrededor de los años y casi pudo jurar que ella parecía más cambiada con ese vestido corto color azul y el cabello hasta los hombros. No traía escote alguno, ni accesorios para combinar pues en su mente creía que esa boda era farsa y al regresar los tendría a los dos separados mientras hablaban, o cuando él la miraba de reojo.

—Buscarte fue todo un problema. —Billy fue el primero en hablar. —Intenté varios medios para contactarte, pero desapareciste ¿y te encuentro medio muerta en una boda? Esto no lo esperé para nada.

—Soy una figura pública, conociste a mis amigos. ¿Debo creer tus excusas? Fueron quince años que no se olvidan Billy.

—Y yo creí que odiabas la estupidez de las memorias.

Rebecca apretó los labios rendida.

—¿Me dirás al menos el motivo?

—Alguien me dijo que me golpearía si te hacía daño.

—No debiste hacerle caso.

—Lo sé, seguro lo nuestro hubiese tenido futuro.

Sola. Siempre sola.

Nos diste un gran susto.Barry sonrió entregándole los reportes finales de la misión del virus C. Traigo tu pedido

Gracias.Chris lo agarró suavemente.Eh Burton ¿Cuál crees que sería la reacción de Jill si le pido matrimonio?

Aceptará

—¿Sin dudar?

— Ha estado contigo mas de diez años ¿todavía lo preguntas?

¿Habían olvidado que estaba escuchando todo?

Se quedaron en silencio breves segundos. Rebecca odiaba recordar, todos sus recuerdos eran de Chris y Jill juntos caminando por la vida, preocupándose por sí mismos. También había sido egoísta, queriendo que se separaran para que él pudiera verla pero su amigo se mostró decidido a quererla. Y tal como Barry dijo, re arrepintió por cada cosa no dicha quince años.

—Rebecca. —La castaña escuchó ser llamada. Billy apretó los puños. —Coen, te dije que…

—Hola Barry, vine a felicitar a tu amigo por casarse con su compañera. —Soltó mordaz. —Él tiene más pecados y decidió ser feliz ¿Interrumpiste solo por ver esto? Eres cruel. Sabías los sentimientos de Rebecca, los míos y no hiciste nada.

El Burton arqueó la ceja confundido. —Rebecca, no entiendo.

Ella sonrió rota. ¿Cómo no caer ante un hombre así? La próxima vez, si su corazón sanaba, se aseguraría de recomponer las heridas y darle la oportunidad perdida.

—Vamos Barry, Chris nos espera.

El pelirrojo comprendió las palabras del castaño.

—La próxima vez pequeña, me aseguraré que no salgas lastimada.

Sí, seguro lo haría bien.

Pero ello no dejaba de doler ni un poco.

¿La quieres? Preguntó directamente inclinándose contra el herido. Barry no estaba, podía desquitarse entonces. Se suponía eran amigos

No lo entenderías Rebecca.

Oh, que equivocado estaba.

Créeme, entiendo perfectamente.

—Es importante para mí

Entonces lo entendió.

Jamás ganaría la batalla cuando estaba más que pérdida.

.

.

.

Esta historia hacia tiempo que la escribí, pero por diversos motivos nunca llegue a colgarla hasta hoy. He de admitir que me siento un poco mal por el final de Rebecca, pero rayos así soy yo xD

¿Que tal les pareció? Espero un comentario con su opinión y se animen a Shippear el Rebecca/Chris/ Jill

Se me cuidan.

Fatty Rose Malfoy