¿Cómo sería revivir los capítulos de Hey Arnold con altas dosis de amor? Ella es arisca, grosera, tímida y apasionada. Él, un eterno enamorado, caballeroso y soñador. ¿Qué es el día a día de una pareja tan dispareja?
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24 horas de vida
— Te apuesto que nadie lo va a olvidar Arnold, deberías calmarte. Es el evento del año, nadie se perdería ese espectáculo.
— No me gusta pensar que es un espectáculo, pero tienes razón.
Un camión del transporte público pasa a su lado, una rubia de ojos azules se asoma por la ventana, el chico no cree que eso esté pasando, debe ser una broma.
— ¡15 horas y 6 minutos para que mueras Arnold!
Hay una mueca indescriptible en ambos chicos, el moreno suspira como aceptando que ella es así, y Arnold se encoje de hombros.
Johannsen extiende una hoja, el rubio la toma y lee: "Cama individual, despertador, sillón reclinable" Una ceja se alza sintiendo que ese momento lo ha vivido, mira a su amigo con cara de incredulidad.
— ¡Ya no lo vas a necesitar después de mañana!
Exclama el moreno con una sonrisa grande y divertida. Y él solo suelta un suspiro ¡Como cambian las cosas con los años!
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Gertie, la siempre amable abuela, camina por el pasillo limpiando cada uno de los cuadros familiares que adornan las paredes. Algunos suspiros salen de su anciano cuerpo, hay una nostalgia que la consume hasta las lágrimas, aunque nunca se va a permitir dejarlas fluir porque no es un momento adecuado.
Ve entrar a su nieto, camina con un poco de pesadez, se le ve cansado y abrumado mientras al mismo tiempo ella distingue una chispa de felicidad en sus ojos, se sigue de largo y comienza a subir las escaleras de su cuarto cuando el teléfono suena.
Puki levanta el auricular, y se sonríe. Toma una libreta y repite.
— Kimba no puede contestar pero le daré el mensaje "10 horas y 30 minutos para que ¿Mueca? ¿Muerda? ¡Muera! Claro y lo subrayo dos veces"
Arnold escucha fuerte y claro, se estremece. ¡Esa mujer! Mañana pagará por lo que lo está haciendo sufrir esta noche. Apenas se recuesta siente los ojos cerrarse apresurados, el sueño y la pesadez lo consumen, está muy nervioso solo quiere que el tiempo pase volando para que la mañana llegue rápido.
De pronto escucha un ruido afuera, aprieta los ojos con fuerza ¡No puede ser cierto! ¿Qué hora es? Mira por la ventana de su alcoba, y allí está ella.
— ¡8 horas y 5 minutos para que mueras Cabeza de balón!
Otra vez con el megáfono, temblando de frío… en definitiva debía estar igual de nerviosa que él, solo que la rubia no es de las que puedan dormir cuando tiene tanta presión encima. No, ella no es normal, su relación no es normal.
Se aclara la garganta mientras asoma su cabeza por el espacio que da a la calle.
— ¡Por amor a todo lo sagrado Helga! Ven a dormir de una buena vez ¡Es la 1 de la madrugada! Mañana nos casamos y no quiero que llegues somnolienta. ¡Sube ya!
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Estaba repitiendo la serie de Hey Arnold, sintiendo en la primera temporada a una Helga demasiado difícil de tratar, en la segunda temporada una chica demasiado ensimismada y en la 4ta y 5ta a una chica en exceso romántica, desmesurada y con baja autoestima. Muchos capítulos me dejaban con la sensación de que si fuera ella sufriría demasiado. Escondiéndome en los botes de basura, viendo al chico de mis sueños con otra chica, odiándome y al mismo tiempo siendo atento, quedándome en soledad con el hueco en el corazón de una chica poco apreciada por los demás.
¿Cómo sería repetir esos capítulos donde ella es odiosa al extremo y él obtuso al máximo pero esta vez más grandes y con más simpatía el uno por el otro? He aquí mi versión de los hechos. ¡Ya me voy!
