Los personajes no son míos, tampoco los conceptos, son de Masami Kurumada
¡No planeo ganar dinero con esto, aclaro¡
El fin de la eternidad.
Pasado
En el comienzo del tiempo, incluso antes de la era del mito, los dioses llevaron a cabo una cruel batalla, contra, el caos. Los dioses nórdico, egipcios, Aztecas y griegos se aliaron en esta cruel lucha, que casi devasto la tierra. Para impedir la destrucción de la tierra del cielo cayeron dos ángeles, al tocar la tierra se transformaron. Uno de ellos se transformó en una gigantesca serpiente, con cabeza de dragón, patas cortas y palmeadas, poseías dos inmensas alas negras, y dos pares de ojos rojos como la sangre que contrastaban con sus negras escamas, denominada Leviatán. El otro ángel se transformó en un inmenso animal, también un reptil, pero con un cuerpo semejante al de un rinoceronte, cabeza de hipopótamo y cubierto de inmensas escamas, que fue llamada Behemoth.
Ambas bestias se aliaron a los dioses griegos, egipcios nórdicos y Aztecas, asegurando su victoria, pero antes de que pudieran sellar a Caos y sus sirvientes en el tártaro. El Behemoth enloqueció, lleno de ira y furia ataco a los dioses, pero fue detenido por el Leviatán, ambos lucharon, y se hirieron de muerte, antes de morir las bestias dieron un atroz grito, y concentraron toda su energía en sí mismas. Un haz de luz ilumino todo, ambas criaturas habían desaparecido, pero en su lugar se hallaban dos armaduras. Una negra y violeta, con finos tallados que se asemejaba al Leviatán, y una blanca con celeste, con igual trabajo, pero semejante al Behemoth. De atrás de las armaduras surgió la imagen fantasmal de los ángeles.
El ángel que se había trasformado en el Leviatán era un chico joven de rasgos delicados, con un cabello largo negro como la noche, y poseía dos hermosos ojos rojos como la sangre, pero en ellos se vislumbraba pureza y cariño. El otro ángel era un hombre mayor, con un cuerpo bien torneado, tenía el pelo corto y rubio, mientras que sus ojos eran de un celeste muy claro, pero a diferencia de los de su compañero, en estos se veía odio y rencor.
El rubio ángel se alejó de su armadura y se dirigió a los dioses.
-Hemos venido y los hemos ayudado, pero no los creo merecedores de esa ayuda, sus conflictos y caprichos desencadenaron esta guerra que casi destruye el mundo. Sepan que ustedes deberían cuidar a los humanos, no hacerlos derrama su sangre en su nombre, sepáis que con cada gota de sangre que caiga en nombre de un dios nuestro poder crecerá, al igual que mi odio. Algún día dioses volveré y los juzgare junto con la Tierra, ese día será el fin de la era de los dioses.
En ese momento otra segadora luz ilumino la Tierra, cuando se esfumo tanto el ángel, como la armadura del Behemoth, habían desaparecido. El otro ángel que hasta ese momento no había dicho nada hablo.
-Dioses, yo no estoy de acuerdo con las ideas de mi hermano, pero sepan que deseo solo paz, lamentablemente llegara el día en mi hermano vuelva, ese día yo y el volveremos a luchar, pero no estoy seguro de que lado. Me quedare en este mundo viviré y les serviré como un mortal hasta ese día, entonces de esa forma tomare una decisión.
Otro haz de luz ilumino el cielo, después el ángel y su armadura habían desaparecido, todos los dioses se marcharon, todos menos una joven diosa que se quedó pensando en las palabras de ambos ángeles ese día tomo una decisión.
Ella Atena diosa de la sabiduría y la guerras justas defendería la Tierra y protegería a todos los seres vivientes que habitan en ella.
Presente
Era de noche, estaba en una de las ciudades más hermosas del mundo, aun así sentía que algo le faltaba, el velo de la noche cubría la ciudad, mientras el observaba desde aquel privilegiado lugar como las luces de la ciudad se encendían dándole nueva vida a la ciudad. Desde el mirador de la torre Eiffel el joven caballero e verdes cabellos suspiraba, hubiera deseado que june, que su hermano o que alguno de sus amigos estuviera con él.
-Hola Shun-La vos de una mujer lo desvió de sus pensamientos cuando la vio, que sorprendido, pues la reconoció. La joven sonrió al notar la sorpresa del caballero-Parece que sabes quién soy ¿No?
-T…tu…¿Realmente eres tú?-Fue lo único que pudo articular ante su sorpresa.
-Si Shun soy yo, ahora te lo explicare todo, la rubia de ojos celestes le sonrió con dulzura y Shun respondió con una igual.
Dos meses después en Siberia.
-Mi dulce Hyoga
-Mami
Un pequeño niño de rubios cabellos y hermosos ojos azules se acerca a una hermosa mujer, esta tenía el cabello largo y rubio, unos hermosos ojos de color celeste claro, que miraban con gran amor y tristeza a aquel niño.
-Madre, que ocurre-pregunto inocentemente el niño.
-Hyoga tiempos difíciles se aproximan deberás ser fuerte-Le sonrió con el cariño que solo una madre puede dar.
-Madre-Los ojos del niño se empezaban a llenar de lágrimas
-Tranquilo mi niño, tu sabes que yo siempre estaré contigo-La mujer le seco las lágrimas a su hijo y luego señalo su corazón-Justo aquí-Una sonrisa se vislumbró en el niño-Hyoga esta vez enfrentaras tú y tus amigos enfrentaran pruebas muy duras, pero deberás confiar en ellos y sobre todo en ti mismo.
-Si madre.
Despertó tranquilamente, una leve luz entraba por su ventana iluminando la pequeña cabaña, se levantó y se dirigió a la ventana. Contemplo la hermosa vista el cielo se veía de un hermoso color celeste claro y la nieve brillaba con los primeros rayos de la mañana, haciendo parecer que alguien había arrojado brillitos por todo el lugar. Sonrió Ante la bella vista, abrió la ventana para poder sentir la fría brisa, a una persona común habría temblado, pero para él era tan reconfortante como una cálida brisa de verano, sonrió.
-Creo que es hora de volver al santuario-Se dijo a sí mismo.
En ese mismo momento en los cinco picos de rozan un joven miraba con gran amor a su bella prometida, esta le dirigió una sonrisa y luego volvió a mirar la cascada, específicamente aquella roca la cual ahora estaba vacía. El joven de largos y negros cabellos también miro aquella roca, los vacíos siempre se sienten y tardan en desaparecer, ojala las heridas del corazón sanaran tan rápido como las heridas de las batallas, pero lamentablemente no es así. El Dragón se acercó a Shunrei y la abrazo por la cintura, esta se sonrojo al notar su acercamiento, pero lo dejo en esos momentos él era lo único que le en este mundo.
Shyriu la abrazo lo más fuerte que pudo, como si no deseara soltarla, ella era lo más hermoso de este mundo le quemaba en el alma el tener que abandonarla, pero él era un caballero no podía olvidar su sagrado deber. La miro a los ojos y se perdió en aquellas azules lagunas, su corazón se estrujaba ante aquellas palabras que tenía que pronunciar.
-Shunrei…yo.
-lose-Aquellas palabras sorprendieron al Dragón.
-Shunrei…tu.
-Lose Shyriu sé que eres un caballero de Atena, desde un principio lo fuiste y lo serás, yo te acepte como eras y como eres, esa es también una de las razones por las cuales te amo.
-Shunrei…yo-Nuestro caballero no pudo terminar su palabras antes de que la joven se abalanzara sobre él y lo besara con pasión.
Luego de aquel impulsivo beso la joven se sonrojo notablemente y se apartó, pero Shyriu la sostuvo por los hombros la miro fijamente y la volvió a besar, por lo menos antes de partir quería pasar una noche más con el amor de su vida.
Lejos de en algún lugar de este basto mundo, específicamente sentado junto a la ventana, en un pequeño bar un joven, más bien casi un hombre debido a que tenía ya diecinueve años. Tranquilamente tomaba un café, estaba tranquilo y en paz, relajado miro por la ventana, una bella escena se estaba gestando parecía un pequeño grupo de amigos, eran cinco chicos uno le llamo la atención, era un joven de unos trece años con cabello largo y negro y unos ojos marrones, tenía un aspecto muy delicado que contractaba con el de sus amigos, su apariencia le recordaba a su hermano. Otro chico que parecía tener la misma edad, pero con pelo castaño e iguales ojos se abalanzó sobre el chico y empezaron a jugar, este tenía el pelo más corto, los otros tres chicos que eran mayores que los dos menores se empezaron a reír. La escena era muy linda y Ikki no pudo evitar una sonrisa, luego de la "feroz" contienda de cosquilla entre los dos menores el chico de pelo negro se separó de sus amigos y parecía estarce despidiendo aunque sus amigos no lo querían dejar ir. Uno de los mayores, por decirlo así ya que a lo sumo lo superaba por tres años lo miraba con preocupación, tenia el mismo color de pelo y ojos, con la diferencia que su pelo era mucho más corto, al final el chico gano, se despidió de sus compañeros y cruzo la calle.
El santo con una leve sonrisa se dispuso a seguir con su bebida, hasta que el fuerte sonido de unos neumáticos frenando le llamo la Atención, levanto la mirada y salió lo más rápido que pudo, al parecer el chico había vuelto a cruzar para decirles algo a sus amigos, pero no vio el camión que venía a toda velocidad. Ikki salió corriendo del local, pero sabía que no llegaría a tiempo, el chico volteo y vio el camión de frente en él, no pudo hacer nada más. Uno segundos después, el cuerpo del chico yacía en el centro de la calle cubierto de sangre. El camión había intentado frenar a último momento, pero no lo logro, el impacto fue tan fuerte que el pobre chico salió despedido varios metros más adelante, en la ruta, sus amigos corrieron rápidamente al cuerpo de su amigo.
El santo del Fénix, se voltio y empezó a alejarse, gracias a ser un santo él pudo apreciar cada detalle del choque, como si fuera en cámara lenta en el momento que el camión iba a se acercaba, el chico volteo a ver el camión, este impacto contra el golpeando fuertemente su pecho, deteniendo su corazón en el acto y lanzándolo luego. La muerte fue instantánea ya no había nada que hacer, se disponía a alejarse cuando los desesperados gritos de aquel chico lo detuvieron.
-Hermanito, despierta, no te mueras, por favor hermanito no te mueras.
El Fénix volteo y miro, el joven que antes de marcharse lo había mirado, con preocupación abrasaba al fallecido, con todas sus fuerzas, las lágrimas escurrían por su rostro caían y se mesclaban con la sangre de su hermano.
-Alan, hermanito despierta, por favor hermano
Los demás amigos del chico también lloraban y veían todo llenos de dolor e impotencia. Ikki volteo realmente esas palabras le asieron comprender que aquel chico, que le suplicaba era el hermano mayor del fallecido. Un fuerte dolor se sintió en su pecho, recordaba la batalla contra hades y lo cerca que estuvo él de estar en una situación igual, no pudo evitar sentir compasión y dolor por esto. Pero que podía hacer, dio un leve suspiro y se alejó, realmente con toda su alma deseaba no tener que volver a pasar por ello jamás. Luego levanto su mirada hacia el cielo, sentía algo, algo que le preocupaba, tal vez era hora de visitar el santuario y a su hermano.
En algún lugar desconocido.
Entro al salón principal de aquella suntuosa mansión, era un lugar amplio las paredes eran de color celeste y en ellas estaban colgadas varias pinturas, que parecían antiguas, tenía pocos muebles, en el fondo del salón se encontraba un escritorio atrás de este unas inmensas ventanas estaban cubiertas con unas finas cortinas carmesí. La bella mujer se acercó a este, sus ojos eran de color negro al igual que su largo y lacio cabello. Vestía un hermoso y provocativo vestido rojo con escote en v, se acercó al escritorio, detrás de este sentado en una cómoda silla estaba un hombre de unos veintiún años observando los jardines de su residencia, tenía el pelo corto de un intenso color negro, sus ojos iguales a los de la mujer inspiraban respeto.
-Señor creemos que por fin hemos hallado su paradero.
-¿Ya saben con quién está?-La vos del hombre era fría y carente de emoción.
-Si señor pronto, podrán conocerlo, ya que está en la Tierra, aunque.
-¿Qué?-La vos del hombre subió un poco de tono estremeciendo a la mujer.
-El todavía no ha encontrado su armadura.
-ja,ja-La sínica risa del hombre sorprendió a la mejer que temía por la reacción de su amo ante tal noticia-Eso es mejor mi querido hermanito adora a su odiosa Atena y seguramente también debe haber entablado amistad con alguno de sus despreciables santos. Por lo que se negara a ayudarme, pero sin su armadura no estará completo y será venerable-Una malévola sonrisa se creó en su rostro.
-Entonces, ¿que planea señor?
-¡Eso no te interesa niña!-Una alta hermosa mujer entro, su piel era tan pálida y contractaba con sus rojos labios que parecía blanca, su cabello era lacio de color gris, sus ojos también eran grises. Vestía un sensual y largo vestido negro. Su mirada mostraba un fuerte temperamento, con un solo gesto le ordeno a la joven abandonar el salón. Cuando ella y aquel hombre quedaron solos, se acercó y se sentó en las piernas del hombre mientras le daba una pícara sonrisa.
-Pronto, tendrás a tú hermanito cariño.
-Ya lo sé, lindura
-¿Me permitirás jugar con él?-La mujer sonreía con una picardía.
-Siempre cumplo tus caprichos, él será de los dos.
-Te quiero tanto-Luego la mujer lo beso apasionadamente.
Escapando.
Recién llegaba a la mansión, estaba a punto de entrar cuando el sonido de unas llantas acelerando le llamo la atención. Era imposible confundir ese auto, un Porsche carrera GT de un color rojo salió a toda velocidad del garaje. Hyoga se quedó estático unos segundos-¿Qué le pasa a Shun? ¿Por qué salió de esa manera y a esa velocidad?-Sintió que algo andaba mal, corrió hacia el garaje se metió dentro de su auto, un hermoso Lamborghini murciélago de color blanco mate, y salió en persecución del Porsche.
Hyoga seguía a Shun desde una prudente distancia, para no ser descubierto, noto que cuatro Corvettes negros se acercaban al Porsche, Shun también lo noto pues enseguida aumento la velocidad intentando alejarse de ellos, pero los corvettes parecían tener fijo su objetivo. Shun acelero los cuatro autos lo seguían de cerca, pronto se dio cuente de que uno de los Corvettes intentaban situarse a su derecha, mientras que otro a su izquierda-Quieren encajonarme-Acelero aún más intentando esquivar la maniobra.
Hyoga vio esto, le era claro que estaban persiguiendo a Shun, ¿Pero por qué?, no tenía tiempo para pensar, pues lo estaban alcanzando, y tenía que ayudarlo. Shun entro en un tune seguido de los autos, de pronto uno de los Corvettes alcanzo al Porsche, se colocó a su izquierda y lo golpe, Shun soporto el golpe y mantuvo el control de vehículo. El oscuro auto se disponía a volver a golpearlo, al ver esto Shun sonrió, justo cuando el auto estaba por envestirlo disminuyo de golpe la velocidad, El Corvette negro paso de largo i ingresando al carril contrario y chocando de frente con un camión.
Shun miro por el espejo del retrovisor, el no deseaba que terceros salieran heridos, dio un suspiro de alivio al ver salir ileso al conductor del camión. Un fuerte golpe lo hiso volver a la realidad, uno de los tres Corvette negro lo había alcanzado y golpeaba su paragolpes trasero-Rayos, ¿Qué acaso nunca me van a dejar en paz?-Shun volvió a aumentar la velocidad. Salió del túnel y se dirigió a la autopista principal, allí podría acelerar a todo lo que da y perderlos. Salió los tres Corvettes lo seguían, Uno de ellos lo alcanzo y se posiciono a su izquierda, el otro hiso lo mismo a la derecha-Demonios me encajonaron-Tenia que pesar rápido, enseguida vio su oportunidad, el corvette de la izquierda se empezaba a rezagar, pero si intentaba escapar por ahí iría en contra mano-No tengo otra opción- Pensó.
Hyoga vio el precario estado de Shun, además los golpes habían dañado la carrocería del Porsche rojo, pero le pareció raro que el auto resistiera tan bien los golpes. Acelero no iba a dejar que siguieran maltratando a Andrómeda. Shun dudaba, no le preocupaba el pasaría sin problemas, pero si los corvette los seguían y chocaban, no quería que terceros salieran lastimados-Demonios ¿Qué hago?-El sonido de unas llantas derrapando lo volvió a la realidad. Miro por el espejo retrovisor, un Lamborghini blanco mate estaba detrás de él, mientras uno de los tres Corvette había perdido el control y estrellado fuera de la ruta. Una sonrisa apareció en su rostro-Gracias Hyoga, por lo menos las cosas están más parejas-Rápidamente bajo la vellosidad quedando al lado del Lamborghini, que se había corrido cediéndole el espacio. Los dos Corvette quedaron delante de ellos, la autopista era de solo tres carriles, por lo que no los podrían encajonar mientras estuvieran juntos.
Los Corvettes cambiaron de estrategia, ambos autos frenaron de golpe obligando a Hyoga y a Shun a esquivarlos, Hyoga logro pasar por el carril libre, pero Shun tuvo que entrar a contra mano. El Porsche rojo iba a gran velocidad con agilidad Shun esquivaba los autos que se le venían encima, tocándole bocina, insultándolo, etc. Los Corvette aceleraron de nuevo siguiendo a su presa, seguros en el carril correcto. Hyoga los miro con desprecio y luego vio a Shun que no podía quedarse en un solo carril quieto, pues tenía que esquivar continuamente los autos, enojado golpe la parte trasera del corvette más cercano, este se desestabiliza y pierde el control saliéndose de la carretera. El otro corvette se dispone a envestir al Lamborghini en venganza, pero un fuerte choque lo desestabiliza, haciendo que se dé vuelta y se estrelle.
Por fin libre de los atacantes, Hyoga esperaba que Shun disminuyera la marcha para poder parar y hablar de lo sucedido, pero el sonido de las sirenas lo distrae-¡Ho genial!, Saori va a matarnos por esto-Empieza a disminuir la velocidad, se da cuenta que Shun no lo hace, vuelve a aumentarla, para no perder a Andrómeda-¿Poe qué demonios no disminuye la velocidad-Mediante cosmos intenta comunicarse con él, pero no le responde.
Shun agradecía a Hyoga su ayuda, aunque hubiera preferido que no interviniera, pues será mucho más difícil deshacerse del Cisne que de los Corvettes. El sonido de unas sirenas lo fastidio-¡Genial!, ahora además de Hyoga me sigue la poli ¿Podría ser peor?- En ese instante un helicóptero apareció en horizonte-¡Con un demonio! Hyoga escucho el grito de Shun, luego vio el helicóptero sobre ellos-Hoy no es mi día de suerte- murmuro para sí mismo. El Lamborghini y el Porsche corrían a gran velocidad uno al lado del otro, Hyoga no iba a perder de vista a Shun, tendría que decirle que estaba pasando y porque lo perseguían.
Dentro de Porsche rojo, Shun intentaba idear una forma de escapar de los policías y de Hyoga, se dio cuenta que a la izquierda de la autopista un pequeño camino de tierra-Joya, por fin un poco de suerte, si lo tomo bien por lo menos perderé dos o tres polis-Las patrullas habían logrado alcanzar a ambos vehículos. Tanto Shun como Hyoga iban a 260 Km/hs , en el último segundo el Porsche da un brusco giro de más de 90° logrando tomar el camino, Hyoga al ver la maniobra la copia, varios policías pasan de largo y solo unos pocos logran seguirles.
Hyoga seguía a Shun de cerca, no podía verle pues los espejos polarizados del Porsche lo impedían-Shun ¿Qué te pasa?-Se preguntaba. El santo de Andrómeda jamás desobedecía la ley ¿Por qué ahora corría escapando de la policía?-Shun si no te conociera creería que escapas de mí, más que de la policía. Shun dio un suspiro, tenía que alejase de ellos, de todos incluso de su hermano-Perdóname Hyoga-Murmuro. Ambos autos se mantenían a la par Shun sabía que el ruso no se daría por vencido tan fácilmente, Shun sonrió-El puente roto, esa sería la solución. En una arriesgada maniobra, que sorprendió a todos incluso a Hyoga el Porsche hiso un giro en U a quedando frente a las patrullas, volviendo a acelerar yéndoles de frente, los policías apenas lograron reaccionar el Porsche ya había pasado por su lado en dirección contraria.
Hyoga había quedado un momento estupefacto, pero decidido no iba a perder a Shun, con una maniobra igual de osada, giro en U y se dirigió a la persecución de Andrómeda, los policías no reaccionaron hasta que Hyoga también les paso por al lado, el único que le pudo girar a tiempo para seguirles fue el helicóptero, pero los astutos autos lo perdieron al poco tiempo al ingresar a un área urbana llena de edificios altos.
-Señor le perdimos la pista en el barrio residencial de las flores, repito todas las patrullas los sospechosos fueron vistos por última vez en el barrio flores.
Mientras tanto, tomado el rumbo opuesto del helicóptero el Lamboghini seguía persiguiendo al Porsche, y lograron escabullirse de los policías, al tomar un camino abandonado. Shun mantenía la velocidad, no quería que Hyoga alcance la velocidad suficiente, cuando estuvo cerca de su objetivo sonrió- pronto no lo podrían seguir-Pensó, comenzó a acelerar. Hyoga noto el cambio en el camino, estaban yendo por una calle que era muy vieja y estaba en mal estado-¿A dónde pensaba ir Shun?-Palideció al ver frente de él la respuesta. Más adelante en la carretera, se encontraba un puente en ruinas, cuya parte media se había caído hacia mucho. Hyoga se preocupó, la distancia era muy poca y a la velocidad que iban no alcanzarían a cruzar-¿Qué demonios pieza Shun?-E Porsche acelera y de sus tubos de escape sale fuego.
-¡Shun tiene nitro!-El cisne estaba muy sorprendido-Con que esa era la razón para desaparecer en las noches, ¡CORRES PICADAS! (N/V nunca lo creí de Shun O_O)
El Porsche supero los 250 Km, cruzo el puente, fueron unos segundos que parecieron eternos el Porsche estuvo suspendido en el aire, para luego caer de golpe del otro lado del puente. El Lamborghini de Hyoga no tenía nitro, y a la velocidad que iba no podría cruzar por lo que tuvo que frenar.
-¡Maldita sea lo perdí!, ja esa te la tenías guardada Shun.
Dudas de nuestro pasado.
Estaciono el Porsche, que ya estaba bastante magullado, al costado de la ruta. Lo miro por últimas vez. Que lastima, le gustaba tanto ese auto, le había colocado las mejores modificaciones, vidrios polarizados, todo. Poso su mano en el magullado capo del vehículo, tanto trabajo para mejorarlo, y además toda la plata que llevaba la había ganado con ese auto y lo más importante era un regalo de Saori, para el ella más que su diosa era su amiga y se sentía mal por desechar un regalo tan costoso, sobre todo por haberlo dejado en ese estado(N/V, si yo también lo quiero matar por dejar así a un Porsche carrera GT, reitero un PORSCHE CARRERA GT).
Se dio media vuelta, seguro dentro de unos días lo encontrarían y en él la nota que había dejado, no podía volver no hasta que sus preguntas sean respuesta. Camino por la ruto y observo su mano, cerró los ojos y se concentró, su mano fue rodeada por un resplandor rosado, lentamente fue brotando de la palma de su mano una cadena, estaba completamente hecha de su cosmos. La tomo con su mano lentamente adquirió un brillo y la dureza de un metal, la cadena lentamente empezó a moverse, shun con sus pensamientos podía controlar todos sus movimientos. Observo el paisaje que lo rodeaba era un cosque lejano surcado por una única ruta, en mal estado, camino y se adentró en el bosque, cuando encontró un árbol lo bastante grande se puso en posición de ataque.
-¡Cadena nebular!-Lanzo su cadena contra el árbol, sin problemas esta partió a la mitad al grueso árbol, era impresionante la dureza que podían adquirir las cadenas que hacia si se concentraba lo suficiente.
Observo el árbol que había cortado y luego fijo su vista en la punta de la cadena, lentamente este cambio su forma, de asemejarse a la punta de una flecha lentamente adquirió una forma triangular que se asemejaba bastante a la punta de la cadena ofensiva de su armadura. Estaba sorprendido, hacía poco que había descubierto esas nuevas habilidades, las había aprendido y desarrollado por puro instinto y no era la única ahora podía sanar e incluso tenía la capacidad de auto regeneración. Nunca las había practicado, luego de ser Hades empezó a desarrollarlas al principio torpemente, pero ahora se sorprendía de lo rápido que mejoraba.
Todas esas habilidades nuevas no hacían más que confundirlo y llenarlo de dudas-¿Serian secuelas de ser Hades?-Negó con la cabeza una parte de él le decía firmemente que se debían a otra razón una más grande, más profunda, más antigua. Por otro lado estaban esos sueño, esa criatura que lo observaba como si esperara algo de él. La verdad solo siente que debe buscar algo, la verdad es que siempre había sentido un vacío en su pecho, como si algo le faltara, pero después de lo de Hades esa sensación se acentúo tanto que ya no pudo seguir negándole. No tenía idea de lo que estaba haciendo, es más ni tenía sentido común lo que estaba haciendo, solo seguía su instinto, solo buscaba ese algo que llenaría su vació y le daría las respuesta que buscaba.
Saco de su bolsillo aquel un papel arrugado, que tenía escrito:
Estimado Shun, sé que te sorprenderá que sepa tu nombre, no soy ninguno de tus conocidos y probablemente nunca me has visto, pero tú y yo nos conocimos hace mucho tiempo, yo sé mucho de ti de, tu pasado y de tú futuro. No creo que me recuerdes, sé que has sufrido cambios desde la posesión de Hades, sé que as adquirido nuevas habilidades y te digo que debes estar tranquilo.
Mi nombre todavía no te lo daré, primero debes saber el origen de tú pasado, para saberlo debes visitar el Museo nacional del deporte de Yokohama, Japón. Para que veas que yo no miento te dejo esta foto, de seguro sus rostros te resultaran familiares. Una última cosa, esto debes hacerlo solo, como tú instinto te lo dicte, solo así sabrás la verdad de tu sangre.
Un amigo.
Shun no estaba seguro de lo que aria, estaba siendo guiado por un trozo de papel que ¿Quién sabe quién lo escribió? Para saber "algo" de su pasado y todavía no sabía que era ese "algo" que quería averiguar. Aun así sentía en su interior que aquello le daría las respuestas, o quizás solo estaba siendo estúpido y iba directo a una trampa, pero tenía que admitir que quien lo escribió sabía que era un caballero, pero ¿Cómo se enteró lo del hades?, ¿Por qué sabia su nombre?, ¿Cómo sabía lo que le estaba pasando si él había sido tan cuidadosos en esconderlo que ni saori se había enterado? Y ¿Qué era eso de la verdad de tu sangre?
-Solo espero estar haciendo lo correcto-Murmuro para luego soltar un largo suspiro y siguió caminando al costado de la ruta.
Mientras tanto en la Mansión Kido
Hyoga recién llegaba, guardo su golpeado Lamborghini en el garaje, ingreso a la casa y se tiró en el sillón, le llamaba la atención la actitud de su amigo. Una mala sensación lo invadió, de un golpe se levantó y subió las escaleras como un rayo hacia la habitación de Andrómeda. Abrió la puerta todo parecía estar en su lugar, estaba ordenada como siempre, se fijó en la cómoda l lado de la cama-Las fotos no están, eso quiere decir que…pero ¿Por qué?-No se quedó más tiempo, salió corriendo de la habitación tomo el teléfono, que estaba en el pasillo y marco.
-¡Saori creo que Shun se ha ido!
-¡qué dices Hyoga!
-Shun se ha ido, se ha llevado el auto, su ropa, sus fotos, todo. Solo ha dejado su armadura.
-Pero, no entiendo, él nunca se haría sin avisar, no es natural en él.
-No, para colmo cuando se iba vi que era perseguidos por unos tipos, intente seguirlo, pero no pude, lo perdí.
-Pero ¿Por qué lo hiso? Si pronto va a ser su cumpleaños.
-No lo sé, pero la razón a de ser fuerte, el nunca abandonaría la mansión en esta fecha, es unas de las pocas ocasiones en las que estamos todos juntos.
-Me preocupa, Shun no actúa así, algo le debe estar pasando.
-Pero ¿Por qué no nos ha dicho nada?
-No lo sé Hyoga, eso me preocupa más.
En el Museo nacional del deporte de Yokohama
-Este museo fue fundado en 1980, gracias al apoyo de la fundación Kido, en este museo sea dedicado desde entonces a conservar viva la memoria de grandes deportistas, a guardar y conservar los más valiosos títulos y trofeos de Japón.
La mujer siguió su discurso, mientras avanzaba con el grupo un joven peliverde se separó siendo atraído por una extraña imagen. En el aparador había una imagen de 5 hombres, le sorprendió lo semejantes que eran con él, su hermano y sus amigos. Leyó las reseñas de cada uno.
Andrey Solovióv: (N/V Si sé que es jodido el nombrecito, no lo intenten pronunciar) -se parece mucho a Hyoga- campeón olímpico de natación ganador de una medalla de oro y una de plata, y gran campeón de Judo. Se casó con Natasha Salovid, estuvieron casados tres años, hasta que fueron asesinados, lamentablemente el responsable nunca fue descubierto. Hace dieciocho años-la edad de Hyoga y Shyriu. Azai Tanaka-Este se parece a Shyriu-campeón Taekwondo ganador de dos medallas de oro en esa categoría, se casó con Tetsuya Nakamura, estuvieron juntos durante cuatro años hasta que ambos murieron durante un asalto- que extraño, murieron al mismo tiempo que Andrey y Svetlana Solovióv.
Dayu Suzuki-Este hombre se parece mucho a Seiya-Fue un gran jugador de futbol, llevo a su equipo a la victoria durante los juegos de 1994, también fue un gran maestro de Karate, se casó con Hiroko Satou, estuvieron juntos dos años hasta su trágica muerte durante un intento de secuestro, hace diecisiete años-la edad mía y de Seiya. Haber Aki Kimura hermano menor del campeón Chikao Kimura. Se parece un poco a mí, pero el color de pelo y ojos es distinto, fue campeón de tenis logrando do medallas de oro, se casó con otra gran tenista la joven campeona Junko Chiba, ambos fueron grandes maestro de Kung Fu, y él fue un apasionado practicante de esgrima. Contemplo durante un largo periodo la foto de la mujer-ella tiene el mismo color de ojos y pelo que yo-(N/V ha de ser difícil encontrar muchas personas con el pelo verde ¿no?), es más es idéntica a mí- dejo sus pensamientos para seguir leyendo, murió junto con su esposo, en un extraño incidente de automovilístico, también hace diecisiete años, se supo que tuvieron a su cuidado al hijo de su querido hermano Chikao durante tres años, se cree que murió también en el accidente.
Chikao Kimura, hermano mayor de Aki Kimura se parece increíblemente a mi hermano, fue un gran campeón de Judo ganado una medalla de oro y dos de plata, también era un gran practicante de Karate y mantuvo una gran rivalidad con Dayu, Además era un gran practicante de Taekwondo, se casó con Takako Chiba juntos tuvieron un hijo llamado… En ese momento sus ojos se abrieron enormemente impactado por la noticia, dejo caer el papel que llevaba.
-No puede ser… la fecha de su muerte también coincide con la edad…pero si es verdad…Significa que…Ikki-El joven bajo la vista, en su expresión mostraba dolor, aun así dejo ver una pequeña sonrisa-No importa Ikki para mí siempre serás mi hermano.
En el final de la reseña decía:
Juntos tuvieron un hijo llamado Ikki Kimura.
Verdades y dudas.
En la mansión kido se habían reunido los caballeros de bronce, y Saori que habían ido justo para festejar el cumpleaños de su compañero, la sorpresa que se dieron al no encontrarlo. Estaban todos juntos en el comedor, cuando una inesperada presencia se hiso presente.
-¡Ikki!-Los siete caballeros que se encontraban en la sala.
-¿Que acaso tengo algo en la cara?-Pregunto, con tono sarcástico, el mencionado.
-¿A que debemos tu visita Ikki?-pregunto Jabu.
-Vine por el cumpleaños de Shun
-Que lastima, porque Shun no está-Nachi le contesta al Fénix.
-¿Se fue?, justo para su cumpleaños-Ikki se muestra extrañado ante la situación.
-Si Ikki, a nosotros también nos extraña –añade Hyoga
-Es totalmente inusual un comportamiento así en él-Shyriu se une a la charla.
-No entiendo a Shun, ni siquiera nos dijo nada, ni sabemos dónde-Seiya también estaba algo preocupado.
-Se me hace que a Shun se le pego la mala costumbre de Ikki-El Unicornio rápidamente borro su sonrisa al sentir la agresiva mirada del Fénix.
-No es normal en el- El santo de Fénix se da media vuelta y se dispone a retirarse.
-Hey Ikki ¿A dónde vas?-Pregunta el Pegaso.
-Me largo, no me gusta estar en grupos, menos si son numerosos, yo solo venía a saludar a Shun.
El sonido del teléfono rompe la charla, Seiya se acerca y toma la llamada.
-Diga
-Hola Seiya
-¿SHUN?-Todos los presentes voltearon en dirección hacia el Pegaso.
-Si Seiya soy yo-Del otro lado del teléfono, el santo de las cadenas parecía divertirse imaginando la expresión del Pegaso.
-pero, ¿Dónde estás? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no avisaste?
-Seiya tranquilo son muchas preguntas, solo llame para avisarles que estoy bien y que no volveré en un tiempo.
-pero, Shun ¿Por qué te fuiste y si te pasa algo?
- Seiya, yo soy un caballero de bronce del mismo calibre que tú, o se te olvida que yo luche junto a ti los demás en todas las guerras santas, dejen de preocuparse, no soy un niño. Además hay algo muy importante que tú, Hyoga, Shyriu y mi hermano, deben saber.
-Por cierto Ikki está aquí Shun.
-Que bien, dile que lamento no estar, mejor dile a todos que lamento no haberles avisado, pero es que no tuve tiempo fue muy rápido. Seiya tú y los demás deben venir, hay algo muy importante que deben saber es sobre nuestro pasado.
-¿De qué hablas?
-Deben venir al Museo nacional del deporte de Yokohama.
-¿Estas en Yokohama?
-No
-¿Dónde estás?
-eso no importa Seiya, tú, Ikki, Hyoga y Shyriu deben venir al museo para enterarse de la verdad, no estoy seguro de si es cierto, pero son muchas coincidencias.
-Shun no te entiendo.
-Solo ven al museo.
-pero, Shun tu cumpleaños.
-Esto es más importante, yo seguiré averiguando.
-¿Pero de qué? ¿Qué quieres averiguar?
-Solo quiero respuestas Seiya y las obtendré, pero debo hacerlo solo por lo que les pediré que no me busquen, díselo a todos, también a mi hermano-Seiya no pudo discutir nada, ya que Shun le colgó.
Ikki, Hyoga, Shyriu, Saori y los demás caballeros estaban completamente extrañados por la conducta y palabras de Andrómeda. Para aumentar más las dudas, sonó el timbre de la puerta, como siempre el servicial Ichi atendió.
Hombre-¿Esta es la residencia Kido?
-Si-respondió la Hidra.
-Debemos informarle por parte de la policía que hemos encontrado un Porsche carrera GT Rojo con esta patente, le extiende un papel a Ichi, abandonado en la ruta catorce. Este auto era buscado junto con un Lamborghini murciélago blanco por ir a acceso de velocidad y evasión a la policía.
-¿Pero qué?-Pregunta Saori, los demás también están sorprendidos y luego todos miran a Hyoga.
-¿Qué?-Pregunta el susodicho.
-¿Qué paso?-La pregunta de Ikki genera un silencio sepulcral y todos se disponen a escuchar la versión del cisne.
-Bueno lo que paso es que…-El caballero de hielo relata su encuentro con Shun y los Corvettes negros.
-Bien esto si es raro, ¿Qué demonios le pasa a Shun?-Seiya rompe. Como siempre el hielo.
-No lose, pero voy a ir a Yokohama a averiguarlo- El fénix se dispone a salir cuando.
-Nosotros también iremos Ikki, Shun es nuestro compañero- Seiya, Shyriu y Hyoga se levantan y se dispone a acompañar al Fénix.
-Yo también iré Tatsumi, prepáranos un vehículo, después de todo es Shun es uno de mis caballeros y también mi amigo, me preocupa su conducta.
Mientras tanto, en algún lugar, específicamente en un bosque.
Shun caminaba sin rumbo, tenía muchos pensamientos rondando su cabeza, no prestaba tanto a tención a donde iba, ni que iba hacer, solo caminaba, perdiendo desapareciendo entre la maleza. Camino todo el día, pronto llego la noche, sin prestar mucha atención, decidió acampar en ese lugar, encontró una cueva, ese sería su escondite de la noche.
Sueño:
Shun caminaba, por una inmensa oscuridad, sentía la presencia de una inmensa criatura, la cual la cual lo asechaba, pero no sentía miedo de ella es más se sentía a gusto, tranquilo, como si la conociera de toda la vida. La enorme criatura le gruño, ese sonido era terrorífico, pero no sintió miedo y avanzó hacia ella, le coloco una mano en, lo que parecía ser el hocico de aquella criatura. En ese momento la bestia abrió sus cuatro ojos rojos como la sangre. Shun vio los cuatro ojos rojos brillantes, pero no se asustó, todo lo contrario, cerró sus ojos y por acción instintiva aumento su cosmos. El cosmos de Shun ilumino el lugar, era tibio y tranquilo, la enorme bestia cerro sus ojos, para sentir mayor aquel cosmos, el santo hiso lo mismo.
Paso un breve momento y la criatura se esfumo, al no sentir su presencia Shun abrió los ojos, frente de él se encontraba una estatua de roca, que tenía la forma de un ángel de largos cabellos, tenía puesta una máscara hecha de hierro que en las bisagras de los ojos tenia pintadas dos finas líneas rojas que parecían sangre. Miro las manos del ángel que tenían hecho un pentagrama, ambas sostenía un collar, en sus manos sostiene un hermoso collar con forma octaedro de color violeta, que tenía un ojo rojo muy parecido al de un gato.
-Marca el comienzo, marca un fin, marca tú destino-Las palabras provenían de un a voz, se escuchaba oscura y maligna-Tú decides.
La oscuridad se quebró, como si fuese un vidrio rompiéndose, ahora se encontraba en la mansión Kido, la cual estaba hecha completamente una ruina y quemada hasta los cimientos. Miro el bosque encendido en llamas se oían los gritos de la gente que se estaba quemando viva, se sentía el olor a carne quemada en el aire. Miro la cuidad todo ardía, todos gritaban era demasiado, DEMASIADO, se tapó los oídos y grito. Sentía un inmenso dolor en su hecho, como si le clavaran una navaja y lo girara dentó de este, el dolor hiso que volviera a gritar no lo soportaba, sintió como si navajas se clavaran en sus manos.
-¿Qué me está pasando?, ¿Quién me hace esto?-Su grito no obtuvo respuesta, el dolor hiso que perdiera la conciencia y cayo.
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N/V comentarios de autora
Hola, lo modifique un poco, me pareció que quizás la primera parte era muy larga, deje lo de los autos porque me gustan, en esta historia el personaje principal es Shun, pero no se preocupen todos los bronceados tendrán su momento, es más los are enfrentar a todos con sus sigo mismos y sus defectos, dudas y miedos. Tuve que arreglar un horror fatal en el texto lo siento, pero solo fue porque me equivoque en el nombre de la madre de Hyoga.
